(ERIC BARADAT/AFP VIA GETTY IMAGES)
Un presidente sólo en nombre
La semana pasada [escrito el 23 de marzo], Joe Biden se resbaló tres veces y se cayó mientras subía las escaleras del Air Force One [el avión presidencial]. Las fotos y videos de la caída están por toda la Internet. La Casa Blanca culpó al viento, pero los líderes y la gente común de todo el mundo se están dando cuenta del deterioro de la salud mental y física de Biden.
“Es una crisis de seguridad nacional, porque nuestros adversarios en todo el mundo (Irán, Rusia, Venezuela, China) están observando esto”, dijo el ex asesor de Trump Stephen Miller a Fox News. “Están observando a Estados Unidos, y su representante principal ni siquiera puede realizar una simple entrevista sin una hoja de referencias y se cae, no una, ni dos, sino tres veces subiendo un tramo de escaleras. Es triste verlo (…) Es extremadamente grave”.
No sólo son los ex funcionarios de la administración Trump como Miller los que hacen estas afirmaciones. La autora feminista y liberal Naomi Wolf también ha expresado su alarma por el actual estado de salud de Biden. “Como estadounidenses, seríamos negligentes si no nos diéramos cuenta que este es un hombre que está teniendo dificultades físicas, y nuestra seguridad nacional como que depende de que seamos adultos”, dijo en una entrevista con Steve Malzberg. “Cuando un presidente muy anciano tiene problemas físicos, es una preocupación importante de seguridad nacional…”.
En la campaña presidencial, Biden se burló del presidente Donald Trump por subir y bajar rampas lentamente en algunas ocasiones, diciendo: “Mira cómo pisa él y mira cómo piso yo. Miren cómo subo las rampas corriendo y él baja las rampas tropezando”. Sin embargo, la caída de Biden en las escaleras del Air Force One ahora está atrayendo la atención del mundo respecto a sus tropiezos físicos, pero no son nada en comparación a sus tropiezos mentales.
¡Un presidente estadounidense está colapsando ante nuestros ojos!
En octubre, él accidentalmente dijo: “Hemos creado, creo, la organización de fraude electoral más extensa e inclusiva de la historia de la política estadounidense”. El 3 de noviembre, Biden le presentó a su nieta una multitud, pero se refirió a ella como su hijo. El 8 de marzo, olvidó el nombre del Secretario de Defensa, Lloyd Austin, llamándolo “el tipo que dirige ese conjunto”, una referencia hacia todo el ejército de Estados Unidos. El 18 de marzo, se refirió a la vicepresidenta Kamala Harris como “presidenta Harris”.
Cualquiera que habla regularmente en público suele cometer errores, pero el extenso historial de Biden de estadísticas mal citadas, comentarios ofensivos, declaraciones erróneas y desconcierto revelador es constante. A pesar que se le protegió agresivamente del público y especialmente de las preguntas desafiantes mientras hacía campaña para convertirse en presidente de Estados Unidos, y ahora que ha sido jurado como presidente de Estados Unidos, sigue cometiendo errores flagrantes y públicos que hacen que la gente cuestione no sólo si tiene la capacidad mental para dirigir al mundo libre o a Estados Unidos, sino si tiene la capacidad mental para dirigir su partido o incluso su administración.
La gente se pregunta quién está realmente al mando.
Algunas de sus declaraciones podrían darnos una pista. En octubre, él se refirió a sí mismo como compañero de fórmula de Kamala Harris. En diciembre, se refirió a ella como “presidenta electa”. La semana pasada se refirió a ella como “presidenta Harris”. Declaraciones como éstas son bromas y errores, pero es obvio que Harris está desempeñando un papel inusualmente importante en la administración de Biden. Ella ha sido la encargada de llamar a ciertos líderes mundiales, y un correo electrónico filtrado desde dentro de la administración ha revelado que un alto funcionario de comunicaciones de la Casa Blanca ha dado instrucciones a todas las agencias para que se refieran a la “administración Biden” como la “administración Biden-Harris” en todas las comunicaciones públicas oficiales. Quizás usted se dio cuenta del cambio.
Harris es probablemente el verdadero poder en la Casa Blanca.
“La capacidad de nuestro comandante en jefe es una cuestión pública vital”, dijo el comentarista político Steve Hilton a Fox News después que Biden se refirió a la Vice Presidenta como “presidenta Harris”. “No sólo es este tropiezo. Casi todos los días hay un tropiezo similar en donde parece olvidar dónde está o qué está haciendo. Se tambalea y murmura. Está claro que, como mínimo, no tiene la energía necesaria para hacer su trabajo. Pero lo que es más serio, sobre una base sustantiva, sólo hay que observar la agenda que se está llevando a cabo para ver que Joe Biden es presidente sólo en nombre”.
El hecho de que Harris haya hablado de forma independiente con al menos seis líderes extranjeros demuestra que los jefes de gobierno de todo el mundo (incluyendo a mandatarios domésticos que realmente tienen poder sobre esta administración) no toman en serio a Biden. ¡Él no está dirigiendo el país, ni la presidencia!
En su lugar, hay que observar de cerca a una mujer que abandonó la carrera presidencial 11 meses antes de las elecciones en el sexto lugar entre los demócratas con el apoyo de sólo el 2% de los estadounidenses. Había llegado a un máximo del 15% al pintar como ligeramente racista al candidato en el debate que estaba a su lado: Joe Biden.
