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Verdades oscuras expuestas
La izquierda radical de Estados Unidos ha acumulado un poder extraordinario. Controlan la educación primaria, la educación superior, el periodismo, la tecnología, los deportes, el entretenimiento y el poder ejecutivo del gobierno federal. Han utilizado su poder para transformar la sociedad estadounidense, en gran medida ocultando las fuentes de su poder y sus intenciones para utilizarlo. Han enterrado la verdad profundamente bajo capas de parcialidad, edición, censura, secretismo, clasificación, negación, distorsión y mentiras.
Sin embargo, en un caso tras otro, sucesos inesperados han llevado a que la verdad —la fea verdad— salga a la luz: solicitudes de acceso a la información que habían sido retrasadas durante mucho tiempo, publicación de documentos de abogados especiales, mensajes de texto de una relación adúltera, notas manuscritas, un horroroso portátil abandonado.
A pesar de los mejores esfuerzos de las personas más poderosas en las organizaciones más poderosas de la nación más poderosa del mundo por enterrar la verdad en las profundidades del “Estado profundo”, la verdad ha salido a la superficie de alguna manera, a veces de formas extraordinariamente inusuales.
Personas sin ningún tipo de conexión ni autorización de seguridad en lo absoluto se han enterado de la verdad. Los antecedentes de Barack Obama, la corrupción relacionada con su escaño en el Senado, el uso indebido de los fondos del programa de estímulos, el tráfico de armas Rápido y Furioso, Bengasi, los arreglos secretos para el acuerdo nuclear con Irán, la canalización de fondos a aliados políticos, la implicación en elecciones extranjeras, agentes del servicio de impuestos internos con la mira puesta en oponentes políticos, espías desenmascarando a oponentes políticos, vigilancia de jefes de Estado de aliados de la nación, vigilancia sobre miembros del Congreso, la vigilancia sobre periodistas, vigilancia sobre cientos de millones de ciudadanos estadounidenses, el secretismo de ObamaCare, el servidor secreto de correo electrónico de Hillary Clinton, el fraude del Comité Nacional Demócrata, la colusión entre el Departamento de Justicia y la campaña de Clinton, el espionaje a la campaña de Trump, el espionaje a la presidencia de Trump, la reunión del 5 de enero en el Despacho Oval de Obama, el expediente Steele, los orígenes de la covid-19, las justificaciones fraudulentas para el encierro por la covid-19, el fraude electoral físico, el fraude electoral electrónico, la manipulación de las protestas del 6 de enero, la manipulación en curso de Joe Biden por parte de Barack Obama: éstas y otras verdades oscuras han salido a la luz.
Estos pecados y secretos están siendo expuestos no sólo por unos pocos denunciantes y periodistas al azar. Con la misma certeza de que hay una fuerza invisible destruyendo Estados Unidos, hay otra fuerza invisible haciendo que la verdad salga a la luz. Como dijo Jesucristo: “Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse” (Lucas 12:2).
Una mina llena de secretos
“Elon Musk no sólo compró una empresa (…) compró la escena de un crimen”. Así es como el comentarista conservador Jack Posobiec caracterizó la compra de Twitter por parte de este multimillonario.
La compra fue todo menos sencilla. Comenzó con algunos comentarios sobre lo parcial que parecía Twitter y algunas bromas sobre cómo Musk, entonces el hombre más rico del mundo y un usuario activo de Twitter, debería comprarla. Luego Musk anunció que acababa de convertirse en el segundo accionista mayoritario de Twitter (con un 9%) y que se le había ofrecido un puesto en la mesa directiva. Después, Musk efectivamente gastó 44.000 millones de dólares en la compra, ofreciendo a los demás accionistas de la empresa 54 dólares por acción por sus 736.701.437 acciones. Sin embargo, ante una oferta tan rentable, muy por encima del precio actual de las acciones, los ejecutivos de Twitter trabajaron para impedir el acuerdo. Musk dijo que simplemente se marcharía. ¿Cómo respondieron los ejecutivos de Twitter? Amenazando con demandarle para obligarle a comprar la empresa.
Esto de por sí era extraordinario. Pero entonces, teniendo al menos cierta noción de la ira que él —y sus atesoradas empresas de automóviles, cohetes y otras— iba a provocar, Musk no sólo compró la empresa sino que además introdujo cambios drásticos. Despidió a altos ejecutivos y a muchos otros empleados, y reformó las operaciones de Twitter para cumplir, como él dijo, “el potencial de la empresa de ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo”. Luego, lo que es aún más asombroso, Musk se puso a investigar lo que los izquierdistas habían estado haciendo a escondidas en las salas ejecutivas, se enteró y se lo contó al mundo.
