¿Qué es la verdad?
Transcripción de La Llave de David
La Concordancia de Strong registra la palabra “verdad” unas 300 veces en su concordancia, y sin embargo casi nadie sabe hoy lo que es la verdad, y creo que eso demuestra que hemos perdido nuestro camino con Dios. No conocemos nuestras Biblias como deberíamos. Eso es especialmente cierto en Estados Unidos y Gran Bretaña, las naciones de la primogenitura, y la nación judía, que es la nación del cetro.
Ahora bien, si no lo entienden, pueden solicitar nuestro libro sobre Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía y se los explicará todo.
Pero hoy mucha gente dirá: Bueno, yo tengo mi verdad y usted tiene la suya, y serán muy diferentes, por supuesto. Eso no puede ser, porque alguien está equivocado o ambos. Ese es un verdadero problema, y es incluso el mismo problema que Cristo enfrentó cuando estuvo en la Tierra. Y sacó el tema a relucir justo antes de que lo crucificaran.
Noten Juan 18 en verso 37: “Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad”. ¿Qué les parece? ¡Vino a este mundo para dar testimonio de la verdad! Bueno, ¡esto tiene que ser crítico! Continúa diciendo: “Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. Eso es revelador.
Y luego sólo la primera parte del verso 38 dice: “Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?”. No sabía lo que era la verdad. ¿Qué es? El tiempo de la Pascua estaba sobre ellos, y aquí Jesucristo estaba a punto de ser salvajemente golpeado y crucificado y desfigurado más que ningún hombre, dice Isaías.
Entonces, ¿por qué hablaba Cristo de la verdad en ese momento? ¿Por qué introdujo ese tema? Bueno, sin duda está relacionado con la Pascua y esos días santos de Dios. En el verso 37 Cristo de hecho habló de la verdad justo antes de la crucifixión. Se estaba acercando mucho, y Pilato no lo sabía y la mayoría de la gente no lo sabe. Y si no sabemos qué es la verdad, entonces estaremos en tinieblas espiritualmente. Necesitamos entender esto. Es un tema superfundamental.
En el verso 37, Cristo también dijo: “Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. Ahora, eso sin duda es revelador y críticamente importante porque Él está diciendo, ¡Mira, si eres de la verdad, oyes Mi voz! Bueno, ¿qué tan importante es escuchar la voz de Dios, y probar que la está escuchando? De eso es de lo que Él está hablando. Una afirmación reveladora, sin duda. Oigan la voz de Cristo si son de la verdad.
Regresando al verso 38 otra vez, y lo terminaré: “… Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito”.
Luego, en el verso 1 del capítulo 19, no había ninguna falta en Él, pero empezó a darle azotes a Cristo. Con todo, se trataba de un tirano gentil de naturaleza muy violenta. “(2) Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; (3) y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas”. Entonces Pilato dijo: No veo ninguna falta en este hombre.
Y luego el verso 5: “Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!”. ¡Se dio cuenta de que se trataba de un verdadero hombre! Jesucristo era un hombre de verdad, y este salvaje tirano reconoció que se trataba de un hombre, y sin duda sabía mucho sobre guerreros, y Cristo era eso, en verdad. Así que continuó y dijo: No hallo falta en él.
Y noten luego en el verso 7 dice: “Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios”. ¡Está diciendo que es el Hijo de Dios! Y eso daba pena de muerte según ellos, o al menos decían eso.
Verso 8: “Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo”. Ahora aquí está este líder ferozmente trastornado en muchos sentidos, pero está diciendo que tuvo más miedo, porque decían que este hombre se estaba llamando a Sí Mismo el Hijo de Dios, y eso le hizo tener más miedo. Se dio cuenta de que podía serlo y pensó en ello, y eso añadió miedo a su mente. Pilato era sin duda un tirano, y un verdadero hombre estaba allí de pie ante él, y sabía que este hombre era especial, y luego comenzó a preguntarse, y sin duda parecía que Él era realmente el Hijo de Dios. ¿Era esa la verdad?
¿Era eso verdad? Ese es el tema aquí, realmente, que Cristo Mismo planteó. Debe haber sido terriblemente importante para Cristo hacer eso. Este violento y bárbaro soldado romano tenía más miedo. Y cuando pensamos en el Hijo de Dios, y si realmente creemos eso, bueno, deberíamos tener algo de miedo en nuestras vidas y en nuestras mentes. Esta es una verdad esencial ante nosotros.
Pero Pilato se preguntó: ¿Es éste realmente el Hijo de Dios?, algo así, y Cristo planteó el tema, y fue justo antes de que fuera crucificado. Y Pilato dijo —bueno, creo que tres veces allí—No encuentro falta en este hombre. No hay falta en él. Pero siguió adelante y lo crucificó de todos modos porque los judíos lo exigían. Y por supuesto, ¡todos hemos matado a Cristo por nuestros pecados! ¡Eso fue lo que le mató! Y Él tuvo que morir para pagar por esos pecados. Esa es la verdad, parte de ella, una gran parte de la verdad.
