Más de una docena de estados están monitoreando la auditoría electoral de Arizona

Muchos estados, incluyendo varios que el 3 de noviembre ni siquiera se consideraban “estados indecisos”, están considerando la posibilidad de realizar auditorías forenses a las elecciones presidenciales 2020 de Estados Unidos, similares a la que actualmente se está llevando a cabo en el condado de Maricopa, Arizona. Los gobiernos estatales de Alaska, Colorado, Georgia, Nevada, Pensilvania, Virginia y Wisconsin han enviado a funcionarios de alto rango para observar cómo los auditores están verificando el resultado electoral dentro del Veterans Memorial Coliseum de Phoenix. Los políticos liberales y los medios de propaganda están luchando contra la auditoría de todas las formas posibles, y muchos de ellos le están pidiendo al Departamento de Justicia federal que detenga la auditoría a la fuerza.

Así es como la presentadora liberal radical de msnbc, Rachel Maddow, intentó plantear la situación el 7 de junio: “También estamos viendo este interés sin precedentes por parte de los republicanos de realizar estos recuentos y auditorías partidistas de una forma medio ilegitima y utilizando a terceros, en donde están accediendo a papeletas y máquinas de votación reales para, esencialmente, volver a revisarlas, sin ninguno de los controles que se supone que se aplican a un sistema de votación real, esencialmente para poner en duda los resultados”. Ella estaba dirigiéndose a Eric Holder, que fue fiscal general de Barack Obama. Finalmente preguntó: “¿Debería el sistema judicial (...) participar como una especie de respaldo, tratando de detener cualquiera de esos tres componentes a los que nos enfrentamos ahora?”.

“Sí, creo que el Departamento de Justicia tiene que involucrarse, y tiene que involucrarse agresivamente”, dijo Holder. “Esa ‘auditoria fraudulenta’ que actualmente está ocurriendo en Arizona puede parecer, por la razón que sea, algo que los republicanos quieren apoyar para obtener un beneficio a corto plazo, (...) pero es evidente que a largo plazo causará daño a nuestra democracia si entre nuestros ciudadanos se suscitan dudas sobre la eficacia e integridad de nuestro sistema electoral”.

En noviembre, justo después de las elecciones cuando salió a la luz toda la evidencia sobre la susceptibilidad al fraude de los votos a distancia y de los votos electrónicos, así como resultados de votación oficiales imposibles histórica y estadísticamente, los liberales como Holder se empeñaron en evitar utilizar cualquier cosa que se acercara a la palabra “fraude”. Ahora que sólo uno de los muchos resultados dudosos de las elecciones locales está siendo verificado a mano y a la vista del público en el condado de Maricopa, Holder está intentando popularizar la expresión “auditoria fraudulenta”.

Sólo recuerde que se trata del mismo hombre que dijo: “Cuando caigan bajo, nosotros los pateamos. De eso se trata este nuevo Partido Demócrata”.

Se trata del mismo hombre que fue nombrado fiscal general por el recién electo presidente Barack Obama. El Departamento de Justicia tenía una demanda pendiente contra dos miembros del Nuevo Partido de las Panteras Negras que fueron grabados intimidando a votantes en una casilla de votación en Filadelfia, Pensilvania. Holder intervino para reducir los cargos contra uno de ellos y desestimar totalmente los cargos contra el otro. Así que el punto de vista de este hombre respecto a la justicia es que unos pandilleros gritando eslóganes racistas y amenazando a los votantes con barras de hierro no son una amenaza para la democracia, pero examinar las papeletas en un recuento transmitido en directo que cualquier persona de la nación puede supervisar sí es una amenaza contra la democracia y el gobierno federal debería oponerse “agresivamente”.

La verdad es exactamente lo contrario de lo que dice Holder. Un recuento transparente no daña nuestra democracia. Ocultar las papeletas incluso después de que muchas personas declararon bajo juramento que algunas de esas papeletas fueron fotocopiadas y contadas varias veces sí daña nuestra democracia.

Incluso de acuerdo con los resultados oficiales de las elecciones de 2020, que son muy sospechosos, Donald Trump ganó más votos que cualquier presidente en la historia —excepto por su oponente—. El presidente Trump realmente ganó apoyo, incluso en las grandes ciudades donde los demócratas generalmente obtienen muchos de sus votos. Resulta que después de llevar a cabo una campaña presidencial en gran parte desde su sótano y de vez en cuando en algún evento público, el político profesional Joe Biden (quien es muy propenso a cometer torpezas) ganó de forma abrumadora en varias ciudades que casualmente estaban en estados indecisos, estados en los que el conteo de votos se “detuvo” inexplicablemente durante la noche y donde luego aparecieron avalanchas de votos que voltearon la elección de Trump a Biden.

