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Unidos contra el dólar

REESE ZOELLNER/MELISSA BARREIRO/TROMPETA

Unidos contra el dólar

¿Está el dominio de Estados Unidos en las finanzas internacionales a punto de terminar?

La enorme economía de Estados Unidos ha estado al centro de las finanzas mundiales por toda una vida. Pero esa economía, y el sistema internacional basado en ella, no pueden durar para siempre. Cualquiera que esté dispuesto a afrontar la realidad de la deuda imposiblemente enorme de Estados Unidos puede ver que se trata de una economía gravemente enferma. Otros países lo reconocen y tratan de protegerse, y aprovecharse de ello.

El sistema establecido tras la Segunda Guerra Mundial pretendía estabilizar las finanzas internacionales en torno al vencedor, utilizando el dólar estadounidense como moneda principal para las transacciones internacionales. Este estatus conlleva una gran demanda de dólares estadounidenses. También significa que EE UU ha sido capaz de imprimir o crear electrónicamente enormes cantidades de dólares sin que el valor de esos dólares disminuya tanto como lo haría normalmente. Sumando este activo a la gran población de la nación, sus abundantes recursos naturales, su industria avanzada, su ejército dominante, sus ventajas geográficas y otras bendiciones, ha contribuido a hacer de Estados Unidos la nación más rica de la historia mundial.

En este momento, también es quizás una de las naciones más imprudentes desde el punto de vista financiero. En los últimos años, ha impreso billones de dólares. Su exorbitante deuda se ha duplicado desde 2010 y triplicado desde 2008, superando los 31 billones de dólares el año pasado. El gobierno estadounidense debe ahora el 123% de lo que toda la nación puede producir en un año, y aun así se niega a hacer recortes significativos en su gasto.




Desde hace tiempo se viene advirtiendo a Estados Unidos que su imprudente gasto financiero tendrá consecuencias, pero esas advertencias han sido ignoradas. A medida que sigue tomando decisiones financieras matemáticamente imposibles de sostener, que su gobierno y su sociedad se vuelven cada vez más autodestructivos, que sus intereses chocan con los de otras naciones, y que utiliza el sistema financiero dominado por el dólar para imponer sanciones a sus adversarios, el dólar va perdiendo atractivo mientras que las monedas y sistemas alternativos lo van ganando.

El dólar se enfrenta a varias amenazas, cualquiera de las cuales podría resultar fatal para una moneda ya debilitada. Es posible que más de uno de estos factores golpee al mismo tiempo. Los estadounidenses deben reconocer que su sistema económico y la prosperidad correspondiente podrían derrumbarse casi de la noche a la mañana.

¿Qué tan cerca estamos del momento en que el sistema financiero mundial se vuelva contra Estados Unidos?

Por encima de sus posibilidades

Durante los últimos setenta años, los estadounidenses han disfrutado de una extraordinaria prosperidad y, con el auge de Estados Unidos, otras naciones también salieron de la pobreza. Sin embargo, con el paso de los años, Estados Unidos se ha vuelto cada vez más materialista.

Este espíritu de exceso y egoísmo, financiado en gran medida por la deuda, es uno de los principales morbos que están matando la economía estadounidense. Y cuando la economía colapse, también lo hará la sociedad.

El saldo promedio de las tarjetas de crédito de los consumidores en 2022 era de 5.589 dólares, según Experian. Las personas han respondido al aumento de los costos y a la incertidumbre viviendo por encima de sus posibilidades. La oficina de crédito TransUnion declaró que los saldos totales de las tarjetas de crédito de los consumidores estadounidenses alcanzaron la cifra récord de 930.000 millones de dólares en el último trimestre de 2022, 145.000 millones más que el año anterior.

Al mismo tiempo, Estados Unidos ha seguido consumiendo sin cesar bienes y servicios de una forma que alimenta su ya enorme déficit comercial. En 2021, este país importó 845.000 millones de dólares más en bienes y servicios de los que exportó. El año pasado, su déficit crónico alcanzó un nuevo récord: 948.000 millones de dólares.

