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… ¿Y QUÉ VIENE PARA EUROPA?
Cuando al ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble se le preguntó en marzo qué haría Alemania si sucediera un ‘Brexit’, él dijo: “Lloraríamos”.
Tras la votación de Gran Bretaña, hay un sentimiento real de crisis en Europa.
Si la votación fuera algo aislado, probablemente se habría relajado un poco la tensión. Gran Bretaña despierta al ‘Brexit’ el 24 de junio, pero en realidad no dejará la Unión Europea sino hasta 2018 o 2019. El sentido de un cambio radical ese 24 de junio rápidamente se disiparía, pues no ha sucedido mucho en las semanas y meses inmediatamente después.
Pero el ‘Brexit’ no fue un hecho aislado. Europa está tambaleándose por la crisis del euro, la crisis de los inmigrantes y los renovados ataques terroristas. Los partidos euroescépticos están elevándose a alturas sin precedentes en Francia, Holanda, España, Grecia, Portugal, Dinamarca, Finlandia, Suecia e incluso Alemania. En ese ambiente, la UE acaba de recibir lo que algunos creen es un golpe de gracia en la forma de ‘Brexit’.
Las crisis europeas solo han empeorado. Pero como uno de los padres fundadores de Europa, Jean Monnet, lo puso: “Europa será forjada en crisis, y será la suma de las soluciones adoptadas para aquellas crisis”. El presidente del Consejo Europeo lo expresó un poco diferente justo después después de la votación: “Lo que no nos mata, nos fortalece”.
La crisis del ‘Brexit’ podría ser transformacional para Europa.
Todos odian a Europa
Gran Bretaña no es la única que está desilusionada con la UE. Una encuesta de Pew publicada en junio encontró que sólo el 27 por ciento de los griegos ve favorablemente la UE, comprado con el 71 por ciento con opinión desfavorable. A los franceses les desagrada la UE incluso más que a los británicos, con un 61 por ciento desfavorable. Incluso en Alemania, la UE tiene en el mejor de los casos un apoyo tibio, con un 50 por ciento de opinión favorable, frente a un 48 por ciento desfavorable.
Los partidos anti-UE están causando alboroto más allá de Gran Bretaña. En Austria, un partido euroescéptico de extrema derecha estuvo cerca de ganar la presidencia. En Italia, el Movimiento contra el orden establecido Cinco Estrellas ganó alcaldías en Roma y Turín. En Roma, el partido triplicó el apoyo que tenía hace apenas tres años.
El ‘Brexit’ es un llamado a despertar para los líderes de Europa. Ellos necesitan transformar la unión cambiando la impopular y pesada maquinaria burocrática, o se enfrentarán al ‘Spexit’, el ‘Frexit’ y el ‘Departugal’ [la salida de España, Francia y Portugal].
Algunos en Europa están preparándose para la salida de otros. Schäuble ha hecho un llamado por un cambio de curso a una Europa más central. La exvicepresidente de la Comisión de la UE Viviane Reding dijo: “Necesitamos una ‘Europa central’, y esto debe ser impuesto rápidamente” (19 de junio).
Los seis miembros fundadores de Europa sostuvieron una reunión de crisis el día después de que los resultados del ‘Brexit’ fueran anunciados. En esa respuesta y en su necesidad de una decisión rápida, podemos ver la dirección que la UE está tomando: una unión más pequeña, ligera, ágil y con más garra.
Parte de la razón de la impopularidad de la UE es que está atascada a medio camino hacia convertirse en un superestado. Es lo suficientemente poderosa para causar problemas pero no lo suficientemente poderosa para resolverlos. Por ejemplo, las fronteras abiertas de Europa esparcen la crisis de inmigrantes a todo el Continente, pero la UE carece de cualquier control común de frontera.
La UE queda con 27 naciones sin Gran Bretaña. Tiene cinco presidentes diferentes. El Consejo Europeo, el Consejo de la Unión Europea y el Consejo de Europa son tres cuerpos gubernamentales diferentes. La gobernabilidad de la UE es un caos.
La crisis del euro y la crisis de los inmigrantes han incrementado la presión para que Europa actúe. En respuesta, Europa ha dado pasos importantes hacia la unión fiscal. También aceleró los planes para una guardia fronteriza europea, con el propósito de tenerla funcionando al final del verano y no en el 2030 como había planeado previamente. Estos son cambios mayores, pero no resuelven la pesada burocracia en el corazón del proyecto europeo que vuelve tortuosa cada respuesta a una crisis.