Luego, el verso 28: “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed”. Este es el verso 28. ¿Qué quiere decir aquí “para que la Escritura se cumpliese”? Está hablando de un verso o una Escritura que tiene que cumplirse. Tenía que morir, y Él lo sabía. Tenía que ser ferozmente azotado con látigos que tenían plomo en la punta y desgarraban la carne. Y Él también tuvo que prepararse para eso.
Y luego el verso 30, continúa diciendo que Él murió. Acabó, se terminó. Había terminado la obra para la que vino.
Se trata de las Escrituras, esta verdad se trata de las Escrituras. Y se pueden recibir muchas bendiciones por tener la verdad. Cristo habla de eso en muchos lugares. En el Salmo 91 en verso 4, dice: “Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad”. Tenemos un escudo y una adarga. Dios quiere ser un escudo para nosotros en este mundo peligroso. Es un gran poder y una gran protección.
El verso 3 del Salmo 43 dice: “Envía tu luz y tu verdad”.
Dios nos está diciendo, Bueno, está bien, si tienes la verdad, vas a tener luz contigo. Vas a tener luz, no vas a estar en tinieblas.
Isaías 59 en verso 8, lo parafrasearé para ustedes. Allí habla de la paz y la verdad. Tienen paz si tienen la verdad. Si tienen la verdad, eso es lo que tienen.
Luego Zacarías 8 en verso 19, dice: “… y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz”. Amen la verdad y la paz, y tendrán gozo y alegría y fiestas alegres. ¡Esa es una promesa de Dios! ¡Tiene que suceder! Él no puede mentir.
Y Satanás no puede decir la verdad. No hay verdad en él. Asombroso, y él es el dios de este mundo. Eso es lo que dice la Biblia en ii Corintios 4 en verso 4. Todo eso viene con la verdad.
Y hay maldiciones que vienen con ello. Así que tenemos que ser conscientes de eso, también. Aquí hay un par de versos sobre la Iglesia de Dios en este tiempo final, y ellos tenían la verdad, y esto es lo que comenzó a pasar, y ahora está de forma muy terrible. O sea, la Iglesia. Verso 10 de ii Tesalonicenses 2. El verso 10 dice: “Y con todo engaño de iniquidad para los que [están pereciendo, debe leerse]”, están pereciendo, “por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”.
¡No amaban la verdad! Bueno, tenemos que amar la verdad o estaremos en serios problemas.
Verso 12: “A fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”. Simplemente no querían seguir a Dios. Querían ir al mundo y hacer lo suyo allí.
Y luego pueden leer Daniel 8 en verso 12, donde dice que el propio pueblo de Dios echó por tierra la verdad. Ya no la querían. ¡Simplemente la echaron por tierra! No es de extrañar que estuvieran pereciendo. Ese es un problema serio. Tenemos que conocer la verdad, especialmente aquí en el tiempo del fin. Amar la verdad. El mensaje de Malaquías les dirá mucho al respecto. Tenemos que amar la verdad.
Y déjenme leerles sobre el amor, ligado y conectado a la verdad. Esto es lo que dice I Corintios 13 en verso 1; esta es la Versión Estándar Revisada. Y este es el amor de Dios, está hablando del ágape. Se trata del amor de Dios, y Dios sigue repitiéndolo aquí en Sus Escrituras. Verso 1: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, soy como un tambor que resuena o un címbalo que retiñe. (2) Y si tengo poderes proféticos, y entiendo todos los misterios y todo el conocimiento, y si tengo toda la fe, como para mover montañas, pero no tengo amor, nada soy”. ¡El amor lo es todo! Dios es amor. Continúa diciendo: “(3) Si doy todo lo que tengo, y si entrego mi cuerpo para que lo quemen, pero no tengo amor, nada gano”. El amor lo es todo. Eso es lo que está diciendo.
Pero ahora en la versión Reina Valera quiero leer el verso 6. Me gusta un poco más este verso y creo que lo hace más claro. El verso 6 dice: “[El amor de Dios] no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”. Vean, ¡este amor de Dios se goza en la verdad, y nosotros podemos, también, y debemos gozarnos en la verdad! ¡Trae alegría y gozo a nuestras vidas! Dios se goza en la verdad, y quiere que sigamos ese ejemplo, y tendremos todo tipo de alegría y fiestas alegres y vidas maravillosas. El amor de Dios es una parte poderosa de la verdad. ¿Y cuál es esa verdad? Debemos saberlo.
Efesios 4 en verso 15 dice: “Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”.
Cristo es la Cabeza de la Iglesia. Debemos hablar de esto con amor, no con odio ni nada parecido.
