Los ataques raciales contra agricultores son ‘normales’ en Suráfrica
TRANSCRIPCIÓN
Una de las profesiones más peligrosas del mundo es la de agricultor surafricano. No porque el trabajo sea exigente o que los equipos sean peligrosos, sino por las palizas y los asesinatos por parte de delincuentes callejeros.
La semana pasada, un anciano agricultor surafricano recibió una paliza sangrienta a manos de seis asaltantes armados. Esto es similar a casos anteriores, muchos de los cuales han incluido torturas y asesinatos. Publicaciones en la red social X [antes Twitter] por parte de un periodista ciudadano mostraban la brutalidad y advertían que esta violencia por motivos raciales se está tratando ahora como un “delito normal”.
No existen estadísticas oficiales sobre los ataques a las granjas, pero el año pasado la División de Seguridad Comunitaria de AfriForum documentó el número de ataques que se produjeron en julio, agosto y septiembre. Durante ese periodo, se produjeron 88 ataques a granjas, un promedio de aproximadamente uno al día. Trece víctimas de estos ataques fueron asesinadas.
La naturaleza brutal de estos ataques indica que el verdadero motivo es el terror. En muchos casos, los atacantes no roban nada. Pero suelen torturar a sus víctimas: algunas han sido perforadas repetidamente con horquillas, otras quemadas con un soplete, otras colgadas de postes y muchas han sufrido abusos sexuales.
El Sindicato Agrícola de Transvaal calcula que el 74% de las víctimas de asesinatos en granjas son blancas, y casi todas las víctimas de torturas son blancas. Dirigentes gubernamentales como Jacob Zuma y Julius Malema han abogado repetida y abiertamente por la intimidación y el asesinato de granjeros blancos y por la expropiación de sus tierras.
El profeta Ezequiel describe estas condiciones con espeluznante detalle, advirtiendo que en los tiempos del fin, los crímenes sangrientos ocurrirían uno tras otro, como los eslabones de una cadena.
