Reciba nuestro boletín gratis

Profetice, ¡o conviértase en enemigo de Dios!

GETTY IMAGES

Profetice, ¡o conviértase en enemigo de Dios!

Dios da la profecía con un propósito y quiere que se publique. Él advierte fuertemente a quienes no cumplen con su cometido.

Si mira en la Biblia, encontrará una gran cantidad de profecía. De hecho, ¡un tercio de la Biblia es profecía! Sin embargo, si escucha a predicadores, televangelistas y otros hablando sobre Dios, oirá muy poco sobre profecía bíblica. ¿Por qué?

Si usted no entiende la profecía bíblica, no puede entender realmente los acontecimientos mundiales, y ciertamente no puede conocer el futuro, además de muchas otras cosas.

En varios lugares de las Escrituras, Dios le ordena a Su pueblo que profetice. Él dio esas profecías por razones importantes, ¡y espera que sean proclamadas! Y el 90% de la profecía es para nuestro tiempo hoy.

PT Ad_ES

Pero hay una tendencia (también predicha en la Biblia) entre algunos miembros del pueblo de Dios a huir de esa responsabilidad. Quiero mostrarle cómo ha sucedido esto en nuestros días, ¡en un momento en que muchas de las profecías de la Biblia se están cumpliendo y la necesidad de darlas a conocer y explicarlas es más grande que nunca!

La mayoría del pueblo de Dios ahora tiene un mensaje de “no profetices” y han rechazado la profecía bíblica. Este es un problema serio. De hecho, ¡Dios dice que estas personas se han convertido en Su enemigo! ¡Y la razón principal es que han rechazado la profecía bíblica!

Por eso la revista la Trompeta tiene un mensaje profético tan fuerte. ¿Ve usted la profecía bíblica de la manera que Dios la ve, de la manera que Él quiere que usted la vea?

La profecía de Cristo en el monte de los Olivos

Jesucristo Mismo profetizó cuando estuvo en la Tierra. Dio Su más grande profecía en el monte de los Olivos, cuando Sus discípulos vinieron a Él y querían saber cuál sería la señal de la llegada del fin del mundo. Ellos querían saber y entender la profecía.

Así es como respondió Cristo: “… Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo [en otras palabras, hablan de la personalidad de Cristo]; y a muchos engañarán” (Mateo 24:4-5). Él advirtió sobre la gente que usa el nombre de Cristo pero no enseña Su mensaje.

Como vemos, ¡la profecía era una parte importante del mensaje de Cristo! Sin embargo, la mayoría de los predicadores de hoy dejan muy claro que no les gusta la profecía y no quieren hablar de ella.

Cristo continúa advirtiendo sobre “guerras y rumores de guerras” y muchos otros problemas que ya vemos actualmente. Pero Él dijo: “Y todo esto será principio de dolores” (versículo 8). Esto es sólo el principio: ¡las condiciones empeorarán! ¡Qué potente advertencia es esta!

“Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (versículo 11). Sí, ¡hay falsos profetas! ¡La mayoría de ellos le dicen que las cosas no están tan mal como usted cree! Tienen un mensaje de paz, cuando Jesucristo tiene una advertencia sobre guerra y muchas otras crisis en este mundo (p. ej., Mateo 10:34).

En Su profecía de Mateo 24, Cristo habla de “la abominación desoladora” (versículo 15), un ejército temible que simplemente desolará a sus enemigos. Y los versículos 21 y 22 dicen que si Cristo no interviniera, ¡nadie sería salvo” en la Tierra! Esto describe claramente nuestros días, ¡cuando las naciones están equipadas con bombas nucleares y otras armas de destrucción masiva!

¡En qué mundo tan mortal vivimos! ¡Pero hay una tremenda esperanza si miramos a Cristo y Su mensaje! ¡Él se va a asegurar de que la humanidad no se extermine a sí misma!

Así que Jesús dio muchas señales que precederían Su regreso. Luego dijo: “… cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (versículo 33). ¿Qué está cerca? ¡Su regreso! Él está diciendo que para saber cuándo ese gran evento está “a las puertas”, ¡usted debe entender profecía!

