Reciba nuestro boletín gratis

Mahamed bin Salman

Getty Images

Mohamed bin Salmán de Arabia Saudí: El Putin de Oriente Medio

Arabia Saudí literalmente es un reino. No pretende ser una democracia ni una república. El rey Salmán bin Abdulaziz al Saúd es el monarca absoluto del país con mayor extensión territorial del Oriente Medio, y el mayor productor de petróleo de la región.

Arabia Saudí es un líder en el Oriente Medio. Es miembro fundador de instituciones regionales importantes como la Organización para la Cooperación Islámica, la Liga Árabe, y el Consejo de Cooperación del Golfo. Ha forjado alianzas con otras naciones en la región, y con muchas del mundo occidental. Su acuerdo con Estados Unidos para cotizar su petróleo en dólares ha traído armas y apoyo de la superpotencia mundial.

Cuando Salmán se convirtió en rey en enero de 2015 a la edad de 79 años, designó a su hijo Mohamed bin Salmán príncipe heredero y ministro de Defensa. El joven príncipe no perdió tiempo para defender los intereses saudíes. En marzo de 2015, él armó una coalición de 10 naciones del Oriente Medio y el norte de África para combatir a los rebeldes hutíes patrocinados por Irán, quienes habían depuesto al gobierno yemení y se habían apoderado de la capital de Saná, seis meses atrás. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Turquía, China y Alemania proveyeron armas y apoyo logístico.

En diciembre de 2015, el ministro de Defensa, príncipe Mohamed, anunció la formación de una coalición de naciones árabes de 34 países contra el terrorismo. Dos meses después, Arabia Saudí y otras 19 naciones musulmanas condujeron lo que la Agencia de Prensa saudí llamó los ejercicios militares “más grandes e importantes” en la historia de Oriente Medio. Según parafraseó Gulf News al experto militar de Oriente Medio, Jamal Mazloum, los ejercicios denominados “Trueno del norte” tenían el propósito de “enviar un mensaje claro a Irán para que deje de interferir en los asuntos internos árabes”.

Eventos de alto perfil han ampliado la brecha entre Irán y Arabia Saudí: la ejecución de un prominente clérigo chií proiraní en Riad en enero de 2016; Arabia Saudí liderando a aliados regionales para imponer un bloqueo a Catar por patrocinar el terrorismo y apoyar a Irán. Más recientemente, el 4 de noviembre de 2017, se dice que Riad presionó al primer ministro libanés Saad Hariri para que renunciara, en protesta contra la creciente influencia iraní en Líbano.

A nivel nacional, el príncipe Mohamed ha buscado impulsar la economía del reino, que ha sufrido por las caídas de los precios del petróleo del cual depende. En abril de 2016, él lanzó un paquete de reformas socioeconómicas para expandir el poder industrial de Arabia Saudí más allá de la producción petrolera. Esto requirió cambios culturales y religiosos como permitir que las mujeres conduzcan, y restringir la influencia de la corriente del wahabismo del islam suní, el cual ha dictado las normas culturales saudíes (y promovido el terrorismo islámico) por décadas.

En junio de 2017, el rey Salmán declaró al príncipe Mohamed bin Salmán primero en la línea de sucesión al trono saudí. El príncipe heredero de 32 años comenzó a consolidar su poder arrestando a sus oponentes en los círculos religiosos, empresariales y políticos. El 4 de noviembre, denominado “la masacre de la noche del sábado” por algunos comentaristas, docenas de empresarios, políticos e incluso príncipes saudíes y otros miembros de la familia real, fueron arrestados por corrupción. Algunos sugirieron que los arrestos fueron ataques preventivos contra presuntos conspiradores golpistas.

El príncipe heredero de Arabia Saudí está reemplazando el gobierno de consenso del reino por su gobierno de hombre fuerte. En muchos aspectos, ya está actuando como un rey. Algunas fuentes informativas lo han denominado el “Vladímir Putin de Oriente Medio”.

El príncipe Mohamed está usando su poder para impulsar reformas que harán de su país un aliado más atractivo para las naciones europeas. Europa ya está tomando partido en lo que se ha configurado como una batalla por el dominio en el Oriente Medio entre Arabia Saudí e Irán; y este avance ciertamente hace esa elección aún más fácil. Esto se alinea con la profecía bíblica en el Salmo 83 sobre los saudíes (“ismaelitas”) forjando una alianza en el tiempo del fin con otros Estados de Oriente Medio y Alemania (“Asur”). Usted puede leer más al respecto en nuestro folleto gratuito, El rey del sur

Newsletter_ES