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Una alianza entre las naciones árabes y Europa
Es la zona geográfica más volátil de la Tierra. Un hervidero de pueblos apasionados, violentas enemistades, atolladeros sin solución, dogmatismo religioso, terrorismo bárbaro, continuo derramamiento de sangre y guerra. Los hombres fuertes caen, los gobiernos se derrumban y los esfuerzos de paz fracasan una y otra vez.
También se puede decir que es la zona geográfica estratégicamente más importante del planeta. La encrucijada de tres continentes: África, Europa y Asia; y está atravesada por cruciales rutas comerciales marítimas y terrestres. También contiene algunos de los recursos más valiosos del planeta bajo sus suelos y arenas.
Por este motivo, ha sufrido más conquistas que cualquier otro lugar de la Tierra. Asirios, babilonios, persas, griegos, romanos, árabes, turcos, franceses, británicos, rusos y estadounidenses han buscado dominar o proyectar enormes cantidades de poder en la región.
Esto es Oriente Medio.
El drama histórico que impregna esta región continúa en nuestros días, incluyendo las ambiciones rivales por dominarla por parte de potencias tanto dentro como fuera de la región.
¿A dónde conducirá esta batalla por su dominio? A pesar de la volatilidad de Oriente Medio, la Trompeta hace algunos pronósticos sorprendentemente precisos y asombrosamente inusuales para esta región.
Una de ellas es que cuando varias potencias estén compitiendo por gobernar Oriente Medio, surgirá una alianza entre un grupo selecto de naciones árabes, que será unido por una prominente potencia de Europa.
Los principales protagonistas
A lo largo de miles de años los nombres y los pueblos pueden haber cambiado, pero las potencias involucradas en Oriente Medio son muy parecidas hoy a las que fueron en el pasado.
La primera es Irán, que hasta 1935 era conocida como Persia. Los persas ocupaban la misma región montañosa en el margen oriental de Oriente Medio y desempeñaron continuamente un gran papel en la zona. En ocasiones controlaron completamente el territorio, como en el caso del Imperio Aqueménida (553-330 a. C.), el Imperio Parto (247 a. C.-224 d. C.) y el Imperio Sasánida (224-651 d. C.). Incluso cuando no están en modo imperial, los persas son como mínimo una gran potencia regional.
La segunda potencia viene de la Península de Anatolia. Esta ubicación geográfica es tan crucial que cualquier potencia que la controle ejerce una gran influencia en Oriente Medio. De Anatolia surgieron los duraderos imperios de los bizantinos (330-1453 d. C.) y los turcos otomanos (1299-1922 d. C.). Hoy en día la península está gobernada por Turquía, la nación-estado que quedó del Imperio Otomano.
Los eventos mundiales de hoy le ponen fecha a la profecía bíblica. Los titulares actuales nos proveen una aleccionadora indicación de dónde estamos en el marco de tiempo general de las profecías del tiempo del fin. El eje Rusia-China está ahora en la escena, y usted necesita saber a dónde se dirige. Este poder oriental será capaz de desafiar a Europa cuando nadie más podría hacerlo—incluyendo EE UU.
La tercera gran potencia es un grupo de pueblos: los árabes. Las conquistas árabes comenzaron en el siglo vii d. C. con el fundador del islam, Mahoma. Él unificó la Península Arábiga bajo su control y su religión. Después de su muerte en el año 632, los ejércitos árabes salieron de la península, y el pueblo árabe construyó un gran imperio que se extendía desde la India hasta España.
Más impresionante que las conquistas territoriales de los árabes fue su conquista cultural. En casi todos los territorios que conquistaron, los árabes dejaron las huellas duraderas de su idioma, su religión musulmana y su raza. Tan exitosa fue su conquista que hoy en día hay 22 Estados árabes que cubren una vasta área geográfica. Después de los chinos Han, los árabes son la segunda etnia más grande del mundo.
