Reciba nuestro boletín gratis

Turquía se aleja de Rusia y se acerca a Europa

(KAY NIETFELD/PICTURE ALLIANCE VÍA GETTY IMAGES)

Turquía se aleja de Rusia y se acerca a Europa

Este repentino realineamiento está creando las condiciones para el cumplimiento de una misteriosa profecía bíblica.

Están surgiendo cifras inquietantes sobre las bajas rusas en la guerra contra Ucrania, así como sobre las bajas en el bando ucraniano. Y hay otra baja de esta guerra que se ha puesto de manifiesto recientemente: el vínculo entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan.

Durante los últimos años, Erdoğan ha cooperado estrechamente con la Rusia de Putin. Esto se debió en gran medida al enfado de Erdoğan por la forma en que la coalición occidental estaba operando en la guerra civil siria. Siempre ha sido un acto de equilibrismo en el que Erdoğan enfrenta a Rusia y Occidente para poder extraer el máximo de concesiones de ambas partes. Pero en su mayor parte, en los últimos años Erdoğan ha inclinado a Turquía hacia Rusia.

Esto quedó claro por la forma en que Turquía compró una gran cantidad de armamento a Rusia, incluido el alardeado sistema de misiles S-400. Quedó claro por el aumento de las exportaciones de Turquía a Rusia durante la guerra contra Ucrania y su aumento de las importaciones de energía rusa, incluso mientras Estados Unidos y Europa trabajaban para boicotear esa energía con el fin de castigar a Rusia. Quedó claro por la forma en que los bancos turcos sirvieron de intermediarios para los rusos sancionados. También quedó claro por el apoyo diplomático y político que Erdoğan prestó a Putin durante los primeros 16 meses de la guerra. Recién en mayo, pregonó la “relación especial” de su nación con Putin. Dijo: “Rusia y Turquía se necesitan mutuamente en todos los campos posibles” y llamó a Putin su “querido amigo”.




Otro aspecto importante del favorecimiento de Erdoğan a Rusia fue bloquear el intento de Suecia para unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, una alianza militar de naciones mayoritariamente europeas. Los suecos estaban aterrorizados al ver la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania, y en mayo de 2022 ese temor los llevó a poner fin a décadas de neutralidad para intentar unirse a la otan. Esto fue una gran noticia para Europa, ya que Suecia tiene una de las fuerzas aéreas mejor clasificadas del mundo y una situación geográfica que le permite gran control sobre el mar Báltico. La incorporación de Suecia añadiría un verdadero poderío a la alianza de la otan.

Pero las reglas de la otan dicen que todos los miembros del grupo tienen que aprobar la incorporación de cualquier nueva nación. Turquía es miembro de la otan, por lo que Erdoğan bloqueó la candidatura sueca. Turquía tenía sus propias razones, relacionadas con algunos prisioneros que Suecia se negaba a extraditar. Sin embargo, Putin considera a la otan como su adversario número uno. Así, que Turquía bloqueara la incorporación de Suecia y, por ende, el fortalecimiento de la otan, fue un regalo del cielo para Rusia.

Esta fue la postura general de Turquía durante los últimos años. Para muchos espectadores, parecía que la nación permanecería indefinidamente, quizá incluso cada vez más, alineada con Rusia. Pero la Trompeta ha estado esperando que Turquía rompa con Rusia y en su lugar se una más estrechamente con Europa. Hemos esperado esto debido a una profecía bíblica clave que dice que Turquía será un estrecho socio alemán en el tiempo del fin.

Y a principios de julio, Erdoğan empezó de repente a dirigir Turquía en una dirección totalmente distinta.

El giro de Turquía

El 8 de julio, Turquía sorprendió al mundo al liberar a cinco de los comandantes más temidos de Ucrania. Se trataba de oficiales de alto rango que Rusia había capturado en Mariupol en mayo de 2022. Algunos pertenecían a la guardia nacional de Azov, a la que Rusia acusa de ser nazi. En septiembre de 2022, Rusia accedió a liberarlos en un intercambio de prisioneros, pero Putin no quería que estos comandantes altamente capacitados volvieran al campo de batalla donde antes habían hecho tanto daño a las fuerzas rusas. Así que se llegó a un acuerdo con Turquía actuando como tercera parte, y según los términos, los hombres debían permanecer en Turquía hasta el final de la guerra.

La repentina decisión de Turquía de devolver a estos hombres a Ucrania mientras la guerra aún está en curso sorprendió a los rusos. “Nadie nos informó de esto”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. “El regreso de los líderes de Azov de Turquía a Ucrania no es más que una violación directa de los términos de los acuerdos existentes”, dijo.

