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Un dramático cumplimiento de la profecía

LA TROMPETA

Un dramático cumplimiento de la profecía

En Levítico 26, Dios repetidamente les dijo a los antiguos israelitas que los castigaría “siete veces más por [sus] pecados”. Esto significa que los castigaría con intensidad extra si ellos, que habían conocido a Dios, se rebelaban contra Él. Pero también significa que Sus promesas de bendiciones, incluida la posesión de la Tierra Santa, serían retenidas “siete veces”. En hebreo, un “tiempo” también es una duración específica: un año de 360 días. Por ejemplo, compare Daniel 12:7, donde la expresión “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo” (3½) se utiliza para describir un período de 1.260 días (3½ x 360 = 1.260). Este mismo periodo de tiempo se describe en Apocalipsis 11:2 y 13:5 como “cuarenta y dos meses” (42 meses x 30 días = 1.260 días).

Siete “tiempos” de 360 días son 2.520 días. Pero los libros de Moisés también nos muestran el principio de un día por año. Los espías de Israel pasaron 40 días explorando la Tierra Prometida antes de que Israel se negara a entrar. Dios les castigó reteniéndoles la Tierra Prometida durante 40 años. Por este mismo principio, en Levítico 26 se profetiza que Dios retendría la tierra a Israel durante 2.520 años.

Diez tribus de Israel se separaron de la tribu de Judá (de donde descienden los judíos) y formaron un reino separado. Estas tribus del norte fueron conquistadas por los asirios perdiendo su identidad en el transcurso de la historia. Tiempo después, el reino de Judá fue conquistado por los babilonios en el año 605 a. C. Durante la mayor parte de la historia, Judá dejó de ser un Estado independiente. El territorio de Judea pasó a ser gobernado por los persas, luego fue territorio griego y después una provincia romana.

Adelantándonos 2.520 años desde ese cautiverio, llegamos al año 1917, el mismo año en que Gran Bretaña conquistó lo que hoy es el territorio de Israel. Como lo demostró Herbert W. Armstrong en su libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, los ingleses también son descendientes del pueblo de Israel (de una de las tribus del reino del norte). Así, el territorio volvió al dominio israelita, cumpliéndose la profecía de Dios. De hecho, la profecía se cumplió en el día exacto. Nabucodonosor aceptó la rendición de los judíos en lo que sería el 9 de diciembre del año 604 a. C., del calendario moderno. Los turcos dieron a los británicos su rendición formal el mismo día, el 9 de diciembre de 1917, exactamente 2.520 años después.