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¿Qué ha pasado con el liderazgo británico?
¿Ha habido un período más absurdo en la historia británica?
El 25 de octubre, Rishi Sunak se convirtió en el tercer primer ministro de Gran Bretaña en 2022. Boris Johnson fue sacado a principios del verano por celebrar fiestas llenas de alcohol en Downing Street después de haber puesto a todo el país bajo arresto domiciliario.
El Partido Conservador en el poder pasó 62 días eligiendo a un nuevo líder. Pero Liz Truss sólo duró 44 días, batiendo todos los récords del mandato más corto para un primer ministro.
Hay una verdadera sensación de caos en Reino Unido. La inflación está en su nivel más alto en 40 años, por encima del 10%. El aumento de las tasas de interés hace que la vivienda sea inasequible para el millón de personas con hipotecas de tasa variable. Los precios de los combustibles siguen siendo altos: el promedio de la gasolina es de 1,82 libras por litro, o 7,77 dólares por galón. Y el gobierno está pidiendo prestados miles de millones para ayudar a las familias y a las empresas a mantener las luces encendidas y los edificios calientes este invierno.
Alrededor del 2% de la población masculina adulta de Albania se ha unido a las decenas de miles de personas que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones. El gobierno gasta ahora 2.500 millones de libras esterlinas (2.900 millones de dólares) al año para alojarlos en hoteles, mientras la policía teme una ola de delincuencia alimentada por las bandas de narcotraficantes albaneses.
Para colmo de males, un pequeño grupo de manifestantes radicales cierra a diario las principales carreteras. La policía es demasiado tímida para detenerlos, por lo que media docena de personas causan regularmente trastornos a miles de personas.
Gran Bretaña se enfrenta a un futuro de mayores impuestos y costos, mayor delincuencia y menores oportunidades.
El escritor de Spiked Brendan O’Neill señaló que el mandato de Truss, que es el más corto en los 301 años de historia del cargo, “merece vivir en la ignominia. No necesariamente porque sus errores hayan sido tan espectaculares (aunque muchos sí lo fueron), sino por lo que este estrangulamiento al nacer en Downing Street nos dice sobre la política británica en general: que es un desierto; un vacío ideológico; un basurero de ideas. La falta del más mínimo atisbo de material de liderazgo en el circo de Westminster me horroriza”.
¿Por qué estamos en esta situación? Esta nación ha producido algunos líderes fantásticos en el pasado. ¿A dónde han ido a parar? ¿Por qué no podemos tener a nadie competente a cargo, y por qué nadie puede dar respuestas?
La causa de nuestros problemas
Cuando Rishi Sunak asumió el cargo el 25 de octubre de 2022, inmediatamente hizo historia como el primer primer ministro hindú de Gran Bretaña.
Ya fue el primer ministro del gabinete que juró su cargo sobre el Bhagavad Gita (texto sagrado del hinduismo). Esto fue completamente insignificante. La Biblia está tan alejada de la vida de la mayoría de los ingleses que a nadie le importa realmente que se haya cambiado por otro libro sagrado.
Sin embargo, es precisamente ahí donde debemos observar para entender nuestros problemas.
La mayoría cree que la Biblia es, al menos, un libro de buenos principios o buenas ideas. Pero pocos profundizan en los detalles.
Es una pena, porque esos detalles describen exactamente los problemas a los que nos enfrentamos.
La Biblia nos dice que cuando una nación cae, los problemas generalmente comienzan con el liderazgo. En Isaías 3:12, Dios se lamenta: “Oh, pueblo mío, tus líderes te engañan; te llevan por el camino equivocado” (Nueva Traducción Viviente).
La Biblia está llena de muchos principios que pueden hacer grande a cualquier nación o explicar la caída de cualquier imperio. Pero en el caso de Gran Bretaña es aún más específica. Por años hemos enseñado que la tribu bíblica de Efraín se refiere a Gran Bretaña en la profecía bíblica (lea nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía para más información).
Las profecías bíblicas para Israel y Efraín modernos describen perfectamente a la Gran Bretaña moderna.
El libro de Oseas tiene mucho que decir sobre el Efraín moderno. En lenguaje bíblico, analiza las causas de la disfunción de la Gran Bretaña actual.
El capítulo 5, por ejemplo, comienza dirigiéndose a los “sacerdotes” y a la “casa del rey”, los líderes de la nación. Dice que son un “lazo” y “una red”.
“Dios está poniendo la culpa donde corresponde”, escribe el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en su folleto Hosea—Reaping the Whirlwind [Oseas: cosechando el torbellino; disponible en inglés]. “¿Quién ha llevado a la nación de Gran Bretaña por el mal camino? Han sido los ministros, los gobernantes e incluso la familia real. Los líderes de la nación han sido un lazo para el pueblo”.
Dios señala a la familia real por su falta de liderazgo. Este fue tema del artículo de portada de la edición de la Trompeta del mes pasado. En él, el Sr. Flurry escribió: “Creo que ahora que la Reina ha muerto, la caída de Gran Bretaña se acelerará”. Un mes después, habíamos pasado a un nuevo líder y a una nueva serie de problemas.
