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El profano Imperio Romano (quinta parte)
Continuación de El profano Imperio Romano (cuarta parte)
El gran error de la Edad Media
Durante el reinado de Rodolfo de Habsburgo en el siglo XIII, un hombre llamado Jordan de Osnabrueck escribió un libro acerca de cómo el Imperio Romano fue traspasado a manos de los alemanes. Él no era el único en la Edad Media en albergar tal ideología. Muchos pensaban que los alemanes eran quienes tenían la monumental tarea de gobernar y preservar al Sacro Imperio Romano. Pero, ¿por qué?
Recuerde que cuando Carlomagno fue coronado, el Papa lo llamó emperador del cuarto imperio mundial. La idea de que el Imperio Romano fuera el cuarto en gobernar al mundo, no se originó con este papa. De hecho siglos antes, mientras el antiguo Imperio Romano todavía existía, la mayoría de los judíos y cristianos pensaban que sería el último reino del mundo debido a lo que el profeta Daniel escribió.
Muchos eruditos sabían que el Imperio Romano fue profetizado para ser el cuarto y último imperio mundial. Pero más allá de eso, ellos interpretaron trágicamente mal las profecías de la Biblia. Eso es lo que llevó a tanta violencia y derramamiento de sangre durante la Edad Media.
La gente asumió erróneamente que el anticristo surgiría en la escena mundial una vez que el Imperio Romano fuera extinguido. Lo que la Biblia realmente dice, es que después que el cuarto imperio desapareciera del escenario, el Reino de Dios sería establecido (Daniel 2:44).
¡Esto también fue mal interpretado porque la gente durante la Edad Media asumió que el Sacro Imperio Romano era el Reino de Dios en la Tierra! Eso elevó sus leyes y aspiraciones para gobernar al mundo, por encima de Dios. Así, las bases para la tragedia de la Edad Media fueron puestas, no sobre un imperio santo, sino sobre las malas interpretaciones inspiradas por Satanás, de la palabra de Dios.
Los alemanes, más que cualquier otro pueblo, sentían que era su deber divino preservar este “Sacro” Imperio Romano para que el “Anticristo” no apareciera. Así que vez tras vez, cuando el imperio se hundía en las profundidades de la muerte, de algún modo cobraba suficientes fuerzas para levantarse nuevamente; generalmente detrás de un poderoso líder, muchas veces alemán, apoyado por una poderosa cabeza religiosa en Roma.
Lo que la gente de estos imperios tampoco entendió fue, ¡que estas mismas resurrecciones romanas estaban profetizadas en la Santa Biblia de Dios! La Biblia profetiza de cuatro, y sólo cuatro, imperios de dominio mundial. Pero como lo hemos visto, ese imperio final, después de que fue aplastado en el año 476 d. C., iba a resucitar diez veces más, de las cuales las últimas siete estarían en unión con la autoridad papal en Roma como el resucitado “Sacro Imperio Romano”.
Ese mismo Imperio Romano (bajo nuevos nombres y títulos), es el que nuevamente resucitó en el siglo XX bajo la dominación alemana; éste espera un último vitoreo, animado nuevamente por una mano fuerte europea, probablemente alemana.
Un llamado a recordar
El 8 de mayo de 1997, el presidente alemán Roman Herzog recibió el Premio Internacional Carlomagno por sus esfuerzos de unir a Europa. En su discurso de aceptación, el Dr. Herzog dijo: “Por 1.000 años el destino de nuestro continente ha girado en torno a la opción entre una Europa cohesiva, o una fragmentada. Carlomagno, de quien nuestro premio toma su nombre, hizo su propia elección particular: la primera unificación de Europa. Ante semejante hora, la verdad debe decirse: que sólo abriéndose paso a través de un mar de sangre, sudor y lágrimas él alcanzó su meta”.
En verdad, la historia de la unificación europea ha sido una de mucha sangre. Y Alemania ha sido el principal culpable de Europa, en promover ese derramamiento de sangre.
Roman Herzog ha sido por mucho tiempo uno de los promotores más grandes de Alemania para la unificación europea. Él y muchos otros líderes europeos frecuentemente ven en Carlomagno, la inspiración detrás de la unificación moderna de Europa.
Muy pronto ahora, 10 naciones (o grupos de naciones) se juntarán en una unión influenciada por una gran iglesia en Europa. Todo sobre esta unión parecerá correcto. La religión, la prosperidad, el poderío militar. Pero los frutos finales de esta unión serán aterradores. La historia confirma esto. La conspiración, traición, derramamiento de sangre, intolerancia, ejecución. Estas palabras son las que mejor describen al “Sacro” Imperio Romano de la Edad Media.
Aproximadamente 40 millones de personas fueron asesinadas durante la supuesta “Santa Inquisición”, ¡la cual fue la vacuna de pesadilla que el papado levantó, para protegerse del virus de la “herejía”! ¡Las inquisiciones romana y española eliminaron virtualmente el protestantismo en Italia y en España! El mundo probablemente jamás ha visto un periodo más vil que aquellos años oscuros y miserables de los siglos xiv, xv, xvi.
Los frutos históricos de esta unión entre una poderosa bestia política y una gran iglesia falsa no han sido santos, sino que bastante profanos. Y cuando esos frutos podridos sean revelados una última vez, el mundo se horrorizará. ¿Cómo podría algo que parecía tan justo (tan religioso) llegar a ser tan malo? Esa respuesta se encuentra escrita en las miles de páginas de la historia. Más importante aún, Dios lo profetizó hace tiempo en las páginas del libro que casi nadie lee y estudia: la Santa Biblia. Quizás sea tiempo de que saquemos ese libro del estante, le quitemos el polvo acumulado y lo abramos para leerlo. Usted se impresionará al ver con qué precisión Dios predice el futuro. ▪
Continúa en Hitler y el Sacro Imperio Romano (primera parte)