Trump habla en contra de las importaciones chinas
El candidato principal a la nominación presidencial del Partido Republicano acaba de decir a sus asesores que está dispuesto a elevar los aranceles sobre todas las importaciones chinas en un 60% cuando regrese a la Casa Blanca.
Según un informe del Washington Post, tres personas familiarizadas con el asunto comunicaron los planes de Trump. Aunque esta información es una filtración anónima, encaja bien con un plan que Trump presentó el año pasado para revocar el estatus de nación más favorecida de China y eliminar gradualmente todas las importaciones chinas de bienes esenciales para la seguridad estadounidense.
Toma del poder comunista: desde que el Senado de Estados Unidos votó a favor de conceder a China el estatus permanente de nación más favorecida el 19 de septiembre de 2000, el déficit comercial de Estados Unidos con China se ha multiplicado casi por cinco, pasando de 80.000 millones de dólares a 383.000 millones. Estados Unidos depende ahora del Partido Comunista Chino para todo, desde la electrónica a los productos farmacéuticos y hasta el acero.
Donald Trump recomienda medidas drásticas para que Estados Unidos sea más autosuficiente.
Colapso mediático: el Washington Post y otros medios de comunicación están condenando a Trump por su plan, diciendo que perjudicará a los consumidores estadounidenses al provocar un aumento de los precios de los productos fabricados en el extranjero. Sin embargo, estos medios ignoran el hecho de que los productos fabricados en China son más baratos que los estadounidenses porque China utiliza mano de obra esclava. Muchas élites estadounidenses odian a Trump por amenazar con cortarles el acceso a las fábricas de explotación chinas.
Como escribió el periodista Lee Smith en un editorial de 2020:
El pilar central del nuevo orden corrupto es la relación de la élite estadounidense con China. Las élites políticas y empresariales estadounidenses no eligieron el declive. Eligieron enriquecerse. Al enviar la base manufacturera de Estados Unidos a China, aprovecharon una oportunidad de negocio como nunca antes se había visto: una enorme mano de obra cautiva controlada por un régimen autoritario que garantizaba la producción constante de bienes a una fracción de lo que costaría en casa.
Más información: lea “Despierte a la amenaza de China”.