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Por qué EE UU necesita tener cuidado con Asiria moderna
Poco tiempo después que Donald Trump asumiera su cargo en enero de 2017, Gerald Flurry (jefe editor de la Trompeta ) escribió un artículo crucial donde muestra cómo el presidente de EE UU cumple una profecía de Amós 7, y él es un cumplimiento moderno del rey Jeroboam ii.
Jeroboam ii gobernó el reino de Israel en el siglo viii a.C. A lo largo de su reinado de 41 años, el reino experimentó un increíble resurgimiento, expandiendo su territorio, incrementando su poder militar y político y aumentando su prosperidad material (2 Reyes 14:25-28).
Hoy, Estados Unidos está experimentando un resurgimiento similar. Su economía está prosperando, su “Estado profundo” está siendo expuesto y confrontado, y tanto sus amigos como sus enemigos están demostrando más respeto. La expansión económica estadounidense ha continuado sin detenerse por más de 120 meses desde junio de 2009, el mayor periodo que se ha sostenido en la historia de la nación.
Al igual que el rey Jeroboam antiguamente, Donald Trump está tomando todo el crédito por el impresionante resurgimiento de EE UU. Eso es un gran error. En 2 Reyes 14:27 dice que Dios “los salvó [a Israel] por mano de Jeroboam”. Lo mismo ocurre hoy en día. “Este resurgimiento no fue a causa de alguna grandeza personal o habilidad de liderazgo por parte de Jeroboam”, escribió el Sr. Flurry en la Trompeta de julio-agosto 2018. “Fue porque Dios se compadeció de Israel en su aflicción. Fue porque Dios no deseaba que el nombre de Israel fuera borrado. ¡El resurgimiento fue porque Dios salvó a Israel!”.
Así como EE UU (y también Gran Bretaña y el Estado judío) disfrutan de un resurgimiento moderno, es importante mencionar que el resurgimiento de Israel fue sólo temporal. ¡Fue seguido por un colapso rápido y un horrible sufrimiento! Cuando el resurgimiento terminó, “Israel fue conquistado y su pueblo dispersado en cautiverio por los asirios”, escribió el Sr. Flurry.
Los profetas Amós, Oseas y Jonás entregaron sus mensajes de advertencia durante el reinado de Jeroboam ii. Sus tres mensajes fueron milagrosamente preservados por más de 2.800 años y se aplican hoy a los descendientes de Israel (EE UU y Gran Bretaña) y al reino de Judá (el Estado judío). Pero estos profetas también tienen algo que decir acerca de un poder mayor. Todos sus libros hablan acerca del reino de Asiria, el cual existía en el tiempo de Jeroboam ii.
Los alemanes modernos son descendientes de los antiguos asirios. (Usted puede comprobar esto leyendo Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, por Herbert W. Armstrong. Solicite una copia y se la enviaremos sin costo.) Claramente hay profundas similitudes entre el EE UU moderno bajo Donald Trump y el antiguo Israel bajo el rey Jeroboam ii. ¿Hay acaso similitudes entre la antigua Asiria durante el tiempo de Jeroboam ii y la Alemania de hoy?
¿Qué estaba sucediendo en Asiria cuando Israel estaba prosperando bajo Jeroboam ii?
La antigua Asiria
La historia de Asiria está bien documentada tanto en la Biblia como en fuentes seculares. Comenzó con Asur, el nieto de Noé. Los asirios habitaron la tierra del delta superior del Río Tigris. La civilización de los asirios floreció desde el 911 hasta el 609 a.C., durante lo que es llamado el Imperio Neo-Asirio. El imperio alcanzó su cúspide entre los años 744 y 727 a.C. bajo el reinado de Tiglat-Pileser iii.
El periodo Neo-Asirio fue un tiempo de expansión prolongada, excepto por unas pocas décadas en la primera mitad del siglo viii a.C., durante el reinado de Jeroboam ii en Israel. Este fascinante capítulo en la historia de Asiria contiene sorprendentes similitudes con la Alemania actual.
El declive temporal de Asiria comenzó en el 797 a.C., justo luego de que el rey Adad-nirari iii conquistó Damasco y a los arameos (la Siria moderna). En lugar de lanzar nuevas invasiones hacia el Levante, el rey asirio se vio obligado a regresar a Nínive para hacer frente a problemas internos y conflictos políticos. El ejército asirio abandonó Damasco, dejando la ciudad recién conquistada y sus residentes expuestos y vulnerables.
Al ver la oportunidad, el rey de Israel se abalanzó. En 2 Reyes 14:25 y 28 leemos que Jeroboam ii restauró las fronteras de Israel y “restituyó al dominio de Israel a Damasco y Hamat”. La expansión de Israel se debió en gran medida a la retirada de Asiria de la región y su caída por un malestar político y disturbios civiles.
