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¿Quién es Ese profeta?

¿Quién es Ese profeta?

La Biblia describe a un profeta sin nombre que preparará el camino para la Segunda Venida de Jesucristo. ¡Este hombre está en la escena hoy! Conozca cómo probar la identidad de ‘ese profeta’.

Transcripción de La Llave de David

El apóstol Juan escribió acerca de un profeta, y lo llamó “ese profeta”, y hemos publicado un folleto que yo he escrito, y ha sido publicado cinco veces diferentes, y es acerca de ¿Quién es ‘ese Profeta’? Ha sido popular y estamos agradecidos por eso, y nos gustaría continuar enviando ese folleto, y libros relacionados con el tema.

Este hombre que es “ese profeta” va a entregar el mensaje final a Jesucristo cuando Él regrese. Eso es lo que dice la Biblia. Ahora, hay algo que realmente añade a eso, y es que tenemos el nuevo trono de David, y está en la Tierra, y este profeta lo tiene, y aquí tenemos el mismísimo trono que él va a presentar a Jesucristo Mismo. Ahora, eso lo hace mucho más emocionante. Y si usted es parte de las primicias, aquellos llamados y hacen la Obra de Dios antes de la Segunda Venida, van a compartir ese trono con Jesucristo. Y cuando leemos sobre eso y estudiamos sobre eso, sentimos como, bueno, ¡esto es como un sueño! Es como un sueño que tenemos, pero no es un sueño, y es realidad.

Y tenemos un nuevo folleto, El nuevo trono de David que se los explicará. Ese sueño podría ser suyo, sólo depende de si somos enseñables y como un niño, como dice Mateo 11 en verso 25. Si tienen ese tipo de humildad, Dios bien podría querer ponerles en ese grupo de primicias. Así que tenemos que ser urgentes porque el tiempo se acaba. El tiempo es corto. Incluso Satanás el diablo lo sabe. En Apocalipsis 12 en verso 12, nos lo dice. Nosotros también deberíamos saberlo.

Déjenme leerles de Juan 1 en verso 19. Dice aquí: “Este es el testimonio de Juan”, Juan, el Bautista, “cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? (20) Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. (21) Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy”. Y luego le dijeron: “¿Eres tú el profeta? Y respondió: No”. Este es Juan, el Bautista, hablando ahora, y él dijo, No, no soy ninguno de esos. Por supuesto, él preparó el camino para la primera venida de Cristo. Pero aquí tenemos algo que es todo sobre Jesucristo y Elías y ese profeta, y la Segunda Venida de Cristo. Así que no podían entender quién era este hombre, pero sabían algo sobre “ese profeta”. Incluso preguntaron: Bueno, ¿eres tú? Estos judíos sabían que existía ese profeta, que iba a ser el último en entrar en escena justo antes de que el Mesías viniera a la Tierra con poder.

Ven, cuando los judíos Lo vieron la primera vez, por supuesto, ellos entienden una sola venida, esa poderosa venida del Mesías, pero Él vino en una mula, y eso no era lo que ellos buscaban porque ellos querían libertad de los romanos. Ellos querían ser libres.

Si miran Malaquías 4, versos 5 y 6, habla que ese Elías, ese tipo (él es llamado Elías hoy), viene justo antes de la Gran Tribulación y el Día del Señor, todo lo cual dura tres años y medio.

Así que cuando los judíos preguntaron por ese profeta, alguien además de Elías, lo pusieron después de la obra de Elías, y así es en este tiempo final.

El verso 25 de Juan 1: “Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? ¿Qué estás haciendo aquí, bautizando a la gente si no eres uno de esos individuos? Bueno, ellos no sabían mucho acerca de Juan, el Bautista, ¡pero sabían acerca de ese profeta! Porque él va a estar aquí para realmente presentar a Jesucristo a esta Tierra en la Segunda Venida.

Así que ese profeta es una persona específica, y todo esto me fue revelado, primero en 2001; hace mucho tiempo, más de dos décadas. Y aquí tenemos estas profecías del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, y tienen varias profecías en el Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento y hablan de ese profeta. ¿Quién es él? ¿Quién es este hombre? Se menciona varias veces.