Luego dijo: “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá” (versículos 46-47). Si usted obedece a Dios y hace Su Obra, Él le dará finalmente gobierno, aunque usted no lo crea, ¡sobre todo el universo! Esa es una promesa y una profecía de Dios, directamente de la boca de Jesucristo. Usted puede estar seguro de que se cumplirá.

Esto le da una idea de cómo Cristo ve la profecía y cómo espera que le prestemos atención. Tenemos que pensar como Cristo acerca de este tema.

Por eso es tan preocupante que el pueblo de Dios no cumpla con este deber.

‘Mi pueblo… un enemigo’

Miqueas es uno de los profetas del Antiguo Testamento, y su profecía estaba destinada para nuestros días. Miqueas 2:4 y otros versículos describen eventos “en aquel tiempo”; cada vez que vea esa frase, se refiere a este tiempo del fin.

Observe este alarmante escenario: “No profeticéis, dicen a los que profetizan…” (versículo 6). Aquí hay gente diciendo: ¡Dejen de profetizar!

Esta gente dice: “No se debe predicar sobre tales cosas; la desgracia no nos alcanzará” (traducción nuestra de la versión Revised Standard). Ellos no creen en las profecías y advertencias de Dios; piensan que simplemente estarán bien. ¡Pero están tremendamente equivocados!

¿Quiénes son los que cometen este grave error en esta profecía? ¡En realidad es el propio pueblo de Dios!

Vea lo que dice Dios en el versículo 8: “El que ayer [o recientemente; todo esto es en los últimos días] era mi pueblo se ha levantado como enemigo…”. ¡Esa es una seria acusación de Dios contra Su propio pueblo! ¿Qué es lo que está mal? Ellos conocían la verdad y sabían todo acerca de la profecía bíblica, ¡y la rechazaron! ¡Así que ahora son enemigo de Dios, entre todas las cosas!

Apocalipsis 3:14-22 es una profecía de la era actual en la verdadera Iglesia de Dios. Trágicamente, ¡el 95% del propio pueblo de Dios se ha alejado de Él! Se han vuelto espiritualmente tibios y no quieren profetizar. Ellos dicen no profeticéis, así como lo hace el resto del mundo. Piensan que “no serán avergonzados”, ¡pero la verdad es todo lo contrario! Hay una vergüenza grotesca y un castigo que viene sobre el pueblo de Dios que se ha rebelado contra Él.

La condena de Dios en Miqueas 2:8 continúa: “… de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de [reacios a la, vkj] guerra”. Este “vestido” se refiere a nuestras vidas espirituales; el pueblo de Dios debe estar vestido de lino fino, la justicia de los santos (Apocalipsis 19:8). Pero estos santos están espiritualmente desnudos (Apocalipsis 3:14-17).

“Adversarios de guerra” significa que estas personas se han vuelto débiles. No están usando el poder de Dios, y no quieren luchar por Dios ni hacer guerra contra Satanás el diablo. Satanás es el dios de este mundo. Él engaña al mundo entero porque el mundo no lucha contra él con el poder de Dios (2 Corintios 4:4; Apocalipsis 12:9).

El término “casa de Jacob” en Miqueas 2:7 se refiere proféticamente a las naciones modernas que descienden del antiguo Israel, en particular Estados Unidos, Gran Bretaña y el Estado judío en Oriente Medio. (Jacob era el nombre del patriarca antes de que Dios lo cambiara por Israel, Génesis 32:28. En la profecía, Jacob se refiere específicamente al pueblo físico del Israel moderno. Puede comprobar esta verdad en nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía). Así que esta profecía es dual: es para el pueblo físico, pero también es para el Israel espiritual, que es la Iglesia de Dios. (Lea nuestro artículo reimpreso “Dualidad profética” en theTrumpet.com/go/duality; disponible en inglés).

