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Los profetas anteriores: cómo la historia se convierte en profecía
¿Cuántas veces hemos escuchado que la historia se repite? Lo hace, una y otra vez.
La Biblia hebrea se divide en tres secciones principales: la ley, los profetas y los salmos, o escritos. Los profetas incluyen lo que se clasifica como los profetas mayores y menores. También están los profetas anteriores, compuestos por los libros bíblicos de Josué, Jueces, 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 de Reyes. Originalmente eran sólo dos libros: Josué-Jueces y el Libro de Reyes. Todos están relacionados entre sí; debemos entenderlos individualmente y también como una unidad profética.
Los profetas anteriores registran un amplio período de la historia de la nación de Israel: desde el momento en que los israelitas entraron en la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Josué hasta que las dos partes del reino dividido, Israel y Judá, fueron conquistadas y llevadas al cautiverio. Hay un mensaje especial en todos los profetas anteriores. En su mayoría tratan de historia, pero se les llama profetas anteriores por una buena razón. La palabra anteriores significa simplemente que son profetas de un tiempo más antiguo. Estos libros fueron escritos por profetas y están llenos de profecías para el tiempo del fin.
Los judíos de hoy, y todas las personas, ¡pueden aprender mucho estudiando a los profetas anteriores!
Considere el mensaje básico de Josué y Jueces, que es poderoso y único. Cuando la nación siguió el camino de Josué —que era el camino de Moisés y que en realidad era el camino de Dios y Su ley— las cosas marcharon bien para Israel. El período de los jueces, cuando la nación rechazó a Dios y Sus leyes y “cada uno hacía lo que bien le parecía”, muestra lo que sucede cuando una nación abandona a Dios.
Los libros de Josué y Jueces contienen lecciones sobre el éxito y el fracaso.
Los libros de Samuel y Reyes, que contienen lecciones similares muy relevantes, registran la historia de David y Salomón, los dos reyes responsables de unir a Israel y convertirlo en una superpotencia regional. Estos dos libros revelan cómo una nación rodeada de enemigos puede permanecer independiente y segura, y cómo la unidad nacional es crucial para la seguridad nacional. Contienen poderosas lecciones sobre el liderazgo y cómo los líderes determinan el destino de una nación.
Israel hoy tiene muchos enemigos. Con su política divisiva e inestable, la nación no sólo está dividida, política, sino ideológica y religiosamente. Su gobierno está plagado de disputas y los líderes de la nación pasan más tiempo compitiendo que cooperando. En muchos aspectos, la nación está cometiendo los mismos errores que cometió antiguamente.
Por eso la nación de Israel, especialmente sus líderes, ¡necesitan estudiar y comprender a los profetas anteriores!
¿Sólo historia?
Mucha gente cree que los profetas anteriores sólo contienen historia. Eso no es cierto, pero incluso si lo fuera, el contenido histórico haría que estos libros bíblicos fueran extremadamente valiosos.
Muchas autoridades llaman a la historia nuestro maestro más eficaz. Hay mucha verdad en esa afirmación. Napoleón Bonaparte dijo que para ser un gran general se debe estudiar a los grandes generales del pasado. Ése es un buen consejo también para nosotros espiritualmente. La historia bíblica es la más grande de todas porque es la historia de Dios. Debemos aprender sobre estos guerreros espirituales del pasado. Debemos aprender sobre Josué y Samuel. Debemos entender por qué Saúl fracasó a pesar de tener una oportunidad tan grande. Debemos aprender sobre David, quien tiene la biografía más grandiosa y larga de la Biblia. Debemos saber sobre Elías y Eliseo.
Estos libros muestran que, si llevamos el mismo estilo de vida que nuestros antepasados, obtendremos prácticamente los mismos resultados, buenos o malos.
¿De qué trataban estos poderosos líderes? Toda esta increíble historia está registrada en los profetas anteriores. Está lista para que la estudiemos y aprendamos de ella. De todos los pueblos de la Tierra, ¡el pueblo judío debería estar sumamente interesado en estos libros bíblicos!