El Atlas Bíblico esv dice: “Durante la primera mitad del siglo viii a.C., Asiria fue gobernada por una serie de monarcas débiles”. William Martin escribió en These Were God’s People—A Bible History (Estos eran el pueblo de Dios—una historia de la Biblia), que Asiria a principios del siglo viii a. C. “había perdido sus provincias del norte a Urartu y estaba en medio de una seria guerra civil”.
Estos eventos en la antigua Asiria son particularmente interesantes cuando se comparan al estado de la Alemania actual.
Paralelos antiguos
Los libros de historia asirios registran que el liderazgo central debilitado del reino en el siglo viii a.C. brindó la oportunidad a los líderes locales y la nobleza de tomar el poder y comenzar a agitar. Como Asiria estaba dividida entre varias potencias regionales en competencia, no pudo actuar como una entidad poderosa unida en la región. “Algunos asirios nobles se volvieron extremadamente poderosos y se comportaron en algunos aspectos como jefes militares, gobernando vastos territorios y dirigiendo campañas privadas como poderes respondiendo sólo a sí mismos” (Enciclopedia de las Civilizaciones Antiguas).
Asiria a principios del siglo viii a.C. también luchó con la presencia e influencia de una gran cantidad de extranjeros. “Étnicamente, Asiria estaba experimentando un cambio importante durante este período en que el elemento arameo [sirio] en la población estaba aumentando dramáticamente” (ibíd.). A mediados del siglo octavo a.C., el número de extranjeros en Asiria era tan alto que “el idioma arameo había reemplazado virtualmente al asirio como la lengua cotidiana”.
En resumen, los problemas de Asiria fueron causados en gran medida por un gobierno federal disfuncional, que permitió el surgimiento de nuevas fuerzas revolucionarias y por la interrupción y la tensión causadas por una gran cantidad de migrantes, principalmente de Siria.
¿No suena esto familiar?
Aunque Asiria tenía serios problemas políticos, el reino siguió siendo poderoso. Su control de importantes rutas comerciales le dio una enorme influencia económica. Y su ejército se mantuvo potente.
“Los asirios, de hecho, atrajeron la atención”, afirma el Comentario de Lange, pero debido a sus problemas internos, “no había probabilidad de que pusieran en peligro al reino [Israel]”.
Asiria fue una potencia regional importante durante la época de Jeroboam ii, pero era una potencia sin cabeza. Era un tanque sin conductor.
Aquellos que siguen a Alemania hoy verán fácilmente los paralelos. La nación es un gigante industrial y financiero. Junto con China y EE UU, Alemania domina el comercio mundial. Dentro de Europa y de la Unión Europea, no sucede nada significativo sin la aprobación de Alemania. Internacionalmente, Berlín es un jugador poderoso en la política mundial. Pero su fuerza es limitada porque carece de una cabeza fuerte.
El gobierno federal de Alemania es débil. Angela Merkel como canciller, es débil en todos los sentidos. Las elecciones nacionales y locales en 2018 fueron un desastre para ella; luego Merkel tardó cuatro meses en formar un gobierno, y ahora, esa coalición está a punto de colapsar. El tanque alemán tiene un conductor, pero ella es una conductora terrible que ha perdido el control de la máquina.
En junio, la líder del Partido Social Demócrata (un socio clave en el gobierno de coalición de Merkel) renunció repentinamente. Todavía no ha sido reemplazada porque el Partido Social Demócrata no puede decidir sobre su sucesor. El apoyo al spd está en su nivel más bajo, aunque anteriormente era uno de los dos principales partidos políticos de Alemania.
El partido más popular de Alemania en este momento es el Partido Verde. Pero los Verdes han sido tradicionalmente un partido menor; tienen poca experiencia liderando un gobierno de coalición y dirigiendo a la nación. Ni siquiera es seguro a quién presentarían los Verdes como canciller ya que el partido tiene dos líderes, un hombre y una mujer.
Mientras tanto, los partidos de extrema derecha de Alemania son alarmantemente populares. La Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), aunque ha experimentado una pequeña caída en el apoyo recientemente, todavía tiene más del 13%. El Partido de Izquierda cuenta con un 7%. Aproximadamente una quinta parte de los alemanes ahora apoya a un partido político radical. En algunas partes de Alemania Oriental, la AfD es ahora el partido más popular. En estos Estados, alrededor de un tercio de los votantes prefieren partidos extremos, ya sea la AfD o la Izquierda. Una encuesta reciente indicó que el AfD es en realidad más popular que el Social Demócrata.
Alemania se encuentra hoy en un estado notablemente similar al de Asiria a principios del siglo viii a.C. Aunque es claramente una potencia importante, tiene algunos problemas serios, incluidos los muchos problemas que conlleva la aceptación de cientos de miles de migrantes extranjeros. Políticamente, el gobierno federal de Alemania y sus principales partidos políticos enfrentan una tremenda presión de figuras populistas y de partidos y movimientos más pequeños pero influyentes.
