Las familias multimillonarias nazis y la política alemana

Fue la riqueza de los industriales la que permitió la Primera y la Segunda Guerras Mundiales. Muchos de estos mismos industriales también se beneficiaron de las políticas de los Nacional Socialistas a través de la arianización del régimen, el trabajo de esclavos o el aumento de la producción de armas. Después de la guerra siguieron dando forma a la política alemana. Un ejemplo notable es el difunto empresario August von Finck Jr.

El padre de Finck Jr, el banquero August von Finck, ayudó a financiar el ascenso de Adolfo Hitler y trabajó mano a mano con su régimen. En la Alemania de posguerra, donó grandes sumas de dinero a la conservadora Unión Socialcristiana (csu, por sus siglas en inglés) de Franz Josef Strauss. Su hijo donó posteriormente a la campaña electoral del heredero político de Strauss, Edmund Stoiber. Su nieto August François hizo noticia en 2019 como el donante más importante de Augustus Intelligence, una oscura empresa de inteligencia artificial con conexiones derechistas que incluyen a otro destacado miembro de la csu, Karl-Theodor zu Guttenberg.

Revelaciones de la revista Spiegel publicadas en noviembre de 2018 muestran que la empresa familiar también permitió el ascenso del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán).

En 2022, las conexiones de la familia con el régimen nazi quedaron esclarecidas en el libro Nazi Billionaires: The Dark History of Germany’s Wealthiest Dynasties [Multimillonarios nazis: La oscura historia de las dinastías más ricas de Alemania], por David de Jong. En él se revela cómo Finck pidió y luego se benefició enormemente de la arianización de los bancos judíos, también se detallan las numerosas conexiones de la familia con la AfD.

Los Finck son sólo una de las muchas familias multimillonarias que siguen influyendo en la política actual. De Jong también se centra en la historia familiar de los Quandt, los Flick, los Porsche-Piëch, los Oetker y los Reimann. La lista puede ampliarse a otras empresas y personas que se beneficiaron del Tercer Reich y continuaron sus negocios después, como los herederos de IG Farben, Krupp, Siemens y Rheinmetall. Al igual que los Finck, su participación política continuó después de que terminó la guerra.

El más famoso de todos es el caso Flick, una trama de sobornos políticos a gran escala en la década de 1980. El escándalo preocupó a Alemania durante años, pero no fue hasta 2015 cuando se hizo público que el legendario político de la csu Franz Josef Strauss estaba aún más profundamente implicado de lo que se sabía en el principio.

En su biografía de más de 700 páginas sobre Strauss, Peter Siebenmorgen relata que los jefes de las dinastías Flick y Quandt se interesaron especialmente por Strauss y valoraron sus consejos. Además, Siebenmorgen revela que Strauss recibió sobornos a través de una empresa fantasma desde 1964 hasta la década de 1980. Spiegel escribió: “La lista de pagadores abarca desde bmw y Bertelsmann hasta Daimler-Benz y Dornier, y hasta empresas pertenecientes al imperio Flick y la compañía Taurus-Film GmbH del magnate de los medios Leo Kirch”.

De Jong señala otra conexión entre los multimillonarios nazis y Strauss: en la década de 1960, Krauss-Maffai, bajo el control de Flick, obtuvo los primeros contratos del tanque Leopard gracias al “respaldo de Strauss”. El diseño del tanque se creó en colaboración con Porsche. En los años siguientes, el tanque Leopard y sus versiones posteriores no sólo se integraron en las Fuerzas Armadas alemanas, sino que se exportaron a todo el mundo, y las familias multimillonarias nazis volvieron a participar en la producción de armas a gran escala.

Estas familias de multimillonarios nazis han sentado las bases de la Alemania moderna y su actividad actual suele ser tan misteriosa como su pasado. Pero un acontecimiento histórico puede arrojar luz sobre los objetivos de los industriales.

Durante la así llamada reunión de la Casa Roja en 1944, los nazis de alto rango dijeron a los representantes de Krupp, Messerschmitt, Volkswagenwerk, Rheinmetall y otros que debían “prepararse para financiar al Partido Nazi, que se vería obligado a pasar a la clandestinidad…”. EE UU desclasificó el documento en 1996, pero pocos creen que estos planes de clandestinidad llegaron a ejecutarse.

Sin embargo, la Biblia revela que algunas de las mismas familias de industriales que respaldaron las dos guerras mundiales volverán a desempeñar un papel en la configuración del destino de Alemania. Apocalipsis 18:3 los llama “los mercaderes de la tierra”. Hemos mencionado sólo algunos ejemplos de quiénes podrían estar entre estos mercaderes. Para saber más, lea “Surgiendo de la clandestinidad alemana” de Gerald Flurry.