Ahora la presión está en actuar.
Un área donde Europa podría moverse más rápido es la defensa. Francia ha estado presionando por la unidad en este tema desde los ataques terroristas de noviembre de 2015. Alemania también tiene mucho interés en una mayor defensa paneuropea, pero la discusión del tema fue aplazada para después de la votación del ‘Brexit’. La confusión tras el ‘Brexit’ puede aplazarla un poco más, pero Europa no postergará la discusión por mucho más tiempo.
Antes de la votación del ‘Brexit’, la Agence France-Press (AFP) escribió que hay desacuerdo en Alemania y Europa sobre cómo reaccionar a la salida de Gran Bretaña. “En consecuencia, varias fuentes creen que los socios de la UE volverían su atención a asuntos donde hay mayor consenso, tales como la seguridad y la defensa” escribió (21 de junio).
“Nosotros vamos a hablar mucho acerca de la defensa europea en los próximos meses”, informó la afp citando una fuente del gobierno francés. Escribió que “pesos pesados como Francia y Alemania, ambos miembros fundadores del bloque, se encontrarían bajo presión para defender lo que queda de su visión para Europa”.
“Ellos pueden verse ser forzados a atender solo asuntos como la seguridad, mientras el entusiasmo por el bloque se ha erosionado debido a un panorama económico lúgubre y mientras la retórica populista gana terreno”, continuó.
El ministro de economía francés Emmanuel Macron le dijo a Le Monde que “para evitar un contagio del Brexit” la UE debe lanzar “un proyecto positivo para Europa”. Muchos ven la unión de defensa europea como tal proyecto.
Una oportunidad para seguir adelante
El ‘Brexit’ también removerá uno de los obstáculos más grandes para la integración de la UE: Gran Bretaña. Guy Verhofstadt, líder de la Alianza de Liberales y Demócratas para Europa y exprimer ministro de Bélgica, expresó exactamente esta esperanza en una entrevista con el EU Observer el 3 de junio. “Toda la discusión y el referéndum alrededor de la membresía británica es una oportunidad”, dijo él. “¿Por qué? Porque si es un ‘No’, necesitamos iniciar las negociaciones”.
Resumiendo sus comentarios, el EU Observer escribió: “Sin importar cuál sea el resultado del referéndum británico del 23 de junio, éste llevará a cambios en la arquitectura europea”.
El comisionado alemán de la UE Günther Oettinger también cree que la UE avanzará después del ‘Brexit’. “Mi expectativa sería que el proyecto europeo cobre una nueva dinámica”, le dijo a Político. Puede que la UE tenga que esperar hasta que finalice la siguiente serie de elecciones en 2017, pero luego “yo creo que ganaremos más poder y fuerza”, dijo.
El Telegraph reportó que burócratas europeos anónimos han hecho declaraciones similares. Ellos escribieron acerca de “fuentes de alto nivel” quienes están “insistiendo en que la unión emergerá más fuerte que antes si su miembro más renuente escoge retirarse…”.
El Telegraph citó una fuente diciendo: “La UE habrá encontrado una identidad y se habrá movido hacia delante, profundizando en áreas como la unión monetaria y la defensa”.
El surgimiento de una Europa alemana
Sólo días antes de la votación del ‘Brexit’, Andrew Peek en el New York Daily News expresó su ferviente esperanza de que Gran Bretaña se quedara. “Los británicos ciertamente estarían justificados si echaran todo el asunto a la basura cuando acudan a las urnas el jueves”, escribió. “Pero es mejor para los estadounidenses, a casi 5.000 gloriosos kilómetros de distancia, si ellos se quedaran. La razón es Alemania”.
“El problema básico de Alemania no ha cambiado en casi un siglo y medio desde su unificación en 1870. Con la mayor población y la economía más grande en el Continente, Alemania domina
naturalmente a Europa” (20 de junio).
“Históricamente, ha virado entre Rusia y Occidente, haciendo que se enfrenten entre ellos, y creando inestabilidad e inseguridad entre sus vecinos más pequeños”, advirtió Peek.