¿Qué ocurre cuando las instituciones gubernamentales estadounidenses no puedan seguir pagando sus deudas al público estadounidense (24,5 billones de dólares), a otras instituciones gubernamentales estadounidenses (24,5 billones de dólares) y a naciones extranjeras (4,5 billones de dólares)? ¿Qué ocurrirá cuando dejen de fluir billones en importaciones? Se produciría un horror financiero.

Otros países lo saben y ya han empezado a desvincularse de la economía estadounidense.

La desvinculación ha comenzado

El dólar estadounidense se estableció como moneda dominante para las transacciones internacionales en 1944, cuando los líderes mundiales se reunieron en Bretton Woods, New Hampshire, a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial. El Acuerdo de Bretton Woods vinculó las principales divisas al dólar a una tarifa de cambio fijo respaldado por oro guardado en bóvedas. Sin embargo, Estados Unidos respaldó el dólar con cada vez menos oro hasta 1971, cuando abandonó por completo el estándar del oro.

Hoy, los bancos centrales de todo el mundo vuelven a acumular oro a un ritmo no visto en más de 50 años. El año pasado se registró un aumento del 152% en la adquisición de oro por parte de los gobiernos en comparación con el año anterior, que el Consejo Mundial del Oro atribuyó a la agitación geopolítica y a la elevada inflación.

A la cabeza de la fiebre del oro estaban Turquía, China, India, Egipto, Qatar, Irak, Emiratos Árabes Unidos y Omán. Muchos de estos países también han expresado su interés por unirse a la alianza brics, que actualmente une a Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. La alianza controla una cantidad cada vez mayor de oro y aproximadamente una cuarta parte del producto interior bruto mundial. Y uno de sus objetivos es abandonar el dólar.

Al mismo tiempo, estas naciones se unen contra las sanciones estadounidenses.

Estados Unidos ha dominado las finanzas internacionales a través de su moneda y de su influencia en la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (swift) y otros sistemas. Pero las sanciones estadounidenses parecen estar perdiendo parte de su fuerza.

Estados Unidos bloqueó a Rusia el acceso a algunos de estos sistemas por la invasión a Ucrania, pero en sus previsiones para 2023, el Fondo Monetario Internacional espera que Rusia esté económicamente mejor que Alemania y el Reino Unido. El informe añade que las sanciones contra Rusia han fracasado. ¿Por qué? EuroIntelligence escribió: “Nuestra respuesta contundente es ésta: una gran parte del mundo nos odia [a Estados Unidos] más de lo que odia [al presidente ruso Vladimir] Putin” (2 de febrero).

Incluso durante una invasión a gran escala de un país vecino, Rusia parece tener más amigos que enemigos. E incluso sus supuestos enemigos parecen poco entusiastas. Grandes economías como Brasil, China e India se han mantenido neutrales y no han impuesto sanciones estrictas a Rusia. “El mundo está casi unido en cuanto a condenar la guerra. Pero cuando se trata de sanciones, grandes partes del mundo están unidas en su oposición a Occidente” (ibíd.).

Mientras tanto, Irán y Rusia firmaron un acuerdo a principios de 2023 para desvincularse del sistema dominado por Estados Unidos y crear un sistema para conectar sus bancos directamente y liberarse de la presión financiera estadounidense.

Incluso otras naciones occidentales que dependen del sistema financiero estadounidense se esforzaron por evitar las sanciones desde el principio. Alemania, por ejemplo, ha sido acusada de impedir sanciones graves, como cortar el acceso de Rusia a swift, el principal medio de pago utilizado por las empresas de todo el mundo.

Los enemigos, y aliados, de Estados Unidos en todo el mundo pueden ver estos importantes signos de que el dominio financiero estadounidense está disminuyendo.

Desde enero de 2016, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (aiib, por sus siglas en inglés), un banco multilateral de desarrollo, financia proyectos de infraestructuras en la región Asia-Pacífico. Con sede en Pekín (China), el aiib conecta a miembros de más de 100 países y trabaja para socavar el uso del dólar.

El euro europeo y el renminbi chino han estado mordisqueando el dominio del dólar.

