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Un ejército ‘woke’ nos pone a todos en peligro
Estados Unidos supera a todas las demás naciones en gastos militares. De hecho, gasta más en su ejército que China, Francia, Alemania, India, Japón, Rusia, Arabia Saudí, Corea del Sur y el Reino Unido juntos. Sin embargo, a pesar del inmenso poder de EE UU, todavía hay una nación en la Tierra con el poder y la influencia para destruirlo completamente y dejarlo indefenso.
“¿Será que algún gigante militar transatlántico cruzará el océano y nos aplastará de un golpe?”, preguntó Abraham Lincoln al Liceo de Jóvenes de Springfield, Illinois, el 27 de enero de 1838. “¡Nunca! Todos los ejércitos de Europa, Asia y África combinados, con todos los tesoros de la Tierra (excepto el nuestro) en su cofre militar, con un Bonaparte por comandante, no podrían por la fuerza tomar un trago del Ohio o hacer una senda en el Blue Ridge en mil años de adversidad. ¿En qué momento, entonces, se puede esperar la aproximación del peligro? Respondo que si alguna vez nos alcanza, debe surgir entre nosotros. No puede venir desde el extranjero. Si la destrucción es nuestro destino, debemos ser nosotros mismos su autor y consumador. Como nación de hombres libres, debemos vivir todo el tiempo o morir por suicidio”.
Abraham Lincoln entendió que la única nación con el poder de destruir a EE UU era el propio EE UU. Esta nación necesitaba su advertencia entonces, y hoy la necesita aún más.
Teoría crítica de la raza
Nuevos documentos obtenidos por Judicial Watch muestran que a los cadetes de West Point se les está enseñando la teoría crítica de la raza. Esta doctrina subversiva fue formulada en 1989 en un retiro organizado por la activista negra feminista Kimberlé Crenshaw. Es un nuevo tipo de comunismo, donde el conflicto racial remplaza al conflicto de clases en un esfuerzo por derrocar el capitalismo. Y los altos mandos de EE UU ahora están impulsando esta ideología entre los soldados.
“Nuestro ejército está siendo socavado desde adentro”, dijo el presidente de Judicial Watch, Tom Fitton, a Tucker Carlson el 21 de junio. “Este es el tipo de lenguaje revolucionario marxista contra el que se estructuró nuestro ejército durante la Guerra Fría para intentar proteger a esta nación. Y ahora están dentro. Este es el Departamento de Defensa de Biden”.
Algunos de los documentos obtenidos por Judicial Watch revelan que a los cadetes de West Point se les enseña que “para comprender la desigualdad racial y la esclavitud, primero es necesario abordar la blancura”, y también que la blancura es “un punto de vista o lugar desde el cual las personas blancas se miran a sí mismas y al resto de la sociedad”.
Estos documentos establecen que los oficiales “deben estar preparados para responder cuidadosamente cuando los soldados pregunten sobre temas de las noticias, como la teoría crítica de la raza”. Sin embargo, en lugar de explicar las raíces marxistas de esta teoría, el material de capacitación de West Point enseña que los estadounidenses negros tienen “menos probabilidades que los blancos” de que se les realicen “las pruebas médicas recomendadas” o de recibir “una promoción laboral” debido al racismo estructural.
Este entrenamiento no está diseñado para resolver los prejuicios o la intolerancia. Tiene la intención de debilitar al ejército dividiéndolo en campos pro capitalistas y pro socialistas.
El teniente coronel Matthew Lohmeier fue relevado de su mando el año pasado después de publicar un libro titulado Irresistible Revolution: Marxism’s Goal of Conquest and the Unmaking of the American Military [Revolución irresistible: El objetivo de conquista del marxismo y la destrucción de las Fuerzas Armadas estadounidenses]. Su destitución fue preocupante ya que su libro presentaba un sólido argumento de que el ejército de Estados Unidos está siendo destruido por una ideología subversiva por la que, para detenerla, muchos sacrificaron sus vidas durante la Guerra Fría.
Durante su aparición el 14 de mayo de 2021 en el podcast Information Operation con el presentador L. Todd Wood, el coronel Lohmeier reveló que los programas de entrenamiento de diversidad militar están impregnados de marxismo y teoría crítica de la raza. “Nuestro sector de la diversidad, la inclusión y la equidad y los entrenamientos que estamos recibiendo en el ejército a través de ese sector tienen sus raíces en la teoría crítica de la raza, que tiene sus raíces en el marxismo”, dijo. Contó que le dieron un manual de capacitación que citaba las protestas del Capitolio del 6 de enero como un ejemplo de extremismo mientras ignoraba los disturbios de Black Lives Matter que sucedieron tras la muerte de George Floyd a manos de un oficial de policía.