Mientras compartían una relación obviamente amistosa con ejecutivos liberales de las grandes compañías tecnológicas, importantes demócratas radicales fuera y dentro del gobierno, como Jarrold Nadler, habían afirmado repetidamente, con autoridad y contundencia que “la noción de que las compañías de medios sociales están bloqueando las voces conservadoras es una gran mentira”. Pero el 2 de diciembre de 2022, Musk y el periodista de izquierdas Matt Taibbi hicieron públicas las primeras pruebas de la escena del crimen. Los Archivos de Twitter 1.0 contenían correos electrónicos internos y memorandos entre ejecutivos de Twitter y funcionarios de la campaña de Biden antes de las elecciones presidenciales de 2020. ¿El tema? Cuál era la mejor manera de suprimir la verdad sobre Hunter Biden para que los estadounidenses votaran por su padre en las elecciones.
En abril de 2019, Hunter había llevado una computadora portátil dañada a una tienda de reparación en Delaware y la dejó abandonada. El contenido de la computadora incluía 103.000 mensajes de texto, 154.000 correos electrónicos y más de 2.000 fotos que exponían a un hombre obsesionado con hacer videos con prostitutas, entregado al consumo de drogas, descuidando a su familia, relacionándose con traficantes de personas, eludiendo la acción policial y adquiriendo dinero mediante negocios con extranjeros, a su tío James y al mismísimo “hombre importante”: Joe Biden.
El New York Post realizó la investigación, comprobó, editó y publicó la noticia de la computadora portátil en octubre, tres semanas antes de las elecciones de 2020. Fue impactante, pero mucha gente no lo vio hasta después de las elecciones, después de que el padre de Hunter fuera declarado el próximo presidente de Estados Unidos.
Los ejecutivos de Twitter y Facebook censuraron directamente toda la información sobre la computadora portátil de Hunter antes de las elecciones. Twitter bloqueó no sólo la noticia del Post, sino también la cuenta de este periódico de 200 años de antigüedad, impidió a todos los usuarios publicar enlaces sobre la noticia e incluso les impidió compartir enlaces en sus mensajes directos y privados, una medida normalmente reservada para la lucha en contra de delitos como la pornografía infantil. Ejecutivos tecnológicos, ejecutivos de medios de comunicación y ex funcionarios de inteligencia calificaron las revelaciones a la familia de Biden como “desinformación rusa”. Estos ejecutivos estaban encubriendo a los Biden para que los demócratas pudieran hacerse con el control de la presidencia.
Pero ellos no estaban actuando solos. Taibbi reveló un correo electrónico fechado el 24 de octubre de 2020, en el que un ejecutivo de Twitter compartía una lista de cinco tuits de personas de la campaña de Biden que pedían que se borraran los tuits que criticaban a Hunter. Taibbi escribió que tales peticiones de censura por parte de funcionarios de la campaña de Biden eran rutinarias.
Los ejecutivos de Twitter estaban prohibiendo el conocimiento de la computadora portátil a petición de la campaña de Biden y del Comité Nacional Demócrata. De hecho, estaban prohibiendo el conocimiento de muchos temas a petición de ellos. Los Archivos Twitter 2.0, publicados por la periodista de investigación Bari Weiss el 8 de diciembre de 2022, revelaron “listas negras secretas” y a Twitter realizando “supresión disimulada” al censurar a comentaristas conservadores y otros por “desinformación covid” y otros pretextos. Twitter estaba censurando activamente la libertad de expresión en complicidad con la campaña de Biden. Y esa campaña puso a Biden en la Casa Blanca y forzó la salida de Donald Trump.
Colusión del FBI
Algunos argumentan que las grandes empresas tecnológicas son empresas, no parte del gobierno, por lo que pueden censurar lo que les plazca. Pero el gobierno estaba detrás de las peticiones de censura. La tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima y octava ronda de “Archivos de Twitter” proporcionan pruebas adicionales de que los ejecutivos de Twitter actuaron en colusión con agentes federales.