Las dinastías árabes perdieron el control de Oriente Medio en el siglo xi, pero un milenio después, su cultura sigue dominando la región. La gran población árabe de Egipto y la riqueza petrolera de Arabia Saudí les dan a estas dos naciones árabes una gran influencia en Oriente Medio, especialmente sobre las naciones con poblaciones árabes más pequeñas.
Las potencias mundiales reivindican su derecho
Irán, Turquía y los árabes siguen ejerciendo influencia y aliándose con potencias mundiales para ganar ventaja en la incesante lucha por el control de esta región crucial. Y esas potencias mundiales no pueden ser ignoradas si se quiere entender lo que está sucediendo en Oriente Medio—y lo que está a punto de suceder.
Sin embargo, el mapa de Oriente Medio que vemos hoy fue determinado en gran medida por potencias mundiales externas a la región. Gran Bretaña y Francia pusieron fin al Imperio Otomano al final de la Primera Guerra Mundial, ejerciendo influencia y control al remodelar la región más a su favor y creando nuevas naciones como Siria e Irak. Después de la Segunda Guerra Mundial, los británicos y los franceses estaban demasiado debilitados económicamente para mantener sus imperios, y los gobiernos que ellos habían establecido previamente en Oriente Medio permanecían en el poder.
Las potencias mundiales también crearon la nación judía de Israel, que proclamó su establecimiento y fue reconocida por Estados Unidos el 14 de mayo de 1948. El 15 de mayo, el mundo árabe desató un asalto armado, con Egipto, Jordania, Irak, el Líbano y Arabia Saudí atacando al nuevo estado judío en un intento por destruirlo. El ataque fracasó.
Los gobiernos de estas naciones árabes eran inestables. Su fracaso en la destrucción de Israel llevó al ejército sirio a derrocar el régimen sirio en 1949 y al ejército egipcio a derrocar el régimen egipcio en 1952.
En general, los gobiernos de Oriente Medio recurrieron a medidas más opresivas para controlar a sus poblaciones. Muchos de ellos también buscaron alianzas con EE UU o Rusia para obtener ayuda financiera y armas.
La superpotencia norteamericana, teniendo un sentido de responsabilidad por llevar estabilidad a Oriente Medio, se vio obligada a hacer malabarismos entre la conveniencia de aliarse con dictadores o las aspiraciones de promover los ideales y valores democráticos. En muchos casos, terminó presionando a los dictadores para que se volvieran más democráticos y que mejoraran su historial en materia de derechos humanos.
Dos presidentes en particular, Jimmy Carter (1977-1981) y Barack Obama (2009-2017), eligieron empujar a sus aliados hacia la democracia. Esto menoscabó el poder de aliados dictatoriales como el Sha Mohammed Reza Pahlevi de Irán (derrocado en 1979), el presidente egipcio Hosni Mubarak (derrocado en 2011) y el hombre fuerte libio Muamar Gadafi (también derrocado en 2011). Irónicamente, la desaparición de esos regímenes dio lugar a gobiernos más opresivos, al aumento del terrorismo y a una mayor inestabilidad política.
Dos presidentes de Estados Unidos, Jimmy Carter y Barack Obama, optaron por impulsar a los aliados hacia la democracia. Esto socavó el poder de los aliados dictatoriales. Irónicamente, la desaparición de estos regímenes llevó a gobiernos más opresivos, aumento del terrorismo y más inestabilidad política.
Después de que los hombres fuertes de Oriente Medio cayeron en la Primavera Árabe de 2011, surgieron dos alianzas distintas en esta zona. Durante décadas, la Trompeta ha pronosticado la primera alianza: el ascenso de Irán como rey de la región. Pero la Trompeta también ha pronosticado el surgimiento de una confederación de Estados árabes en una especie de alianza anti-iraní. Aunque en los tiempos modernos la Liga Árabe y otros esfuerzos similares hayan logrado muy poco o no se hayan mantenido unidos en absoluto, la Trompeta todavía espera que una confederación árabe logre cierto grado de éxito en el tiempo que tenemos por delante.
