(ALEXEI DRUZHININ\TASS VIA GETTY IMAGES)
Mientras el mundo se enfoca en Ucrania, ¿cayó Bielorrusia en manos de Putin?
Mientras la atención mundial se ha enfocado en la concentración de las fuerzas militares del presidente ruso Vladimir Putin alrededor de Ucrania, éste ha llevado a cabo una “ocupación” de facto de la nación de Bielorrusia, según una carta enviada por miembros del Parlamento Europeo el 1 de febrero.
En 1922, Bielorrusia fue absorbida por la nueva Unión Soviética dirigida por Rusia y siguió siendo un miembro fundamental hasta el colapso del bloque en 1991. Desde entonces, Bielorrusia ha permanecido estrechamente alineada con Rusia, y ambas han trabajado para fusionar oficialmente a Bielorrusia con Rusia para formar una unión de dos estados. Pero los avances en la fusión han sido lentos y ahora, mientras Putin acumula fuerzas militares en torno a Ucrania, puede haber cambiado de enfoque para poner a Bielorrusia totalmente bajo su control. De los 120.000 soldados que Putin tiene ahora cerca de las fronteras de Ucrania, al menos 30.000 están en Bielorrusia, justo al norte de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia.
This is what encirclement looks like pic.twitter.com/bJePSB3Vew
— Samuel Ramani (@SamRamani2) January 22, 2022
Los miembros del Parlamento Europeo están sugiriendo que el despliegue de estos soldados rusos altamente capacitados y listos para el combate dentro de Bielorrusia pudo haber sido el objetivo de Putin desde un inicio, o al menos un componente importante de él. Tanto si invade Ucrania o no, dicen los miembros, estas tropas significan que Putin ya ha logrado una ocupación rusa de facto de Bielorrusia. Y dicen que ha ocurrido con la plena autorización del dictador bielorruso Alexander Lukashenko, que ha gobernado la nación desde 1995.
“La presencia continua de fuerzas militares rusas a petición del ilegítimo Lukashenko debe ser tratada como una ocupación de Bielorrusia”, afirma la carta.
Antes de agosto de 2020, habría sido difícil imaginar que Lukashenko permitiera tal despliegue. Hasta entonces, había mantenido una política exterior multidireccional. Esto significa que aunque dependía de Rusia, mantenía relaciones productivas de trabajo con varias naciones de la Unión Europea y con Estados Unidos. Fue capaz de caminar recto en el funambulismo político y mantener relaciones estables con Rusia y potencias occidentales de forma que evitó que Bielorrusia fuera devorada por completo por Rusia. Así que, aunque la Rusia de Putin llevaba años presionando para absorber a Bielorrusia, Lukashenko fue capaz de utilizar este delicado acto de equilibrio para evitarlo.
Pero en agosto de 2020, Lukashenko manipuló las elecciones presidenciales para mantenerse en el poder, y su pueblo se manifestó en cantidades sin precedentes para exigir su dimisión. Unos 200.000 bielorrusos marcharon por la capital durante días. Y no fue Europa ni Estados Unidos quienes ayudaron a Lukashenko a sobrevivir a esas protestas. Fue Rusia.
Mientras todos esos bielorrusos marchaban por la capital exigiendo que Lukashneko dimitiera, Putin anunció que enviaría a militares rusos para ayudar a Lukashneko a reprimir las protestas.
Y entonces, mientras la mayoría de los líderes europeos se pusieron del lado de los manifestantes, negándose a aceptar los resultados de las elecciones fraudulentas, Putin las aceptó. Sabía que al hacerlo tendría mucha más influencia sobre Lukashenko.
Y mientras Europa y Estados Unidos desencadenaban oleadas consecutivas de sanciones en contra del régimen de Lukashenko para castigarlo por la brutal represión del pueblo bielorruso, Putin le concedía a Lukashenko cientos de millones de dólares en préstamos baratos. Y estaba introduciendo suministros de gas natural al país a precios muy rebajados.
Así que Putin le lanzó un salvavidas a Lukashenko cuando nadie más lo hizo y cuando más lo necesitaba. Sin Putin, Lukashenko no habría podido resistir la tormenta, y tanto él como Putin lo entienden perfectamente. Los días de la política exterior multidireccional de Lukashenko han terminado. Ahora está totalmente endeudado con Putin, y eso explica por qué permitió que Putin desplegara 30.000 soldados rusos —el número más grande desde la Guerra Fría— en su país.
Los ucranianos, por su parte, temen que las tropas rusas ahora concentradas en el sur de Bielorrusia puedan ser utilizadas pronto para invadir la capital de Ucrania, Kiev. La mayor parte de los soldados se encuentra a sólo unos 145 kilómetros de Kiev, lo que hace que su ubicación esté más cerca de la ciudad que cualquier otro lugar fuera de Ucrania.
Ukrainian soldiers train with NLAW anti-tank weapons. pic.twitter.com/SD5hR6M0do
— Ali Özkök (@Ozkok_A) February 5, 2022
El plan de Putin para las próximas semanas y meses sigue sin estar claro. Pero ya sea que busque una ocupación prolongada de Bielorrusia, invadir a Ucrania o cualquier otra cosa, la situación sigue siendo altamente explosiva. Y pase lo que pase, está claro que Putin está ganando terreno para volver a poner a las antiguas naciones soviéticas bajo el control de Rusia.
En 2008 Putin invadió su primer país ex soviético, la República de Georgia. En ese momento, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió: “Este fue el primer ataque militar de una superpotencia asiática en ascenso, ¡y habrá más!”. El Sr. Flurry explicó que su pronóstico se basaba en las profecías bíblicas del libro de Apocalipsis sobre una alianza masiva de naciones asiáticas del tiempo del fin llamada “los reyes del oriente”. Después vinculó pasajes del libro de Ezequiel a la descripción y dijo que esta alianza asiática estaría dirigida por un líder ruso, al que identificó como Vladimir Putin.
En el tiempo transcurrido desde entonces, las acciones de Putin han confirmado las declaraciones del Sr. Flurry. Su pronóstico sobre Putin poniendo en su mira a más naciones ex soviéticas ha resultado acertado en una nación tras otra, y ahora se confirma aún más en Bielorrusia.
El Sr. Flurry explica en su folleto de 2017 El ‘Príncipe de Rusia’ profetizado que el reinado de Putin, incluyendo sus conquistas sobre los antiguos estados soviéticos, muestra que un gran conflicto mundial se acerca rápidamente. Pero enfatiza que también hay una gran esperanza en el epicentro estos acontecimientos. Para comprender el panorama amplio del ascenso de Rusia y la gran esperanza que va vinculada a él, pida su ejemplar gratuito de El ‘Príncipe de Rusia’ profetizado.
EL ‘PRÍNCIPE DE RUSIA’ PROFETIZADO
Vladímir Putin está jugando un papel clave en la profecía bíblica. Todo líder mundial necesita entender cuán crítico va a ser ese papel. Estamos entrando en la peor crisis jamás en la historia del hombre. Esta profecía es ambos lamentable y sumamente inspiradora a la vez.