Wood bromeó con el coronel Lohmeier: “Probablemente te destituyan después de que esta entrevista se publique”. Wood tenía razón. Poco después, el coronel Lohmeier fue relevado de su mando en el 11º Escuadrón de Alerta Espacial en la Base de la Fuerza Aérea Buckley.
Mucha gente se sorprendió cuando el teniente general Stephen Whiting despidió al coronel Lohmeier. Pero Lohmeier puede ser sólo el comienzo de una purga militar mucho más grande.
El secretario de Defensa, Lloyd James Austin, contrató a Bishop Garrison, un teórico crítico de la raza, como el nuevo zar del extremismo del Pentágono, encargado de purgar a los extremistas del ejército. Su Grupo de Trabajo Contra el Extremismo está monitoreando los historiales de búsqueda en Internet y las publicaciones en las redes sociales del personal militar, en busca de evidencia de “comportamiento extremista”. Y para eludir las restricciones de la Primera Enmienda sobre la supervisión del gobierno, el grupo de Garrison está utilizando una empresa de vigilancia privada para rastrear “continuamente” las cuentas de las tropas en las redes sociales.
El peligro en la división
¿Cómo sería Estados Unidos si su ejército se dividiera en facciones hostiles? La última vez que sucedió fue cuando Abraham Lincoln era presidente. Pero existe una posibilidad real de que los soldados estadounidenses pronto tengan que elegir si defender la Constitución de EE UU o los valores marxistas que se les imponen.
En 2020, los datos financieros de la Comisión Electoral Federal revelaron que el senador Bernie Sanders era el candidato presidencial más popular entre los soldados. Esto por sí solo muestra la división en el ejército.
Estados Unidos está amargamente dividido. Destacados observadores están discutiendo la posibilidad de una guerra civil. Una encuesta de la Universidad de Georgetown de 2019 mostró que dos tercios de los estadounidenses creen que EE UU está “al borde de la guerra civil”. ¿Las luchas militares internas entre las fuerzas pro capitalistas y pro socialistas destruirán el poder estadounidense hasta el punto de que “algún gigante militar transatlántico podría cruzar el océano y aplastarnos de un golpe”?
La profecía bíblica indica que la respuesta es afirmativa.
El difunto Herbert W. Armstrong explicó en su histórico libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía que los anglosajones y los pueblos relacionados que se establecieron en EE UU y Gran Bretaña descienden de las antiguas tribus israelitas de Efraín y Manasés. Esto significa que las profecías bíblicas del tiempo del fin con respecto a Israel están dirigidas principalmente a EE UU y Gran Bretaña.
En Ezequiel 5, Dios revela que una tercera parte de la población del Israel del tiempo del fin morirá de pestilencia, hambre y violencia antes de que una potencia extranjera invada para llevarse a la población como esclavos.
“Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. (…) Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada” (versículos 9, 12). Estos versículos indican que EE UU se dañará a sí mismo antes de que los enemigos extranjeros invadan.
El Sr. Armstrong creía firmemente que el comunismo sería la ideología que debilitaría a EE UU hasta el punto en que ya no pudiera defenderse. “Lo que no logramos comprender, en la lucha con Rusia, es esto: no estamos luchando contra una sola nación en una guerra militar, sino contra un gigantesco ejército mundial vestido de civil, disfrazado de partido político, tratando de conquistar al mundo con un tipo de guerra completamente nuevo”, escribió el Sr. Armstrong en 1956. “Es un tipo de guerra que no entendemos, o que no sabemos cómo enfrentar. Utiliza todos los medios diabólicos para debilitarnos desde adentro, minando nuestras fuerzas, pervirtiendo nuestra moral, saboteando nuestro sistema educativo, destruyendo nuestra estructura social, destruyendo nuestra vida espiritual y religiosa, debilitando nuestro poder industrial y económico, desmoralizando nuestras fuerzas armadas y, finalmente, después de tal infiltración, ¡derrocando a nuestro gobierno por la fuerza y la violencia! ¡Todo esto, hábilmente disfrazado de un inofensivo partido político!”.
Hoy vemos una administración presidencial marxista trabajando horas extras para desmantelar al ejército de EE UU. El pueblo estadounidense bien puede ser el autor y consumador de su propia destrucción a menos que suceda algo dramático.
La gran lección de toda la historia es que la ley de Dios es la única ley que conduce a la paz, la unidad y la prosperidad. A medida que las personas buscan la unidad con Dios, también logran un acuerdo entre sí.
A medida que la división política y los disturbios civiles se apoderan de EE UU, a medida que surgen potencias extranjeras hostiles, es hora de mirar la misma Biblia que miró Abraham Lincoln, y de buscar al Eterno mientras puede ser hallado, llamarle en tanto que está cercano (Isaías 55:6).