Antes de que Elon Musk comprara Twitter en octubre de 2022, los directivos de la empresa contaban con al menos una docena de ex agentes del Buró Federal de Investigaciones, entre ellos el ex consejero general Jim Baker. Como empleado de Twitter, incluso cuando empezaron a publicarse los “Archivos de Twitter”, Baker era capaz de censurar información que criticaba al fbi. El 6 de diciembre de 2022, Musk lo despidió, y los “Archivos de Twitter” se volvieron aún más interesantes.
Los Archivos de Twitter 3.0 expusieron más pruebas de la colusión entre los directivos de la empresa y el fbi. Los Archivos de Twitter 4.0 y 5.0 expusieron la complicidad con Michelle Obama para prohibir que el presidente estadounidense en funciones accediera a la plataforma que tan eficazmente había utilizado a lo largo de su campaña y su presidencia.
Es increíble que esta información oculta esté ahora disponible para miles de millones de personas en todo el mundo.
“Después [de las protestas del 6 de enero en el Capitolio], la plataforma de mensajería interna muestra a los ejecutivos de Twitter entusiasmados por la intensificación de las relaciones con las agencias federales”, informó Taibbi el 9 de diciembre, y mostró imágenes de pantalla de uno de los principales responsables de la censura en la empresa, Yoel Roth, diciendo: “Soy un gran creyente en la transparencia de las agendas de trabajo. Pero llegué a cierto punto en el que mis reuniones se volvieron (…) muy interesantes…”. Cuando un colega respondió irónicamente: “Reunión de negocios muy aburrida que definitivamente no es sobre Trump”, Roth replicó: “Basssstante cierto” y “Definitivamente no me reúno con el fbi, lo juro”.
Un agente del fbi testificó ante los fiscales generales republicanos de Luisiana y Misuri el 29 de noviembre de 2022 que el fbi mantuvo reuniones semanales con grandes empresas tecnológicas antes de las elecciones de 2020 para discutir las mejores formas de censurar la “desinformación”. Ahora, los “Archivos de Twitter” muestran que esas reuniones se pusieron “muy interesantes” después de las protestas del Capitolio. Empleados de Twitter y miembros del fbi, del Departamento de Seguridad Nacional y de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional estuvieron censurando discursos y esforzándose por impedir que el presidente Trump accediera a Twitter.
Si esto no es una violación de los derechos de libertad de expresión de la Primera Enmienda, ¿entonces qué lo es?
Yoel Roth ha presumido abiertamente en Twitter durante años de sus intereses en la pornografía y en el sexo que involucra a niños. El fbi nunca lo censuró, sino que lo utilizó para ocultar la verdad sobre los orígenes de la covid-19, la computadora portátil de Hunter, el robo electoral de 2020 y otros asuntos.
Es asombroso saber que este es el tipo de individuos encargados de borrar la cuenta del presidente estadounidense en funciones. Pero eso es lo que ocurrió. Archivos de Twitter 4.0, publicado por el autor Michael Shellenberger, revela que Roth le pidió a un compañero de trabajo anónimo que pusiera en la lista negra los términos “StopTheSteal” (Detén el robo) y “Kraken” (término que alude al fraude generalizado en las elecciones presidenciales de EE UU) después de las protestas del Capitolio. Archivos de Twitter 5.0, publicados por Weiss, muestran a empleados y altos ejecutivos de Twitter presionando para que se excluya a Trump de la plataforma a pesar de que los miembros del personal encargados de evaluar los tuits del presidente admitieron que no había violado ninguna política.
El bloqueo de Trump se inició al día siguiente de que Michelle Obama lo pidiera. Ahora sabemos que agentes del fbi leales a su marido llevaban meses preparando a Twitter para prohibir a Trump.
Colusión del Estado profundo
El 16 de diciembre de 2022, Taibbi publicó los Archivos de Twitter 6.0, más de 150 correos electrónicos entre Yoel Roth y agentes del fbi enviados entre enero de 2020 y noviembre de 2022. Según Taibbi, “un número sorprendentemente alto son peticiones del fbi para que Twitter tome medidas contra la desinformación electoral, incluso en relación con tuits de bromas procedentes de cuentas con pocos seguidores”. Taibbi comparó el vínculo entre el fbi y Twitter como una relación “amo-canino” y dijo: “El contacto de Twitter con el fbi fue constante y omnipresente, como si fuera una subsidiaria”.
