(MARCUS YAM/LOS ANGELES TIMES VÍA GETTY IMAGES)
Verdades y mentiras sobre la guerra entre Israel y Hamás
Familias irreparablemente destrozadas a manos de maníacos genocidas. Comunidades antes pacíficas manchadas con la sangre de inocentes. Ejércitos extranjeros limpiando étnicamente pueblos que habían sido adormecidos en una falsa sensación de seguridad. Defensores que luchaban por sus familias tachados de asesinos extremistas.
Esto es lo que ocurrió con la invasión de Hamás el 7 de octubre de 2023 y la guerra subsiguiente, y es la narrativa más común de los medios de comunicación. Pero en un asombroso número de casos, no se presenta a Israel como la víctima. Muchos afirman que Hamás es la víctima en este conflicto, que su pueblo es el que está siendo masacrado injustamente, y que Israel es el agresor y el villano.
Circula mucha propaganda sobre el ataque de Hamás a Israel y el posterior esfuerzo bélico de Israel. Parte de ella es bienintencionada pero desinformada. Pero gran parte de ella, si no la mayoría, forma parte de un intento deliberado de ocultar hechos y oscurecer los roles tanto de Hamás como de Israel. Aquí están algunas afirmaciones falsas comunes, y la verdad que hay detrás de ellas.
MENTIRA Hamás es una fuente fiable de información.
“Las cifras [del Ministerio de Salud de Hamás] pueden no ser perfectamente exactas minuto a minuto. Pero reflejan en gran medida el nivel de muertos y heridos”.
—Michael Ryan
Funcionario de la Organización Mundial de la Salud
A la hora de calcular el número de muertos gazatíes, la única organización que dispone de un recuento oficial es el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás. En el momento de escribir este artículo, el ministerio afirma que han muerto más de 11.000 gazatíes. Hasta que la guerra concluya y más observadores puedan hacer un recuento, es prácticamente imposible verificar de forma independiente sus cifras. Al parecer, las cifras del Ministerio de Salud en guerras anteriores han sido corroboradas por organismos como las Naciones Unidas (a pesar del antisemitismo institucional).
Pero la poca fiabilidad del Ministerio de Salud quedó demostrada en un caso en el que el número de muertos fue examinado por observadores externos: la explosión del Hospital Árabe al-Ahli. El 17 de octubre se produjo una explosión en este hospital de la ciudad de Gaza. Hamás afirmó que un ataque israelí causó la explosión y provocó 500 víctimas. Resulta que la explosión fue causada por el lanzamiento fallido de un cohete por parte de la Yihad Islámica Palestina, un grupo terrorista aliado de Hamás. Ni siquiera impactó directamente en el hospital; explotó en el estacionamiento. La Iglesia de Inglaterra, que gestiona el hospital, declaró que murieron unas 200 personas. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos estiman que la cifra podría ser aún menor. A medida que se fueron filtrando noticias sobre las circunstancias reales que rodearon la explosión, Hamás revisó sus cifras.
“Hamás tiene un claro incentivo propagandista para inflar al máximo las víctimas civiles”, tuiteó el 24 de octubre un antiguo jefe de la oficina de Reuters en Jerusalén. “Hubo un tiempo en que se podía confiar en las cifras del ministerio. Los médicos y los administradores sabían lo que hacían y eran profesionales al respecto. Pero Hamás lleva ya 16 años al mando en Gaza. Ha excluido la vida de honestidad y rectitud. Cualquier funcionario sanitario que se pase de la raya y no facilite a los periodistas las cifras de muertos que Hamás quiere que se comuniquen se arriesga a sufrir graves consecuencias”.
Hamás no dirige una democracia liberal, sino un Estado islamista totalitario que tortura y ejecuta a denunciantes, desertores, colaboradores y a cualquiera que suponga un desafío a su dominio en Gaza. Incluso los médicos bienintencionados se enfrentan a graves riesgos por hacer tan sólo una declaración que presente a Hamás como cualquier cosa menos una víctima inocente.
También se ha demostrado que Hamás fabrica pruebas de crímenes de guerra israelíes. Se ha demostrado que las fotografías de bebés gazatíes ensangrentados son generadas por IA (Inteligencia Artificial). Han reutilizado videos de años pasados afirmando que son pruebas de lo que Israel está haciendo ahora. En una ocasión, Hamás difundió un video en el que afirmaba mostrar a soldados israelíes secuestrando a niñas palestinas. Los verificadores de hechos descubrieron que el video era de hace dos años y que en él aparecían niñas llorando, pidiendo a los policías israelíes que liberaran a su hermano.