En I Timoteo 6 en verso 5 dice que las mentes corruptas de la gente están privadas de la verdad. Están privados de ella de muchas maneras porque su ganancia es dinero, no piedad; ese es el problema. ¿Lo ven? Este mundo necesita la verdad, pero en este caso desean más el dinero.
Y luego el verso 32 de Juan 8 dice: “La verdad os hará libres”.
El verso 40 dice que andaban por ahí tratando de matarlo porque les dijo la verdad. Oh, qué engañados estaban y qué engañado está este mundo (Apocalipsis 12 en verso 9). ¡El mundo entero está engañado sobre temas tan importantes y sin duda sobre la verdad! ¡Están poderosamente engañados!
Y aquí Cristo estaba a punto de ser crucificado y ellos no sabían quién era, y lo mataron porque, bueno, eso era lo que la gente quería.
Pero vean, de nuevo, eso no nos salva, Cristo siendo crucificado. Eso no es suficiente. Somos salvados por Su vida, Romanos 5 en verso 10, Romanos 5 en verso 10.
Pueden continuar y leer sobre Satanás en Juan 8 en verso 44. Es un asesino y un mentiroso, y la verdad no está en él. No hay verdad en él, y no hay nada más que lo opuesto a la verdad; ese es un verdadero problema.
En Juan 17 en verso 17 dice: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. ¡Aquí está la verdad! La Palabra de Dios, la Biblia, la Biblia de Dios, ¡el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento! “¡Tu palabra es verdad!” ¡Tu Palabra es Cristo en imprenta! ¡Así de crítico es esto! ¡De eso se trata la Biblia! Es Cristo en imprenta, ¡y pueden creer cada palabra de ella! Y pueden probarlo, ¡absolutamente pueden!
Mateo 4 en verso 4 dice que debemos obedecer “toda palabra” de Dios que sea proclamada de Su boca. Eso es lo que se nos ordena hacer. ¿Lo ven? Eso nos aparta del mundo. Eso es lo que significa santificar, nos aparta de este mundo, y estamos justo ahí con Dios Mismo, respaldándonos y apoyándonos y amándonos de todas las maneras que puedan imaginar.
El verso 19 [Juan 17] añade algo al respecto: “Y por ellos yo me santifico a mí mismo”, me aparto, “para que también ellos sean santificados en la verdad”. Esa verdad les santificará, realmente les pondrá en sintonía con Dios. ¿Y qué podría ser más importante que eso? Pues nada.
Zacarías 8 en verso 3, noten esta asombrosa declaración, verso 3 de Zacarías 8: “Así dice [el Eterno]: Yo he restaurado a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la verdad, y el monte de [el Eterno] de los ejércitos, Monte de Santidad”. ¡Así que aquí está Jerusalén, es la ciudad de la verdad! ¿Cree que hoy necesitamos ciudades de la verdad? Jerusalén va a convertirse en la capital del mundo e incluso del universo, ¡y Dios dice aquí que va a ser una ciudad de la verdad! ¡Y va a enseñar al mundo entero a tener ciudades de la verdad! ¡Que maravillosa verdad es esta! ¡Esta es la verdad! ¡La Palabra de Dios está ahí para todos nosotros! ¡Su Palabra es la verdad!
Noten lo que produce. Verso 4, “Así ha dicho [el Eterno] de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén”. Están a salvo y seguros. Nadie les hace nada negativo. “Cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días”. Es viejo, anciano. Verso 5: “Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas”. ¿Qué les parece? Esta es la ciudad de la verdad, y nadie está haciendo nada violento, se están amando unos a otros, y están amando a sus hijos, y están amando a los ancianos y cuidando bien de ellos y asegurándose de que tengan una vida maravillosa hasta el final, físicamente, claro.
Y noten lo que dice en el verso 7: “Así ha dicho [el Eterno] de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol”. En todo el mundo. “(8) Y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia”. ¿Qué les parece? Estas son personas de todo el mundo y van a venir en medio de Jerusalén y verán cómo tener una ciudad de verdad, ¡y todo un continente de verdad! ¡TODOS van a tener la verdad! ¡En todo el mundo! Y este hermoso cuadro aquí. ¿Cómo no emocionarse cuando se compara con nuestras ciudades de hoy? ¿Y este mundo de hoy? Cómo necesitamos esto desesperadamente, y Dios nos lo dará, y es comprobable en toda la Biblia. ¡Comprobable! Y podemos mostrárselos cuando quieran comprobarlo. Sin duda podemos hacerlo, y pueden comprobarlo, ¡y no tienen que seguir a un hombre, nunca! Eso no deben hacerlo.
Bien, continúa hablando sobre la verdad y la paz, y de nuevo aquí, dice en la última parte del verso 19 [Zacarías 8], creo que puedo haber leído esto antes pero se los leeré de nuevo, “… y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz”. Amad la verdad y la paz. “(22) Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones”, naciones fuertes, “a buscar a [el Eterno] de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de [el Eterno]”. ¿No es esa la visión más maravillosa que se puede tener?