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Portland declara un estado de emergencia

Portland declara un estado de emergencia

Tan sólo tres años después de despenalizar la posesión de todas las drogas, Portland (Oregón) ha declarado un estado de emergencia de 90 días por su actual crisis de fentanilo. El 30 de enero, la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, la presidenta del condado de Multnomah, Jessica Vega Pederson, y el alcalde de Portland, Ted Wheeler, hicieron una declaración de emergencia dirigida a abordar la crisis de salud.

Las muertes por sobredosis de opioides en Oregón aumentaron de 280 en 2019 a 956 en 2022, lo que demuestra que la despenalización de las drogas ha fracasado.

Ataque químico: los estadounidenses se exponen a un ataque químico. Este ataque en curso ha matado a más de un millón de personas desde 1999. El arma es el consumo de drogas ilícitas, y los estadounidenses se están matando con ella.

Los liberales de Portland intentaron reducir los delitos de tráfico de drogas despenalizando la posesión de todas las drogas duras, incluyendo la heroína, la metanfetamina y el fentanilo. Esta estrategia demente sólo provocó más muertes en todo el estado de Oregón.

Enfermedad espiritual: la aprobación generalizada del consumo de drogas es un signo de una enfermedad espiritual terminal que la Biblia denomina pharmakeia. Aparece como una “obras de la carne” en Gálatas 5:19-20. La Reina-Valera de 1960 traduce esta palabra como “hechicerías”, pero una traducción más exacta es “uso de drogas”.

Millones de estadounidenses consumen marihuana, hongos psicodélicos, cocaína, heroína, metanfetaminas y otras drogas para obtener momentos de euforia alucinatoria en un vano intento de llenar un vacío espiritual. Pero ese vacío nunca podrá llenarse con cosas físicas.

Más información: lea No hay libertad sin ley, del redactor jefe de la Trompeta Gerald Flurry.

NO HAY LIBERTAD SIN LEY

En todas partes, la gente lucha y se esfuerza por obtener mayor libertad. Al mismo tiempo, luchan contra la ley. Esto demuestra una peligrosa incomprensión de la naturaleza de la libertad verdadera y de la necesidad de una ley justa. El hecho es que sin ley no hay libertad verdadera. ¿Tiene usted la actitud hacia la ley que conduce a la libertad verdadera?