Ahora, necesitamos ser como los de Berea, que cuando algo como esto surge, ellos eran más nobles, dijo Pablo, porque eran más diligentes para probar lo que era o no la verdad de Dios. Querían probarla o refutarla. Así que usted y yo ciertamente necesitamos esta actitud y tener una mente abierta.

El Léxico de Thayer dice: “Los judíos creían que ese profeta ‘aparecería justamente antes del advenimiento del Mesías”, o el Ungido. ¡Justo antes del Mesías! Así que es el último, el último profeta en este tiempo final, y en la Biblia, para el caso, y la venida de Jesucristo hasta ese momento. Según estos comentarios, también dice: “Los judíos pensaban que había otro profeta que vendría justamente antes del regreso de Cristo”.

Lange continúa diciendo: “Este profeta en particular, por ende, significa uno quien deberá completar la obra predecesora de Elías”. Así que él continúa y completa la obra de Elías, y ambas obras en este tiempo final —Elías y Ese Profeta— nos dicen que esto es lo que sucede. Tenemos la obra de Elías y luego la era laodicena que viene después de la era de Filadelfia, y ellos se han vuelto tibios, y entonces esa obra simplemente se vino abajo y algo tenía que hacerse, así que Dios trajo a ese profeta a la escena, y él entregó este mensaje final acerca del regreso de Jesucristo a la Tierra.

Los judíos esperaban y aún esperan que ese profeta venga antes de Cristo. Todavía lo creen hoy, y es bíblico. Eso va a suceder antes de que llegue el Mesías. Va a suceder, y ya ha sucedido y está en proceso.

Así que Herbert W. Armstrong murió en 1986. Él fue el Elías del tiempo del fin y pueden comprobarlo. Él restauró todas las cosas espiritualmente, así que tenemos que saber algo sobre este hombre si él era tan poderoso e hizo tanto de la Obra de Dios. ¡Él restauró todas las cosas! Y así el hizo una gran obra. Y entonces cuando él murió, su propia Iglesia se hizo tibia y 95% de ellos simplemente se alejaron de eso. Así que pueden ver porque Dios dijo: Bien, necesitamos levantar esa obra de nuevo, y hacer lo que dice allí en Mateo 17 en versos 10 y 11. Donde Dios dijo que “restauraría todas las cosas”. ¡Todas las cosas!

En los versos 22 y 23 de Juan 1, esto es lo que dice: “Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? (23) Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto”, la voz. Bueno, esa era la voz en aquel tiempo, Juan el Bautista, preparando el camino para la primera venida de Jesucristo.

Pero aquí, si tienen una obra arruinada, entonces ¿qué van a hacer? Bueno, Dios lo dice muy claramente en Apocalipsis 10 en verso 11. Veamos eso, veamos eso. Apocalipsis 10 en verso 11, y aquí está lo que dice: “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez”, ¿ven? Bueno, ¿por qué profetizar otra vez? Bueno, porque la obra de Elías o la obra de Herbert W. Armstrong fue rechazada, y se apartaron de ella, ¡el 95% del pueblo de Dios! Y entonces Dios dice: ¡Bueno, , ese profeta, debes profetizar otra vez! ¡Tienes que hacerlo otra vez! ¡Mi Obra tiene que estar siempre allí! ¡Nunca debe fallar! Y entonces esto es lo que ellos hacían. Tenían que profetizar otra vez.

Y dice en el verso 11 de Apocalipsis 10: “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”. Y eso es, repito, después de que el tipo de Elías del tiempo del fin se ha ido. Él ya no está, y ese profeta entra en escena para entregar el mensaje final y la última oportunidad para que Israel realmente se vuelva a Dios. Esta será la última oportunidad, y tres naciones de Israel van a tener algunos problemas serios, problemas muy serios si no hacen caso al mensaje de advertencia de Dios. Ahora, pueden leer eso en nuestro libro sobre Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía. Lo hemos tenido por muchos, muchos años y les explica todo eso.