La formación de la eurozona en 1999 redujo enormemente el uso del dólar estadounidense en Europa. En 2023 se observa una tendencia similar en Latinoamérica. En enero, Brasil y Argentina anunciaron conversaciones preliminares para la creación de una moneda común y planes para invitar a otros a unirse al bloque en el futuro. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió en campaña el año pasado: “Vamos a crear una moneda en Latinoamérica porque no podemos seguir dependiendo del dólar”.

Brasil y Argentina son la primera y tercera economías más grandes de Latinoamérica. Si esta moneda tiene éxito, es probable que Paraguay, Uruguay y Venezuela (los otros miembros del bloque comercial mercosur) también la adopten.

El Banco de Pagos Internacionales, llamado el “banco de los bancos centrales”, afirma que el sistema estadounidense es defectuoso y debe ser sustituido. Puso en marcha la tecnología mBridge para conectar entre sí las monedas digitales de los bancos centrales. Entre el 15 de agosto y el 23 de septiembre de 2022, Hong Kong, Tailandia, China y Emiratos Árabes Unidos probaron mBridge, que funciona independientemente de los sistemas financieros internacionales conectados a Estados Unidos.

Petrodivisas competidoras

Otro factor importante que ha mantenido la fortaleza del dólar es su conexión con el petróleo. La mayoría de los países utilizan el dólar estadounidense como moneda para el comercio internacional de petróleo. Los cimientos del llamado petrodólar se sentaron en 1945, cuando el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt se reunió con el rey saudí Abdul Aziz Ibn Saud. En aquella época, la confianza en la economía y el ejército estadounidenses era alta.

Muchas cosas han cambiado desde 1945. “Fue el comienzo de una de las alianzas geopolíticas más importantes de los últimos 70 años, en la que la seguridad de Estados Unidos en Oriente Medio se canjeó por petróleo en dólares”, escribió el Financial Times. “Pero los tiempos cambian, y 2023 puede ser recordado como el año en que este gran acuerdo comenzó a cambiar, a medida que tomaba forma un nuevo orden energético mundial entre China y Oriente Medio” (3 de enero).

El 8 de diciembre de 2022, el secretario general chino, Xi Jinping, firmó un acuerdo de asociación estratégica con Arabia Saudí, el mayor productor de crudo del mundo.

“China quiere reescribir las reglas del mercado energético mundial”, declaró Zoltan Pozsar, analista de Credit Suisse, al Financial Times. Según él, podríamos estar viendo “el nacimiento del petroyuan” (ibíd.).

National Interest señaló el 3 de enero que el viaje de Xi “desató una tormenta de ansiedad en Washington”. Arabia Saudí ayudó a fortalecer el dólar estadounidense. Ahora, en su lugar, podría fortalecer el renminbi chino.

El 17 de enero, el ministro saudí de Finanzas, Mohammed al Jadaan, invitó a otros países a mantener conversaciones para comerciar en sus respectivas monedas. “El reciente anuncio de Arabia Saudí de que el gobierno está abierto a aceptar el pago del petróleo en divisas distintas al dólar es un anuncio importante ignorado por la prensa”, escribió el economista Paul Craig Roberts el 30 de enero. “El fin del petrodólar tendría graves efectos adversos sobre el valor del dólar y sobre la inflación y las tasas de interés estadounidenses”.

Si el petróleo deja de venderse en dólares, una parte gigantesca y crítica del comercio internacional empezará a funcionar según los intereses de otras naciones. La demanda de dólares caerá, al igual que su valor.

La respuesta de Europa

La convulsión económica resultante afectaría no sólo a Estados Unidos, sino también a Europa.

“El colapso financiero de 2008 fue alimentado principalmente por la escandalosa deuda de Estados Unidos”, escribió Gerald Flurry, redactor jefe de la Trompeta. “Sin embargo, ¿qué ha hecho Estados Unidos para corregir ese problema? Absolutamente nada” (la Trompeta, octubre de 2015). Una vez más, la deuda nacional bruta, que alcanzó la asombrosa cifra de 10,3 billones de dólares en 2008, se ha triplicado desde entonces hasta alcanzar los 31 billones.

