Las protestas se extienden por toda Inglaterra tras los apuñalamientos en Southport
Las protestas se han extendido por toda Inglaterra por el problema de la inmigración en el país desde el martes por la noche, después de que tres chicas murieran apuñaladas en Southport.
Las protestas se volvieron violentas cuando las especulaciones sobre la identidad del atacante de 17 años circularon por las redes sociales. La policía se apresuró a calificarlas de "incorrectas" e instó "a la gente a no especular sobre los detalles". El tribunal identificó posteriormente al asesino como Axel Rudakubana, hijo de padres ruandeses.
Ubicaciones: en Southport, los manifestantes protestaron frente a una mezquita. Incendiaron camionetas policiales y lanzaron ladrillos y fuegos artificiales contra la policía, hiriendo a 50 agentes.
A las afueras de Downing Street, cientos de personas lanzaron latas y botellas de cristal contra una línea de agentes de policía. Algunos lanzaron bengalas contra la estatua de Churchill en la plaza del Parlamento.
Se han realizado otras protestas en Hartlepool, Manchester y Aldershot.
Los manifestantes en estos diferentes sitios gritaban: "¡Queremos recuperar nuestro país!". "¡Que gobierne Britannia!" "¡Queremos recuperar a nuestros hijos!" y "¡Detengan las embarcaciones!"
Protesters and police continue to clash over stabbings in Southport at a makeshift vigil#UK #Stabbing pic.twitter.com/jCrQCFQoUm
— World Times (@WorldTimesWT) July 31, 2024
Respuesta del gobierno: la oficina del primer ministro Keir Starmer emitió un comunicado en el que afirmaba que la policía recibiría "el pleno respaldo del gobierno tras los múltiples incidentes de alto perfil de extrema violencia y desorden público en nuestras calles".
La declaración añadía: "Aunque el derecho a la protesta pacífica debe protegerse a toda costa, [Starmer] tendrá claro que los delincuentes que se aprovechen de ese derecho para sembrar el odio y llevar a cabo actos violentos se enfrentarán a todo el peso de la ley".
'Una torta no volteada': bajo las voces que piden cambiar las leyes de inmigración se encuentra "la cuestión más profunda de la corrosiva ruptura de la confianza, el orden social y la cohesión", escribió la periodista Melanie Phillips. Su declaración está respaldada por Oseas 7, que profetiza sobre los problemas de inmigración de Gran Bretaña.
El redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribe en Hosea-Reaping the Whirlwind (Oseas: segando el torbellino; disponible sólo en inglés): "Gran Bretaña puede parecer buena en apariencia. Pero Dios dice en el versículo 8 que es como una 'torta no volteada', ya quemada por debajo. (…) Las crisis graves van a hacer que nuestras naciones se desmoronen de repente, ¡como una torta quemada! Dejará al mundo con la boca abierta".
Las protestas de esta semana están dando vida a esta profecía.