Si hubiera abundantes pruebas de los crímenes de guerra israelíes, ¿por qué tendría Hamás que fabricar pruebas falsas?
MENTIRA Israel estaba ocupando Gaza.
“Israel sigue siendo la potencia invasora en el territorio palestino ocupado, que también incluye la Franja de Gaza”.
—Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Llamar a Gaza “territorio ocupado” ignora el hecho de que Israel no controla Gaza desde hace casi 20 años. Bajo el mandato del primer ministro Ariel Sharon en 2005, Israel se retiró completamente de Gaza. Desde 2005 hasta ahora, ninguna parte de Gaza estaba bajo el control del ejército israelí. Israel bloqueaba Gaza, controlando estrictamente quién y qué podía entrar y salir, pero eso no es una ocupación.
MENTIRA Gaza es una “prisión al aire libre”
“Israel, con la ayuda de Egipto, ha convertido Gaza en una prisión al aire libre”.
—Omar Shakir
Director de Human Rights Watch Israel y Palestina
Sí, las condiciones en Gaza son duras. Eso se debe a Hamás. Es Hamás quien tortura a los disidentes. Es Hamás quien se enzarza en guerras territoriales con rivales del grupo terrorista. Es el continuo antagonismo de Hamás hacia Israel lo que obligó al Estado judío a cortar el acceso al comercio, la misma razón por la que Estados Unidos tenía bloqueada a Cuba, la misma razón por la que Corea del Sur tiene bloqueada a Corea del Norte, y la misma razón por la que Armenia y Azerbaiyán tienen la frontera cerrada. Eso no impidió que Israel permitiera a Gaza compartir su electricidad y su agua. Y eso no impidió que Israel dejara entrar en Gaza ayuda extranjera por valor de cientos de millones de dólares.
Además, llamar a Gaza “prisión al aire libre” implica que los gazatíes no pueden salir. Esto es manifiestamente falso. El Centro de Información sobre Inteligencia y Terrorismo Meir Amit calcula que entre 250.000 y 350.000 gazatíes han emigrado desde que Hamás tomó el poder en 2007. Los gazatíes pueden emigrar solicitando visados, como cualquier nacional. Miles de gazatíes tenían permiso para trabajar en Israel antes del 7 de octubre.
Gaza tampoco está completamente rodeada por Israel. Comparte frontera con Egipto. Las políticas fronterizas de Egipto eran igualmente restrictivas antes del 7 de octubre. Egipto no tiene ningún derecho sobre el territorio de Gaza; no ha ocupado Gaza desde 1967. Egipto no ha estado “implicado en la lucha” en lo que respecta a la “solución de dos Estados”. Sin embargo, seguía imponiendo restricciones sobre quién podía y quién no podía entrar en Egipto desde Gaza, como cabría esperar cuando se trata con un régimen terrorista.
MENTIRA Todo lo que quieren los palestinos es una solución de dos Estados.
“La solución de dos Estados es mucho más probable de lo que era hace meses o años”.
—Ursula von der Leyen
Presidenta de la Comisión Europea
Si éste fuera el caso, el 7 de octubre no habría ocurrido; porque Gaza era la solución de dos Estados. Gaza era independiente.
Hamás tiene su propio gobierno, leyes, ejército y política exterior. Tiene su propia fuerza fronteriza que controla quién entra y sale de Gaza. Tiene su propia economía, compuesta principalmente de ayuda humanitaria y financiación clandestina de Irán y Qatar. Lo único que Israel comparte con Gaza es el shekel como moneda y algunos servicios públicos.
En comparación con Cisjordania, las relaciones de Gaza con Israel eran mucho más sencillas. No había disputas sobre quién controlaba qué sectores. No había conflictos entre los gazatíes y los asentamientos israelíes; todos los asentamientos israelíes fueron abandonados en 2005. No hubo disputas sobre quién controlaría los lugares sagrados de la frontera. Israel trató a Gaza como un Estado independiente. Y si Gaza hubiera declarado la independencia y la paz, Israel la habría reconocido en un instante.