Mientras admiten que los correos electrónicos son reales, los directivos del fbi insisten en que carecen de importancia. Un comunicado del fbi del 16 de diciembre de 2022 afirmaba: “El fbi colabora regularmente con entidades del sector privado para proporcionar información específica sobre las actividades subversivas, encubiertas, delictivas o no declaradas de actores extranjeros de influencia malintencionada que han sido identificados. Las entidades del sector privado toman de forma independiente las decisiones sobre qué acciones tomar, si es que toman alguna, en sus plataformas y para sus clientes después de que el fbi los haya notificado”.
El fbi mantiene un cuerpo especial de 80 agentes especializado en redes sociales, creado cuando Barack Obama estaba en el cargo. El director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, admitió en una entrevista en agosto de 2022 con Joe Rogan que su equipo censuró la información de la computadora portátil de Hunter después de recibir una advertencia del fbi de que se aproximaba “desinformación rusa”.
Los Archivos de Twitter 6.0 también revelaron que Twitter recibía avisos y solicitudes para tomar acción no sólo del fbi. “Lo que la mayoría de la gente considera el ‘Estado profundo’ es en realidad una telaraña engorrosa de agencias estatales, contratistas privados y ong [organizaciones no gubernamentales] (a veces financiadas por el Estado)”, dijo Taibbi en su publicación del 16 de diciembre. “Las líneas se vuelven tan borrosas que carecen de sentido”. El Estado profundo es mucho más profundo de lo que la mayoría de la gente cree.
El 19 de diciembre, Musk y Shellenberger publicaron Archivos de Twitter 7.0, que revelan cómo la comunidad de inteligencia “desacreditó información objetiva sobre los negocios de Hunter Biden en el extranjero”. De hecho, muestra que el fbi pagó a Twitter más de 3,4 millones de dólares para censurar ciertas publicaciones. Así que la caracterización que hace Taibbi de Twitter como una subsidiaria del fbi es perfectamente exacta. En los negocios, una subsidiaria es una empresa derivada que pertenece o está controlada por una empresa matriz. Los ejecutivos de Twitter estaban hablando de que se les pagaba literalmente millones de dólares para recopilar, analizar, marcar y censurar sus publicaciones en las redes sociales en nombre del Estado profundo de Barack Obama.
Los Archivos de Twitter 8.0 describen cómo el Pentágono se confabuló con Twitter para llevar a cabo operaciones psicológicas en naciones extranjeras. Twitter actuó esencialmente como una agencia de propaganda gubernamental. El periodista Lee Fang escribió: “Los ejecutivos de Twitter han afirmado durante años que la compañía realiza esfuerzos concertados para detectar y frustrar las campañas de propaganda encubiertas respaldadas por el gobierno en su plataforma. Sin embargo, detrás de escenas, el gigante de las redes sociales proporcionó aprobación directa y protección interna a la red de cuentas de medios sociales y personajes en línea del ejército estadounidense, poniendo en la lista blanca un bloque de cuentas a petición del gobierno”.
Fang escribió que el gobierno invitó a ejecutivos de Facebook y Twitter a “asistir a reuniones clasificadas en una instalación de información confidencial compartimentada, utilizada para reuniones altamente sensibles”. Resulta útil que en tantas grandes empresas de tecnología avanzada trabajen antiguos agentes del fbi y de la Agencia Central de Inteligencia.
Twitter les aplicó normas inexistentes a los conservadores, incluyendo hasta al presidente de Estados Unidos. Los medios de comunicación principales pasaron semanas examinando un solo documento en posesión de Trump en Mar-a-Lago. Pero cuando se trataba de liberales radicales, no había ninguna regla.
El gobierno utilizó Twitter como una agencia del Estado profundo. No sólo para hacer periodismo sin sustancia o sofocar algunos secretos vergonzosos, sino para controlar a la gente y robar unas elecciones.
Se ha revelado y se está revelando la horrible realidad sobre cómo funcionan realmente el gobierno, las élites, la opinión pública y los derechos constitucionales de EE UU, especialmente bajo la influencia de Barack Obama.
El encubrimiento al ser expuestos
Los Archivos de Twitter 8.0 revelan que no sólo el fbi, sino también el Departamento de Estado y el ejército manipulaban las redes sociales, y que los directivos de Twitter cumplían gustosamente. Sabían que los militares utilizaban cuentas ficticias para difundir propaganda y violaban sus propias políticas para permitirlo y amplificarlo. Los ejecutivos de Twitter se coordinaron con el gobierno estadounidense para interferir en la política, deponer líderes y alterar regímenes, en el extranjero y en Estados Unidos.