Pero los profetas anteriores son mucho más valiosos que si fueran sólo historia. Estos libros contienen muchas profecías directas, profecías cruciales que son especialmente para este tiempo final. A lo largo de estos libros leemos sobre el Mesías prometido, por ejemplo. Pero los profetas anteriores también nos dan profecías indirectas. Por supuesto que registran la historia, pero es la historia la que en la mayoría de los casos también se convierte en profecía. Considere, por ejemplo, cómo el estado de la religión en el antiguo Israel revelaba el estado de la nación. El hecho de que tengamos problemas religiosos iguales o similares hoy en día, constituye una profecía indirecta de lo que está sucediendo a los descendientes modernos de Israel y Judá; que en el tiempo del fin son principalmente las naciones de Estados Unidos, Gran Bretaña y el Estado judío. (Si no ha comprobado esta importante verdad, estudie nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía).
Estos libros muestran que, si llevamos el mismo estilo de vida que nuestros antepasados, obtendremos prácticamente los mismos resultados, buenos o malos. Si vivimos como la gente de la época de Josué, experimentaremos los mismos resultados hermosos. Si vivimos como la gente del período de los jueces, ¡experimentaremos los mismos resultados horribles! La historia se convierte en profecía. No toda la profecía es historia, pero mucha historia se convierte en profecía. La historia profetiza el destino de las naciones: ¡si prosperarán o se hundirán!
Investigado a fondo
Algunos comentarios dicen que los profetas anteriores se originaron en parte en la “tradición oral”. Se puede demostrar que esto es falso; ¡se trata de una crítica a la Biblia que busca desacreditar estas Escrituras inspiradas y debilitar la fe de la gente!
En este caso, la “tradición oral” podría ser casi cualquier cosa. Sólo se puede confiar plenamente en la Palabra de Dios, documentada por los profetas de Dios.
Dios se aseguró de que el material de los profetas anteriores fuera registrado y preservado principalmente para que pudiéramos entenderlo en el tiempo que conduce directamente a la Segunda Venida de Jesucristo.
¡Estos escritores tuvieron que estudiar intensamente para recopilar esta invaluable instrucción para nuestra educación! Esta historia no es simplemente tradición oral. Al hablar del libro de los Reyes, la Biblia de Cambridge explica: “El compilador especifica tres fuentes de las que extrae su narración: 1) El Libro de los hechos de Salomón (1 Reyes 11:41) como autoridad para el reinado de Salomón. 2) El Libro de las crónicas de los reyes de Judá, que se menciona 15 veces. (…) 3) El Libro de las crónicas de los reyes de Israel, citado 17 veces” en Reyes. Los escritores y compiladores de los profetas anteriores tenían muchas fuentes escritas, no sólo la tradición oral. Tuvieron que estudiar a fondo los libros proféticos y la historia de los profetas para poder reunirlo todo de la manera que Dios quería.
El compilador de Crónicas enumera sus fuentes en 2 Crónicas 9:29: “Los demás hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no están todos escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de Ahías silonita, y en la profecía del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat?”. En otras palabras, el libro sobre Salomón que utilizó consistía en los escritos de estos tres profetas: Natán, Ahías e Iddo.
“El Libro de los hechos de Salomón’ comprendía tres obras escritas por profetas contemporáneos de Salomón que abarcaban todo el período de su reinado, y fueron naturalmente reunidas pronto en un solo tratado y llamadas con un nombre colectivo” (ibid., énfasis mío). Nótese bien: las fuentes utilizadas por el compilador de los profetas anteriores incluían el Libro de los hechos de Salomón, ¡que se basaba en material de origen escrito por profetas que estaban allí mismo con Salomón! Los hombres inspirados por Dios reunieron todo este material para hacer un libro más grande. Éste fue luego consultado para componer los profetas anteriores.
Este proceso fue mucho más exhaustivo y meticuloso que la simple “tradición oral”. Esta historia se registró de forma muy parecida a como nuestros historiadores escriben la historia hoy en día. Pero había una diferencia vital: ¡su trabajo también fue inspirado por Dios!
Estos hombres trabajaron en estos escritos, basándose en registros y manuscritos anteriores, ¡por lo importante que es esta historia! ¡Está claro que era extremadamente crítica y significativa para los eruditos justos del antiguo Israel! ¡Ojalá el Israel moderno la valorara tanto!