Es más, prevemos que una potencia exterior se alineará visiblemente con esta coalición de Estados árabes: nada menos que Alemania.
La profecía bíblica da la respuesta
Una profecía en Daniel 11 describe eventos dramáticos que Daniel dijo que ocurrirían “al cabo del tiempo”. Los versículos 40-43 dicen:
“Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón. Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán”.
Esta profecía habla de un poderoso bloque del norte y un poderoso bloque del sur que se enfrentan en una dramática guerra que involucra a múltiples naciones. El rey del sur contiende o presiona al rey del norte, y en represalia, el rey del norte conquista al rey del sur.
Desde el punto de observación de Oriente Medio (desde donde Daniel escribió), la mayor potencia en este tiempo del fin que se encuentra “al norte” es Europa. Otras profecías en la Biblia predicen una superpotencia europea liderada por Alemania que se levantaría en este mismo “tiempo del fin”. (Para obtener pruebas de la identidad del “rey del norte”, lea Alemania y el Sacro Imperio Romano.)
Daniel dice que el rey del sur presionará, empujará. La política externa de Irán ya es muy presionante y agresiva, y es fácil prever varias formas en las que Irán podría intensificar su empuje contra Europa: adquiriendo armas nucleares, aumentando el terrorismo, cerrando el comercio a través del Mar Rojo y/o tratando de apoderarse de Jerusalén, una ciudad que la Europa católica ha codiciado históricamente.
La profecía de Daniel, combinada con otra profecía del Salmo 83, explica lo que sucederá en Oriente Medio después de que Irán aumente su poder.
Mientras que Daniel muestra las naciones que se aliarán con Irán, la profecía del Salmo 83 muestra a un grupo de naciones en Oriente Medio que se aliarán, no con Irán, sino en contra de él, y con “el rey del norte”, ¡la Europa liderada por Alemania!
Sin embargo, esta profecía revela una verdad crucial: esta alianza tiene que ver principalmente y, en definitiva, no con contrarrestar a Irán, sino con destruir a Israel.
Léalo usted mismo al principio de este salmo: “Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel” (Salmo 83:3-4). Esto indica claramente el propósito destructivo por el cual la confederación descrita en esta profecía se une.
Esta alianza tiene que ver principalmente y, en definitiva, no con contrarrestar a Irán, sino con destruir a Israel.
Pero ¿qué naciones y pueblos van a poner en marcha este plan? “Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro. También el asirio se ha juntado con ellos...” (versículos 5-8).
Muchos de estos nombres antiguos se refieren a naciones que aún existen en el mismo territorio. Moab y Amón se refieren a Jordania. Los filisteos se refieren a los árabes palestinos desplazados. Tiro es el Líbano. Ismaelitas es el término profético para los árabes de la moderna Arabia Saudí. Otras identidades, como las de Asur y Edom, pueden ser comprobadas a través de otras investigaciones. Edom es la moderna Turquía. Asur se refiere a Alemania.
Esta profecía afirma audazmente que varias naciones y pueblos árabes formarán una alianza inusual con Turquía, que se ha convertido esencialmente en un estado musulmán, y de todas las naciones, ¡también con Alemania!
Entonces, ¿cómo podemos saber que esta profecía es para nuestro tiempo, el tiempo del fin? Porque en la historia nunca ha habido una alianza como ésta para atacar o destruir totalmente a Israel. Muchas fuentes confirman este hecho. Con respecto a este salmo, la Biblia Anchor dice: “La historia no menciona ningún registro de una crisis nacional en la que las naciones mencionadas en este salmo formaran una liga para eliminar a Israel...”. El Comentario de Lange señala: “Las 10 naciones que aquí están enumeradas como aliadas contra Israel, nunca son mencionadas en otro lugar como enemigos aliados al mismo tiempo y con el propósito de aniquilar a Israel”.
