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Vuélvase como un niño

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Vuélvase como un niño

Jesucristo enseñó el mensaje del Evangelio, el cual son las buenas nuevas del Reino y la Familia de Dios que pronto llegarán. La humanidad está invitada a formar parte de la familia de Dios.

Transcripción de La Llave de David

Es hermoso ver a los jóvenes levantarse y cantar: Que haya paz y que empiece por mí. Es un mensaje maravilloso.

Quería hablarles esta mañana de algo que me parece muy interesante. Melquisedec fundó Jerusalén de acuerdo con pruebas bastante sólidas, y él era el rey de Salem, que, por supuesto, se conoció luego como Jeru-salem, y tenemos mucho que ver con Jerusalén.

Ahora veamos Apocalipsis 21 en verso 3, pero miren lo que Dios dice que viene a nosotros. “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. (10) Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén”, con cimientos seguros, en plural, “que descendía del cielo, de Dios, (11) teniendo la gloria de Dios… (22) Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. (23) La ciudad no tenía necesidad del sol ni de la luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera”. Acabo de leerles de los versos 3, 10 y 11, y versos 22 y 23. Ven, nuestro Padre anhela estar con Su familia.

Y luego los versos 19 y 20 [Apocalipsis 3]: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (20) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Así que aquellos, como ven, como dije antes, aquellos que reprenden y castigan, que llaman a la puerta son los que tienen a la Nueva Jerusalén en sus mentes, en sus vidas espirituales.

Y luego el verso 21: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido”, tenemos que vencer a Satanás como lo hizo Cristo, y esa es una batalla en la que estamos, y aprendemos en la Fiesta más y más cómo tratar con Satanás el diablo.

Y otra vez, lo que dice en el verso 22: “El que tiene oído, oiga lo que el ESPÍRITU dice a las iglesias”. ¡Ahí está! El Espíritu de Dios. Tenemos que oír el Espíritu de Dios.

I Juan 3 en verso 1: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. Aquí tenemos a los hijos de Dios. ¡Somos hijos de Dios! Bueno, ¡eso es bastante impresionante! Pero eso es lo que somos, y hombre, ¿a dónde nos lleva esto? Bueno, hay un matrimonio, hay una familia, relaciones en el plano divino, hay un gran, gran futuro por delante que a veces es hasta difícil de describir.

Verso 2: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”. ¡Vamos a ser como Dios! ¿Es esto algún tipo de noticia falsa? Seremos como Él, cada miembro en la Iglesia, dice Dios. ¡Este es su futuro! Vamos a ser como Él. Quiero decir, esto es realmente ESPECIAL cuando pensamos en la nueva Jerusalén.

Verso 3: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Ven, venimos a la Fiesta y tenemos esta esperanza, y aprendemos a ser puros y a temer a Dios y a hacer todo lo que podamos para ser como Dios en la Tierra, y luego cuando Él nos traiga a Su Familia en realidad vamos a PARECERNOS a Él, y no sólo seremos un ser humano, sino que SEREMOS un Ser Dios. Tenemos que tener alguna MOTIVACIÓN para superar estas cosas. No es fácil; hay que trabajar, pero luego, por supuesto, a medida que trabajamos y logramos ciertas cosas, y Dios nos recompensa y simplemente está muy entusiasmado con todo esto. Y por eso queremos hacer eso y realmente construir el carácter de Dios tanto como podamos.

Ustedes saben que en Isaías 9 en versos 6 y 7, dice esto, sólo lo parafrasearé, no necesitan ir ahí, pero probablemente lo tienen memorizado, pero dice: “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán LÍMITE…”. A este coro de niños se le está enseñando esto. ¡No habrá FIN del aumento del gobierno de Dios y de la PAZ! ¡Qué mundo es ese! Y de nuevo, ¿dónde ve usted a niños pequeños levantarse y cantar así con palabras sacadas directamente de la Biblia? ¡Es maravilloso crecer de esa manera! Todo esto está PLANIFICADO y ustedes lo saben, y nosotros trabajamos con nuestros hijos y queremos enseñarles el camino de Dios y esperamos que continúen por el camino de Dios y hagan lo que Dios diga.