“Sacar la voz de Gran Bretaña fuera de la UE hará más probable que sus países miembros sigan a Alemania, donde quiera que los lleve”, escribió él.
El ‘Brexit’ puso a Alemania en una posición peligrosa. Por un lado, Europa solo ha perdido una potencia importante con cierta habilidad de mantener bajo control a Alemania. El poder e influencia de Alemania en Europa se han incrementado.
Pero en cierto sentido, Alemania también perdió un aliado. Alemania puede tener mucho poder, en términos de la realpolitk (política práctica), pero muchas de las decisiones de la UE son hechas por votación. Gran Bretaña sostiene un punto de vista económico de la UE similar al de Alemania. Con Gran Bretaña fuera, Alemania tiene más probabilidades de ser vencida en una votación y le podrían ser impuestas políticas económicas que compitan contra sus intereses fundamentales.
Alemania será forzada a consolidar su poder dentro de Europa para evitar que eso ocurra. George Friedman advirtió en su libro Flashpoints (Puntos críticos), que otras naciones europeas tratarían de poner sus manos en la riqueza de Alemania. El ‘Brexit’ podría acelerar eso. “Alemania tendrá la opción de aceptar el castigo o usar sus vastos recursos para transformar su riqueza en poder”, escribió Friedman.
“Alemania enfrentará un dilema difícil, y el aumento de su fuerza en todas las dimensiones se volverá más soportable que las alternativas”, escribió. “Alemania, por lo tanto, se convertirá en una potencia de pleno derecho, primero flexionando sus músculos políticos y en un tiempo más su músculo militar a medida que se desarrollan las presiones”. Alemania será forzada a presionar a la UE para que no tome decisiones por voto, y asegurará que el poder sea más directamente controlado por Alemania.
Para los lectores de Trompeta, la Europa pos-‘Brexit’ sonará muy familiar. Esto es exactamente lo que hemos estado profetizando, basados en la profecía bíblica por décadas.
Una superpotencia pos-‘Brexit’
En 1948, cuando aún el polvo estaba asentándose después de la Segunda Guerra Mundial, Herbert W. Armstrong escribió acerca de la unificación de “10 naciones en Europa”.
“Ésta será un ‘Estados Unidos de Europa’, pero ese probablemente nunca será su nombre oficial”, escribió él. “Estadistas muy importantes de Estados Unidos y Gran Bretaña están activamente proponiendo la idea de un Estados Unidos de Europa” (La Pura Verdad, diciembre de 1948).
Él continuó advirtiendo acerca de esto mientras las naciones europeas se unían en la Comunidad del Carbón y el Acero y el mercado común.
La profecía bíblica es clara en que este poder estará formado por 10 naciones o grupos de naciones. La UE, menos Gran Bretaña, tiene 27. Trompeta y La Pura Verdad han dicho por décadas que este número se reducirá. ¿Podría eso suceder tras el ‘Brexit’?
Esta disminución de la UE, o la formación de un cuerpo de 10 naciones europeas, ciertamente implica que la UE tiene tumultuosos tiempos por delante. Ir de 27 naciones a 10 puede no ser fácil. Durante la crisis del euro, en 2011, el jefe de redacción de Trompeta, Gerald Flurry advirtió que habría naciones que dejarían la eurozona y tal vez la UE. “Cuando eso ocurra, los críticos dirán que la unificación europea está muerta, que la Unión Europea ha fallado”, escribió él. “¡No los escuchen!”.
La Biblia también predice la llegada de un líder fuerte en Europa, algo de lo que la UE carece enormemente. La unión requerirá un “líder que inspire confianza”, escribió el Sr. Armstrong en La Pura Verdad de noviembre-diciembre de 1954.
Él también escribió que el mercado común se convertiría en un poder militar. “Las naciones de Europa han estado esforzándose por estar unidas”, escribió en La Pura Verdad de enero de 1979. “Ellos desean una moneda común, una sola fuerza militar combinada, un solo gobierno unido. Ellos han dado un comienzo con el Mercado Común”.
El Sr. Armstrong también predijo el dominio de Alemania. “Ésta será el corazón y núcleo de la Europa unida”, escribió (La Pura Verdad, junio de 1952).
Sorprendentemente, la votación de Gran Bretaña por una salida de la UE podría acelerar dramáticamente cada una de estas tendencias. ▪