Sin embargo, la revelación más destacada tiene que ver con las fechas. Fang dijo que los Archivos de Twitter 8.0 fueron proporcionados a través de un abogado de Twitter y sólo se remontaban a un año determinado, “así que lo que vi podría ser limitado”. ¿Qué año podría ser? 2017.
La corrupción e incluso el Estado profundo existen desde hace mucho tiempo, pero sólo asegúrese de no remontarse a 2016, ni a 2009, ni a ningún año intermedio. ¿Por qué no? Porque eso se remonta directamente a Barack Hussein Obama.
Eso se remonta directamente al hombre que se apoderó del propio gobierno de los estadounidenses, lo convirtió en un arma y lo puso en contra de ellos; que utilizó el Servicio de Impuestos Internos para atacar a los conservadores; que espió las comunicaciones de oponentes políticos, periodistas, miembros del Congreso, posiblemente del Tribunal Supremo, y de inocentes ciudadanos del común, deliberadamente, en masa. El asunto es la colusión del gobierno con las grandes empresas tecnológicas para manipular las comunicaciones y detener la investigación justamente cuando pondría a la luz al maestro de la colusión del gobierno con las grandes empresas tecnológicas y la manipulación de las comunicaciones. ¡Incluso en estas revelaciones existe un encubrimiento!
Sin embargo, a pesar de lo evidente que fue la manipulación de esta noticia en particular, casi nadie la denunció, excepto Mark Bradman, que escribió: “Esta publicación de información se filtró para evitar revelar que el presidente Obama era el autor de esta actividad”. (Incluso las operaciones de Twitter en otros países tienen una conexión con la política exterior del Departamento de Estado de Obama: derrocar a aliados de EE UU como Hosni Mubarak en Egipto y respaldar a enemigos de EE UU como el régimen terrorista de Irán. Se utilizaron operaciones idénticas para amplificar el conflicto racial dentro de EE UU). Bradman continuó escribiendo que esta publicación de Twitter ocultó los años de Obama no sólo porque mucha gente del periodismo y de las grandes empresas tecnológicas comparten la ideología comunista radical del “elegido”, ¡sino también porque exponer la colusión del gobierno con las grandes empresas tecnológicas entre 2009 y 2016 expondría a periodistas y ejecutivos tecnológicos en colusión con el gobierno! Frente a la protección de Obama, escribió, las revelaciones de los Archivos de Twitter 8.0 “pasan a ser casi secundarias”.
¡Todos los caminos conducen a Barack Obama! No se puede contar la noticia completa a menos que se llegue a la raíz del problema. Sin embargo, los republicanos, los conservadores del común e incluso los periodistas de investigación pasan por alto este hecho evidente, o se contorsionan intencionalmente para evitar siquiera mencionar su nombre.
Qué debe hacer
Estas revelaciones improbables y numerosas no son sólo noticias interesantes o incluso irritantes. No son el producto de una serie de coincidencias entre periodistas, multimillonarios excéntricos, estafadores chapuceros y agentes gubernamentales consternados, muchos de los cuales se desmayan de emoción ante Obama.
Hablando sobre estas revelaciones en curso en One America News Network, el presidente Trump dijo el 20 de diciembre: “Nuestro país es corrupto. Nuestras elecciones son corruptas. Tenemos un país muy triste y enfermo. Tenemos un país muy corrupto”. Esas palabras son más ciertas de lo que incluso él se da cuenta. Usted está viviendo una breve era de exposición; la verdadera naturaleza de esta nación y de su gente está siendo expuesta. Esa naturaleza verdadera es corrupta y sin esperanza, formada por un ser muy real y muy siniestro: Satanás el diablo. Pero el hecho de exponer esa verdad está ocurriendo gracias a la iniciativa del Creador de los seres humanos. Él quiere que veamos lo que hemos permitido, en lo que nos hemos convertido, lo que somos como nación y como individuos. “Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse” (Mateo 10:26).
¡Dios le está enseñando a su pueblo en las naciones de Israel sus pecados! Es mejor saber que su sociedad está podrida, que su propia mente está infectada, a no saberlo. Necesitamos ver lo que Dios nos está enseñando claramente y reconocer que es Él quien lo dirige.