Y en Juan 3 en verso 16 dice que Dios el Padre, que es rico en misericordia, planeó dar a Jesucristo como Salvador a una humanidad fallida. ¡Esto muestra la profundidad del amor del Padre por el hombre! El Padre DIO a Su Hijo; eso es realmente impresionante.

Piense en esto, en Marcos 10 en verso 13. Ahora piense en esto. He escuchado esto más de 60 veces cada año en la Fiesta, pero piense en esto y ciertamente puede obtener más PROFUNDIDAD de ello todo el tiempo. Pero en Marcos 10 en verso 13 dice esto: “Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. (14) Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”. ¡Vaya! ¿Quiere decir que tenemos que ser como niños pequeños y escuchar a Dios y dejar que nos guíe en todos los sentidos? “... Porque de los tales es el reino de Dios”. ¿Cómo es eso? Bueno, porque si no venimos a Dios como deben ser y SON entrenados estos niños pequeños en esta Iglesia, bueno, NUNCA vamos a llegar al Reino de Dios. Quiero decir, ¡entramos para escuchar al Espíritu! Y bueno, si acaban de entrar en esta Iglesia, acaban de empezar. Son un niño pequeño, y tenemos que crecer. Tenemos que VER y permanecer como un niño pequeño todo el tiempo. Y les diré, si HACEN eso, Dios va a verter verdades ASOMBROSAS en su mente. Será ASOMBROSO para ustedes, hermanos. Y sé que ustedes lo saben, pero podemos aprenderlo más profundamente cada año en la Fiesta de los Tabernáculos. Esto no es más que la bendición de los niños. Si no tenemos cuidado quizá podríamos tomarlo a la ligera, pero por favor no lo hagan. Jesucristo no lo hizo. ¡Esa es la razón por la que lo hacemos! Si no se vuelven como estos niños pequeños, nunca estarán en el Reino de Dios.

¿Se les puede enseñar hoy a los laodicenos? No, no, no se puede. No se les puede enseñar en la mayoría de los casos, simplemente no. Se nos tiene que ENSEÑAR y si no somos como niños pequeños, no se nos enseñará. Por eso Dios dice: ¡No escuchen nada más que al Espíritu! ¡Escuchen al Espíritu! Hay tanto que Dios quiere enseñarnos. Tanto que NECESITAMOS que se nos enseñe, hermanos. Y ustedes están aquí porque quieren saber eso. Lo sé absolutamente.

Pero aquí Cristo Mismo dice… ahora, este es Jesucristo diciendo esto, hermanos: “El que no reciba el reino de Dios como un niño, NO entrará en él”.

¿Nos está diciendo esto Jesucristo? Sí, esto no viene de los niños pequeños.

Pero viene del ejemplo de bueno, ¿por qué hacemos eso de ir a bendecir a los niños? Bueno, porque Jesucristo lo quiere, y le disgusta mucho si no lo hacemos, y muchos laodicenos ya no lo hacen.

Porque no VEN la nueva Jerusalén. No ven hacia dónde van, hacia dónde deberían ir. Y todo se trata de avanzar hacia el Reino de Dios. Y tenemos que entenderlo. Si no, no tendremos una nueva Jerusalén. Por eso venimos a la Fiesta de los Tabernáculos para aprender a TEMER a Dios y estar sujetos a lo que dice el Espíritu. Escuchamos al Espíritu. Un lenguaje diferente al que tiene este mundo, pero es el Espíritu. ¡Escuchen al Espíritu!

Y somos personas diferentes. Estamos aprendiendo las verdades más maravillosas que puedan imaginar, hermanos, y DEBEMOS, DEBEMOS trabajar en ello porque es un modo de vida asombroso y maravilloso.

Mateo 11 en verso 25. Me imagino que lo habrá oído cientos de veces, pero es profundo. Verso 25: “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”. A los niños pequeños. Bueno. Quiero que me enseñen. Quiero que me enseñen. Tenemos una naturaleza humana por combatir y vencer, pero necesitamos y debemos ser niños pequeños si queremos avanzar y crecer realmente en la Iglesia de Dios. Tenemos que ser educados, hermanos. La salvación es educación.

