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Otro ataque a un mercado navideño, una Alemania cambiada para siempre
Desde hace unos 600 años, los alemanes se reúnen en los mercados navideños, primero por necesidad y luego por placer. Pero crece el temor de que la tradición no vuelva a ser la misma. El viernes, un inmigrante saudí, Taleb al-Abdulmohsen, embistió con su coche un mercado abarrotado de Magdeburgo, dejando cinco muertos, más de 200 heridos —42 de ellos graves— y miles de personas lidiando con el trauma. Toda la nación está conmocionada y muchos están llenos de ira. La Navidad que debía convertirse en una pausa de la política y los miedos se ha vuelto mucho más oscura.
Abdulmohsen pudo entrar en el mercado a través de un hueco dejado entre las barreras de hormigón para los vehículos de emergencia. Esto en sí mismo fue un fallo de seguridad escandaloso que despertó una ira justificada.
Durante mucho tiempo se temió que los mercados navideños pudieran ser un objetivo popular para el terrorismo. Estos temores se justificaron en 2016 cuando Anis Amri, un ciudadano tunecino, arrolló con un camión a una multitud en un mercado navideño de Berlín, matando a 13 personas e hiriendo a docenas.
Aunque los motivos del atacante del viernes son más oscuros, los temores son los mismos. ¿Podrá Alemania volver a celebrar en paz su preciada tradición? ¿Puede Alemania librarse de los continuos ataques terroristas?
Está claro que las autoridades alemanas tuvieron muchas oportunidades para evitar que esto sucediera.
El gobierno saudí advirtió a su homólogo alemán de las opiniones extremistas de Abdulmohsen, pero supuestamente se hizo caso omiso de la advertencia. Es cierto que el gobierno saudí es conocido por perseguir a sus oponentes políticos, por lo tanto las opiniones extremistas podrían interpretarse de forma muy diferente. Además, Abdulmohsen es un hombre lleno de contradicciones. En 2006 se le concedió un permiso indefinido para permanecer en Alemania, pero nunca se convirtió en ciudadano alemán. Fue acogido por Alemania, pero odiaba el sistema de asilo alemán y juró vengarse. Se presentó como un activista contra el islam, pero eligió la reunión cristiana más emblemática de Alemania para su ataque.
Independientemente de lo que revelen futuras investigaciones, muchos alemanes ya se han hecho a la idea: las autoridades alemanas han fracasado claramente. Para muchos, la conclusión lógica es que Alemania no estará segura a menos que se deporte y se mantenga fuera a los refugiados.
Indignación contra la clase dirigente
El hecho de que un ataque de este tipo haya vuelto a producirse ha llevado a muchos de la conmoción a la indignación.
Según una estimación inicial de la policía, alrededor de 1.000 participantes se reunieron en Magdeburgo portando las llamadas banderas de la patria, pidiendo la “remigración”. Según Bild, entre los eslóganes figuraban “Los que no aman a Alemania deben irse de Alemania”, “La migración mata” y “Debemos recuperar nuestras ciudades, reclamar nuestros pueblos y nuestra patria”.
Lo que enfada aún más a la gente es que justo este año los políticos prometieron cambios drásticos y más seguridad después de que un solicitante de asilo sirio matara a tres personas e hiriera a siete en un ataque con arma blanca en agosto. La coalición acordó un nuevo paquete de medidas de seguridad, que incluye leyes más estrictas sobre las armas y más poderes para las autoridades investigadoras.
Aunque se registraron las bolsas del mercado navideño en busca de pequeñas navajas de bolsillo, eso obviamente no impidió el ataque mortal del 20 de diciembre. Otro caso de incompetencia; otro caso de indignación justificada.
Los sucesos de Magdeburgo echan leña a un fuego ya de por sí voraz.
Elon Musk contra el Gobierno alemán
El reciente atentado puede tener un impacto aún mayor que los anteriores complots terroristas. Alemania no sólo está en campaña para unas posibles elecciones anticipadas el 23 de febrero, sino que los partidos dominantes también han perdido el control sobre la narrativa. Elon Musk, que compró Twitter, ahora llamado X, interviene en el debate.
Tras la mortal embestida de un coche en Magdeburgo, compartió detalles incómodos sobre el fracaso de las autoridades de seguridad alemanas, como ignorar las advertencias del gobierno saudí. Después de que surgieran noticias de que el autor había hablado en contra del islamismo, Musk compartió otra amenaza que revelaba una narrativa diferente y señaló: “El ángulo ateo era una estafa para evitar la extradición”.
Luego, el 21 de diciembre, Musk escribió: “Sí, obviamente era un lunático al que nunca se le debería haber permitido entrar en Alemania y debería haber sido extraditado cuando Arabia Saudí hizo la petición. Empatía suicida del gobierno alemán”. El mismo día repitió su apoyo al adversario político de la corriente dominante, Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán). “Los partidos políticos tradicionales de Alemania le han fallado totalmente al pueblo. La AfD es la única esperanza para Alemania”, publicó.
Cada una de las publicaciones de Musk recibe decenas de millones de visitas. Para todos aquellos que no están en X, los medios dominantes y los políticos se vieron obligados a informar sobre los comentarios de Musk, lo que aumentó la publicidad. Musk tiene un objetivo concreto en mente con sus comentarios: sembrar la desconfianza en los dominantes, como escribió el 22 de diciembre:
¿Qué ** dice la prensa alemana? La mayoría de la gente en Europa sigue pensando que la prensa tradicional es real, cuando es pura propaganda. Por favor, envíeles enlaces a X, para que sepan lo que ocurre en realidad.
