Las muertes de mujeres por alcohol se duplican en una década

Me gusta conversar con la gente para conocer su opinión sobre lo que ocurre en el mundo actual. En la caja registradora, después de hacer compras, suelo decir: “No puedo esperar para dejar de usar este cubre bocas”. Nunca he escuchado a una persona que esté en desacuerdo conmigo. Jamás alguien me ha dicho: “¡Deberíamos estar tan agradecidos de siempre estar usando un cubre bocas!”

Sé que la gente está cansada de que los medios de comunicación, los políticos y los supuestos expertos médicos les pongan a diario la covid-19 en la cara. Se puede ver en el gesto de sus ojos. ¡Ya no vemos las caras completas! Creo que la mayoría de la gente aguanta las continuas restricciones de la covid-19 por miedo a las represalias de sus jefes, amigos o funcionarios públicos.

El hombre común no es tonto. Muchos sospechan que hay algo nefasto detrás de la exagerada crisis de la covid-19. Ellos saben, como frecuentemente muestra la revista la Trompeta, que detrás de la pandemia hay algo más que un plan para frenar una enfermedad. ¡Es una toma de poder sobre el pueblo! Una mujer mayor me dijo que lo que más le molestaba es que le están quitando sus libertades. Esa es una gran percepción.

El encubrimiento de la COVID-19

En este mundo están ocurriendo muchas más cosas que deberían ser objeto de atención en los titulares. Por ejemplo, existen otras crisis sanitarias no politizadas que la gente debería conocer. Antes de la covid-19, el problema de Estados Unidos con la adicción a los opioides recibía mucha atención. Pero no tanto en 2020.

En enero de 2020, el periodista de Bloomberg Steve Geimann informó sobre un estudio del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (niaaa; por sus siglas en inglés) que mostraba el rápido aumento de las muertes por alcohol entre las mujeres. “Las muertes por borracheras y excesos se duplicaron con creces en las últimas dos décadas, ya que el consumo de alcohol por persona aumentó un 8%, con fuertes aumentos en la tasa para las mujeres y las personas de mediana edad”, escribió Geimann. No recuerdo que esta estadística haya aparecido en los titulares.

Inicialmente, este dato puede no parecer tan impactante, pero hay algo más. “Tres cuartas partes del total eran hombres, pero las muertes de mujeres aumentaron a un ritmo más rápido: un 85% en comparación a 39% de los hombres, según la investigación realizada entre 1999 y 2017 por el niaaa”, continuó. ¿Por qué el número de mujeres que mueren por alcoholismo aumenta más rápidamente que el de los hombres?

No sólo enfermedades del hígado

“El total de muertes por alcohol en Estados Unidos alcanzó las 72.558 en 2017 ––un aumento frente a las 35.914 de 1999–– con casi un tercio vinculado a enfermedades hepáticas, según el estudio”, escribió Geimann. ¡Eso es casi 1 millón de personas en un período de 18 años!

El director del niaaa, George Koob, dijo que este estudio debería ser un “llamado de atención”. Pero como los principales medios de comunicación no prestaron atención al llamado, pocos lo escucharon. Ciertamente, los líderes del gobierno y los expertos médicos que impulsan el cierre del coronavirus no lo escucharon o lo ignoraron. ¿Cómo lo sabemos? Se cerraron iglesias, teatros, estadios y restaurantes, pero las licorerías permanecieron abiertas de par en par. Las reuniones de Alcohólicos Anónimos se vieron obligadas a ser virtuales. En febrero, Fox News informó: “El consumo peligroso de alcohol entre los que estaban bajo encierro aumentó del 21% en abril a casi el 41% en septiembre, en comparación con los que no estaban bajo encierro, la dependencia probable del alcohol aumentó de casi el 8% al 29%, y la dependencia severa aumentó de casi el 4% al 17% en el mismo período”. Las noticias del Reino Unido muestran una tendencia similar.

Sólo un tercio de las muertes analizadas en el estudio del niaaa estaban relacionadas con enfermedades hepáticas. ¿Cuál es la causa de las demás muertes? Aquí es donde creo que este tema se vuelve realmente interesante.

Al principio de su artículo, Geimann mencionó las muertes por episodios de exceso de alcohol. Luego, en la conclusión, escribió: “Mientras que para los hombres no cambió la prevalencia del consumo de alcohol y de las borracheras, para las mujeres la prevalencia del consumo subió un 10,1% y el consumo excesivo de alcohol aumentó un 23,3%”. Es una estadística demoledora, y Geimann terminó el artículo sin siquiera insinuar una solución.

¿Cuál es la causa del consumo excesivo de alcohol entre las mujeres, especialmente las jóvenes?

Por qué las jóvenes beben excesivamente

Beber en exceso no es una novedad para muchas jóvenes que asisten a los colegios y universidades más populares de Estados Unidos. La compañía Niche ofrece clasificaciones de colegios y universidades estadounidenses como medio para ayudar a los estudiantes a encontrar una universidad que se ajuste a sus objetivos educativos y a su personalidad.

Las 20 mejores universidades de la lista se clasifican según 12 categorías. Una de esas categorías es el ambiente de fiesta. La mayoría de esas 20 universidades tienen una calificación de A+ en esta categoría. Se les conoce como las mejores universidades para salir de fiesta. El abuso del alcohol está muy extendido en las fiestas universitarias, donde muchos estudiantes, tanto hombres como mujeres, han muerto como resultado de una borrachera.

“El consumo excesivo de alcohol entre las mujeres jóvenes ha aumentado dramáticamente en los últimos años”, escribe Mona Charen en su exitoso libro Sex Matters. Ella cita un informe del Wall Street Journal según el cual “entre 1999 y 2008, el número de mujeres jóvenes que acudieron a las salas de urgencias por estar peligrosamente intoxicadas aumentó un 52%. La tasa de los hombres jóvenes, aunque más alta, aumentó sólo un 9%”.