Angela Merkel en este momento es una versión del siglo xxi de Ashur-dan iii o Ashur-nirari v, dos reyes de a principios del siglo viii a.C. Fueron reyes asirios cuyas energías se consumieron al lidiar con disputas internas, reprimir rebeliones y negociar alianzas políticas para aferrarse al poder. ¿Cuál fue el resultado? Alemania hoy es una superpotencia enfocada internamente, al igual que Asiria lo fue durante la época de Jeroboam ii.
Mientras tanto en Occidente, Donald Trump y EE UU disfrutan de paz y prosperidad, al menos por ahora.
Considerando estas notables similitudes, surge la pregunta, ¿acaso la antigua Asiria resolvió estos problemas? Y si las resolvió, ¿cómo lo hizo?
Un feroz nuevo rey
El período de malestar de Asiria cambió con la llegada del rey Pulu (su nombre babilónico) a mediados del siglo viii a.C. Pulu era gobernador de la ciudad de Calaj, al norte de Asiria, y general en el ejército asirio. Él aprovechó el debilitado gobierno central y el caos de la guerra civil y planeó un golpe de estado. En 745 a.C., él asesinó a la familia real de Asiria, se instaló como rey y cambió su nombre a Tiglat-Pileser iii.
Su impacto fue dramático e inmediato. El nuevo rey tenía grandes ambiciones, y las persiguió con una pasión despiadada. Pileser eliminó a cualquier líder o partido capaz de competir con él, e instaló administradores leales que le informaban directamente. La Enciclopedia de las Civilizaciones Antiguas describe a Tiglat-Pileser iii como un “vigoroso defensor de la verdadera tradición de la línea real de Asiria (...) Este rey restauró el orden interno y luego procedió a lidiar eficazmente con los enemigos externos”.
Pileser se centró inmediatamente en transformar el ejército de Asiria, que, aunque formidable, se había vuelto burocrático e ineficiente. El nuevo rey eliminó el servicio militar obligatorio y convirtió al ejército en una fuerza permanente, dándole así el control del primer ejército profesional del mundo. Rápidamente lo convirtió en su herramienta más efectiva y la fuente de su poder. Utilizó campañas militares y de guerra para unir y revivir el tambaleante imperio asirio. El Atlas Bíblico esv dice que “reconstruyó Asiria con 19 años de guerra exitosa”.
Bajo Tiglat-Pileser iii, “el cuadro cambió dramáticamente”, escribió William Martin. Primero unió a Asiria, luego, “con la nación sólidamente tras él, inauguró el programa de conquista y gobierno más asombroso que el mundo había visto jamás” (énfasis agregado).
A los dos años de tomar el trono, Pileser lanzó campañas militares contra Siria, Babilonia y Armenia. Nación tras nación fue conquistada por completo u obligada a pagar tributo. Al final de su reinado de aproximadamente 20 años, había conquistado prácticamente todo Oriente Medio e hizo al Imperio Asirio increíblemente rico.
Tiglat-Pileser iii y el ejército asirio llevaron a cabo una serie de invasiones al reino de Israel en el año 730 a.C. “Y vino Pul rey de Asiria [contra] la tierra...” (2 Reyes 15:19). El rey asirio mató a miles de israelitas y se llevó a miles más como esclavos a Asiria (versículo 29). Samaria, la capital de Israel, permaneció intacta, y a su monarquía se le permitió continuar en el poder, pero sólo después de que el rey acordó pagar un enorme tributo. Israel pasó los años siguientes a merced de Nínive, antes de su completa subyugación en el 721 a.C.
La repentina llegada de Tiglat-Pileser iii en el 745 a.C. fue un momento crucial no sólo para Asiria, sino para toda la región, especialmente para Israel. Marcó un sorprendente y repentino cambio de roles. Prácticamente de la noche a la mañana, Asiria se convirtió en una superpotencia dominante y aterradora, mientras que Israel colapsó en depresión, ruina y esclavitud.
Esta historia grita un poderoso mensaje de advertencia.
La advertencia de la profecía
Durante casi 30 años Gerald Flurry (jefe editor de la Trompeta) ha explicado las profecías bíblicas que advierten que Dios volverá a usar a Asiria para castigar a las naciones de Israel (EE UU y Gran Bretaña hoy). Antes del Sr. Flurry, el fallecido Herbert W. Armstrong dio la misma advertencia.
Durante décadas, ambos hombres han explicado profecías como Isaías 10:5-6, que dice que Dios usará a Asiria como una vara de corrección. “Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida [hipócrita], y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles”.
