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Lo que realmente causó el ataque terrorista de Orlando
El 12 de junio, un hombre armado apoyado por el Estado Islámico masacró a 49 personas en un club nocturno de homosexuales en Orlando, Florida. Éste fue el tiroteo en masa más grande en la historia moderna de Estados Unidos y una prueba más de que algo muy siniestro y malvado está sucediendo en esta nación.
Orlando es el hogar del Mundo de Disney y de muchas otras atracciones que son sinónimo de diversión familiar. ¡Es un mundo de ensueño para los niños! Pero ahora ningún lugar en EE UU es seguro.
La Biblia revela la raíz de la extrema violencia en Estados Unidos y en todas las naciones modernas descendientes del antiguo Israel. El profeta Oseas escribió que, “homicidio tras homicidio se suceden”: Apenas hay un respiro entre los tiroteos masivos en estos días. Su advertencia es para este tiempo del fin.
El terrorista Omar Mateen de 29 años, nació en EE UU pero se identificaba con grupos terroristas extranjeros. Él llamó al 911 durante el ataque, prometiendo lealtad al Estado Islámico y alabando a los hombres detrás de las explosiones del maratón de Boston. Las tendencias radicales de Mateen eran bien conocidas, el fbi lo investigó por 10 meses comenzando en mayo de 2013 por sus declaraciones pro-terroristas.
El padre de Mateen es un partidario del Talibán (asesinos de muchos soldados estadounidenses). ¿Por qué se le permitió a este hombre criar a un niño demente en Estados Unidos? Isaías profetizó esto: “Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños” (Isaías 1:7). Esta profecía es para EE UU hoy (como lo comprobamos en nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en Profecía). ¿Es el padre de Mateen uno de esos “extraños”? Su lealtad está con los terroristas, no con el país donde él ahora vive y prospera. Él le pasó su ideología islámica radical a su hijo.
La estación de radio del Estado Islámico Al-Bayan llamó a Mateen “uno de los soldados del califato en EE UU”. Estos terroristas se ven a sí mismos como soldados, y sacrifican su vida por un propósito malvado. ¡Ellos entienden que estamos en guerra! Estados Unidos está bajo ataque, pero los estadounidenses no se ven tremendamente preocupados.
Guerra en el cielo
Esta es una Escritura que la mayoría de las personas podrían pasar por alto, pero tiene mucho que ver con lo que ocurrió en Orlando:
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:7-9).
El libro de Apocalipsis pone toda la profecía en una secuencia de tiempo. Como lo compruebo en mi folleto Estados Unidos Bajo Ataque, hace 30 años, Satanás y los demonios trataron de derrocar a Dios, ¡y Dios los lanzó fuera del cielo! Ellos están ahora confinados a la Tierra.
¿Qué están haciendo estos espíritus malignos? Satanás le transmite a la humanidad sus actitudes, estados de ánimo, sentimientos y emociones (Efesios 2:2). Piense en esas transmisiones como ondas en el aire, como aquellas que transmiten las señales de la radio y televisión. Usted ve evidencia de esto todo el tiempo: ¡Note cómo algunas personas pueden volverse emocionalmente enardecidas aparentemente sin ninguna razón! Satanás y los demonios tienen una gran influencia sobre los seres humanos.
“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis 12:12). Satanás y sus millones de secuaces están ahora al acecho en los lugares oscuros de esta Tierra, trabajando para destruir tantas vidas como les sea posible antes que Jesucristo regrese a sacar a Satanás del trono de esta Tierra. El dominio de Satanás sobre la humanidad está llegando a su fin muy pronto, y él lo sabe. Este hecho lo hace estar extremadamente enojado.
Satanás es el asesino en masa original (Juan 8:44). Él movió a Caín para asesinar a su hermano Abel, contaminando a la primera familia humana con un derramamiento de sangre atroz. Él ha causado que el hombre asesine a su prójimo por los pasados 6.000 años.
El hombre no puede resolver el problema de los asesinatos en masa. Las guerras y la violencia se intensificarán hasta que comprendamos nuestra completa incapacidad para traer paz a nuestras familias, naciones y al planeta. ¡Cristo debe regresar para salvar a la humanidad de sí misma! (Mateo 24:21-22).
¿A quién culpar?
“Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón” (Apocalipsis 12:13). Cuando Satanás fue lanzado, inmediatamente atacó y destruyó a la Iglesia de Dios, representada aquí por una mujer (usted puede leer sobre esto en nuestro libro gratuito Levantando las Ruinas). Luego Satanás comenzó su asalto sobre las naciones de Israel: Estados Unidos, Gran Bretaña y el estado judío en Oriente Medio.
¡Esta es la razón invisible por la que EE UU se ve paralizado frente al terrorismo islámico radical!
En la mayor parte de su historia, Estados Unidos ha experimentado grandes periodos de paz, mientras que gran parte del mundo ha estado en un constante estado de guerra. La paz nos ha hecho ingenuos. Nuestro pueblo no comprende el peligro de darle poder a rivales hostiles que no valoran la paz tanto como nosotros lo hacemos.
Dios advirtió que Él quebrantaría la voluntad de EE UU para luchar (Levítico 26:19). Lea ese capítulo entero para entender el contexto: se trata de bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia. Estados Unidos ha ganado su última batalla, y el pecado es el culpable. El error no yace en un líder ni en un partido político, sino en el pueblo que peca.
“¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a [el Eterno], provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás” (Isaías 1:4). Dios culpa a la gente por sus pecados. ¡La mayoría de los estadounidenses ni si quiera sabe realmente lo que es el pecado!
No se equivoque: El problema de Estados Unidos con el terrorismo del Islam Radical es una guerra en la cual sólo un lado está peleando. Debido al pecado, no hay forma en que EE UU gane.
“Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo, pues, viviremos? Diles: Vivo yo, dice [el Eterno] el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” (Ezequiel 33:10-11) ¡El pecado mata! Cuando nosotros sufrimos, Dios sufre. Pero el sufrimiento no se detendrá hasta que la gente le haga caso a la advertencia.
“Por tanto, así ha dicho [el Eterno] el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice [el Eterno] el Señor” (Ezequiel 13:8) ¡Los ministros y líderes de hoy no están hablando la verdad de la Biblia! Dios corregirá severamente a esta sociedad mentirosa. Satanás y sus demonios están causando ataques violentos como el de Orlando, pero Dios mismo está orquestando esto como un castigo por nuestros pecados.
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” (Oseas 4:6) ¿Se volverá usted a Dios? Es nuestra responsabilidad conocer la Biblia. ¡Si nos olvidamos de la ley de Dios, Él se olvidará de nuestros hijos!
¿Cuántas madres de aquellas víctimas de Orlando están derramando lágrimas ahora?
Recuerde Apocalipsis 12:12: ¡Satanás está confinado en la Tierra! Esta es una verdad decisiva y de mayor importancia en la Biblia. Él está destrozando a Estados Unidos, y necesitamos saber cómo protegernos.
“Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana” (Daniel 8:24-25). Satanás ha prevalecido en la Iglesia de Dios y en las naciones de Israel, pero al final el bien siempre triunfa sobre el mal. Nuestro Salvador regresará pronto a establecer la paz sobre la Tierra. Nunca más experimentaremos ataques como el de Orlando. ▪