Miqueas 3:1-3 describe una escena horrible: ¡gente comiéndose vivos a otros espiritualmente! Eso es lo que Satanás está haciendo a la gente en la Iglesia de Dios y en el mundo.

“Así ha dicho [el Eterno] acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él” (versículo 5). Aunque la guerra nos rodea por todas partes, ¡estos falsos profetas predican paz! Pero el hombre no conoce el camino de la paz (Isaías 59:8). Ellos deberían, y podrían, pero no lo hacen, y esto está conduciendo a una guerra catastrófica. ¡Dios dice que estos profetas están preparando la guerra contra Dios y lo que Él dice! En verdad, ¡se han levantado como enemigos de Dios!

Miqueas 3:6 continúa: “Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos”. El pueblo de Dios que se ha rebelado contra Él está en tinieblas. No están en la luz, no saben lo que está pasando y son ignorantes de la profecía bíblica. Carecen de visión, y donde no hay visión, el pueblo perece (Proverbios 29:18).

Qué advertencia tan contundente: ¡Profetice o conviértase en enemigo de Dios!

¿Quién no profetizará?

Hay una profecía paralela en el libro de Amós.

Es Dios quien está hablando; lea con atención: “Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice [el Eterno], hijos de Israel? Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis” (Amós 2:11-12). Ahí está otra vez: líderes dentro de la Iglesia de Dios ordenando a su propio pueblo ¡No profeticéis! ¡Aquí no se puede profetizar! Dios los condena intensamente por eso, ¡se trata de un problema serio! Estas personas ordenaban, y cualquiera que profetizara de todos modos era expulsado de la Iglesia.

Los versículos 14-16 muestran cómo, al alejarse de Dios, ¡uno pierde toda su fuerza!

Amós 3:8 formula esta penetrante pregunta: “Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla [el Eterno] el Señor, ¿quién no profetizará?”. Dios ha hablado. ¿Cómo puede usted sentarse y no profetizar? ¡Este es un asunto de vida o muerte! El Eterno Dios ha hablado para tratar de advertir a la gente de los problemas venideros. ¿Quién no profetizará? ¡Todas estas profecías se están cumpliendo ante nuestros ojos! ¡Dios quiere que profeticemos y digamos a este mundo qué significa todo esto y hacia dónde nos lleva!

Por eso profetizamos. Por eso existe esta revista que usted está leyendo. Dios ha hablado, y nosotros estamos obligados a compartir el entendimiento de sus profecías con un mundo que las necesita desesperadamente.

El abre caminos, y el rey

La profecía de Miqueas incluye algunos detalles fascinantes sobre los efectos en cadena que tendría el alejamiento del pueblo de Dios de su responsabilidad de profetizar. Dios dice a través de este profeta: “De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres. Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos [el Eterno]” (Miqueas 2:12-13).

Explico esta profecía en detalle en mi folleto gratuito Miqueas: ¡El pueblo de Dios se levanta como Su enemigo! ¿Quién es este “abre caminos” que encabeza una procesión, y qué están abriendo? Esta es la respuesta de Dios al desastre espiritual que está ocurriendo en Su propia Iglesia, del que leemos en Miqueas 3. El versículo 11 habla de estos falsos profetas que creen que “no vendrá mal sobre nosotros”; ellos rechazan lo que Dios dice, incluyendo la profecía bíblica, ¡y Dios dice que salgamos de eso! Eso es exactamente lo que tuvimos que hacer en nuestra Iglesia. Los líderes se habían alejado de Dios, y teníamos que salir de allí: Cristo tenía que levantar otra Iglesia. ¡El resto de ellos, el 95% del pueblo de Dios, se convirtió en enemigo de Dios!

Dios dice: Mire, si su propia Iglesia se aleja de Dios, ¡salga y siga profetizando! Ese grupo continúa haciendo la Obra de Dios. Se le ha dado entendimiento especial, y está proclamando las muchas profecías que son sólo para este tiempo del fin.

