(TANG CHHIN SOTHY/AFP VÍA GETTY IMAGES)
¿Se ha convertido Camboya en una colonia china?
China está construyendo de forma encubierta una base naval en la costa de Camboya a la que sus militares tendrán acceso exclusivo, informó el Washington Post el 6 de junio, destacando que tanto los chinos como los camboyanos están “tomando medidas extraordinarias para ocultar la operación”.
La instalación se encuentra en la base naval de Ream, en el Golfo de Tailandia. Los militares chinos, según un funcionario del gobierno de Estados Unidos que habló bajo condición de anonimato, tendrán “uso exclusivo de la parte norte de la base, mientras que su presencia permanecería oculta”.
Es probable que el secretismo en torno a la base china se deba a la preocupación de Camboya por una reacción interna, sobre todo porque la constitución del país prohíbe las bases militares extranjeras dentro de sus fronteras. Se desconocen los detalles sobre los motivos por los que las autoridades camboyanas aparentemente están incumpliendo la ley para permitir la entrada de China. Pero está claro que si China adquiere la capacidad de lanzar operaciones militares desde el Golfo de Tailandia, reforzará su capacidad de hacer valer sus reclamaciones de soberanía sobre el mar del Sur de China. Una presencia militar en la costa de Camboya también ampliará la influencia de China sobre el estratégicamente vital estrecho de Malaca, por el que pasa alrededor del 90% de los envíos de crudo del mar del Sur de China.
A los funcionarios estadounidenses les ha sorprendido la decisión de Camboya de permitir que China establezca en su nación una presencia que implica un cambio tan profundo, en gran medida porque Washington ha gastado abundantemente a lo largo de los años para desarrollar Camboya, en un esfuerzo por ganársela como socio de Estados Unidos.
Se han inyectado miles de millones de dólares en Camboya para ayuda militar, educación, reducción de la pobreza y desarrollo económico. Estados Unidos ha ayudado a entrenar a los soldados camboyanos y ha construido instalaciones militares en el país, incluidas partes de la base naval de Ream, a la que ahora se está trasladando China.
Pero a pesar de los desembolsos y las propuestas de EE UU, Camboya desprecia a este país y concede a los chinos un acceso estratégicamente valioso a su territorio.
A los analistas les preocupa especialmente que la nueva base de China pueda socavar el poder de EE UU en caso de ataque a sus socios en la región, como Japón, las Filipinas, Corea del Sur o Taiwán. Si uno de estos aliados de EE UU fuera atacado, muchas de las fuerzas estadounidenses encargadas de su defensa pasarían habitualmente por el estrecho de Malaca. Pero al utilizar fuerzas navales con base en Camboya, China podría complicar seriamente el tránsito de estas fuerzas estadounidenses.
La base de China en Camboya es sólo el último aumento de la capacidad de Pekín para proyectar poder militar en todo el mundo a expensas del poderío de EE UU. Esta tendencia progresa rápidamente y a la vez hace avanzar tres acontecimientos que son significativos a la luz de la profecía bíblica: el comienzo de “los tiempos de los gentiles”, la amalgama de “los reyes del oriente” y la decadencia de Estados Unidos.
“Los tiempos de los gentiles”
Lucas 21:24 habla de un tiempo en la era moderna en el que la humanidad entraría en una era llamada “los tiempos de los gentiles”.
En su artículo de febrero de 2020 “El colmo del gobierno del hombre sobre el hombre”, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, hablaba de esta época venidera, explicando que el término gentil en este contexto se refiere a “dos poderes principales; uno en torno a Rusia y China, y el otro en torno a Alemania. Cada uno tendrá aliados fuertes…”.
Cuando estos “tiempos” estén en plena vigencia, la influencia de Estados Unidos habrá desaparecido. Y naciones como China habrán llenado el vacío de poder. “Estos ‘tiempos de los gentiles’ están aún por ser cumplidos completamente”, escribió el Sr. Flurry. “Sin embargo, estamos en la periferia de esta tormenta catastrófica”.
La indiferencia de Camboya hacia Estados Unidos y la extraordinaria invitación a China acercan esta “tormenta catastrófica”.
‘Los reyes del oriente’
En Apocalipsis 9:16 se habla de una fuerza militar oriental que surgirá durante la misma era “gentil”. Esta fuerza constará de 200 millones de soldados. Apocalipsis 16:12 llama a este futuro grupo asiático “los reyes del oriente”, que, con la palabra “reyes” (en plural), indica un bloque multinacional formado por múltiples países asiáticos. Ezequiel 38 proporciona varios detalles sobre esta alianza militar, incluyendo que será liderada por Rusia, con China en una posición de liderazgo secundario.
Al unirse hoy a China, estados asiáticos como Camboya, se están creando las condiciones para que se cumpla la profecía de “los reyes del oriente”.
El declive de ‘Israel’
El difunto educador de renombre mundial Herbert W. Armstrong predijo hace décadas el colapso del poder de EE UU. Justo después de la fallida invasión estadounidense de Cuba en 1961, atribuyó la culpa no al ejército estadounidense ni a la administración de Kennedy, sino al pueblo de Estados Unidos: “A menos que Estados Unidos en su conjunto se arrepienta y vuelva a lo que se ha convertido en un eslogan vacío en sus dólares: ‘En Dios confiamos’, ¡los Estados Unidos de América han ganado su última guerra! ¡El Dios al que Estados Unidos ha abandonado le dio su más humillante derrota! ¿Qué significa la debacle cubana? Significa, Sr. y Sra. Estados Unidos, ¡que la escritura está en su pared!”. (Plain Truth (La Pura Verdad), octubre de 1961).
El Sr. Armstrong comprendió que Estados Unidos se encaminaba al colapso porque la gente se había negado a volverse a Dios. Y realizó sus pronósticos con confianza porque se basan en la profecía bíblica. La Biblia incluye pronósticos notablemente específicos para los descendientes de Israel, que incluyen al pueblo de Estados Unidos. Dios dijo que si las naciones de Israel se negaban a volverse a Él, Él quebrantaría “la soberbia de [su] orgullo” (Levítico 26:19).
En las seis décadas transcurridas desde que el Sr. Armstrong escribió esas palabras, el pueblo de Estados Unidos ha intensificado su rechazo a Dios y a Su ley. Y durante ese tiempo, Estados Unidos ha entrado en docenas de enfrentamientos militares, con campañas tibias que han ido minando un poco más el orgullo de la nación en su poder.
Lucas 21:26 muestra que estas diversas tendencias culminarán en un tiempo de calamidad y sufrimiento global sin precedentes, cuando “los hombres” estarán “desfalleciendo por el temor”. Sin embargo, el siguiente versículo dice que la calamidad terminará con el evento más transformador de toda la historia humana. Los tiempos de los gentiles, en cuya periferia ya se encuentra la humanidad, pasarán directamente a un tiempo de armonía y prosperidad sin precedentes para los pueblos de China, Camboya, Estados Unidos y todos los países.
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