Incluso donde dice… el Léxico de Thayer define la palabra “revela” en Mateo 11 en verso 25 como Dios revelando a los hombres cosas desconocidas, descubrir lo que ha sido velado o encubierto, revelar lo que antes era desconocido de Cristo enseñando a los hombres. ¿No creen que tenemos una revelación increíble en esta Obra? Porque gran parte de la profecía se está cumpliendo ante nuestros ojos, y todo conduce a la Segunda Venida de Jesucristo. Y vamos a sentarnos en el trono con Él, y tenemos que ser educados. ¿Qué vamos a enseñar al mundo a menos que sepamos esto? ¡Debemos saber cómo enseñar a este mundo! Y se hace escuchando al Espíritu. Y queremos hacerlo o no estaríamos aquí. Ven, queremos esto. ¡Esto es todo lo que Dios podría darnos! ¡Y es hermoso! ¡Es hermoso!

Ahora Mateo 18 en versos 1 al 3. Así es como APRENDEMOS a tener esa visión de la nueva Jerusalén en nuestras mentes. “En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? (2) Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos”, ¿qué les parece esto? Esto sí que es bonito. En aquel tiempo los discípulos están diciendo: ¿Quién es el más grande en el reino de los cielos? Y ellos estaban interesados en ser exaltados pensaría yo, ¿no es así? Y Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en MEDIO de ellos. “(3) Y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. Ahora ustedes saben que eso está ahí y lo han estado leyendo por años, muchos de ustedes, saben que está ahí. Pero quiero decir, hermanos, este es Jesucristo hablando. Y tenemos que aprender eso y realmente sólo agradecer a Dios que estamos AQUÍ teniendo esta oportunidad, la mayor oportunidad que Dios dará a cualquier pueblo, las primicias, están aquí mismo y lo tenemos, y quiero decir que Dios nos está dando todo: ¡las estrellas, la autoridad y el gobierno para siempre!

¿Lo ven? De nuevo, piensen en esas bendiciones de los niños pequeños. En Edmond pienso que se comportan bastante bien. De vez en cuando hay alguno que no le gusta (¡jajaja!). ¡Hay que enseñarle! (¡jajaja!). Pero no se detienen. Van a ser bendecidos les guste o no (¡jajaja!). Pero es realmente tan maravilloso que un niño pequeño pueda tener esa oportunidad y tener milagros en su vida y ser bendecido, ¡y que pase desde bebé! Es maravilloso, es simplemente precioso que tengamos esos niños pequeños y queramos enseñarles. Ustedes saben cómo nos gusta enseñarles, y les enseñamos muchas cosas buenas, y al mismo tiempo tenemos que recordar que se nos tiene que enseñar de la misma manera. Somos niños pequeños espiritualmente. Podemos hacer algunas tonterías porque tenemos naturaleza humana, pero tenemos que saber arrepentirnos, cómo arrepentirnos como David. Está bien, he pecado contra Dios y se acabó. Y mantendré ese pecado ante mis ojos ¡para siempre! Y miren en lo que se convirtió. Miren en lo que se convirtió dominando el arrepentimiento, simplemente volviéndose a Dios, y venciendo. Somos personas con naturaleza humana, y tenemos que vencerla. Y tenemos que hacerlo siendo niños pequeños. Como niños pequeños, escuchar lo que Dios dice, y estar AGRADECIDOS por Dios, nuestro Padre. ¡Sean AGRADECIDOS por ello! Esta es la mayor bendición posible que puedan tener, ser parte de esta maravillosa, maravillosa verdad.

Bueno, como sea, asistí al nacimiento de mis dos hijos, y fue, les digo que nunca había visto nada más emocionalmente, conmovedor y sobrecogedor en toda mi vida. Un bebé humano simplemente cobrando vida allí mismo ante sus ojos. ¡Hecho a semejanza de Dios! ¡Y qué bendición! ¡Qué bendición es eso!