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Por qué la Trompeta vigila la búsqueda iraní de armas nucleares
El mundo puede cambiar en 400 segundos. En el mismo tiempo de una larga pausa publicitaria de televisión, un misil balístico Fattah-1 puede lanzarse desde suelo iraní y alcanzar un objetivo en Israel. Tardaría incluso menos tiempo en alcanzar el arsenal nuclear de Estados Unidos para Oriente Medio situado en Turquía, en la base aérea de Incirlik. Cuando esos misiles detonen, las explosiones podrían ser nucleares.
La teocracia islamista radical de Irán se basa en la yihad perpetua contra el Occidente. Sus mulás llaman a EE UU el “gran satanás” y a Israel el “pequeño satanás”. Irán no sólo posee el mayor y uno de los más avanzados arsenales de misiles balísticos de Oriente Medio, sino también el programa de enriquecimiento nuclear más avanzado de cualquier Estado no poseedor de armas nucleares. Y cada día que pasa, el programa avanza aún más.
Cuando Irán pueda respaldar sus amenazas y su terrorismo con un potencial nuclear, la situación estratégica del mundo entero cambiará.
Inicios revolucionarios
El programa de armas nucleares de Irán comenzó bajo Mohammed Reza Pahlavi, el último sah de Irán y aliado estadounidense. Un Irán nuclear ayudaría a disuadir a la Unión Soviética. Pero cuando los islamistas del ayatolá Ruholá Jomeiní se hicieron con el poder en 1979, EE UU se convirtió en el enemigo.
Irán se sumergió inmediatamente en una larga y brutal guerra defensiva contra el Irak de Sadam Husein. En abril de 1984, Irán anunció la reactivación de su programa nuclear. El presidente Alí Jamenei lo calificó como la “única forma de asegurar la esencia misma de la Revolución Islámica frente a las maquinaciones de sus enemigos, especialmente EE UU e Israel, y prepararla para la aparición del Imam Mahdi”. En las décadas transcurridas desde entonces, Irán no ha dejado de invertir en desarrollo nuclear.
El régimen iraní impone la variante del islam conocida como shiismo duodecimano. Sostiene que el fundador del islam, el profeta Mahoma, tendría 12 sucesores, o imames. Mohammed al Mahdi era el duodécimo, pero desapareció alrededor del año 878 d. C. Según la tradición, fue “escondido” por Alá. La leyenda duodecimana afirma que el “duodécimo imam” regresará al “fin de los tiempos”, durante una época de gran caos. Derrotará a los enemigos del islam, iniciará el gobierno de Alá en la Tierra y anunciará el regreso de Jesús.
Dirigido por el líder supremo, el régimen iraní se considera el representante del duodécimo imam hasta que éste regrese. El presidente Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) y otros líderes creen por tanto que es deber de Irán sembrar el caos mundial para acelerar la aparición del imam Mahdi. Nada puede sembrar el caos como los misiles balísticos y las cabezas nucleares.
El año crucial
El 16 de enero de 2016 fue el “Día de Implementación” de un acuerdo ahora infame entre Irán, EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Rusia y China: el Plan Integral de Acción Conjunto (jcpoa, por sus siglas en inglés). Irán acordó deshacerse de sus reservas de uranio enriquecido al 60%, desmantelar sus centrifugadoras, suspender su programa de misiles balísticos intercontinentales y cooperar más con el Organismo Internacional de Energía Atómica (oiea) de las Naciones Unidas. El régimen acordó “que bajo ninguna circunstancia Irán buscará, desarrollará o adquirirá armas nucleares”. A cambio, Irán recibió decenas de miles de millones de dólares en activos congelados y la liberación de las sanciones comerciales internacionales.
El problema es que este acuerdo en realidad ayudó a Irán a avanzar en su desarrollo de armas nucleares.
