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Ochenta años después del Holocausto, Musk le pide a Alemania que deje atrás su pasado

Hendrik Schmidt/picture alliance via Getty Images

Ochenta años después del Holocausto, Musk le pide a Alemania que deje atrás su pasado

El domingo, un día antes del Día de Conmemoración del Holocausto, el multimillonario Elon Musk dijo a una multitud de entusiasmados alemanes que “superen” la “culpa del pasado”. Pidió a unos 4.500 simpatizantes de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) y a los alemanes en general que “preserven la cultura alemana” y “protejan al pueblo alemán”. Los alemanes, señaló, tienen “miles de años” de historia de los que sentirse orgullosos.

“Es bueno estar orgulloso de la cultura alemana, de los valores alemanes, y no perder eso en alguna forma de multiculturalismo que lo diluya todo”, dijo Musk. Sus esfuerzos por promover la libertad de expresión y combatir la cultura woke son dignos de aplauso. Pero la solución que propone es tan peligrosa como el problema, si no peor.




Si bien el pueblo alemán tiene muchas grandes cualidades, unirse para preservar la cultura del Sacro Imperio Romano es peligroso. Consciente o no, uno de los hombres más influyentes del mundo está ayudando a revivir un espíritu malo y belicoso en Alemania.

El pueblo alemán es en cierto modo realmente una nación antigua que se remonta a miles de años. (…) Leí el relato de Julio César sobre su primer encuentro con las tribus alemanas en las campañas galas. Y él decía algo como, ¡Vaya, muy impresionante! Estos son guerreros muy poderosos. Francamente, creo que hay demasiado enfoque en la culpa del pasado. Y tenemos que ir más allá de eso. Los niños no deberían ser culpables de los pecados de sus padres, ni mucho menos de los de sus bisabuelos. Y ustedes deberían ser optimista y estar entusiasmados por un futuro para Alemania.
—Elon Musk

Muchos políticos tradicionales ahora alaban la historia de Alemania. En 2017, el exministro de Defensa alemán Karl-Theodor zu Guttenberg dijo a los bávaros que si no “recuerdan de dónde venimos, qué significa nuestra historia”, entonces otras culturas vendrán y definirán a Alemania. Les instó a recordar su historia “con sus lados oscuros y claros” y a tomar una posición “sin disculpas por nuestra cultura”. El redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, comentó:

¡Él estaba hablando de la historia del Sacro Imperio Romano!

Cada vez más europeos quieren que Europa regrese a esta historia de Carlomagno. ¡Tienen algunas crisis gigantescas y están clamando por un líder fuerte como Carlomagno! Por supuesto, desestiman la realidad de que ¡Hitler también lideró una resurrección del Sacro Imperio Romano!

Musk fue un paso más allá que la mayoría y dijo que Alemania no sólo debe mirar a su historia de “grandes guerreros”, sino también olvidar sobre la culpa asociada. El momento de estas palabras fue asombroso.

“Las palabras que escuchamos de los actores principales de la manifestación de la AfD sobre ‘Gran Alemania’ y ‘la necesidad de olvidar la culpa alemana por los crímenes nazi’ sonaron demasiado familiares y ominosas. Particularmente sólo horas antes del aniversario de la liberación de Auschwitz”, escribió Donald Tusk, primer ministro de Polonia.

Este año marca 80 años desde la liberación de Auschwitz y el final de la Segunda Guerra Mundial. También marca 100 años desde la primera publicación de Mein Kampf [Mi lucha]. Muchos historiadores han escrito sobre las causas de la Segunda Guerra Mundial y de la inimaginable maldad del Holocausto. Pero pocos han considerado las propias palabras de Adolfo Hitler.

En relación a su tiempo en Viena, Hitler escribió en Mein Kampf: “Este fue el momento en el que tuvo lugar el mayor cambio que habría de experimentar en mí. De un cosmopolita débil pasé a ser un antisemita fanático”. También escribió: “Para mí, la gran ciudad aparecía como la personificación del incesto. (…) Cuanto más tiempo permanecía en esta ciudad, más aumentaba mi odio contra la mezcla de naciones extranjeras que comenzaron a devorar este sitio de la antigua cultura alemana”.

En otras palabras, Hitler abogó por “preservar la cultura alemana” y “proteger al pueblo alemán”.

Para la mayoría de las personas, lo que hizo Hitler es inconcebible. Pero para comprender sus acciones, considere sus motivos. Él creía que la cultura alemana estaba bajo amenaza. Esto lo llevó a convertirse en un antisemita y a odiar a las naciones extranjeras, lo que provocó el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Los historiadores no han entendido estos hechos evidentes.

Entendiendo la mente de Hitler

El Sr. Flurry explica en Daniel Unlocks Revelation (Daniel revela el Apocalipsis; disponible en inglés):

Lo único en lo que parecen pensar los estadounidenses cuando se trata de Europa es en alguien cantando a la tirolesa en los Alpes. ¡No tienen idea de qué se trata el Sacro Imperio Romano, o de qué se trata esa corona! No saben nada sobre esta bestia mortal. ¡Uno puede viajar por toda Europa central y aún ver parte de la opulencia de los Habsburgo!

