El Príncipe de Rusia profetizado (quinta parte)

Continuación de El Príncipe de Rusia profetizado (cuarta parte)

Restaurando el imperio ruso

En 2005 el presidente ruso llamó a la caída del imperio soviético, “la catástrofe geopolítica más grande del siglo”. La mayoría de nosotros diría lo opuesto, ¡dado que decenas de millones de ciudadanos soviéticos fueron encarcelados, perseguidos y asesinados bajo ese sistema autoritario! Putin no sólo lamenta el colapso de la URSS, ¡él está empeñado en reconstruirlo y restaurar la gloria imperial rusa!

Putin hizo esas metas claras en agosto de 2008 cuando Rusia usó la fuerza militar, para invadir a la antigua nación soviética de Georgia. En nuestra edición de octubre de 2008 de Trumpet, escribí lo siguiente: “El ataque de Rusia sobre Georgia en agosto marca el comienzo de una peligrosa nueva era en la historia. ¡Éste fue el primer golpe militar de una superpotencia asiática en ascenso; y habrán más! (…)  ¿Encenderá de hecho la unificación europea el ataque de Georgia? ¿Ocurrirá una crisis en Ucrania? Esa área es el granero de Rusia, y seguramente ella está dispuesta a librar una guerra por Ucrania también”.

¡Ciertamente yo estaba en lo correcto en mi predicción de que Rusia también tomaría el control de Ucrania! Lo sabía porque Putin tiene un largo patrón de maldad diabólica al nivel de Joseph Stalin. Una abundancia de frutos prueba eso. La Biblia afirma: “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20).

Ésa es una lección que la mayoría de nuestros políticos nunca aprenden. ¡Ellos continúan creyendo en el mentiroso estilo de vida del Sr. Putin!

Putin ha empujado a EE UU fuera de Oriente Medio. Rusia es ahora el único poder global que realmente está impactando la región. Y ahora China está empujando a EE UU fuera de Asia. Estos eventos deberían alarmar intensamente a la superpotencia estadounidense.

Si usted mira la reciente historia de Rusia, usted puede predecir mucho de su cercano futuro. Pero la mayoría de las personas son guiadas por la ilusión, y no por la realidad.

Si usted suma la profecía bíblica a un buen entendimiento de la historia, uno puede prever el futuro con una claridad sorprendente.

Durante varios años, Ucrania ha estado trabajando en unirse a la Unión Europea. En 2009, se unió al programa Asociación Oriental de Europa y buscaba usarlo como un puente hacia entrar en la UE. Víktor Yanukóvich, el presidente de Ucrania planeaba firmar los acuerdos el 29 de noviembre de 2013 para ser parte de la Asociación Oriental, marcando una profunda integración con la UE. Pero el 21 de noviembre, Yanukóvich abruptamente anunció que él no firmaría los acuerdos.

Muchos expertos y analistas estaban sorprendidos. Ellos habían pensado que Ucrania haría el acuerdo y llegaría a ser parte de la UE, o al menos llegaría a ser aliado de ellos en alguna manera.

¿Por qué el presidente ucraniano hizo este giro tan dramático?

A finales de noviembre surgió que el presidente Yanukóvich había volado secretamente a Moscú a comienzos de mes para reunirse con el presidente Putin. Ni los periodistas ni analistas sabían nada acerca de esta reunión hasta el 21 de noviembre cuando Yanukóvich anunció la histórica retirada.

Por años, el Sr. Putin había amenazado e intimidado a Ucrania. Ucrania es dependiente de Rusia por sus necesidades de gas natural. En tres ocasiones diferentes, durante inviernos severos Moscú le cerró el flujo de gas a Ucrania. Putin les ha apretado los tornillos, deteniendo las exportaciones de bienes ucranianos y presionando a la nación, la cual depende grandemente del mercado ruso.

Esta estrategia a largo plazo empujó a Ucrania peligrosamente cerca del colapso financiero.

En la reunión secreta a comienzos de noviembre de 2013, Putin aparentemente convino en suavizar estas medidas paralizantes. También le ofreció a Yanukóvich algunas ricas recompensas financieras que le ayudarían a mantenerse en el poder, si el presidente ucraniano se retiraba del acuerdo con la UE.