La mayoría de las principales disposiciones del jcpoa tenían fecha de caducidad. La limitación de Irán al enriquecimiento nuclear y a la construcción de centrifugadoras expiraba en 2025. Los límites sobre los niveles a los que podía enriquecer, así como la cantidad de uranio enriquecido que podía almacenar, expiraban en 2030. El Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional descubrió que a Irán se le permitía incluso guardar una cantidad secreta de uranio enriquecido.
Irán estaba obligado a esperar ocho años después del Día de Implementación para acelerar su programa de misiles balísticos intercontinentales. Esperó dos días. El presidente de EE UU Barack Obama, inexplicablemente desesperado por mantener vivo el acuerdo, miró hacia otro lado.
Mientras tanto, Irán obtuvo un alivio de las sanciones por valor de miles de millones de dólares. Esto reforzó su posición para cumplir algunas partes del acuerdo, esperar su momento en otras y desafiarlo abiertamente a voluntad.
El hecho de que el acuerdo nuclear no hiciera nada para abordar la financiación por parte de Irán de grupos terroristas subsidiarios significó que Irán se vio facultado para impulsar su agresiva política exterior de una forma que nunca podría haber hecho sin el jcpoa de Obama. Hamás, Hezbolá, la yihad islámica palestina, el movimiento de los hutíes, las fuerzas de movilización popular de Irak y, en menor medida, Al Qaeda y los talibanes se hicieron más potentes, no menos. Los talibanes se apoderaron de Afganistán, Hamás masacró a israelíes, los hutíes amenazan la navegación por el mar Rojo y otras potencias islamistas radicales han podido florecer.
Despegue
El sucesor de Obama, Donald Trump, reconoció que el jcpoa daba poder a un enemigo mortal y retiró a EE UU del acuerdo en 2018. Volvió a imponer las sanciones anteriores como parte de una campaña de “presión máxima”. Irán respondió abandonando toda pretensión y siguiendo adelante con su programa nuclear.
El oiea estima que Irán ha acumulado 260 libras de uranio enriquecido al 60%, que no tiene ninguna aplicación civil conocida. Algunos estiman que Irán tiene suficiente uranio para construir tres cabezas nucleares.
El 24 de febrero de 2023, los medios de comunicación estatales confirmaron los rumores de que Irán había producido uranio con una pureza aproximada del 84%. Cuatro días después, el oiea también lo confirmó. Parecían ser sólo cantidades ínfimas, pero demostraban la capacidad de Irán para convertir material enriquecido al 60% en material apto para armas.
Otras naciones de Oriente Medio, especialmente los Estados árabes del Golfo, están aterrorizados por las ambiciones nucleares de Irán. Arabia Saudí posee la mayor economía árabe y dos de los sitios más sagrados del islam, La Meca y Medina. Es el líder entre los Estados árabes moderados y el mayor rival de Irán por el dominio del mundo musulmán. Irán y Arabia Saudí ya han librado guerras subsidiarias entre sí en Yemen y Siria. Los saudíes han colaborado con EE UU e incluso han proporcionado ayuda militar a Israel en su guerra contra los subsidiarios de Irán. Arabia Saudí sabe mejor que la mayoría de los países lo que es vivir al lado de Irán y la amenaza que supone.
Inmediatamente antes de que Hamás masacrara en masa a los israelíes el 7 de octubre de 2023, Arabia Saudí estaba, al parecer, en negociaciones para abrir relaciones diplomáticas con Israel. El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman no buscaba grandes concesiones de Israel. En su lugar, estaba recibiendo garantías de defensa por parte de EE UU, incluyendo ayuda para desarrollar su propio programa nuclear. Ante las dudas de EE UU, el príncipe heredero pidió ayuda a China. Los saudíes, al igual que los iraníes, afirman que el programa nuclear tendrá fines civiles.