Los Habsburgo fueron la espada de la Iglesia católica a lo largo de la Edad Media. Mientras hacían su matanza también apoyaban a artistas como Mozart, Bach y Schubert; eran muy sofisticados mientras masacraban a la gente.

A Hitler le encantaba ir a la ópera y tener su mente saturada con la música de Richard Wagner. Incluso dijo que no se podía entender el Tercer Reich sin entender a Wagner, quien era un pervertido sexual y un antisemita; sin embargo, Hitler estaba intoxicado por él.

Hay un grave peligro en no comprender esta historia. Hitler fue un producto de la cultura del Sacro Imperio Romano. El Sr. Flurry escribe:

En Viena, Hitler llegó a creer que Dios había reemplazado a los judíos con los alemanes y el Sacro Imperio Romano. Lo aprendió en esa ciudad culta, mirando todas esas joyas de la corona y la opulencia de los Habsburgo.

Él creía que los alemanes eran el pueblo elegido por Dios. Por eso, las joyas de la corona de ese imperio significaban tanto para él.

En 1938, Hitler había traído de Viena a Núremberg las insignias del Primer Reich: la corona imperial, el orbe del imperio, el cetro y la espada imperial. En un mitin, juró que permanecerían allí para siempre.

También hay una lanza, llamada la lanza del destino. Muchos creen que es la lanza que mató a Cristo, lo cual es pura tontería. Se supone que la lanza tiene poderes místicos. La leyenda dice que si uno mira esta lanza el tiempo suficiente, le dotará de poder mágico. Hitler iba allí a menudo y, sin duda, estaba hipnotizado por ella y probablemente adquirió alguna influencia demoníaca.

Hitler dio una copia de Mein Kampf a cada hogar alemán y organizó eventos culturales para restaurar el antiguo imperio. Después de traer de regreso las joyas de la corona a Núremberg, Hitler dijo: “En ninguna otra ciudad alemana hay una conexión tan fuerte entre el pasado y el presente (…) como en Núremberg, la ciudad imperial antigua y nueva. Esta ciudad, que el Reich alemán consideraba apta para defender las galas detrás de sus muros, ha recuperado la propiedad de estos símbolos, que dan testimonio del poder y la fuerza del antiguo Reich (…) y es una manifestación del poder y la grandeza alemanes en un nuevo Reich alemán”.

Tocando la corona, dijo: “El pueblo alemán se ha declarado portador de la corona de mil años”. Esta también es parte de los miles de años de historia de Alemania. Hitler amaba la cultura de Carlomagno, Ottón el Grande y los Habsburgo, quienes derramaron mucha sangre para establecerla.

Castigo profetizado

“¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje!”, Nahúm 3:1 dice sobre los antiguos asirios. Pero como el Sr. Flurry escribe en Nahúm: profecía para Alemania en el tiempo del fin, este libro es una profecía para los asirios modernos: Alemania.

El autor y periodista Leonard Cottrell escribió: “En todos los anales de la conquista humana, es difícil encontrar un pueblo más dedicado al derramamiento de sangre y la matanza que los asirios. Su ferocidad y crueldad tienen pocos paralelos, salvo en tiempos modernos”.

El Sr. Flurry advirtió en 1995:

Asiria (Alemania) ha utilizado continuamente a lo largo de la historia la guerra como instrumento para perseguir sus objetivos nacionales. ¡Su crueldad se ha infligido a todas las naciones de esta tierra! Así lo dice la historia y la Biblia.

¡Y ahora Estados Unidos actúa como si nada de esta historia hubiera ocurrido! Nuestra nación actúa como si Alemania hubiera tenido una historia amante de la paz.

Puedo entender que nuestros líderes ignoren la profecía bíblica. ¡Pero cómo se puede explicar su ignorancia de la historia? ¡Ninguna superpotencia puede hacer esto y sobrevivir!

Ninguna nación ha traído más maldad que el pueblo alemán. La Biblia revela que Alemania volverá a levantarse para que Dios pueda castigar al pueblo pecador de EE UU y Gran Bretaña. Ezequiel 7:23 dice: “Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia”. El Sr. Flurry escribió en ese mismo artículo:

Estamos, de hecho, llenos de crímenes sangrientos y violencia. “Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados” (versículo 24). Los más perversos de las naciones militarmente son Alemania, antiguamente llamada Asiria.

Dios quiere que EE UU despierte a este peligro y se arrepienta de sus pecados. A su vez, Alemania debería hacer lo mismo.

NAHÚM: PROFECÍA PARA ALEMANIA EN EL TIEMPO DEL FIN

Alemania muy pronto impondrá una gran destrucción sobre este mundo. Dios usará a esta nación,-llamada Asiria antiguamente-como su herramienta para castigar a las naciones de Israel actual, principalmente Estados Unidos y Gran Bretaña. Entonces, más o menos tres años más tarde, Dios usará a Rusia y China para destruir a Alemania. Finalmente, viene la batalla llamada Armagedón, cuando Jesucristo regrese a gobernar esta tierra. ¡Nos estamos aproximando peligrosamente hacia el día del Señor! ¡Por lo tanto necesitamos una visión más allá de ese tiempo, hacia el glorioso gobierno de Dios!