Pero Dios dice que tenemos que predicar y enseñar un mensaje sobre muchos pueblos, naciones, y lenguas, y reyes. Así que si mucha de la gente se ha ido, se sabe que sólo hay un rebaño muy pequeño que tiene que hacer la Obra de Dios, y son colaboradores, ese 5%, de ese profeta, y así es como entregan el mensaje y hacen la obra.

Verso 1 del capítulo 11: “Entonces me fue dada [singular, una sola persona, me fue dada] una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”. Así que esa palabra “levántate” realmente significa resurrección. ¡Levántate! ¡Hay una obra que hacer! ¡Sal de tu sueño! ¡Hay una Obra por hacer y tenemos que profetizar otra vez!

Eso es algo que deberíamos hacer siempre, ¡levantarnos y tomar una postura por Dios! ¡Tomar una postura por Él! Esa es la única manera de complacer a Dios. ¡Tenemos que hacer eso!

Pero aquí, ese profeta tiene autoridad y es capaz de medir la Iglesia y el altar (que es un tipo del ministerio). Pero aquí hay un hombre que tiene que entregar un mensaje. Tiene un pacto con Dios. ¡Ese profeta! Así que ese profeta y los filadelfinos se levantan como Cristo manda, ¡y los laodicenos están ciegos y simplemente dormidos! ¡Dormidos!

Pero esta era tibia es la que siguió a la era de Filadelfia, que fue el tiempo de aquel tipo de Elías que restauró todas las cosas.

Así que observen lo que dice aquí en el verso 1. Estamos hablando en el verso 1, el patio interior, ¡y ahí es donde Dios mora! Ahora, Dios mora en Su Iglesia dondequiera que esté. Cristo dijo incluso cuando vino a la Tierra la primera vez, Él dijo, Voy a edificar mi Iglesia. Es Mi Iglesia, y nunca morirá. ¡Esa es una promesa absoluta de Dios! Así que tiene que estar aquí en la Tierra en algún lugar, ese pequeño rebaño. ¿Dónde está? Pero qué bendición es entender sobre ese profeta y lo que está pasando, y qué clase de obra Dios está haciendo otra vez. ¡Él tiene que hacerlo otra vez!

Apocalipsis 11 en verso 1, dice, lo leeré otra vez: “Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo [griego: naos, el patio interior donde mora Dios] “de Dios, y el altar [el ministerio, un símbolo del ministerio], y a los que adoran en él”. El patio interior y el altar, que simboliza el ministerio, debe ser medido o corregido.

Verso 2: “Pero el patio que está fuera del templo [el patio exterior] déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses”. Esa gente se va a meter en serios problemas porque ahora están en el patio exterior. Ellos estaban en el patio interior, y ahora se han vuelto al patio exterior, y debido a eso, Dios dice: ¡Voy a castigarlos con la Gran Tribulación si no se arrepienten de lo que han hecho! ¡Eso es lo que Él va a hacer! Los laodicenos están ahora en el patio exterior.

Pero observen, ese profeta, lo que él continúa hasta este punto, y toda clase de esperanzas se explican aquí. Verso 15: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. ¡Así que este mundo y sus reinos están a punto de convertirse en el Reino de Dios en la Tierra! ¡Qué futuro tan maravilloso tenemos! Aunque no lo entendamos o no sepamos nada al respecto, ¡aun así va a suceder! ¡Dios va a hacer que suceda! ¡Este es el profeta de Dios que nos habla de este maravilloso futuro que tenemos! Y por supuesto, Jesucristo es el que lo hace, ¡no ningún hombre, ni ningún profeta! ¡Es obra de Dios! ¡Todo es Obra de Dios!

Así que si nos fijamos en el profeta Ezequiel, también habla de ese profeta, y su mensaje de advertencia era para Israel, pero Israel había ido en cautiverio hacía más de cien años cuando profetizó eso, por lo que su profecía es específicamente para este tiempo final, para hoy, ahora mismo, y hay algunas profecías difíciles de entender en ese libro. ¡Pero debemos hacerlo!

