Más de 300.000 extranjeros ilegales recibirán licencias de conducir
Miles de extranjeros ilegales se están apresurando para obtener permisos de conducir después de que los votantes de Massachusetts aprobaran una nueva ley que amplía los privilegios de conducción a los indocumentados.
Los datos del Registro de Vehículos Motorizados de Massachusetts publicados por el Boston Herald el 28 de julio muestran que unos 100.000 extranjeros han programado citas para obtener un permiso de aprendiz desde que la ley entró en vigor a principios de mes. Las autoridades del Estado de Massachusetts creen que más de 300.000 extranjeros ilegales podrían obtener el permiso de conducir a finales de año.
Con la aprobación de esta ley, Massachusetts se convirtió en el decimoséptimo Estado en ofrecer permisos de conducir a extranjeros ilegales.
Crisis de seguridad: los defensores de las fronteras abiertas quieren permisos de conducir para los extranjeros ilegales porque conducir sin permiso suele ser el primer cargo penal que puede poner a un extranjero bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas para su deportación. Garantizar que los 316.000 extranjeros ilegales que se sabe que viven en Massachusetts tengan permiso de conducir es un paso enorme para garantizar que estos extranjeros no sean deportados. También es un paso enorme para garantizar que aún más extranjeros ilegales se sientan cómodos mudándose a Massachusetts en un futuro próximo.
Transformación fundamental: la política de fronteras abiertas está transformando fundamentalmente Estados Unidos. Como escribió Pat Buchanan durante el segundo mandato de Barack Obama:
Ya no hablamos la misma idioma, ni adoramos al mismo Dios, ni honramos a los mismos héroes, ni compartimos las mismas fiestas. …
Nuestra política se ha vuelto venenosa. Nuestros partidos políticos se pelean entre sí.
El cristianismo está en declive. Las iglesias tradicionales se están fragmentando por cuestiones morales como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo. El islam está en ascenso.
Parece que nuestra sociedad se está desintegrando.
En otras palabras, Estados Unidos ya no es una nación formada por un solo pueblo unificado. Se ha convertido en una nación balcanizada de etnias y culturas enfrentadas al borde de la guerra racial (Isaías 1:7).
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