El periodista de investigación Lee Smith denunció en noviembre de 2020 que Harris sería probablemente una herramienta de Barack Obama para dirigir la Casa Blanca tras bastidores. “En los círculos políticos, no era un secreto que Obama había lanzado su apoyo a Kamala Harris”, escribió en “Behind the Scenes, Obama Never Left” [Entre bastidores, Obama nunca se fue]. “Ella es ambiciosa y llamativa y, sin ideas firmes u opiniones propias, no representa ninguna amenaza para él. Era la heredera ideal de Obama, pero los votantes de las elecciones primarias la encontraron falsa y antipática, y quedó fuera de la carrera a principios de diciembre. Él encontraría la manera de restablecerla, pero, mientras tanto, necesitaba un caballo para cabalgar por las elecciones primarias”.
Smith infiere que Obama presionó a Biden para que eligiera a Harris como su candidata a la vicepresidencia. Esto permitiría a Obama hacerse con la presidencia a través de su aparentemente débil y controlable ex-vicepresidente, y luego convertir a Harris en el verdadero poder para implementar su agenda radical.
Harris está asumiendo más funciones presidenciales a medida que la salud de Biden declina, y Obama está influyendo en la política entre bastidores. Esta es seguramente la razón por la que Barack Obama nunca abandonó Washington D.C., el único presidente moderno que no lo ha hecho además de Woodrow Wilson, quien había sufrido un derrame cerebral. Obama nunca renunció a su agenda.
La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró a los periodistas el 22 de marzo que Barack Obama y Joe Biden “no son sólo presidente y vicepresidente. Son amigos y se consultan y hablan sobre una serie de temas”. Ella no sabía exactamente cuántas veces han hablado estos dos hombres desde el día de la investidura, pero mencionó que “nuestros equipos están regularmente en contacto sobre una serie de temas”. ¡Esta afirmación es extremadamente reveladora!
Al parecer, Obama tiene todo un equipo de personas trabajando para él que son distintas del equipo de Joe Biden. ¿Qué tipo de equipo es? ¿Es como un segundo personal de la Casa Blanca? Dado el deterioro de la salud mental y física de Biden, no es exagerado decir que Obama probablemente ejerce más influencia en la administración de Biden que el propio Biden.
Este es el tipo de acuerdo que el año pasado Obama dijo que le gustaría tener al comediante Stephen Colbert. “La gente me preguntaba, sabiendo lo que sabes ahora, ¿desearías tener un tercer mandato?” dijo Obama. “Y solía decir, si pudiera hacer un arreglo en el que tuviera un suplente, un hombre o mujer de portada y tuvieran un auricular puesto y yo estuviera en mi sótano en ropa deportiva observando la situación y pudiera proporcionar las palabras, pero alguien más estuviera haciendo toda la charla y la ceremonia, estaría bien con eso, porque el trabajo me pareció fascinante”.
La gente dirá que eso es una broma para un comediante, pero ¿cree que Obama no ha estado manipulando las cosas en los cuatro años desde que dejó el cargo?
Biden y Harris dicen las palabras, pero Obama y su equipo son los que determinan cuáles son esas palabras. Han secuestrado al gobierno con el propósito de (como dijo Obama antes de ser elegido en 2008) “transformar fundamentalmente a Estados Unidos de Norteamérica”.
Quizás la descripción más clara de este secuestro aparece en Daniel 8. Los versículos 9-12 describen una fuerza espiritual maligna a la que “A causa de la prevaricación [es decir, Dios lo permite a causa de los pecados del pueblo] (...) le fue entregado el ejército, y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó”.
La Concordancia de Strong define “ejercito” como una multitud de personas, especialmente organizada para la guerra. Puede referirse a un ejército de demonios, ángeles u hombres. Aquí se refiere a los demonios y a los hombres que ayudan a echar la verdad por tierra.
Como mi padre explica en Estados Unidos bajo ataque, Barack Obama es un tipo moderno de Antíoco Epífanes, un rey malvado que obtuvo el trono a través de mentiras. Luego traicionó al pueblo de Judá, que estaba bajo su gobierno, lo masacró y profanó el templo de Jerusalén con un ídolo de sí mismo.
Aunque noticias sobre Obama han sido en su mayoría inexistentes después de que dejara su cargo, nosotros en la Trompeta lo hemos estado observando. En la edición de febrero, mi padre escribió que Obama estaba “¡... en el epicentro de la crisis electoral y del esfuerzo de la izquierda radical para impedir que Donald Trump sea reelegido!” Él basó su análisis en 2 Reyes 14:23-29, que describe un movimiento dirigido por Satanás en el tiempo del fin para “raer el nombre de Israel de debajo del cielo”, y en Daniel 8:12, que expone a un Antíoco del tiempo del fin que “echó por tierra la verdad”, así como en Apocalipsis 12:9, que revela que Dios ha arrojado a Satanás a la Tierra.
Actualmente estamos viendo claramente la agenda de Antíoco. Los izquierdistas radicales se han quitado la máscara, y Dios está exponiendo toda su corrupción. Cuando la gente no ama profundamente la verdad, eventualmente llega a creer mentiras (2 Tesalonicenses 2:9-12). Los estadounidenses han permitido que esta condición pecaminosa empeore hasta el punto en donde nuestra presidencia misma es una farsa. ▪
ESTADOS UNIDOS BAJO ATAQUE
¿Está usted preocupado sobre hacia dónde está dirigiendo el país la administración actual? ¿Y sobre si la nación puede o no sobrevivir los próximos cuatro años? La situación está peor de lo que usted piensa, y sólo existe una forma para solucionar este problema gigantesco.