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Rusia asusta a Europa —y cumple la profecía bíblica (tercera parte)

Russia y China en profecía: capítulo dos

Continuación de Rusia asusta a Europa —y cumple la profecía bíblica (segunda parte)

¡Primer ataque militar!

Otra indicación alarmante de la dirección que Rusia está tomando llegó en agosto de 2008, cuando Rusia atacó a la exrepública soviética de Georgia. ¡Éste fue el primer ataque militar de la superpotencia asiática ascendente!

Mire el mapa de la región del Cáucaso. Mucho del petróleo de Rusia viene desde la región de Bakú al occidente del mar Caspio. El oleoducto Bakú-Supsa pasa justo a través de Georgia, y hasta la invasión de Rusia transportó petróleo a través de esta área estratégica libre del control ruso. Ése ya no es el caso. Rusia no sólo posee el petróleo en el suelo, ahora controla las tuberías distribuyéndolo por Europa, ¡sumando muchos miles de millones de dólares en energía!

Rusia está determinada a ser una superpotencia energética en una era cuando todo el mundo moderno está hambriento de energía. Si Rusia ve una fuente principal de petróleo siendo amenazada, ¡va a pelear!

Nosotros podemos entender las acciones violentas de Rusia dentro de Georgia mucho mejor a la luz de la historia reciente en los Balcanes, específicamente en Kosovo. Allí, Rusia sintió que las naciones occidentales básicamente habían declarado la guerra. Georgia fue la represalia de Rusia.

Pero incluso antes de eso, las tensiones estaban escalando. “Los presidentes de EE UU George H. W. Bush y Bill Clinton habían prometido a los rusos que la otan no se expandiría hacia el antiguo imperio de la Unión Soviética”, escribió George Friedman para Stratfor. “Esa promesa ya había sido rota en 1998 por la expansión de la otan hacia Polonia, Hungría y la República Checa—y nuevamente en la expansión de 2004, la cual absorbió no sólo el resto de los antiguos satélites soviéticos en lo que ahora es Europa Central, sino también los tres Estados bálticos, que habían sido componentes de la Unión Soviética” (12 de agosto de 2008). Rusia estaba profundamente perturbada por estos acontecimientos.

El presidente George W. Bush también intentó traer a Georgia y Ucrania a la otan, pero fracasó. Parece altamente improbable que Rusia en algún momento permita que eso suceda. Hacer a Georgia parte de la otan pondría esa organización occidental a las puertas de Rusia, poniendo la seguridad del petróleo ruso en el Caspio Occidental en grave riesgo. ¡Todo lo que se necesitaría es 30 minutos de bombardeo para dejar fuera de funcionamiento a esta fuente importante de energía rusa! Así que, en lo que a Rusia concierne, ésto es un asunto de supervivencia.

Pero en realidad no es Estados Unidos a quien Rusia teme. La nación a la que los rusos de verdad temen es Alemania.

Entregando Kosovo a Alemania

En febrero de 2008, Kosovo, una república en los Balcanes, declaró su independencia de Serbia. Moscú estuvo en contra de la medida porque no deseaba que movimientos independentistas similares en territorios rusos ganaran fuerza. El Dr. Friedman escribió, “Los rusos pública y privadamente pidieron [a EE UU y Europa] que a Kosovo no le fuera dada la independencia formal, sino que continuara su autonomía informal, que era la misma cosa en términos prácticos. Las peticiones de Rusia fueron ignoradas” (ibíd). Europa y EE UU apoyaron la separación de todos modos.

“A partir de la experiencia de Kosovo, [Moscú] concluyó que Estados Unidos y Europa no estaban preparados para considerar los deseos rusos, incluso en asuntos relativamente menores”, prosiguió Friedman. “Ése fue el punto de quiebre. Si los deseos rusos no podían tener cabida incluso en un asunto menor como éste, entonces claramente Rusia y Occidente estaban en conflicto. Para los rusos, como dijimos, la cuestión ahora era cómo responder. Habiendo declinado responder en Kosovo, los rusos decidieron responder donde ellos tenían todas las cartas: en Osetia del Sur”.

Rusia deseaba una guerra— ¡y por una importante razón! Kosovo fue el punto de quiebre.

Recuerde esa historia. En 1991, Alemania apoyó la independencia de Croacia y Eslovenia. Inicialmente, todo el resto de Europa y Estados Unidos fueron abiertamente hostiles a la acción de Alemania. Pero Europa cedió cuando Alemania amenazó con salirse de la Unión Europea. Pronto, la guerra civil estalló en Yugoslavia. El secretario de Estado estadounidense en ese momento dijo que Alemania era responsable por la guerra en los Balcanes—pero él rápidamente cerró su boca. ¡La “superpotencia” estadounidense le siguió el paso a Alemania!