Charen se pregunta por qué las jóvenes están bebiendo en exceso. Ella afirma: “Muchas se emborrachan tanto que a menudo no recuerdan lo que hicieron la noche anterior. Esto no es placer, es anestesia. Sospecho que la cultura del sexo casual está provocando el consumo de alcohol y viceversa. Es posible que los estudiantes consideren que ligar es tan incómodo, extraño y deshumanizado, que tienen que usar el alcohol para embotar sus sentidos y disminuir sus inhibiciones naturales (y saludables). Probablemente nunca se irían a la cama con extraños (al menos la mayoría de las mujeres no lo harían) si no estuvieran borrachas”. Ciertamente, las borracheras conducen a la adicción al alcohol y a una mala salud. También es un hecho conocido que las universitarias que se emborrachan corren el riesgo de ser violadas. Limitar el consumo de alcohol es lo más sensato. Sin embargo, las jóvenes feministas no están de acuerdo.

“Cualquier recomendación de que las mujeres jóvenes limiten su consumo de alcohol, siempre sean conscientes de su entorno y tomen otras precauciones de sentido común para protegerse es recibida con protestas estridentes”, escribe Charen. “Durante décadas, las feministas han instado a las mujeres a huir de lo que aman y de lo que son y a copiar rígidamente a los hombres. Es un consejo de vida terrible”.

Lo que dice la ciencia

Un artículo del New York Times de enero de 2020 citaba a Patricia Powell, subdirectora del niaaa: “‘Parte de la liberación de la dominación masculina es poder comportarse de la manera que uno elija’, dijo la Sra. Powell. Algunas mujeres han recibido el mensaje de que es liberador beber como un hombre”. Pero ese mensaje problemático, señaló, no incluye la parte sobre lo peligroso que es el alcohol o que las mujeres que igualan a un hombre bebida por bebida son propensas a sufrir peores efectos sobre la salud”. La ciencia respalda tanto a Powell como a Charen.

rehabspot.com ayuda a las personas con problemas de adicción a encontrar un centro de rehabilitación adecuado. Su artículo “Cómo afecta el abuso del alcohol a las mujeres de forma exclusiva” afirma:

El problema se agrava por los peligros especiales que el alcohol supone para las mujeres. En general, el alcohol afecta más a las mujeres que a los hombres. Esto se debe a que la química corporal propia de las mujeres interactúa de forma diferente a la de los hombres y a que las mujeres son, en promedio, mucho más pequeñas que los hombres, lo que significa que la misma cantidad de alcohol tendrá un mayor impacto. Por ejemplo, las mujeres que beben hasta embriagarse probablemente se intoxicarán más que los hombres que beben la misma cantidad y a un ritmo más rápido. (Beber en exceso para las mujeres es consumir cuatro o más bebidas en dos horas). Las mujeres pueden incluso consumir menos alcohol que los hombres en el mismo periodo de tiempo y, sin embargo, sentir efectos de intoxicación más pronunciados. Incluso varias horas después, es probable que las mujeres tengan mayores cantidades de alcohol en la sangre que los hombres si ambos han bebido la misma cantidad. …

Algunos estudios sugieren que las mujeres que empiezan a tener comportamientos de riesgo con el alcohol, como darse borracheras o consumir excesivamente, tienen hasta el doble de probabilidades de desarrollar alcoholismo y una serie de complicaciones de salud relacionadas con el alcohol. Estas complicaciones pueden incluir hipertensión arterial, daños en el hígado y cáncer de mama.

El informe del niaaa muestra que la edad de las mujeres que mueren de alcoholismo es cada vez más temprana. ¿Corremos el riesgo de perder a nuestra generación joven de mujeres?

Muerte por ideología

“Las mujeres de entre 25 y 34 años registran los mayores índices de abuso de alcohol en la actualidad. Las razones del aumento del consumo de alcohol en estas edades incluyen presión en sus carreras, exigencias en su empleo y la transición de la universidad al ‘mundo real’. El consumo de alcohol en la universidad en ambos sexos tiende a ser elevado, especialmente en las estudiantes”, advierte rehabspot.com.

Para curar este problema, debemos encontrar la causa. El alcohol no es el problema, aunque se utilice como arma. Ciertamente, podemos señalar con el dedo a las feministas que promueven su mensaje radical de que las mujeres deben actuar como los hombres. Un segundo culpable es nuestro sistema de educación moderno. El feminismo y el comunismo reinan en las esferas más altas de nuestros educadores de nivel universitario. Han alimentado a nuestra juventud con una filosofía fallida y defectuosa. Están dispuestos a ignorar, incluso a fomentar, los principales problemas en lugar de admitir que puede haber diferencias innatas entre hombres y mujeres. ¿Y cuál es el resultado?

Como dijo el profeta Isaías hace miles de años respecto a nuestros días, nuestra sociedad está fatalmente enferma (Isaías 1:5-6). “Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Isaías 3:12).

No es exagerado decir que nuestras jóvenes que mueren por borracheras, o por los efectos nocivos del alcoholismo, están muriendo por ideología. Todo podría cambiar drásticamente si la gente quisiera de verdad eliminar las causas que son la base de la sociedad enferma en la que vivimos. Actualmente ese deseo no existe. Sin embargo, se avecina un cambio dramático.

“No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de [el Eterno], como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9). Jesucristo regresará pronto y establecerá un nuevo orden mundial que traerá la educación correcta y la comprensión del propósito y los principios de una vida sana y gozosa. ¡Que Dios acelere ese día! ▪

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