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Las antiguas raíces de Alemania (segunda parte)
Continuación de Las antiguas raíces de Alemania (primera parte)
Abraham derrota a los asirios
Para cuando Abraham estaba creciendo, Asiria ya era un poderoso imperio mundial. Dios trajo a Abraham, junto con su sobrino Lot a la tierra de Canaán, y Dios otorgó gran cantidad de riqueza y prosperidad a su gente. Era sólo cuestión de tiempo antes de que se enfrentaran a los poderosos asirios.
Captemos la historia en Génesis 14:1-2: “Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal (rey de las naciones, vkj), que éstos hicieron guerra…”. Estos cuatro reyes estaban aliados como un gigantesco imperio asirio, como Josefo lo señaló: “En este tiempo, cuando los asirios tenían el dominio sobre Asia, el pueblo de Sodoma estaba en una floreciente condición (…) y los asirios hicieron guerra contra ellos; y dividiendo su ejército en cuatro partes, lucharon contra ellos. Ahora bien, cada parte del ejército tenía su propio comandante (…) Amrafel, Arioc, Quedorlaomer y Tidal. Estos reyes habían devastado todo Siria, y derrocado a la descendencia de los gigantes” (Antigüedades, I, ix, 1). Josefo confirma que los cuatro reyes mencionados en Génesis 14 eran de hecho asirios.
Con respecto a Génesis 14:1 el Comentario de Lange dice que, “De acuerdo a Ktesias y otros, los asirios fueron los primeros en establecer un dominio mundial”.
El último rey en la lista de Génesis 14:1 es Tidal, el “rey de naciones”. Él reinó en la región de Asia Menor. El nombre Tidal viene de una palabra hebrea que significa “temer, tener miedo, espantoso y terrible”. Durante siglos, ¡Asiria causó gran temor a muchas naciones!
Estos cuatro generales asirios vinieron a hacer guerra contra los reyes de Canaán (vers. 4). Los asirios derrotaron a los pueblos de Canaán, incluyendo a las ciudades de Sodoma y Gomorra. Y al tomar cautivos ellos capturaron a Lot, el acaudalado sobrino de Abraham (vers. 11-12). “Oyó Abram que su pariente estaba prisionero y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco” (vers. 14-15). Josefo registró que Abram y sus hombres “marcharon apresuradamente, y a la quinta noche cayeron sobre los asirios, cerca de Dan… y antes de que ellos pudieran armarse, mató a algunos mientras estaban en sus camas, antes de que pudieran sospechar algún mal; y otros, que todavía no se habían ido a dormir, pero que estaban tan bebidos que no podían luchar, huyeron lejos” (Antigüedades, I, x, 1).
Génesis 14:17 dice que Abram también mató a los cuatro líderes del Imperio asirio, mencionados en el versículo 1. Fue una derrota completa. El poder de Asiria fue quebrantado en una noche. El curso de la historia fue cambiado. Abraham y sus descendientes pudieron continuar viviendo pacíficamente en la tierra de Canaán libres de la agresión asiria. Y Egipto, sin la amenaza asiria, creció y se convirtió en una de las principales naciones en el mundo antiguo. Dios quería que Egipto dominara el Oriente Medio, no Asiria. Egipto, aunque la gente no lo sabía en aquel tiempo, se estaba preparando para la llegada de José y los hijos de Israel.
Durante los siguientes 1.200 años la Biblia dice poco acerca de Asiria. Pero ellos no desaparecieron. Su resurgimiento alrededor del año 700 a. C., una vez más como un poder mundial, demostró ser todavía otra espina en el costado de los israelitas. ▪
Continúa en Las antiguas raíces de Alemania (tercera parte)