Si se da cuenta de lo mucho que está en juego para Rusia y para Putin personalmente con esta guerra, se dará cuenta de que semejante movimiento por parte de Turquía fue una gran bofetada en la cara.

Al mismo tiempo, Erdoğan emitió una declaración diciendo que ahora apoya la idea de que Ucrania se una a la otan. Es difícil pensar en una declaración que enfurezca más a los dirigentes rusos.

Una bomba aún mayor llegó dos días después: Erdoğan asistió a la cumbre de la otan en Vilna, Lituania, y se reunió con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y con el secretario general de la otan, Jens Stoltenberg. No sabemos qué detalles concretos se discutieron en esta reunión. Pero sabemos que, al término de la misma, Erdoğan accedió a levantar su prohibición de la entrada de Suecia en la otan.

Fue una victoria vital para Europa y un gran ojo morado para la Rusia de Putin, sobre todo porque el centro de transporte terrestre y acuático más importante de Rusia, San Petersburgo, depende del acceso a través del Báltico. Ahora, entre Suecia y Dinamarca, la otan podría impedir a los barcos rusos entrar y salir del Báltico y de San Petersburgo. Politico lo resumió bien el 13 de julio: “Lo siento Rusia, el mar Báltico es ahora el lago de la otan”.

La guerra de Rusia contra los alimentos

En julio de 2022, se llegó a un acuerdo internacional que permitía la exportación de alimentos ucranianos a través del mar Negro a pesar de la guerra. Ucrania recibe el apodo de “granero de Europa” por su abundante producción de trigo, maíz, cebada, aceite de girasol y otros productos alimentarios. Gracias a las exportaciones de alimentos de Ucrania, millones de personas de todo el mundo, especialmente de África y Oriente Medio, pueden llevar comida a sus mesas.

Este acuerdo, llamado Iniciativa de granos del mar Negro, fue un trato importante. Permitió que unos 36 millones de toneladas de alimentos salieran de Ucrania y llegaran a naciones de todo el mundo. Gracias a él, los precios mundiales de los alimentos bajaron aproximadamente un 20%.

Pero Rusia dijo en julio que se retiraba del acuerdo y que empezaría a apuntar a cualquier barco que visitara alguno de los puertos ucranianos del mar Negro. Justo después del anuncio, los rusos iniciaron una serie de ataques con misiles contra las infraestructuras de producción, almacenamiento y exportación de grano de Ucrania; los precios del trigo en todo el mundo empezaron a dispararse.

Los rusos piensan que, si pueden interrumpir el suministro mundial de alimentos y amenazar con matar de hambre a un número suficiente de personas, convencerán a Occidente para que retire las sanciones contra ellos y puedan financiar mejor su guerra contra Ucrania. “Toda nuestra esperanza está en la hambruna”, dijo la redactora jefa de RT, Margarita Simonyan, poco después de que Rusia anunciara su retirada del acuerdo sobre los cereales. “La hambruna empezará ahora, y ellos levantarán las sanciones y serán amigos nuestros, porque se darán cuenta de que es necesario”.

La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, declaró: “Rusia simplemente está utilizando el mar Negro como chantaje. (…) Está tomando a la humanidad como rehén”.

Pero hay un problema con esta diabólica estrategia rusa. Turquía controla el Bósforo y los Dardanelos, los dos puntos de estrangulamiento que permiten a los barcos entrar y salir del mar Negro. Turquía también controla la mayor parte de la costa del mar Negro y tiene allí una poderosa presencia naval.

Turquía desempeñó un papel clave en la intermediación del acuerdo de exportación de cereales de julio de 2022. Y como parte de la reciente ruptura de Erdoğan con Rusia, Turquía trabaja ahora con Ucrania para permitir que continúen las exportaciones de alimentos a pesar de las objeciones rusas. Después de una llamada telefónica del 21 de julio con Erdoğan, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que las dos partes habían “coordinado esfuerzos para restaurar el trabajo de la Iniciativa de granos del mar Negro”. El servicio de prensa de Erdoğan, también, dijo que Turquía estaba trabajando para encontrar formas de salvaguardar el paso a través del corredor de cereales del mar Negro, a pesar de las amenazas rusas.

Aún es pronto y puede que los rusos demuestren al mundo que sus amenazas de hundir los barcos que transportan grano no eran vanas. Pero por ahora, parece que Turquía tiene la intención de anular la guerra de Rusia contra la seguridad alimentaria mundial.

