Trump imputado: Parte 4

Anoche, el presidente Donald Trump fue imputado en Georgia por interferencia electoral. Él y otras 18 personas fueron acusados de “intentos criminales de interferencia en las elecciones presidenciales de Georgia”, según la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis.

Esta es la cuarta acusación contra Trump. Cada acusación ha sido más extravagante que la anterior. Esta vez la izquierda se ha superado a sí misma.

Actividad peculiar: esta acusación fue publicada en el sitio web del tribunal de Georgia antes de que el gran jurado votara sobre ella. El documento fue retirado rápidamente. Horas después, se anunciaron los cargos.

Trump escribió en un correo electrónico a sus seguidores: “El testimonio del gran jurado ni siquiera ha terminado, pero está claro que la fiscal del distrito ya ha decidido cómo terminará este caso. Están intentando robarme mi derecho al debido proceso”. Las acusaciones propuestas son competencia de la fiscalía del distrito, no de la oficina del secretario, argumentó. Sin embargo, le asignaron “un número de caso y un juez antes incluso de que el gran jurado llegase a deliberar”.

Los cargos: la acusación de 98 páginas incluye 41 cargos de delito grave contra los 19 acusados, entre ellos asociación ilícita, hacer declaraciones falsas, suplantación de un funcionario público, falsificación, influencia sobre testigos, conspiración para cometer robo informático, conspiración para defraudar al Estado, perjurio y presentación de documentos falsos. A Trump se le dio hasta el 25 de agosto para entregarse a las fuerzas del orden.

Según se informa, después de las elecciones de 2020, Trump se comunicó telefónicamente con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, y le instó a que “encontrara” suficientes votos para revertir los resultados, “porque ganamos el Estado”.

En 2016, Trump derrotó a Hillary Clinton en Georgia por más de 210.000 votos. En 2020, perdió ante Joe Biden por menos de 12.000. ¿Qué pasó con casi 200.000 votantes? Eso se preguntaba Trump, pero tales preguntas son ahora un “delito penal”.

Encubrimiento: cada una de las cuatro acusaciones de Trump se ha producido inmediatamente después de que se hicieran públicas las pruebas contra la familia criminal Biden.

FOR THOSE KEEPING SCORE:

3/17 - Hunter admits laptop
3/18 - Trump indictment news

6/8 - FBI doc alleges Biden bribe
6/9 - INDICTMENT

7/26 - Hunter plea deal collapses
7/27 - INDICTMENT

7/31 - Devon Archer testifies
8/1 - INDICTMENT

[NEW]

8/9 - MORE damning Biden…

— Natalie Winters (@nataliegwinters) August 15, 2023

La cobertura mediática se desvía hacia una imputación de Trump cada vez que se expone la corrupción de la izquierda, lo que hace que el momento de estas imputaciones sea demasiado conveniente para ignorarlo.

De cualquier cosa que la izquierda radical acuse a los demás, ellos suelen ser culpables de ese mismo delito. Las pruebas de que las elecciones de 2020 fueron robadas por los demócratas son abrumadoras: los recuentos estatales, las mulas rellenando urnas captadas por las cámaras y las pruebas de máquinas de votación manipuladas apuntan al fraude electoral. Sin embargo, Trump es el acusado por sugerir que las elecciones fueron robadas.

Interferencia electoral: en la red social Truth Social, Trump calificó las acusaciones como parte de la “caza de brujas” contra él y sus aliados “por parte de un fiscal de distrito fuera de control y muy corrupto que hizo campaña y recaudó dinero con el lema ‘Voy a atrapar a Trump”.

Él preguntó: “¿Por qué no lo imputaron hace dos años y medio? Porque querían hacerlo justo en medio de mi campaña política”.

Willis dijo en rueda de prensa que el juicio tendrá lugar dentro de seis meses, antes de las elecciones presidenciales.

Trump volverá al poder: el número de acusaciones en contra del presidente Trump es casi cómico. Cada una revela aún más los descarados intentos de la izquierda de interferir en las próximas elecciones. Una encuesta reciente mostró que 30 millones de estadounidenses creen que el uso de la violencia está justificado para impedir que Trump recupere la presidencia. Estos radicales harán todo lo posible para impedir que llegue al poder. La profecía bíblica muestra que no tendrán éxito.

El libro Estados Unidos bajo ataque, por Gerald Flurry, redactor jefe de la Trompeta, expone la corrupción del “Estado profundo”. Explica pasajes bíblicos, escritos para el tiempo del fin, que muestran que Donald Trump volverá a la presidencia. Para comprobarlo usted mismo, solicite su ejemplar gratuito de Estados Unidos bajo ataque.