Este cambio en la política exterior en 1991 enfureció a los aliados tradicionales de Estados Unidos: Gran Bretaña, Francia y los Países Bajos. Estas naciones vieron lo que Alemania estaba haciendo, no sólo en Yugoslavia, sino por toda Europa. ¡La Europa de la posguerra tenía la esperanza de mantener bajo control a la poderosa Alemania—con ayuda de EE UU! Pero en cambio, ¡EE UU le ayudó a Alemania a imponer su voluntad en Europa!

Una vez EE UU dio vía libre y apoyó después a esta bestia europea en Croacia y Eslovenia, no hubo forma de detenerla. ¡No cesó hasta que toda Yugoslavia estuvo bajo su fuerte influencia o control!

Kosovo fue un punto decisivo en la guerra yugoslava. Después de que este Estado esencialmente cayera bajo el control e influencia alemana, era inevitable que el resto de Yugoslavia cayera. Cuando la influencia opresiva de Alemania se movió más allá de Croacia y Eslovenia, cualquier observador cuidadoso podía ver que la ambición de Alemania era controlar toda Yugoslavia.

El ministro de Defensa de Alemania en ese tiempo, Volker Rühe, urgió el uso de la fuerza en contra de Serbia sin tener en cuenta el apoyo de las Naciones Unidas. “Debemos evitar ser dependientes del veto ruso”, dijo en una reunión de ministros de defensa de la otan. Él dijo que la relación entre la otan y Rusia suponían que “Rusia no tiene veto cuando la otan necesite actuar”. Rusia iba a vetarlo, y Alemania quería sortear eso, ¡y convenció a EE UU de unírsele!

Fue así como Alemania llevó a EE UU a romper sus promesas con Rusia. Usted puede leer acerca de esta historia en nuestro folleto gratuito La conquista alemana de los Balcanes.

Rusia culpa correctamente a EE UU por lo que sucedió. Le mentimos a Rusia sobre expandir la otan, y luego ignoramos a Rusia con respecto a Yugoslavia, lo cual culminó en Kosovo declarando la independencia en 2008.

EE UU se permitió ser una herramienta de Alemania — ¡y ayudó a su ascenso! ¡Estados Unidos bombardeó a Serbia en sumisión y luego se la entregó a una UE liderada por Alemania! Si usted conoce la historia y la profecía de Europa, ¡usted se dará cuenta que vergonzoso acto realmente fue ése! A Estados Unidos le gusta pensar de sí mismo como impecablemente limpio y justo, impulsado sólo por los motivos más puros. Pero esto realmente fue un acto de traición—e increíble debilidad.

Nosotros hemos escrito mucho acerca de ese respecto, y recibimos muchas cartas solidarias de serbios, quienes fueron traicionados por Estados Unidos. Recuerde: los serbios fueron aliados de Estados Unidos en la Primera y Segunda Guerra Mundial, ¡y Alemania era nuestro enemigo! En las guerras de Yugoslavia, todo se dio la vuelta.

Estados Unidos es una de las naciones modernas descendientes de Israel bíblica. Nosotros tenemos una historia con Dios. ¡Deberíamos estar dando el ejemplo para el mundo! Cuando hacemos una promesa, ¡deberíamos mantenerla! Y deberíamos estar poniendo nuestra fe en Dios y no en nuestros enemigos. Hoy, Yugoslavia ha desaparecido a causa de nuestra maldad.

El Intelligence Digest del 11-25 de agosto de 1995, dijo lo siguiente: “el control alemán de Europa Occidental es ejercido a través de la Unión Europea (UE), y el apoyo estadounidense para el dominio alemán de la UE ha sido evidente desde al menos 1990… [Washington] está siguiendo una política internacional, cuyo PROPÓSITO ES dejar tanto a Europa Occidental como Oriental bajo el completo dominio alemán…

Así que Alemania, con el total respaldo de Estados Unidos, está destinada a ser la única gran potencia de Europa”.

¡En la profecía bíblica, Dios condena a Estados Unidos por tratar a los alemanes como nuestros “amantes”! ¡Él profetiza que esta relación terminará en nuestra destrucción! (Vea Ezequiel 23; usted puede leer sobre esta profecía en nuestro libro gratuito Ezequiel—el profeta del tiempo del fin).

Continúa en Rusia asusta a Europa —y cumple la profecía bíblica (cuarta parte)

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