Más de 200 ex miembros del personal de Bush, McCain y Romney apoyan a Kamala Harris

Estados Unidos ha sido secuestrado por las élites políticas que operan sus agendas, independientemente del partido político que esté formalmente en el poder. Este hecho queda demostrado por el gran número de republicanos de la clase dirigente que han decidido respaldar a la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, y no al candidato del Partido Republicano, Donald Trump.

En una carta abierta publicada el 26 de agosto, unas 238 personas que trabajaron para el ex presidente George H. W. Bush, el ex presidente George W. Bush, el ex senador por Arizona John McCain y el senador por Utah Mitt Romney pidieron a los “republicanos moderados y a los conservadores independientes” que se unieran a ellos para respaldar a Harris y a su candidato a vicepresidente, el gobernador de Minnesota Tim Walz.

Carta abierta: los 238 firmantes van desde jefes de gabinete a internos.

“Por supuesto, tenemos muchos desacuerdos honestos e ideológicos con la vicepresidenta Harris y el gobernador Walz”, escribieron. “Eso es de esperar. La alternativa, sin embargo, es simplemente insostenible. En casa, otros cuatro años del caótico liderazgo de Donald Trump, esta vez enfocado en hacer avanzar los peligrosos objetivos del Proyecto 2025, perjudicarán a la gente común y corriente y debilitarán nuestras sagradas instituciones”.

El padre de Harris fue profesor de economía marxista en Stanford, y Walz pasó su luna de miel en la China comunista. Sin embargo, la clase dirigente política se ha vuelto tan contraria a los principios constitucionales fundacionales de EE UU que preferiría apoyar a una administración socialista que respaldar la revolución populista de Trump contra el Estado administrativo.

Unipartidismo: muchos analistas políticos hablan ahora del “unipartido”. Este unipartido está compuesto por demócratas y republicanos que creen que es más importante apoyar a instituciones del “Estado profundo” como la cia, el fbi y el Departamento de Seguridad Nacional que defender la separación de poderes de la Constitución estadounidense.

El presidente George W. Bush tenía opiniones muy diferentes sobre la amenaza que suponía el islam radical que el presidente Barack Obama. Sin embargo, ambos utilizaron el Departamento de Seguridad Nacional para espiar a millones de estadounidenses.

El presidente Donald Trump quiere reducir el poder de la comunidad de inteligencia y de otras burocracias ejecutivas, lo que ha llevado a cientos de antiguos colaboradores de Bush, McCain y Romney a ponerse en su contra.

Estado en la sombra: el gobierno de EE UU está dejando de ser una república constitucional para convertirse en una tecnocracia autoritaria dirigida por burócratas, líderes militares, agentes de inteligencia, financieros de Wall Street, magnates de los medios de comunicación y empresarios tecnológicos. Los demócratas radicales y los republicanos de la clase dirigente se han unido para censurar la libertad de expresión, manipular las elecciones y arruinar la reputación de cualquiera que intente detenerlos.

La Biblia dice que esta pérdida de libertad es una aflicción que Dios permite para despertar a la gente y mostrarles lo lejos que se han desviado de los principios fundacionales de EE UU (2 Reyes 14:26-28).

Más información: lea “¿Es real el ‘Estado profundo’?”