Independientemente de sus preferencias políticas, si usted ignora a los candidatos y a los partidos involucrados y se limita a observar los resultados oficiales y los compara con elecciones anteriores, se dará cuenta que el conteo de votos es muy sospechoso. Y los estadounidenses quieren respuestas.

Los recuentos, las cadenas de custodia y todo lo demás puede parecer un poco confuso e incluso aburrido. Observar un recuento manual es mucho menos interesante que observar un discurso de campaña o una toma de posesión. Pero entonces uno se pone a recordar que los estadounidenses lucharon en una Revolución para construir nuestra Constitución y nuestra nación sobre la base fundamental que le otorga a un individuo el derecho de gobernarse a sí mismo a través de representantes electos. Doscientos cuarenta y cinco años después, ese derecho fundamental ha sido robado, aparentemente a gran escala. Las pruebas siguen saliendo a la luz. Y los liberales radicales esperan que el estadounidense promedio esté demasiado confundido o sea demasiado apático para preocuparse.

Pero la gente sí quiere ver pruebas documentadas de que sus votos sí cuentan. El estadounidense promedio quiere saber si le han robado su voto y, por lo tanto, todo su gobierno constitucional. Por esa razón funcionarios de Alaska, Colorado, Georgia, Nevada, Pensilvania, Virginia y Wisconsin han visitado personalmente el coliseo de la auditoría del condado de Maricopa. Saben que deben prepararse para la posibilidad de que sus estados tengan que realizar sus propias auditorías forenses.

Si los demócratas realmente ganaron tantos votos inesperados en estas ciudades, se podría pensar que aplaudirían y aceptarían un recuento. ¡Esto reafirmaría y celebraría la asombrosa e histórica hazaña que lograron! Pero en lugar de eso, gente como Rachel Maddow está suplicándoles desesperadamente a personas como el ex fiscal general, plagado de escándalos, y al Departamento de Justicia que detengan el recuento.

Durante esa misma entrevista con Holder, Maddow dijo: “Saber que están dañando nuestra democracia, saber que son inapropiados e imprudentes en la forma que usted describió, constituye una crítica a ellos por hacerlo. ¿Pero no debería haber alguien que los detenga? Se me ocurre que cuando la jefa de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, Pam Karlan, envió una carta a Arizona advirtiendo que lo que estaban haciendo en esa ‘auditoria fraudulenta’, como usted la describió, es ilegal y una violación de la ley federal respecto a la forma en que deberían manejarse las boletas y las máquinas de votación, el paso a seguir debería haber sido algún tipo de acción, de lo contrario, este es un caso en donde se burlan la ley federal sin pagar ningún tipo de precio por ello”.

Como es habitual, esto no era realmente una pregunta para una entrevista, sino propaganda que se hacía pasar por periodismo. Holder insistió y repitió su palabra clave, “agresivo”. Dijo: “Si hay, o se sospecha que hay violaciones a la ley federal, dada la naturaleza y las consecuencias de lo que están tratando de hacer, el Departamento de Justicia tiene que ser agresivo”.

En la mente de Maddow y de Holder, no basta con intentar encontrar pruebas de ilegalidad por parte de Cyber Ninjas, la empresa tecnológica que dirige la auditoría, o por parte de los republicanos de Arizona. Quieren que el gobierno federal intervenga e impida a la fuerza que las legislaturas estatales aprueben los recuentos. Se trata de un intento abierto de violar la ley constitucional la cual estipula que son las autoridades estatales y locales las que deben supervisar el desarrollo y los detalles de las elecciones. Hacer tal demanda no tiene sentido si se ama o se respeta la Constitución de Estados Unidos, pero tiene mucho sentido si uno es un marxista autoritario.

Mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribe en su folleto Great Again (Grande otra vez, disponible sólo en inglés): “El Sr. Obama dijo repetidas veces lo transparente que sería su administración; sin embargo, prácticamente todo lo que hizo fue en la oscuridad. (...) El ex fiscal general Eric Holder también le mintió al Congreso (sobre el escándalo de Rápido y Furioso y sobre lo que su departamento le hizo al reportero James Rosen). A medida que estos escándalos se apilaban más y más, ¡nadie podía hacer que los funcionarios de la administración les dijeran nada! Mintieron y mintieron y mintieron, ¡y fueron atrapados en sus mentiras! Esa administración se cubrió con un manto de engaño. En algunos casos, ¡incluso bromeaban o se jactaban de sus mentiras! Es imposible medir el daño que tal engaño causó en el tejido de nuestra política y nuestra sociedad. Pero a nadie parece importarle”.