La historia registrada por los profetas
El rey David creó cargos para asegurarse de que esta valiosa historia fuera registrada y preservada. “Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente” (1 Crónicas 29:29). Los hombres que escribieron los profetas anteriores y Crónicas eran muy cultos. Conocían las Escrituras y la historia y profecía de Dios. Todos estos profetas registraron la historia de David, ¡y mantuvieron la llama del trono de David brillando para los seguidores de Dios!
La educación era de gran importancia en estos profetas anteriores. ¡Samuel, Elías y Eliseo eran educados! Todos ellos fundaron escuelas para educar a otros y para difundir ese valioso conocimiento. Sus escuelas eran pequeñas porque la mayoría de la nación no seguía la educación de Dios. Aun así, esa historia —y la estima de estos hombres por la educación según Dios— fue registrada para nosotros hoy.
Creo que el profeta Jeremías fue el redactor a quien Dios inspiró para integrar a todos los profetas anteriores. Pero no estamos buscando a Jeremías en estos libros; buscamos a Dios de principio a fin. ¡Dios reunió esta historia! Sin embargo, los eruditos sin fe la etiquetan con nombres como “historia hebrea”. Sí, contiene historia de los hebreos, pero eso no es todo. Un título así diluye la verdad de Dios. No es simplemente la historia de los hebreos; ¡es la historia de Dios y de lo que Él está haciendo en la Tierra! ¡Esta historia fue organizada e inspirada por Dios Mismo!
Si usted y yo no estamos estudiando esta historia, estamos perdiendo una oportunidad increíble, ¡que incluso puede salvar vidas!
Le animo a que se tome el tiempo de estudiar realmente la historia registrada en los libros de Josué, Jueces, Samuel y Reyes. Parte de la historia es maravillosa y positiva. Es profundamente inspirador leer sobre la alegría y la prosperidad que experimentó Israel durante la época de Josué, la devoción de Samuel por la verdadera educación, los logros asombrosos del rey David y su hermoso ejemplo de humildad y arrepentimiento, el servicio a Dios lleno de fe de Elías, la obra profética llena de milagros de Eliseo, y muchos otros. ¡La historia de estas impresionantes figuras bíblicas nos enseña cómo ser felices y exitosos hoy!
En los profetas anteriores también hay bastante historia trágica. Estos libros relatan mucho sufrimiento, conflictos y depresión. El libro de los Jueces describe algunos de los comportamientos más atroces y espantosos de la Biblia. La vida de Saúl es una advertencia aleccionadora contra la vanidad y la autosuficiencia. El ejemplo de Jeroboam y la guerra civil que incitó muestra lo que ocurre cuando nos apartamos de la religión verdadera establecida en Jerusalén por el rey David.
¡Conocer esta historia nos ayudará a no repetir los mismos errores!
La historia de estos libros podría realmente salvarle la vida. Espiritualmente, le conducirá a una relación más profunda y plena con Dios. Le revelará cómo puede ser protegido por Dios cuando las pruebas le golpeen y cómo puede alcanzar su increíble potencial humano. Aprender las lecciones de estos libros le ayudará incluso físicamente. Estas lecciones le ayudarán a crecer como líder y como madre o padre, esposo o esposa. Le revelarán el camino hacia la prosperidad material. Esta historia le mostrará cómo puede estar contento y en paz, con usted mismo, con su familia y con todos aquellos con los que entre en contacto.
Esta historia ocurrió hace miles de años, estos escritos son antiguos y venerables, ¡pero sus lecciones son aún más relevantes e importantes hoy que hace tres milenios! ¡Cambiarán su vida! ▪
Profetiza otra vez: la comisión de Dios para Su Iglesia del tiempo final
La Comisión que Dios le ha dado a Su Iglesia en esta Era, ¡pudiera estar más allá de lo que nuestras mentes humanas pueden comprender completamente ahora! El misterio de Dios tiene que ser declarado hoy día. Pero esta obra debe también enseñarle a toda la humanidad que el misterio debe de ser distribuido, o declarado, a toda persona alguna vez creada. Se les debe enseñar no solamente el misterio en sí, pero ellos deben aprender a enseñarlo. ¿Pero por qué? ¿Será posible que Dios vaya a seguir expandiendo Su Familia por todo el universo para siempre?