Ahora vea de cerca ese pasaje y notará un detalle interesante: “su rey pasará delante de ellos”. Muchas personas, y la mayoría de los comentarios bíblicos, creen que este “rey” en Miqueas 2:13 es Jesucristo. Pero eso no puede ser, porque Él es “el Eterno a la cabeza de ellos”. Se trata de la Iglesia de Dios, y Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22; Colosenses 1:18). Él está al mando. Pero aquí también hay un rey: el hombre de Dios dentro de la propia Iglesia de Dios.

El Comentario de Lange dice: “Su rey pasa delante de ellos, porque nadie más que el rey, de la casa de David, puede ser el abre caminos…”. Este hombre viene de la casa de David, y ahí es donde está el trono de David. La verdad es que, este rey está realmente sentado en el trono de David.

¿Cuánto sabe usted sobre el trono de David? Si realmente quiere entender la profecía bíblica, entonces este es un tema importante para estudiar.

Antes de que naciera Jesucristo, un ángel se apareció a Su madre. “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:30-33). ¡Esta es una profecía electrizante!

Ya en tiempos del rey David, Dios prometió que en el trono de este hombre siempre se sentaría un descendiente de David, ¡hasta la Segunda Venida! Léalo en 2 Samuel 7:12-16. El trono de David siempre estará en la Tierra, ¡y luego Jesucristo Mismo lo heredará y se sentará en él para siempre! ¿Cree usted eso? Esta profecía se explica en detalle en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, de Herbert W. Armstrong.

¿Dónde está el trono de David actualmente? Hay una gran cantidad de evidencia en las Escrituras, como Miqueas 2:13, de que Dios ha puesto ese trono dentro de Su Iglesia hoy, el pueblo a quien Él está revelando Sus profecías. Es extremadamente importante que usted compruebe esto. He escrito un libro entero sobre el tema, titulado El nuevo trono de David. Me encantaría enviarle un ejemplar gratuito. Usted necesita comprobar esta doctrina en su propia Biblia.

Las buenas noticias

El profeta Isaías también tiene una profecía que se relaciona. Hablando del “día postrero” (Isaías 30:8) —o los últimos días en los que vivimos ahora— él denuncia a un “pueblo (…) rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de [el Eterno]; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras” (versículos 9-10).

¡Así es como les gusta a los seres humanos! No quieren la verdad. ¡Prefieren oír el engaño que la verdadera profecía de Dios! ¡Esto es lo que quiere la naturaleza humana! No quieren el camino de vida de Dios; quieren ser anárquicos. Y así se lo dicen a sus propios ministros: No queremos las profecías de Dios. No queremos oír malas noticias. Sólo enséñennos cosas suaves. “Dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel” (versículo 11). ¡Esta gente sacó a Dios Mismo de la Iglesia! Y Él permitió que sucediera para exponer su maldad.

De lo que estas personas no se dan cuenta es que cuando rechazan las profecías de Dios, ¡también rechazan las grandes noticias que Dios tiene para todos nosotros!

Sí, la profecía de Dios incluye muchas advertencias de los terribles eventos que sin duda sucederán si no nos arrepentimos. Usted puede ver estas condiciones a su alrededor en este momento, y están empeorando. Pero la profecía de Dios culmina con la maravillosa e inspiradora verdad acerca de las soluciones que Dios ha planeado y que serán implementadas una vez que Cristo regrese, e incluso lo que Él haría por nosotros ahora mismo si nos volviéramos a Él.

Dios ordena a aquellos que Él llama a Su Iglesia antes de la Segunda Venida de Cristo a publicar Su mensaje, y profetizar por Él. Él nos va a dar una recompensa tan maravillosa que deja pasmada la imaginación, si trabajamos duro para que este mundo sepa lo que viene y darle la oportunidad de arrepentirse. ¡Dios quiere salvar a la gente del sufrimiento que viene!

Puede leer una de esas profecías en Miqueas 4:1-5. Este pasaje muestra que Dios va a detener toda guerra. ¡Él traerá paz, gozo y abundancia a este mundo que la gente nunca siquiera ha imaginado!

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?