Merkel buscó al Papa para hacer frente a Trump

Las memorias de la ex canciller Angela Merkel, Libertad, saldrán a la venta el 26 de noviembre. La próxima semana presentará su libro con el ex presidente Barack Obama en Estados Unidos. Ambos comparten a un némesis común, con el que se muestra muy crítica en su libro: Donald Trump.

El diario alemán Die Zeit recibió en exclusiva extractos del libro, que revelaban algunos detalles sorprendentes.

Con respecto a Trump, escribe:

Para él, todos los países competían entre sí, y el éxito de uno era el fracaso del otro; él no creía que la prosperidad de todos pudiera aumentar mediante la cooperación.

También acusa a Trump de carecer de razonamiento racional. Respecto a su reunión con el presidente Trump en la Casa Blanca en marzo de 2017, escribe:

Hablamos en dos niveles diferentes. Trump a nivel emocional, yo a un nivel fáctico. Cuando sí prestaba atención a mis argumentos, normalmente sólo era para construir nuevas acusaciones a partir de ellos. Cuando volé a casa, no tenía buenas sensaciones. De mis conversaciones saqué una conclusión: con Trump no habría trabajo conjunto para un mundo interconectado.

Cuando el presidente estadounidense amenazó con retirarse del Acuerdo de París debido a su destructividad para la economía estadounidense, Merkel buscó el consejo de un líder espiritual:

El 17 de junio de 2017, me reuní con el papa Francisco en una audiencia privada. Como sabía por mis tres reuniones anteriores con él que le interesaba la cooperación mundial, especialmente en beneficio de los pobres, quise hablarle de mi agenda para la próxima reunión del G-20 en Hamburgo. (…) Me pidió que le contara lo que había planeado para nuestra presidencia del G-20. Le hablé de nuestro logotipo, el nudo de la cruz, y le hablé de nuestro trabajo preparatorio, que incluía un gran número de reuniones con la sociedad civil. (…) Me escuchó atentamente.

Entonces llegué a mi verdadero punto de preocupación, la anunciada retirada de EE UU del Acuerdo de París sobre el clima. Sin citar nombres, le pregunté cómo abordaría las opiniones fundamentalmente divergentes en un grupo de personalidades importantes. Él me entendió inmediatamente y me contestó sin rodeos: “Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa”. Me gustó esta imagen. Se lo repetí. “Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa”. Con este espíritu, intentaría resolver mi problema con el Acuerdo de París y Trump en Hamburgo, aunque aún no sabía exactamente qué significaba eso en términos concretos.

En ese momento, Merkel era una líder mundial con experiencia. El New York Times incluso la llamó “la última defensora del Occidente liberal”. Sin embargo, consideró a Trump un desafío tan formidable que buscó el consejo del Papa, a pesar de ser protestante y no excesivamente religiosa.

Después de dejar el cargo, su desprecio por el Sr. Trump ha continuado. Ella señala:

En el momento en que escribo estas líneas, el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2024 sigue abierto. Espero sinceramente que Kamala Harris, a quien conocí en un desayuno juntos durante mi última visita a Washington como canciller federal en julio de 2021, prevalezca sobre su rival en las elecciones presidenciales y sea elegida la primera mujer presidenta de Estados Unidos de Norteamérica.

A pesar de las esperanzas, los sueños y los temores de los líderes europeos, Donald Trump regresará a la Casa Blanca. La hostilidad abierta de Europa hará difícil una cooperación honesta con Estados Unidos. Además, Europa se encuentra hoy en una situación económica de lo más precaria. El problema se agrava con la guerra de Rusia contra Ucrania y la caída brusca de las relaciones comerciales con el Este.

Aunque todo el mundo reconoce que este momento requiere un liderazgo y una unidad europea fuerte, nadie parece capaz de conseguirlo.

De hecho, como concluyó el difunto Herbert W. Armstrong el 23 de enero de 1980, el reto de crear unos “Estados Unidos de Europa” es tan grande que “los políticos no pueden hacerlo por sí solos. Sólo con la colaboración del Papa podrán hacerlo”.

Muchos admiran hoy el poder de la Iglesia católica, y algunos incluso consultan al Papa para que guíe su política. Pero ¿permitirán que el Papa les ayude a finalizar el proceso de unificación europea?

La historia y las profecías bíblicas indican que así será.

Nuestro libro El Sacro Imperio Romano en Profecía [The Holy Roman Empire in Prophecy; disponible en inglés] muestra que la Iglesia católica fue el poder que estuvo detrás de los principales acontecimientos de la historia de Europa en los últimos 1.500 años, incluyendo la Segunda Guerra Mundial. Estos acontecimientos fueron profetizados en la Biblia, como muestra este libro, y la última resurrección del Sacro Imperio Romano está prevista para un futuro muy próximo.

Por lo tanto, debemos esperar que los líderes europeos miren cada vez más al Vaticano en busca de orientación. Solicite un ejemplar gratuito de Alemania y el Sacro Imperio Romano para saber más.