Gaza no existe como entidad reconocida diplomáticamente principalmente porque eso implicaría el reconocimiento de Israel, algo que Hamás nunca haría. También quiere el control de Cisjordania, pero la prioridad de Hamás es la destrucción del “régimen sionista”.
MENTIRA Hamás quiere vivir en paz con Israel y reconoce el derecho de Israel a existir.
“Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el islam lo borre, igual que borró a otros antes que él”.
—Preámbulo del Pacto de Hamás
MENTIRA No fue Hamás quien asesinó a más de 300 asistentes del festival de música Supernova el 7 de octubre, fue el gobierno israelí.
“[El gobierno israelí] permitió que la policía y el ejército de ocupación mataran a todo el mundo”.
—Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina
La Autoridad Palestina (AP) afirmó en una publicación en las redes sociales, ahora borrada, que Israel era responsable de la muerte de las 364 personas que se encontraban en el festival Supernova. La AP hizo referencia al Protocolo Hannibal como una política gubernamental que supuestamente autorizaba a las Fuerzas de Defensa de Israel (idf, por su siglas en inglés) a hacerlo. El Protocolo Hannibal era una orden militar derogada en 2016 que permitía a las idf hacer lo que fuera necesario para detener el secuestro de un compañero, incluso si ello hubiera puesto en peligro la vida del soldado.
Lo más probable es que la base de la afirmación de la AP fuera un artículo de Haaretz del 18 de noviembre en el que se citaba una fuente policial anónima que afirmaba que un helicóptero de las idf podría haber alcanzado accidentalmente a un puñado de civiles mientras perseguía a Hamás, algo que las idf niegan. Afirmar que Israel fue responsable del asesinato de más de 300 israelíes ignora el testimonio de miles de testigos, así como del hecho de que la AP se retractó de su afirmación.
MENTIRA Israel no está actuando con la diligencia debida para evitar víctimas civiles.
“No se tomaron las precauciones necesarias para evitar daños excesivos a la población civil y a los bienes de carácter civil, lo que va en contra del derecho internacional humanitario”.
—Amnistía Internacional del Reino Unido
Gaza comparte frontera con Egipto. Fue Egipto quien al principio rechazó un corredor humanitario para permitir la entrada de ayuda y la salida de civiles de Gaza. Desde entonces, Egipto ha permitido ambas cosas. Desde el 9 de noviembre, Israel acordó pausas diarias de cuatro horas para permitir a los civiles huir del noreste de Gaza, la zona cero de los combates. El propio Israel ha abierto corredores que permiten a los civiles salir con seguridad de la ciudad de Gaza. Antes de lanzar ataques aéreos, las idf advierten a los gazatíes mediante panfletos, llamadas telefónicas y mensajes de texto. Después de que Israel capturara el hospital al-Shifa, que Hamás había utilizado para retener a rehenes israelíes, Israel ayudó al hospital a seguir funcionando, suministrando incubadoras, alimentos para bebés, agua y otros suministros.
MENTIRA Israel es un Estado de apartheid.
“Mientras nuestro país proporcione miles de millones en financiación incondicional para apoyar al gobierno de apartheid [en Israel], este desgarrador ciclo de violencia continuará”.
—Rashida Tlaib Representante de EE UU.
La gente suele comparar el trato que Israel da a los árabes y otras minorías con la privación de derechos de los negros en Suráfrica durante la época del apartheid. Esto dista mucho de la realidad. La comunidad árabe de Israel contribuye a la sociedad como políticos, actores, periodistas, empresarios, soldados, trabajadores hospitalarios y agentes humanitarios. La Knéset [Asamblea] de Israel cuenta con legisladores árabes. El gobierno anterior, que estuvo en el poder hasta 2022, contaba con miembros árabes en su gabinete. Los ciudadanos árabes gozan de igualdad de derechos y están exentos del servicio militar obligatorio de Israel. A diferencia de muchos de los vecinos de Israel (incluida Gaza), los árabes son libres de convertirse del islam sin que les corten la cabeza. Las mujeres musulmanas pueden pasear en público sin pañuelo en la cabeza ni tutor masculino. A través del Waqf jordano, la comunidad musulmana puede practicar su culto en la mezquita de al-Aqsa y en la Cúpula de la Roca sin el control del gobierno israelí.
MENTIRA La Autoridad Palestina es un digno sustituto del gobierno de Gaza.
