Rusia supera a EE UU en las importaciones de gas de la UE, Alemania obstaculiza las sanciones

Desde la invasión rusa de Ucrania, los Estados miembros de la Unión Europea han cortado el suministro de gas barato ruso a través de gasoductos y han comprado más de su costoso gas licuado. Como consecuencia, en mayo Rusia volvió a superar a Estados Unidos como principal proveedor de gas de la UE. Es obvio que estas importaciones están financiando la guerra de Rusia. Mientras tanto, Alemania está obstaculizando la aplicación de sanciones significativas.

El diario alemán Welt señaló:

Las empresas europeas están ayudando a Rusia a transportar gas natural licuado por todo el mundo. (…) A pesar de toda la retórica, a Europa le está resultando notoriamente difícil prescindir del gas natural ruso. Es cierto que la UE ha prohibido la importación de carbón ruso y de petróleo importado por mar desde Rusia. Sin embargo, la UE no ha tocado hasta ahora el lucrativo sector del gas, que está inyectando miles de millones en las arcas rusas.

Algunos en la UE quieren dejar de financiar la guerra de Rusia. El 14 de junio, los Estados miembros de la UE debatieron sanciones contra el lucrativo sector ruso del gas natural licuado. Welt publicó un titular: “Ahora la UE planea sanciones contra el gas que realmente perjudicarán a Rusia”.

Dos años después de que comenzara la guerra, la UE pareció ponerse por fin de acuerdo sobre cómo sancionar a Rusia de forma significativa. Pero quienes se alegraron lo hicieron demasiado pronto. Citando a diplomáticos familiarizados con las conversaciones sobre las sanciones, Politico escribió “Alemania bloquea las primeras sanciones a Rusia por el gas”. El paquete de sanciones fracasó inicialmente debido a la oposición alemana a una disposición separada que buscaba endurecer las restricciones a las compañías cuyos bienes terminan en Rusia.

El canciller alemán, Olaf Scholz, rechazó las acusaciones de que Alemania estaba bloqueando las sanciones contra Rusia en la UE. “No se está bloqueando nada. Estamos discutiendo los detalles concretos”, declaró Scholz a Welt tv . “Se trata de cómo podemos garantizar que la economía alemana pueda llevar a cabo sus actividades”.

El 20 de junio, la UE acordó prohibir a Rusia el uso de los puertos de la UE para transferir gas entre grandes petroleros y buques más pequeños con destino a terceros países, pero nuevamente no logró llegar a un acuerdo que prohibiera totalmente a los Estados de la UE la compra de gas ruso. Además, se excluyó la disposición a la que se oponía Alemania. El portal alemán n-TV.de decía: “Este es el decimocuarto paquete de sanciones a Rusia presentado por los Estados de la UE. Sin embargo, no es tan duro como muchos desearían. La razón: las preocupaciones alemanas y las peticiones de cambios”.

La Comisión Europea calcula que se siguen entregando a Rusia mercancías valoradas en cientos de millones de euros a través de empresas subsidiarias europeas que pueden contribuir al desarrollo del sector ruso de defensa y seguridad. Los Estados miembros de la UE querían poner fin a esta situación, pero Alemania bloqueó la propuesta.

Ya es rutina que Alemania bloquee sanciones hasta que Rusia encuentre la forma de eludirlas. Lo mismo ocurre con el hábito alemán de demorar las exportaciones de armas a Ucrania.

Muchos creían que Alemania trabajaría para superar su dependencia de Rusia y cedería a la presión internacional. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, cada vez son más los que se quedan desconcertados ante la duplicidad de Alemania.

Alemania y los Estados miembros de la UE están gastando miles de millones en armar a Ucrania y a sus propios ejércitos para disuadir a Rusia. Al mismo tiempo, están financiando la maquinaria bélica rusa con miles de millones. Los analistas que citan únicamente los intereses económicos alemanes para justificar su relación con Rusia e ignoran esta contradicción simplemente no saben de lo que están hablando.

Al principio de la guerra de Rusia contra Ucrania, el redactor de la Trompeta Gerald Flurry escribió:

Estas dos naciones están trabajando para fortalecerse mutuamente a expensas de Europa y del orden mundial liderado por Estados Unidos. ¡Ambas quieren derribar ese orden y convertirse en grandes imperios! Esos imperios chocarán inevitablemente, pero por ahora tanto a Alemania como a Rusia les interesa debilitar a todos los demás y fortalecerse a sí mismos y entre sí. Teniendo esto en cuenta, el comportamiento tramposo de Alemania es fácil de entender.

Uno de los mayores beneficiarios de esta guerra es la industria armamentística alemana, que suministra armas a Ucrania y a otras naciones que se están armando con motivo de la guerra. Mientras más dure la guerra, más rápido crecerá este complejo militar. Alemania y Rusia colaboraron de forma similar entre la Primera y la Segunda Guerras Mundiales.

Como escribió el Sr. Flurry en la Trompeta de enero de 2009:

Yo creo que los dirigentes alemanes pueden haber llegado ya a un acuerdo con Rusia, un pacto moderno Hitler-Stalin en el que Alemania y Rusia se reparten países y activos. Este acuerdo les permitiría a cada cual poner la mira en otros objetivos. ¡Cualquier acuerdo de este tipo que pueda haberse establecido entre Alemania y Rusia es un precursor para la guerra!

Esta es la dimensión que falta en todos los análisis de los medios dominantes de hoy. Carecen por completo de entendimiento histórico y no saben nada sobre la profecía bíblica. Durante miles de años, la Biblia ha advertido que a menos que la humanidad aprenda a aceptar la ley y el gobierno de Dios, nuestro mundo acabará en una guerra que necesitará la intervención divina de Dios (Mateo 24).

Para comprender a fondo el comportamiento engañoso de Alemania hacia Rusia, lea el artículo reciente del Sr. Flurry “La ignorancia mortal de Francia sobre Alemania”.