Así que nuestros líderes mediocres están causando nuestros problemas. ¿Pero por qué no podemos encontrar buenos líderes? ¿A dónde han ido?
¿Dónde han ido nuestros líderes?
Un tema clave que la Biblia enfatiza en estos pasajes es el de causa y efecto.
En Oseas 8:7, Dios dice: “Porque sembraron viento, y torbellino segarán…”. Dios tiene una lección para nosotros sobre causa y efecto.
Nuestros líderes están eligiendo políticas que causan nuestros problemas.
Al final, “… Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo” (Oseas 10:6).
El Sr. Flurry escribe en su folleto sobre Oseas: “Gran Bretaña pronto se avergonzará de sus ‘artesanos’, o expertos. ¿Quiere usted realmente confiar en los expertos?”. La covid-19 ya nos ha dado un adelanto de adónde nos llevará la confianza en tales “expertos”.
“Te perdiste [te destruiste, vkj], oh Israel”, se lamenta Dios (Oseas 13:9).
Pero hay algo más que esto. Como sociedad estamos viviendo una forma de vida que ha causado nuestros problemas de liderazgo.
Isaías 3 y Oseas 4 y 5 hablan de nuestra crisis de liderazgo. Y resaltan a nuestras familias.
La familia se ha derrumbado, y sin familias fuertes y una crianza sólida de los hijos, no hay una próxima generación de líderes fuertes. De hecho, las consecuencias de la destrucción de las familias británicas son tan devastadoras que Dios lo compara con el sacrificio de niños (Isaías 57:5; Oseas 4:13-14).
Isaías 3 habla de las familias al revés, en las que las mujeres y los niños son los líderes. La idea de que el hombre debe ser el jefe de su familia está en desuso. Pero la falta de liderazgo nacional que vemos en el mundo es un resultado directo de la falta de liderazgo masculino en el hogar.
Ambos pasajes también hablan del “pecado”, otro concepto en desuso. Pero nuestra negativa a obedecer a Dios ha conducido a nuestra crisis de liderazgo.
Sin embargo, hay otra causa crítica de dichas crisis: Dios.
Maldiciones
Isaías 3 comienza diciendo: “Porque, he aquí que el Señor [el Eterno] de los ejércitos quita…”. Dios dice: “He aquí”, Él enfatiza quién es el que quita. También está asegurando que hoy no tenemos líderes fuertes.
Dios dijo que quitaría a todos los líderes capaces: los generales militares, el “orador elocuente”, o los políticos hábiles, todos se han ido. En su lugar, Dios dijo: “Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores” (versículo 4).
La gente está desesperada porque alguien —cualquiera— sea un líder. Estamos en un momento en el que “alguno [tomará] de la mano a su hermano, de la familia de su padre, y le [dirá]: Tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe, y toma en tus manos esta ruina” (versículo 6).
“Será tal la carencia de hombres ricos y hábiles, que ‘se apoderarán’ (…) del primer hombre que encuentren, que tenga alguna propiedad, para hacerlo ‘gobernante”, señala el Jamieson, Fausset and Brown Commentary.
Esta es exactamente la situación en la que nos encontramos.
Pero ¿por qué un Dios amoroso haría esto?
Isaías 2:22 nos da la respuesta: “Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?”.
“El hombre es la causa de nuestros problemas hoy”, escribe el Sr. Flurry en La visión de Isaías sobre el tiempo del fin.
No podemos resolver nuestros problemas. Los problemas a los que nos enfrentamos —llevarse bien con otras naciones, administrar una economía, lidiar con la pobreza, educar y seleccionar líderes— son todos de naturaleza espiritual. Todos son problemas que el hombre, por sí mismo, no puede resolver.
Dios añade maldiciones para ayudarnos a ver cuánto le necesitamos. “Te perdiste, Oh Israel”, dice Dios (Oseas 13:9), pero termina señalando: “más en mí está tu ayuda”.
Dios va a permitir que sigamos causando problemas peores. Él va a añadir más y peores problemas por encima de eso. Es la única manera de conseguir que dejemos de buscar un nuevo líder humano que venga a resolver nuestros problemas, y que en su lugar lo miremos a Él.
Dios anhela ese momento. Está desesperadamente ansioso por intervenir. “Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos”, dice Dios. “Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano” (Oseas 14:4-5).
Dios no quiere ver a nadie sufrir. Pero una vez más, todo vuelve a ser causa y efecto. Él quiere que cambiemos de la forma de vida que causa problemas a la forma que causa alegría. Una vez que hacemos ese cambio, Él responde rápidamente.
Hará falta más dolor antes de que Gran Bretaña haga ese cambio. Pero Dios está dispuesto a actuar en la vida suya ahora. Él no tiene que esperar a que toda una nación cambie; puede trabajar con cualquier individuo que esté dispuesto a volverse a Él.