Cuando el 7 de octubre provocó otra guerra entre Hamás e Israel y devolvió el conflicto palestino a la palestra mundial, los saudíes se vieron obligados a interrumpir las relaciones diplomáticas con Israel para no parecer que abandonaban a los palestinos. Pero según una entrevista del 9 de enero de la bbc con el embajador saudí en el Reino Unido, el príncipe Khalid bin Bandar, el acuerdo sigue sobre la mesa.
Arabia Saudí está realizando importantes movimientos y asumiendo riesgos significativos para desarrollar un arsenal nuclear con el fin de contrarrestar a Irán. Los saudíes parecen creer que Irán está muy cerca del éxito.
Ali Akbar Salehi, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán de 2013 a 2021, declaró a Nasim tv en febrero que Irán ha cruzado “todos los umbrales científicos y tecnológicos nucleares”, afirmando que los componentes para un arma nuclear iraní están listos y sólo necesitan ser ensamblados.
Si este es el caso, ¿por qué Irán se ha negado a ensamblar el arma que ha perseguido durante décadas? El periódico iraní Shargh informó en abril que se han reanudado las conversaciones nucleares con EE UU. Según Shargh, el embajador iraní ante las Naciones Unidas, Amir Saeed Iravani, ha estado negociando con EE UU para resucitar el jcpoa de 2015. El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, confirmó que se han producido conversaciones. Al parecer, los iraníes creen que podrían ganar aún más antes de retener al mundo a punta de pistola nuclear.
Seguramente también están esperando los resultados de las elecciones estadounidenses de noviembre. Realizar una prueba nuclear pública tan cerca de las elecciones podría inclinar el voto a favor de Donald Trump. Trump no fue amigo de Irán durante su primer mandato presidencial, y posponer una prueba nuclear podría ser en realidad un intento de influir en los votantes estadounidenses. Si Trump gana, Jamenei podría ensamblar la bomba y probarla para demostrar al mundo que ha entrado en una nueva era.
Sea como sea, el programa nuclear iraní no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”.
¿El fin del mundo?
Irán, cuyas creencias religiosas pueden animarle a iniciar una guerra nuclear, parece capaz de probar o utilizar su primera bomba nuclear casi a voluntad. Sus misiles están listos, sus vecinos asustados, una carrera armamentística está en marcha e Irán está librando una guerra subsidiaria contra Israel, otra potencia nuclear.
¿Estallará pronto una Tercera Guerra Mundial nuclear en Oriente Medio?
Cuando se habla de guerra nuclear, mucha gente utiliza términos como “apocalipsis” y “Armagedón”. Se den cuenta o no, están utilizando terminología bíblica. Sin embargo, pocos de los que utilizan estos términos se fijan en lo que dice la Biblia en realidad.
Una figura bíblica tenía mucho que decir sobre lo que está ocurriendo ahora con Irán. Esa figura fue Jesucristo.
Justo antes de su crucifixión, Jesús llevó a varios de sus discípulos al Monte de los Olivos, al este de Jerusalén. Sus discípulos le preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”. (Mateo 24:3).
Jesús describió condiciones catastróficas que sobrevendrían antes de que Él regresara. Esto incluye “guerras y rumores de guerras”, guerras lo suficientemente aterradoras como para “perturbar” a la gente (versículo 6). Y añadió: “Porque entonces habrá una gran miseria, como nunca la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Si no se hubieran acortado esos días, ni un alma se salvaría con vida” (versículos 21-22; traducción nuestra de la versión de Moffatt).
Los seres humanos nunca tuvieron la capacidad de matar a todos los hombres, mujeres y niños hasta la invención de las armas de destrucción masiva. Los tiempos sin precedentes que Jesucristo estaba describiendo son los tiempos en que estamos viviendo ahora.
Otra profecía muestra cómo comenzará esta guerra. Daniel 12:1 describe un “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces”. Tanto los acontecimientos de Daniel como los de Mateo no tienen precedentes ni paralelo. Ambos hablan de la misma crisis.
Daniel 11:40 nos dice quién hace los primeros disparos: “Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará”.