A continuación, compartió bastantes más comentarios sobre las “mentiras” de los medios de comunicación heredados.
La plataforma de Musk está ganando popularidad en Alemania, ocupando el primer puesto en las aplicaciones de noticias de Apple. El propio Musk es una figura polarizante. Al penetrar a través de la censura habitual, contribuye al ascenso de los partidos marginales, haciendo cada vez más difícil que los partidos dominantes mantengan su liderazgo.
La democracia alemana en su lecho de muerte
Hay mucha rabia, frustración e ira en Alemania en estos momentos, y mucha de ella está justificada. Ha habido demasiados fracasos y ninguna solución.
El gobierno ha fracasado y está en vías de desaparecer. Pero las nuevas elecciones no prometen una solución mejor. Incluso si el partido antimigración AfD ganara las elecciones, otros partidos se unirían para mantenerlo fuera del gobierno. Por lo tanto, cuanto más fuerte sea el partido, más difícil será formar un gobierno estable y peores serán los problemas de Alemania. Como resultado, no existen soluciones prometedoras.
Encuesta tras encuesta, los que tienen posibilidades de convertirse en el próximo canciller no cuentan con la aprobación de al menos el 75% de la población. Casi nadie confía en ellos para resolver el problema de los inmigrantes en Alemania, los problemas económicos o los violentos conflictos que se acercan cada vez más a Alemania.
Las encuestas con las numerosas crisis pueden llevar a los partidos establecidos a convencer al presidente de que suspenda las elecciones (aún no han sido convocadas oficialmente) y encuentre una solución diferente para recuperar popularidad. Podrían citar la amenaza de la desinformación como un riesgo mayor tras el atentado. Cuanto antes se pongan de acuerdo las partes en una solución, mejor; cuanto más tiempo luchen, más fuerte se hará la AfD. Pero tal estrategia sería un intento de socavar la voluntad del pueblo.
La democracia alemana ha llegado a un punto de ruptura. Este es el momento exacto sobre el que advirtió el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en “Tras la victoria de Trump, vigile a Alemania”
Existe un gran vacío de liderazgo. Los alemanes saben que hay que hacer algo dramático, ¡y rápido! Esto se ve en los recientes resultados electorales con el auge de partidos marginales como Alternativa para Alemania. Los votantes se muestran dispuestos a adoptar políticas fuera de lo común. ¡Están clamando por un líder fuerte! (…)
Creo que estos últimos acontecimientos conducirán muy pronto a la instalación de un líder fuerte.
La Trompeta y su predecesora, La Pura Verdad, han advertido durante décadas que la democracia alemana fracasaría y que un líder asumiría el poder de forma no democrática usando “halagos” (Daniel 11:21; solicite nuestro folleto gratuito Un líder alemán fuerte es inminente). El Sr. Flurry continuó:
En un programa de La Llave de David de 2009, dije que este líder quizá podría “aprovecharse de una coalición débil”. Pues bien, eso es exactamente a lo que se enfrenta Alemania.
En 2002, también dije que tomaría el poder de forma deshonrosa, no mediante una votación, sino a través de un proceso por la puerta de atrás, utilizando su encanto y aparentando ser un “ángel de luz”. Vimos algo parecido con la forma en que Kamala Harris fue seleccionada como candidata demócrata a la presidencia. No hubo primarias del Partido Demócrata, ni un proceso normal de votación. ¿Podría el prolongado ciclo electoral alemán y la débil coalición conducir a algo similar? Ya existe una gran urgencia por un líder fuerte. En una crisis, las élites alemanas podrían decidir que no hay tiempo para nombrar a alguien democráticamente: podrían intervenir y elegir a un líder rápidamente. Pero este hombre secuestrará toda la alianza, y resultará muy diferente de lo que mucha gente quiere que sea.
Muchas personas desean sinceramente la paz frente al terror y la guerra. Pero la Biblia advierte del peligro de depositar la confianza en el hombre. “Así ha dicho [el Eterno]: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de [el Eterno]” (Jeremías 17:5). Sin embargo, la Biblia también revela claramente que existe una solución radicalmente diferente que sí funciona: “Bendito el varón que confía en [el Eterno], y cuya confianza es [el Eterno]” (versículo 7).
Sólo así Alemania y nuestro mundo podrán resolver sus problemas. De hecho, ¡es la única forma de evitar el ascenso de otro dictador en Alemania y el inimaginable mal profetizado en Mateo 24 y otras numerosas profecías!
Pero esta solución no es muy popular. Requerirá un cambio radical, no sólo en la cúpula del gobierno, sino aun en las personas más humildes de la sociedad. Requerirá no sólo la aplicación de leyes nacionales de sentido común, sino también leyes individuales de vida recta. La Biblia esboza una forma de vida que está en desacuerdo con los caminos del mundo, pero un camino que trae, felicidad, alegría y libertad, como se explica en El misterio de los siglos, por Herbert W. Armstrong (gratis bajo petición).
No podemos confiar en el gobierno para resolver nuestros problemas. Sólo podemos solucionar nuestros problemas acudiendo a Dios.