Ahora Eric Holder está de regreso, actuando como un hombre de ley que atrapa a republicanos escurridizos. Gente como él mintió durante el gobierno de Obama para destruir la ley, mintieron para llevar a Obama de nuevo al poder a través de Joe Biden, y mienten ahora que la gente está examinando para ver si aún les queda una república constitucional o no.

¡La Biblia indica que estas mentiras serán expuestas! Muchos cristianos reconocen que libros bíblicos como Daniel y Apocalipsis contienen profecías. Pero muchos no saben que los libros de 1 Reyes y 2 Reyes también fueron escritos por profetas y contienen profecías para hoy. Tampoco se dan cuenta de que estas profecías están dirigidas a los descendientes modernos de los antiguos israelitas, ¡entre ellos los estadounidenses! (Solicite su ejemplar gratuito de The Former Prophets: How to Become a King [Los profetas anteriores: Cómo convertirse en rey, disponible sólo en inglés]).

Los versículos 3-6 de 2 Reyes 13 registran que durante la vida del profeta Eliseo, un enemigo mortal atacó el reino del norte de Israel y casi lo destruye: “Y se encendió el furor de [el Eterno] contra Israel, y los entregó en mano de Hazael rey de Siria, y en mano de Ben-adad hijo de Hazael, por largo tiempo. Mas Joacaz oró en presencia de [el Eterno], y [el Eterno] lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía. (Y dio [el Eterno] salvador a Israel, y salieron del poder de los sirios; y habitaron los hijos de Israel en sus tiendas, como antes. Con todo eso, no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboam, el que hizo pecar a Israel; en ellos anduvieron; y también la imagen de Asera permaneció en Samaria)”.

Dios permitió que el enemigo adquiriera mucho poder, pero no permitió que borrara completamente a Israel.

¿Quién fue ese “salvador” humano que Dios proveyó? Se revela en 2 Reyes 14:26-27: “Porque [el Eterno] miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había siervo ni libre, ni quien diese ayuda a Israel; y [el Eterno] no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás”.

La Biblia afirma que Israel habría sido definitivamente borrado si Dios no los hubiera “salvado por mano de Jeroboam hijo de Joás”. Mi padre escribió en su artículo “¿Quién es el Jeroboam de los tiempos modernos?” que en nuestros días el presidente Donald Trump cumple el papel del rey Jeroboam ii. Dios está utilizando al presidente Trump para salvar temporalmente a los descendientes del antiguo Israel, incluyendo a los estadounidenses, los británicos y los judíos, de un movimiento satánico que busca “raer el nombre de Israel de debajo del cielo”. Ante los ojos de Dios, Donald Trump es el ganador legítimo de las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2020. No sabemos cuánto tiempo pasará hasta que recupere el control de la nación. Pero sí sabemos que Dios lo utilizará para impedir que la izquierda radical borre completamente al país. Y el hecho de que tantos funcionarios estatales estén estudiando cómo realizar auditorías como la de Arizona puede indicar que la verdad de las elecciones de 2020 podría revelarse pronto.

Pero ¿por qué Dios expone este fraude? ¿Será porque Él es republicano? ¿O porque está premiando la rectitud del Presidente Trump o la rectitud de los estadounidenses? ¡No! ¡Él nos está mostrando nuestros pecados y los terribles resultados! Al igual que nuestros antepasados en el antiguo Israel, nuestra nación está cargada de pecado. Dios ya hubiera dejado que esta nación fuera aniquilada, excepto que Él tiene un plan para nosotros y para toda la humanidad, y está salvando a esta nación temporalmente con el propósito de darnos una última oportunidad de confesar y arrepentirnos de “nuestros pecados nacionales”, como dijo Abraham Lincoln, y de nuestros pecados personales e individuales. Pero el reloj está en marcha. Dios ya intervino, al utilizar la valentía de Donald Trump, su candidatura, su presidencia y las elecciones de 2020 para exponer lo desesperados que están los estadounidenses. La lección no es cuánto necesitamos a un líder como el Sr. Trump. ¡La lección es lo mucho que necesitamos a Dios! Estados Unidos está realmente en peligro de ser borrado. ¡La única esperanza que le queda es el arrepentimiento hacia Dios!

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