“La solución [al conflicto] viene del regreso de la Autoridad Palestina a Gaza”.
—Josep Borrell
Alto representante de la Unión Europea
Muchos en Occidente, incluido el gobierno de Estados Unidos, ven a la Autoridad Palestina como el sustituto natural de Hamás como autoridad gobernante en Gaza una vez finalice la guerra. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo ha descartado.
El presidente de la AP, Mahmud Abbas, no es un yihadista islamista. Pero ha estado gobernando el territorio que controla como un dictador. No ha habido elecciones presidenciales desde 2005, ni legislativas desde 2006. La AP de Abbas ha patrocinado económicamente a familias de terroristas encarcelados en prisiones israelíes. Está bien documentado que el programa educativo de la AP incluye propaganda antiisraelí. El material escolar de Cisjordania anima a los niños a odiar a los judíos y a aspirar a ser mártires en la causa de la “liberación”.
También hay pruebas de que la propia Fatah participó en la masacre. El grupo terrorista Brigada de los Mártires de al-Aqsa publicó videos de sus miembros atacando el kibutz Nahal Oz el 7 de octubre. La Brigada de los Mártires de al-Aqsa afirma ser el ala militar de Fatah, lo que ésta niega. Pero en 2004, el primer ministro de la AP, Ahmed Qurei, declaró: “Hemos comunicado claramente que la Brigada de los Mártires de Aqsa [es] parte de Fatah” a los medios británicos. “Estamos comprometidos con ellos y Fatah es plenamente responsable del grupo”.
Es imposible que Abbas desconociera la participación de la Brigada en la masacre. O bien apoyó lo que hicieron o se sintió impotente para detenerlos. En cualquier caso, demuestra que Fatah no es un socio de seguridad en el que Israel pueda confiar en Gaza.
¿Por qué las mentiras?
John Adams dijo célebremente: “Los hechos son cosas obstinadas; y cualesquiera que sean nuestros deseos, nuestras inclinaciones, o los dictados de nuestras pasiones, estos no pueden alterar el estado de los hechos y las pruebas”. Muchos afirman que Israel está librando una guerra injusta e innecesaria, que Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos, que Hamás se ha convertido de alguna manera en el “bueno” del conflicto. Difundir esa narrativa significa ignorar voluntariamente una plétora de pruebas de lo contrario, así como fabricar pruebas (fácilmente refutables). Si Hamás tuviera razón en este conflicto, tal deshonestidad sería innecesaria.
Hamás no tiene que mentir. Han sido descarados sobre sus objetivos de destruir Israel durante décadas. Si tanto les preocupan las buenas relaciones públicas, podrían haber empezado por no utilizar a su propia gente como escudos humanos ni torturar a los desertores entre la población de Gaza. Hamás quiere a los medios de comunicación internacionales de su lado para presionar a Israel a que se retire, por lo que no es sorprendente que haga afirmaciones falsas. Pero la magnitud de las mentiras, y que sus autores hayan podido salirse con la suya en la mente de tantos, es notable.
Un famoso judío de la tierra de Israel dijo una vez: “Ustedes son de su padre el diablo, y quieren hacer lo que su padre desea; él fue un asesino de hombres desde el principio, y no tiene lugar en la verdad porque no hay verdad en él: cuando dice una mentira, está expresando su propia naturaleza, porque él es un mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44; traducción nuestra de Moffatt).
Jesús dijo que la mentira y el asesinato van de la mano. Cuando se compara el nivel de mentira del tamaño de la Torre de Babel procedente de Hamás y otros en relación con el número de muertos de la mayor masacre de judíos desde el Holocausto, uno no puede evitar darse cuenta de la conexión.
Jesús también dijo: “Ustedes entenderán la verdad, y la verdad los libertará” (versículo 32; Moffatt). Cuanto más se ignore esa verdad en la guerra entre Israel y Hamás, más se verá obligado Israel a retroceder. Eso significa que cuanto más se aferre Hamás al poder, mayor será la probabilidad de que repita lo del 7 de octubre.
La verdad expone el mal. La verdad muestra a una nación el curso de acción correcto. Y la verdad trae la justicia fundamental a aquellos que han sido agraviados. Si alguna vez hubo un momento en el que Israel y el mundo necesitaban desechar las mentiras y abrazar la verdad, es ahora. No sea que la historia se repita.