Otros comentarios señalan lo mismo. La alianza aquí descrita aún no se ha formado, porque, de hecho, es una profecía. ¡Todavía tiene que formarse en el tiempo del fin, simultáneamente con la profecía de Daniel 11!
De hecho, la evidencia está aumentando en los actuales titulares sobre esta alianza que se está formando ahora, ¡en cumplimiento de esta antigua profecía!
Al poner esto junto a otros pasajes bíblicos proféticos muestra que la relación entre Turquía y Alemania contribuirá específicamente a la destrucción de Israel. El profeta Abdías registró una extraordinaria profecía del tiempo del fin sobre “Edom”, cuyos descendientes modernos son los turcos. Muestra cómo Turquía, que posee una ruta de escape por tierra, (por ejemplo, el paso montañoso de las Puertas de Cilicia), traicionará de hecho a los israelitas modernos que intentan huir, poniéndolos en manos de sus conquistadores.
Si bien por el momento las relaciones oficiales son algo “cálidas” entre Turquía e Israel, esta traición profetizada muestra que el antisemitismo y la antipatía por el estado judío (así como por EE UU) seguirán desarrollándose dentro de Turquía. A medida que esa nación se vuelve más categóricamente islámica, el antiamericanismo y el antisemitismo, ya desenfrenado, están creciendo en los medios de comunicación turcos y entre el pueblo turco. EE UU e Israel están dispuestos a pasar esto por alto, sólo porque están desesperados por mantener la ayuda de Turquía. Sin embargo, las profecías del Salmo 83 y Abdías indican que su confianza en Turquía terminará en un desastre.
El interés estratégico de Alemania en Oriente Medio
La profecía bíblica detalla claramente las próximas alianzas en Oriente Medio y con Alemania. Eso hace que sea particularmente intrigante reconocer cómo los propios intereses geopolíticos de Alemania la están llevando a aliarse con estos Estados árabes suníes. Estamos observando e informando regularmente sobre la creación, por parte de Berlín, de lazos cada vez más fuertes de cooperación económica y de defensa con estas naciones encabezadas por Arabia Saudí como por los turcos.
alemana Angela Merkel en 2007.
(Crédito: ANDREAS RENTZ/Getty Images)
En los últimos años, la Armada Alemana se ha desplegado fuertemente en el Mediterráneo para proteger sus propios intereses y los de Europa a lo largo de lo que Winston Churchill llamó “el suave bajo vientre de Europa”. Sus despliegues frente a las costas del Líbano y de Libia septentrional y frente al Cuerno de África, bajo los auspicios de los mandatos de las Naciones Unidas, han sido un punto de apoyo crucial para la construcción de una futura presencia alemana desde el Levante hasta el Golfo de Omán.
La cooperación de Berlín con los Emiratos Árabes Unidos (eau) comenzó poco después de la caída del Muro de Berlín y la reunificación de Alemania en 1989. Desde entonces, el emirato de Qatar adquirió una parte de Volkswagen, mientras que la Aabar Investment Society de Abu Dhabi compró acciones de Daimler, el mayor productor de automóviles de Alemania. El socio de ThyssenKrupp en los eau, el Abu Dhabi Mar Consortium, posee ahora la mayoría de las acciones del Astillero Nobiskrug, que hasta hace poco se especializaba en la producción de navíos de lujo en Rendsburg (Alemania). Más importante aún, en 2005 Alemania firmó un acuerdo de cooperación en el ámbito militar con los eau.
turco, Recep Tayyip Erdogan.
(Crédito: ADAM BERRY/Getty Images)
Este acuerdo llevó a ThyssenKrupp a renunciar en 2009 a “la producción de embarcaciones civiles para concentrar sus astilleros únicamente en la producción de armas. La misma está entrando en una ‘asociación estratégica’ con la Abu Dhabi Mar Co. de los eau. Su acuerdo sella la alianza militar entre Alemania y los Emiratos, creando posiblemente la oportunidad de eludir las normas alemanas de exportación de armas y poner fin a los esfuerzos destinados a forjar una producción naval germano-francesa...”. (German-Foreign-Policy.com, 26 de octubre de 2009).