La escritura está en la pared. Si estalla una crisis de la deuda, las ondas de choque volverán a sentirse en Europa.

¿Cómo responderá Europa esta vez? La profecía bíblica proporciona pistas fiables para la respuesta.

En una profecía para el tiempo del fin en Apocalipsis 17, la Biblia habla del ascenso de 10 líderes autoritarios en Europa que se unirán en un momento. Un cambio político tan dramático se producirá casi con toda seguridad en respuesta a una gran crisis; una crisis que impulse a Europa hacia una unidad más fuerte y un gobierno autoritario. Estas y otras profecías llevaron al difunto Herbert W. Armstrong a escribir en 1984 que esta crisis bien podría ser una crisis bancaria masiva en Estados Unidos. Tal acontecimiento, escribió, “podría provocar repentinamente que las naciones europeas se unieran como una nueva potencia mundial más grande que la Unión Soviética o EE UU” (carta a los colaboradores, 22 de julio de 1984).

Las crecientes presiones sobre la economía estadounidense y el dólar plantean la pregunta: ¿Qué tan cerca estamos de ver esta crisis?

Si esto ocurriera, tal crisis aceleraría el cumplimiento de una serie de profecías. En el número de diciembre de 1991 de la Trompeta, el Sr. Flurry preguntó: “Si se produce una crisis real, ¿pedirán los alemanes un nuevo führer? ¡La Biblia dice que eso va a ocurrir! Esa crisis probablemente será desencadenada por un colapso económico en EE UU”. En 2015, el Sr. Flurry escribió “Cómo la crisis financiera global producirá los 10 reyes de Europa”.

El ascenso de esta profetizada potencia europea será sólo el principio de los problemas.

Numerosas profecías muestran que EE UU, uno de los principales descendientes del antiguo Israel, quedará aislado en este tiempo final. Ezequiel 38 profetiza que Rusia será una potencia líder durante los últimos años. Ezequiel 27 muestra que la fuerza de Rusia se deriva en parte de una alianza económica. Un pasaje relacionado en Isaías 23 profetiza sobre “un mercado de las naciones” (versículo 3). El Sr. Flurry explica en su libro La visión de Isaías sobre el tiempo del fin que esta alianza económica girará en torno a una superpotencia europea, y que el objetivo de la alianza es destruir a Estados Unidos. Ezequiel 27 junto con Isaías 23 muestran que las principales economías como Europa, China, Rusia, Arabia Saudí y Japón están trabajando juntas para derribar a EE UU. Debido a su importancia económica y estratégica y la proximidad a Estados Unidos, creemos que Latinoamérica también jugará un papel crucial en su destrucción.

Al final, Estados Unidos caerá en un asedio económico que conducirá a una guerra civil (Deuteronomio 28:52; Ezequiel 5-6). Este asedio tendrá consecuencias devastadoras para el pueblo estadounidense: “Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que [el Eterno] tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo” (Deuteronomio 28:53). (Solicite un ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, por Herbert W. Armstrong, para comprobar que esta y otras profecías se aplican a EE UU).

Lea todo este capítulo bíblico, y observe que esta profecía se conecta con muchas profecías del tiempo del fin, todas las cuales son advertencias para nuestros días. Así como Estados Unidos no ha prestado atención a las advertencias financieras, también ha ignorado el llamado de Dios al arrepentimiento por quebrantar Su ley, resumida en los Diez Mandamientos.

La Biblia muestra específicamente que una guerra económica contra EE UU será seguida por una invasión militar. El escenario para estos eventos previamente imposibles ahora se está estableciendo, y una crisis financiera que se avecina es una fuerte señal de que estamos cerca del cumplimiento de todas estas profecías.

Se necesita un estudio profundo de estas profecías para ver que los acontecimientos a su alrededor conducen a su cumplimiento. Se necesita un estudio aún más profundo para entender por qué estos acontecimientos deben ocurrir para motivar a la humanidad a arrepentirnos de nuestros pecados. La visión de Isaías sobre el tiempo del fin lleva a sus lectores a través de estas diversas profecías y muestra cómo se conectan entre sí.

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?