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Las ayudas de asistencia social desaniman los matrimonios de clase media
El 26 de julio investigadores del Instituto de Emprendimiento Estadounidense y el Instituto para Estudios de la Familia publicaron un estudio titulado “Matrimonio perjudicado”. En particular, la investigación examinó parejas no casadas cuyo hijo mayor tiene 2 años o menos, y que tienen un ingreso familiar entre $24.000 y $79.000 dólares. Entre tales parejas, el estudio encontró que hay un 2 a 4 por ciento menos de personas que se casan, si hacerlo les reduce los beneficios sociales que reciben del gobierno.
Basados en evidencias anecdóticas, el estudio también encontró que entre los estadounidenses en edades de 18 a 60 años, cerca de un tercio dijo que ellos conocían personalmente a alguien que no se había casado por temor de perder las ayudas de asistencia social. Una investigación previa conducida por W. Bradford Wilcox, uno de los coautores del estudio, sugiere que los efectos dañinos de la asistencia social sobre las tasas de matrimonios de clase media, deberían de preocuparles a los que generan las políticas gubernamentales.
Toda sociedad tiene personas que no pueden mantenerse a sí mismas: bebés, niños, ancianos, enfermos y discapacitados. Tradicionalmente, la institución de la familia proveía el cuidado y protección que necesitaban estas personas “dependientes”.
Sin embargo durante los últimos 50 años, más estadounidenses han estado renunciando a la vida de familia tradicional porque dependen de que el gobierno central los mantenga. Más de cuatro de cada 10 familias estadounidenses en algún momento recurrieron a beneficios del gobierno según su nivel de recursos, como asistencia médica y cupones para alimentos. ▪