En Bahréin, Alemania ha apoyado durante un decenio al clan gobernante suní, al-Khalifa, para impedir una toma de poder chií de inspiración iraní. Alemania ha suministrado a Bahréin barcos de patrulla naval desde la época en que Oriente Medio fue desestabilizado por la caída del Sha de Irán. En los últimos años, Alemania ha intensificado sus exportaciones de armas a Bahréin, especialmente los tipos de armas que históricamente se han utilizado para sofocar la insurrección; armas que en 2011 fueron utilizadas para impedir la tentativa de derrocar al gobierno durante la Primavera Árabe.
Alemania ha elegido un bando en el dividido Oriente Medio. Al apoyar a las naciones árabes sunitas, Alemania está trabajando para contener a un Irán agresivo.
Alemania también ha intensificado sus vínculos políticos y militares con Qatar desde 2007. El gobierno alemán aprobó la venta de 36 tanques Leopard 2 y 24 sistemas blindados de artillería autopropulsada Howitzer 2000 como primera entrega de equipo militar pesado al emirato. Y desde 2008, Arabia Saudí ha obtenido la licencia para producir rifles alemanes del fabricante de armas Heckler & Koch. En consecuencia, el ejército de Arabia Saudí ha estado utilizando estas armas desde 2015, incluso en Yemen, lo que ha provocado una grave reacción dentro de Alemania, ya que es considerado cómplice en la agudización de la guerra civil en curso. En 2011, Berlín y Arabia Saudí concertaron un acuerdo de armas por un valor de miles de millones de euros en el que los saudíes convinieron en comprar cientos de tanques de fabricación germana.
En 2015, el aumento en la venta de armas a los Estados del Golfo fue tan grande, que muchos alemanes preocupados pidieron la renuncia del ministro de economía. Las cifras filtradas indicaban que el gobierno aprobó 8.900 mil millones de dólares en ventas en 2015, el doble del monto durante 2014.
Estos acuerdos de defensa, así como el fortalecimiento de los lazos económicos, muestran claramente que Alemania ha tomado partido en el dividido Oriente Medio. Al apoyar a las naciones árabes suníes, Alemania está trabajando para contener a un agresivo Irán.
Sin embargo, como muestra la profecía del Salmo 83, hay algo más en los contratos de defensa de Alemania en Oriente Medio que sólo contrarrestar a Irán. Sus actividades en la región la están preparando para un gran enfrentamiento con las naciones de Israel. Según la profecía, su chocante y violento ataque relámpago contra Irán y sus aliados, sólo servirá como precursor de una mucho más chocante y violenta doble traición contra los modernos descendientes de los antiguos israelitas, incluyendo al Estado judío, EE UU y Gran Bretaña.
Mientras el creciente poderío de Alemania en Oriente Medio se está volviendo más evidente para los analistas en los últimos años, el jefe editor de la Trompeta fue el primero en exponer esta tendencia, antes de que hubiera muchas pruebas de confabulación con Alemania. Esto se debe a que su análisis está basado en las profecías que se encuentran en el Salmo 83, Daniel 11 y en otras partes de la Biblia.
Esta alianza entre los Estados de Oriente Medio y Alemania está lejos de haber sido concluida. Todavía hay naciones en la profecía, tales como el Líbano y Siria, que permanecen bajo el dominio de Irán. Sin embargo, así como sabíamos que los Estados del Golfo acudirían a Alemania en busca de apoyo, también esperamos que Siria y el Líbano acaben por abandonar la influencia iraní y se vuelvan hacia Alemania.
¡Es por esto que la Trompeta espera una inminente alianza entre las naciones árabes y Europa! ▪
La alianza que nadie ve venir
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LA ALIANZA QUE NADIE VE VENIR
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