Así como lo hizo antiguamente, Dios usará a los asirios en el tiempo del fin para corregir al Israel moderno. Ésta es la razón por la que toda esta historia antigua es tan importante: No es sólo historia, ¡es profecía sobre EE UU, Gran Bretaña y Alemania hoy!
El Sr. Flurry y el Sr. Armstrong han señalado Escrituras en Daniel 8 y 11, Habacuc 1 y Apocalipsis 17 (entre otras) que profetizan sobre el surgimiento de un hombre fuerte alemán del tiempo del fin. Daniel 8:23, por ejemplo, describe el carácter de este tirano: “Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo [fiero] de rostro y entendido en enigmas”.
Tenga en cuenta que Dios llama a este líder un “rey”. ¡Es un Tiglat-Pileser iii del siglo xxi! ¡Y él también llegará a la escena de forma repentina y dramática!
Este hombre también se menciona en Daniel 11:21: “Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos”. El Sr. Flurry explicó estos versículos en su artículo “Alemania: un nuevo rey es inminente”, de enero de 2019 escribiendo: “Fíjese cómo se caracteriza a este hombre. Tiene un ‘rostro feroz’, lo que significa que es poderoso, dominante y cruel. Y es ‘entendido en enigmas’. El Comentario de Clarke dice que es ‘muy aprendido y habilitado en todas las cosas relacionadas con el gobierno y sus intrigas’; o sea, un político astuto. Él hereda el trono de Europa ‘pacíficamente’, obteniendo su reino por ‘halagos’. Es ladino y astuto, con una mente brillante y una personalidad amigable y atractiva. El Comentario de Jamieson, Fausset y Brown dice que “la nación no le conferirá el reino por un acto público, sino que lo obtendrá con ‘halagos’, por artificio”. En otras palabras, un público engañado, o un grupo de líderes europeos, probablemente invita a este hombre al poder” (énfasis suyo).
¿Quién es este Tiglat-Pileser iii moderno? No podemos decirlo con certeza, pero por más de 12 años hemos considerado al ex ministro de defensa alemán Karl-Theodor zu Guttenberg como un potencial candidato. Guttenberg tiene todos los ingredientes; es aristocrático, rico y poderoso. Tiene carisma y se comunica con convicción, con franqueza y poder. Guttenberg no es popular entre las élites alemanas o los principales medios de comunicación, pero muchos alemanes promedio lo adoran.
Observe a Guttenberg: ¡Él podría ser el Tiglat-Pileser iii de Alemania en este tiempo del fin!
En su artículo, el Sr. Flurry escribió: “Todo lector debería observar de cerca a Alemania. Esta nación está teniendo cambios que reestructurarán al país y a toda Europa. No obstante, y asombrosamente, la mayoría del mundo está inconsciente de estos eventos dramáticos”.
Fue exactamente lo mismo durante la época de Jeroboam ii. Observe cómo la Biblia de Estudio King James describe el reino de Israel a principios del siglo octavo a.C.: “Ambos reinos [Israel y Judá] estaban disfrutando de una gran prosperidad y habían alcanzado nuevas alturas políticas y militares. También fue una época de idolatría, extravagante indulgencia en vida lujosa, inmoralidad, corrupción de los procedimientos judiciales y opresión de los pobres. Como consecuencia, Dios pronto provocaría el cautiverio asirio del reino del norte”.
Inmersos en el pecado, Jeroboam ii y el pueblo de Israel no prestaron atención a Asiria. Y les dieron poca atención a Oseas y Amós, quienes advirtieron implacablemente que Asiria estaba a punto de invadirlos. ¿Puede usted ver los paralelos con Estados Unidos y Alemania actuales? Al igual que Alemania hoy, la antigua Asiria no tenía líderes y estaba enfocada en sí misma; y como EE UU hoy, el antiguo Israel era rico, poderoso y estable. Un manto de arrogancia se extendió sobre Israel, y ni Jeroboam ni la gente vieron la necesidad de escuchar.
Aunque el rey de Israel y la mayoría de su pueblo rechazaron sus advertencias, los profetas Amós y Oseas continuaron advirtiendo. La Biblia registra que algunos de los ciudadanos de Israel escucharon a los profetas de Dios, y se mudaron al reino de Judá. Los que escucharon y actuaron según la advertencia de Dios a través de Sus profetas fueron salvados.
Necesitamos ser más como Amós y Oseas. Estos hombres entendieron la historia de Asiria. Ellos vieron que Asiria era una superpotencia que necesitaba un líder, un tanque en busca de un conductor. Lo más importante es que le creyeron a Dios cuando dijo que usaría a Asiria para castigar a Israel. Por años estos hombres fueron ridiculizados y despreciados. La gente decía que sus advertencias eran sensacionalistas y que carecían de fundamento. Se les dijo que fueran a profetizar a otro lugar. ▪