Las grandes farmacéuticas presionaron a Twitter para que moldeara el diálogo sobre las vacunas
El 16 de enero, Lee Fang publicó nueva información de los "Archivos de Twitter" sobre cómo "la industria farmacéutica presionó a los medios sociales para moldear el contenido en torno a la política de vacunas". El fabricante de fármacos BioNTech de alguna manera se percató de una campaña "que se dirigía a las empresas farmacéuticas que estaban desarrollando la vacuna covid-19 ". La campaña en cuestión se centraba en las patentes de la vacuna y la propiedad intelectual que se comparte a nivel internacional para la creación de vacunas de bajo coste. Para las grandes farmacéuticas, esto era inaceptable. Así que se dirigieron a Twitter.
Petición de censura: se pusieron en contacto con Nina Morschhaeuser, antigua responsable de Políticas Públicas de Twitter con sede en Alemania, para que pusiera fin a la situación, y ella presentó sus preocupaciones a la central de Twitter.
Las autoridades advierten de las "graves consecuencias" de la acción, es decir, se esperan publicaciones y una avalancha de comentarios "que pueden violar las condiciones de servicio", así como la "toma de control de las cuentas de los usuarios". Se dice que el objetivo son especialmente las cuentas personales de los gerentes de los fabricantes de vacunas. En consecuencia, también podrían crearse cuentas falsas.
—Nina Morschhaeuser
Esto es lo que las grandes farmacéuticas solicitaron a través de Morschhaeuser
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La vigilancia y el blindaje de las cuentas corporativas de Pfizer, BioNTech, Moderna y AstraZeneca ante los activistas.
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La monitorización y "ocultación" de tuits y etiquetas (hashtags) que hagan referencia a la "vacuna popular" y a la adhesión al fondo común de acceso a la tecnología covid-19
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Una campaña especial de moderación de contenidos en torno a la "desinformación" sobre la covid-19
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Un canal de comunicación abierto para poder recomendar qué cuentas deberían ser suspendidas
Los archivos no muestran si Twitter cumplió plenamente con estas peticiones específicas, pero está claro que varias cuentas reales fueron suspendidas, no sólo por pedir que se compartieran las patentes de vacunas, sino por cuestionar la aplicación inmediata de los pasaportes de vacunación.
Grandes beneficios: en el fondo de todo esto no estaba el interés de que hubiera vacuna compartida. El problema principal era la petición de transparencia. Hacer públicas las patentes de las vacunas habría sacado a la luz todos los atajos que hicieron peligrosa la fabricación de la vacuna. Habría dejado al descubierto que las vacunas equivalían a un experimento científico de preparatoria hecho con parches.
Semejante revelación habría puesto en peligro las ganancias récord que las grandes farmacéuticas podían obtener de estas vacunas. Y eso era inaceptable.
Obtenga más información: Lea nuestro número de la Trompeta de abril de 2022, "Dinero Covid".