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Su libertad es más frágil de lo que cree
Le estoy escribiendo desde lo que es casi un Estado fascista. El gobierno domina la economía. Las reuniones públicas están prohibidas. El país entero está bajo arresto domiciliario. Incluso los rusos y los cubanos pueden visitar el parque si quieren. Pero no aquí, en el Reino Unido.
Y todo sucedió muy rápidamente. Es una lección de cuan frágil es nuestra libertad.
Nunca pensé que Gran Bretaña respondería de esta manera. Quizás África, Asia e incluso Europa, pero no la nación de la ley común, de los derechos comunes, de la Petición de Derecho, la Carta Magna, el habeas corpus, la Carta de Derechos y el Parlamento. Pero rápidamente nos fuimos bajo arresto domiciliario—salvados de ser un estado policial solamente por una escasez de policías.
El 23 de marzo, el gobierno invalidó el “derecho común” de los ingleses, el que previamente pensaba, erróneamente, que el poder de su gobierno estaba limitado por la ley.
“Desde esta noche, debo darle al pueblo británico una instrucción simple: Deben quedarse en casa”, declaró el primer ministro Boris Johnson ese 23 de marzo. ¿Deben? Lo que el primer ministro conservador impuso no está en la ley británica. Nada en la historia legal británica dice que un sujeto británico necesita el permiso de su gobierno para dejar su propia casa. Pensé que vivía en un país donde el poder del gobierno estaba limitado por la ley.
Una de las partes más tristes de la situación de Gran Bretaña es lo poco que le importa a la gente. Las encuestas indican que el 93% apoya fuertemente, o un poco, las nuevas normas y sólo el 4% se oponen a ellas.
Pero mire lo que nos entusiasma. Miles tratarán de cerrar Londres para protestar por el cambio climático, pero no por el fin de nuestra libertad.
Nuestros ancestros soportaron gran sufrimiento e incluso la muerte por estas libertades. Estamos renunciando a ellas por algo que ha matado a un poco más de personas que una temporada de gripe especialmente mala.
La opresión está siendo racionalizada de la misma manera en que siempre se racionaliza: Sí, ¡estamos quitándole su libertad, pero lo estamos haciendo por una razón importante! Estoy seguro de que las restricciones serán reducidas y nos sentiremos “libres” de nuevo. Pero ahora el mundo sabe cuán fácilmente renunciamos a ellas.
Muchos en los medios de comunicación y en la política quieren potenciar el control del gobierno sobre la gente deshaciéndose de las restricciones legales y constitucionales. Ésa era su agenda antes del coronavirus, y así será después del coronavirus. Algunos ya están exigiendo que el gobierno ejerza un poder similar en el cambio climático y otras áreas.
Antes del 23 de marzo, la libertad británica era sagrada. Después del 23 de marzo, no lo era. Antes del 23 de marzo, la policía protegía la libertad. Después del 23 de marzo, ellos la amenazan. Antes del 23 de marzo, la libertad era un derecho natural de un ciudadano inglés. Después del 23 de marzo, es algo que el gobierno le da o le puede quitar. Nunca pensé que cederíamos voluntariamente nuestra libertad de esta manera. Pensé que los cientos de años de tradición tenían fuerza y peso. Que cualquier gobierno respetaría la ley y los precedentes lo suficiente como para hacer algo así. Estaba equivocado, y me doy cuenta de que soy culpable de cometer un error que advertimos en nuestra propia literatura.
El jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, ha advertido reiteradamente que Estados Unidos está abandonando el estado de derecho y su Constitución. Muchos líderes quieren desechar “la ley fundamental de la tierra”, escribió él en su folleto Estados Unidos bajo ataque, “y diciéndonos, Mire, eso sólo se interpone en el camino. No necesitamos esa vieja ley. Sabemos lo que es la justicia. ¡Usted puede confiar en nosotros!”.
Eso es exactamente lo que vimos en Gran Bretaña el 23 de marzo. El Sr. Flurry continúa, “¡Ese razonamiento allana el camino para los tiranos!”.
El Sr. Flurry escribe que muchos responden a las advertencias de la tiranía diciendo, ¡Oh, por favor! ¡Usted sabe que eso nunca podría suceder!
“Pero la tiranía de los gobiernos es una rutina en la historia humana…”.
Yo he leído eso. He estado de acuerdo con eso. Pero ahora me doy cuenta de que aún daba por sentada la libertad. La idea de que la tiranía en realidad podría suceder en Gran Bretaña no era real para mí.
“[N]uestra gente se ha conformado con una especie de fantasía sobre lo que realmente está sucediendo a nuestro alrededor. ¡Ellos no entienden lo mortalmente peligroso que es!” (ibíd).
Ahora me doy cuenta de que yo me he conformado con esa misma clase de “fantasía”.
“¿Está usted dispuesto a enfrentar la realidad? La mayoría de la gente no. Una neblina de engaño envuelve nuestro mundo. Es absolutamente asombrosa la facilidad con la que se engaña a la gente en esta tierra hoy día”.
La libertad es frágil. Y está bajo ataque.
Tal vez, igual que yo, la idea de que le quiten la libertad no era real para usted. Pero esta amenaza es real, y debe entenderla.
Nuestro folleto gratuito Estados Unidos bajo ataque expone la batalla por su libertad. Fue escrito cuando Barack Obama era presidente de Estados Unidos, y se enfoca en ese país. Pero la realidad de la que habla sigue siendo cierta, y es cierta en Gran Bretaña y en cualquier otro lugar.
Entender esta guerra no solo le ayudará a entender lo que está sucediendo en el mundo, también le dará una verdadera fuente de esperanza.
Es fácil angustiarse, frustrarse y molestarse acerca de este ataque a la libertad. Yo ciertamente he experimentado mi parte en todas esas emociones en los últimos meses. Pero entender la realidad detrás de este ataque también contiene una esperanza segura, individualmente y para nuestras naciones. Así que, si usted quiere permanecer cuerdo mientras el mundo a su alrededor enloquece, por favor lea Estados Unidos bajo ataque. Es lo único que me impidió enloquecer. ▪