Una profecía misteriosa

Muchos se preguntan por qué Erdoğan hizo este cambio tan drástico, rompiendo de repente con la Rusia de Putin y alineando a Turquía mucho más con Europa. Por el momento, su razonamiento no ha sido revelado, pero puede haber tenido que ver con el deseo de Turquía de comprar cazas F-16 a Estados Unidos, o con que Occidente suavice su patrocinio de facto de los kurdos, o con el temor de que Rusia pierda la guerra, o con la preocupación de que se impongan sanciones occidentales a los bancos turcos, o con algún tipo de garantías sobre un eventual ingreso de Turquía en la UE, o con alguna combinación de factores.

Puede que nunca conozcamos los detalles exactos de lo que provocó el cambio radical de Erdoğan. Pero sí sabemos que el Salmo 83, escrito hace unos 3.000 años, nos advertía de que debíamos esperar que la Turquía moderna se alineara con una Europa liderada por Alemania.

Este salmo trata de un grupo de naciones que formarán una alianza en un futuro próximo. Los versículos 6-8 dan varios nombres que indican qué naciones formarán parte de este bloque: “Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro. También el asirio se ha juntado con ellos…”.

He aquí los nombres modernos de estas naciones, tal y como se explican en nuestro folleto El rey del sur: Edom y Amalec son Turquía; los ismaelitas son Arabia Saudí y sus vecinos del Golfo; Moab y Amón son Jordania; los agarenos son Siria; Gebal y Tiro son Líbano; los filisteos son los árabes palestinos modernos. No podemos estar totalmente seguros de la exactitud de todas estas designaciones modernas, pero la idea general está muy clara.

La otra potencia mencionada en el pasaje citado anteriormente es el asirio. Éste está relacionado con Asiria, el término que la profecía bíblica utiliza para describir a la Alemania actual. (Para comprobarlo, pida nuestro folleto gratuito Alemania y el Sacro Imperio Romano). Así que Alemania será claramente un miembro de esta futura alianza descrita en el Salmo 83, y de hecho será la principal potencia detrás del grupo. La Biblia deja claro que Alemania en el tiempo del fin liderará una superpotencia militar europea unificada (artículo “La guerra de Rusia contra Ucrania está remodelando Europa”, página 1). Así que la mención del asirio en el Salmo 83 se refiere a algo más que a la propia Alemania. Connota a todo el bloque europeo liderado por Alemania.

Lo más alarmante es la revelación de la Biblia sobre qué hará exactamente esta alianza de naciones europeas y del Oriente Medio encabezada por Alemania una vez que surja. Los versículos 4 y 5 lo explican: “Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza”.

El objetivo de esta alianza masiva es destruir a las naciones modernas de Israel. La Biblia muestra que el nombre “Israel” describe a 12 naciones. Pero este pasaje en particular se dirige sólo a tres de ellas. La pequeña nación judía de Oriente Medio ahora llamada Israel es una; Estados Unidos y Gran Bretaña son las otras dos. (Pida su ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía para una explicación detallada).

Ahora mismo, Estados Unidos, Gran Bretaña y la nación judía están asociados con Alemania y sus aliados europeos. Pero la Biblia deja claro en este pasaje del Salmo 83 (y en otras numerosas Escrituras) que esta asociación terminará en desastre para esos tres. Alemania y otros enemigos de Estados Unidos, Gran Bretaña y la nación judía tienen como intención destruirlos por completo.

Eso es odio y destrucción al nivel del Holocausto. Y esta vez, irá más allá de los judíos, extendiéndose también a los estadounidenses y británicos. De eso trata esta profecía del Salmo 83. Nos muestra que Turquía continuará acercándose cada vez más al campo alemán, al igual que los otros países de Oriente Medio mencionados anteriormente. Y cuando estén alineados con Europa, bajo el dominio de un hombre fuerte alemán, pelearán para asegurarse de que “no haya más memoria del nombre de Israel”.

Si entiende la Biblia, debería ver un significado especial en que la Turquía de Erdoğan rompa con la Rusia de Putin y se alinee con Europa. Demuestra que se acerca rápidamente una era de guerra y sufrimiento mundial sin precedentes (Mateo 24:21).

Pero también hay una profunda esperanza ligada a todo esto porque Dios deja claro que no permitirá que los alemanes, los turcos y otros logren su diabólico objetivo. Sí, habrá guerra, y EE UU, el Reino Unido e Israel serán castigados severamente, más que en ningún otro momento de su historia. Pero la Biblia deja claro que antes de que sean aniquilados, el Creador intervendrá y pondrá fin a la violencia. Él marcará el comienzo de una era de paz para los pueblos de Turquía, Rusia, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Israel ¡y el mundo entero!

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?