Noten lo que dice en el capítulo 33 en verso 7 [Ezequiel]: “A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca”, oye esta palabra de Mi boca, yo la voy a hablar, “los amonestarás de mi parte”. ¡Adviérteles de parte de Dios! ¡No se trata de hombres, se trata de lo que Dios está haciendo! ¡Y de lo que los hombres no están haciendo! Este no es un vigilante que la gente eligió, ¿ven? Dios dice: ¡Te he puesto por vigilante! Ahora, ¿es esa una tarea seria que tiene que hacerse? ¡Yo diría que !

Ahora, esto es lo que tienes que hacer: “Diles”, diles esto, el profeta. Este es ese profeta. “Diles”, porque no dice quién es este hombre. Bueno, él es “ese profeta”. Si leen el contexto, pueden verlo. “… Vivo yo, dice [el Eterno] el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”. Dios no quiere vernos morir. Él no quiere ver la muerte de las naciones, pero eso es de lo que Él está hablando. ¿Es esa la única manera en que Él puede llamar su atención? La mayoría de las veces es así. Esa es la naturaleza humana.

Pero esto es realmente, vean, repito, esto aún es acerca de una obra de vigilancia, pero hay más, y este Dios omnipotente dice: Mira, tienes que volverte, volverte, volverte y regresar a donde lo dejaste, especialmente los laodicenos, pero esto también está advirtiendo al mundo.

Y luego el verso 30, habla de que un mensaje de Dios viene, y el verso 31 sólo continúa diciendo que la mayoría del pueblo de Dios se negará a obedecer el mensaje. Y luego el verso 33, noten lo que dice: “Pero cuando ello viniere (y viene ya)”, dice: ¡He aquí, está viniendo! Viene rápido y lo pueden ver y lo pueden probar y lo pueden saber. Vendrá, “sabrán que hubo profeta entre ellos”. No lo sabrán. Ese profeta está allí, no lo sabrán hasta después de que estas cosas sucedan a menos que se arrepientan, y no hay mención de eso aquí, pero podría estar aquí si tan sólo aceptaran esta advertencia. ¿Pero cuáles son las posibilidades de que eso suceda?

Ven, aquí tienen un vigilante y un profeta, y Ezequiel no era un vigilante. Era un profeta. Pero aquí tenemos un vigilante y un profeta. Así que hay una obra poderosa y el profeta de Dios se está encargando de eso.

Ahora en Sofonías 1 en verso 14, fíjense en esto. El verso 14 dice: “Cercano está el día grande de [el Eterno], cercano y muy próximo”, ¡miren a su alrededor! Todo se está moviendo realmente rápido, sí, el gran Día del Eterno se está acercando mucho, y va a ser un tiempo difícil para algunas personas, muchas de ellas, así como la Gran Tribulación si no prestan atención a la advertencia de Dios. ¡Deben hacerlo! “Es amarga la voz del día de [el Eterno]; gritará allí el valiente”. ¡Es la voz! Bueno, no hay nombre. ¡Es ese profeta otra vez! ¡Increíble! Ese profeta está en muchos lugares diferentes.

Versos 1 y 2 de Sofonías 2, “Congregaos y meditad, oh nación sin pudor, (2) antes que tenga efecto el decreto, y [antes que, (vkj)] el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de [el Eterno], antes que el día de la ira de [el Eterno] venga sobre vosotros”. Cuatro veces dice Dios, ¡antes! ¡Asegúrese de acudir a Dios antes de que esto suceda! ¡Eso es lo que quiero que hagas! Ven, la voz, dice en Sofonías 3 en versos 1 y 2. Habla de la voz. ¡Tenemos que oír esa voz! ¡Hay una voz! Y podemos probar dónde está esa voz y lo que es, y podemos saber todo acerca de lo que se va a hacer. Pero hay que darse cuenta de que tenemos que hacer algo. Y lo que tenemos que hacer es tomar el material que le ofrecemos de esta obra, y ponerlo realmente en práctica. Y todos ustedes pueden estar ahí ayudando a Dios a llevar Su mensaje al mundo, y pueden compartir el mismísimo trono de David con Jesucristo. ¡Ustedes pueden hacer eso! Puedes ser la Esposa de Cristo. ¡Pueden estar allí con Jesucristo en Su trono para siempre! Qué futuro si tan sólo lo escogemos.