Se habla de dos bloques de poder que chocarán durante una época sin precedentes “cual nunca fue”: el “cabo del tiempo”. Un “rey del norte” chocará con un “rey del sur”. La historia bíblica y secular muestran que este rey del norte es una potencia europea que se alza sobre el mundo actual. (Solicite nuestro folleto gratuito History and Prophecy of the Middle East [Historia y profecía del Oriente Medio; disponible en inglés]). El otro bloque, situado al sur, tiene una política exterior provocadora hacia Occidente. El versículo 41 muestra que esta guerra se librará por la “tierra gloriosa”, es decir, Tierra Santa. Los versículos 42-43 describen un enorme Imperio subsidiario en Oriente Medio y África.
Desde la década de 1990, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, ha identificado al rey del sur como un bloque islamista radical liderado por Irán. Su folleto El rey del sur, gratis previa solicitud, explica esta profecía en detalle.
La profecía bíblica muestra que Irán disparará el tiro inicial de una próxima guerra nuclear. Y la trayectoria nuclear actual de Irán muestra que bien podría hacerlo con una explosión nuclear propia, y que está casi listo para hacerlo.
El Sr. Flurry escribe en El Armagedón nuclear está ‘a las puertas’ que el ayatolá Jamenei ha “cambiado la ecuación nuclear en este mundo”.
¿Profetiza entonces la Biblia que Irán cavará la tumba de la humanidad?
La esperanza más allá
A pesar del papel crucial de Irán en la profecía, la Biblia también dice que no será el principal país en “apretar el gatillo”. El rey del norte, o Europa unida, es la principal potencia que vigilar. Vendrá contra Irán y su Imperio islámico radical como un “torbellino” (Daniel 11:40).
“¿Será nuclear este torbellino aterrador?”, pregunta el Sr. Flurry en El rey del sur. “¡Por cierto va a ser aterrador! Y está a punto de estallar en Oriente Medio”. Otras profecías muestran que Europa prevalecerá y luego apuntará a otras naciones, incluyendo EE UU y el Reino Unido. (Solicite su ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, de Herbert W. Armstrong).
Mateo 24:3 habla del “fin del mundo”, que se traduciría más claramente como “fin de la era”. ¿Qué era? Toda la era de los seres humanos intentando gobernarse a sí mismos. Por muy sombrías que sean estas profecías, conducen directamente a la mejor noticia posible para toda la humanidad. Conducen directamente a lo que sigue después de la era del hombre.
El versículo 22 concluye: “Mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”. La misma Biblia que profetizó con exactitud el surgimiento de Irán dice que la humanidad no se extinguirá en un infierno nuclear. ¿Por qué?
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (versículo 30).
La conclusión al programa nuclear de Irán, la agresión y el estallido de la Tercera Guerra Mundial es el regreso de Jesucristo. Y Cristo vendrá a asumir Su legítima autoridad para gobernar activamente a todas las naciones. Los seres humanos habrán ilustrado de la manera más horripilante posible que son horrorosamente incapaces de gobernarse a sí mismos.
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).
En otras palabras, ¡el programa nuclear de Irán es en realidad una señal del regreso de Jesucristo!
“Es un disparate infantil pensar que alguien, excepto Cristo, pueda detener esta locura nuclear”, escribe el Sr. Flurry en El Armagedón nuclear está ‘a las puertas’. “Así que toda esta demencia nuclear también es una parte de la señal de la Segunda Venida, ¡y la señal del fin de la era cuando Cristo salvará a la humanidad de exterminarse a sí misma totalmente!”.
La Biblia está llena de señales que muestran cómo podemos saber dónde nos encontramos en el calendario profético de Dios. Si prestamos atención a sus advertencias, se nos promete la protección de Dios contra la agitación que se avecina. Y Dios promete recompensas asombrosas en el Reino de Dios. Pero depende del individuo prestar atención a estas profecías y actuar en consecuencia.