¡Los expertos están de acuerdo en que estas tácticas fueron las que causaron que Ucrania se retirara! “La presión sin precedentes de parte los rusos fue el factor decisivo”, dijo el ex presidente polaco e intermediario Aleksander Kwaśniewski. “Los rusos usaron todo en su arsenal”.

“Éste no es un asunto trivial”, escribió el columnista Charles Krauthammer. “Ucrania no es sólo el país europeo más grande, es la clavija para el sueño de Vladímir Putin para una Rusia imperial renovada, con hegemonía en su vecindario y haciendo retroceder el avance por un cuarto de siglo de la ‘Europa completa y libre’, legada por EE UU en la victoria de la Guerra Fría” (5 de diciembre de 2013; énfasis mío en todo).

Después del anuncio de Yanukóvich, alrededor de medio millón de ucranianos tomaron las calles de Kiev para realizar manifestaciones masivas. Estas personas se sentían traicionadas y oprimidas. Ellos temían la prolongación de la sombra autoritaria de Rusia. Ellos no deseaban volver a la madre Rusia, ni deseaban ser parte del imperio de Vladímir Putin. Durante semanas ellos protestaron y exigieron la renuncia de Yanukóvich; incluso llegaron a tornarse violentos. Las protestas tuvieron éxito; Yanukóvich fue expulsado en febrero de 2014.

Desde hace tiempo Putin sabe que si Ucrania se alía con Europa, esto disminuiría significantemente su poder. Su meta es resucitar el imperio soviético. La arquitectura de ese imperio fue construida alrededor de Ucrania como parte de éste. Ucrania es el granero de Rusia. Hasta hoy, la base militar más grande de Rusia afuera de sus fronteras está en Ucrania.

¡Putin aplicó toda esa presión sobre Ucrania porque esa nación es la clavija para su meta de una renovada Rusia imperial! Una clavija es un perno en un eje que evita que la rueda se salga. El Sr. Putin estuvo haciendo todo lo que estaba en su poder para evitar que las ruedas se desprendieran de su sueño de un nuevo imperio soviético. Y eso significó aplicar presión intensa sobre Ucrania.

El hecho de que UN HOMBRE, un solo hombre, sea responsable por este enorme cambio geopolítico es profundamente significativo. No hubiera sucedido si él no usara su poder y tuviera la voluntad para salir y estremecer a las naciones, como dice Hageo. (Solicite una copia de nuestro folleto gratuito Haggai: God Has Begun to Shake the Nations [solo disponible en ingles, Hageo: Dios ha comenzado a estremecer a las naciones]).

Éste es el príncipe de Rusia en acción.

Algunos analistas y periodistas destacados llamaron al movimiento de Putin sobre Ucrania una crisis monumental. Los medios estadounidenses no dijeron mucho al respecto, no obstante, esto fue algo que cambió el curso de la historia mundial. ¡Esto hizo que el mundo diera un paso gigantesco más hacia la Tercera Guerra Mundial!

Si nosotros hubiéramos entendido su ambición y los frutos resultantes, deberíamos haber sabido que él iba a gobernar sobre Ucrania; sobre esta “clavija (…) de una Rusia imperial renovada”. Esto era crucial en los planes de Putin para Rusia. Esto tenía que suceder para que él corrigiera lo que él veía como “la catástrofe geopolítica más grande del siglo”.

En la década de 1990 Alemania lideró a Europa, a EE UU y a las Naciones Unidas para desarraigar los Balcanes, de la antigua Unión Soviética. Es altamente probable que en algún punto, Alemania haya hecho un acuerdo con Rusia, de no intervenir en la conquista de Putin sobre Ucrania.

Los alemanes hicieron un pacto con Rusia antes que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Esta historia de traición se va a repetir en el futuro cercano.

¡Así es como ellos hacen negocios!

Alemania prácticamente se levantó frente al mundo entero para obtener el control de los Balcanes. (Solicite nuestro folleto Germany’s Conquest of the Balkans [solo disponible en ingles, La conquista de Alemania de los Balcanes]). Sin embargo, Alemania no hizo nada para ayudar a Ucrania, ¡la cual estaba a punto de llegar a ser miembro de la Unión Europea! ¿Tiene eso algún sentido?

Hay muchos indicios de que todo esto está apuntando a otro pacto entre Alemania y Rusia. ¿Qué están haciendo Alemania y Rusia secretamente detrás del telón? ▪

Continúa en El Príncipe de Rusia profetizado (sexta parte)