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La verdadera insurrección

(NICHOLAS KAMM/AFP/GETTY IMAGES)

La verdadera insurrección

¿Quién estafó al pueblo estadounidense cambiando normas electorales a último momento, difundiendo propaganda engañosa, y creando papeletas falsas?

¡A paso lento pero seguro todo va apuntando en dirección al fraude electoral! El 9 de mayo, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, dijo en la televisión nacional que Joe Biden es un presidente ilegítimo, algo que no se atrevía a decir tan abiertamente hace apenas dos o tres meses.

“En mi mente no hay duda de que esos Estados fueron en efecto robados”, dijo Gingrich a Maria Bartiromo en Fox News. “Eso no hace feliz a los grandes noticieros, pero hablando como historiador, sé que la gente se va dar cuenta que es absolutamente cierto”.

En las semanas siguientes a las elecciones presidenciales de 2020, Gingrich quedó convencido de que los demócratas estaban intentando robar la presidencia de Estados Unidos, y se esforzó por exponer el fraude. Pero después ocurrieron las protestas del 6 de enero en el Capitolio, y los medios de propaganda empezaron a difundir la noticia falsa de que el presidente Donald Trump estaba liderando una insurrección armada. Así que a la hora de exponer el fraude electoral Gingrich y varios senadores republicanos retrocedieron, como si de repente los hechos del fraude hubieran cambiado.

Pero ya se está desmoronando la narrativa falsa de una insurrección armada encabezada por el presidente Trump. Tenemos evidencia de que John Sullivan y otros activistas de Antifa incitaron a la violencia durante el suceso, y evidencias de que la policía retrocedió y permitió que los alborotadores entraran en el recinto del Capitolio. Tenemos las pruebas de que el agente Brian Sicknick no fue golpeado en la cabeza con un extinguidor durante los disturbios, sino que murió por causas naturales. También hay pruebas de que no se confiscaron armas durante la protesta y que la única persona asesinada en el suceso fue Ashli Babbitt, una simpatizante de Trump, a quien un agente de la Policía del Capitolio le dio un disparo.

Gingrich y muchos otros por fin se están dando cuenta de que la verdadera insurrección del 6 de enero fue la que llevaron a cabo los demócratas radicales que se robaron la presidencia.

Cuando Bartiromo le preguntó a Gingrich sobre las nuevas leyes electorales en Arizona, Florida y Texas, dijo: “Creo que en 2020, e incluso un poco antes, aprendimos que tenemos elecciones demasiado fáciles de robar. Por ejemplo, en eBay se pueden comprar papeletas oficiales de Georgia, y de otros Estados, para elección de presidente. Así que, cuando le dicen que tienen las papeletas electorales bajo control, simplemente no es cierto. Es un sistema muy expuesto en el que la gente puede hacer trampa y lo hizo. (…) En varios Estados, los republicanos simplemente fueron superados por el equipo legal opuesto”.

Los demócratas podían hacer trampa, e hicieron trampa. Cambiaron y rompieron las reglas, y llenaron las elecciones de papeletas fraudulentas. Y ahora que las pruebas se están examinando, estamos escuchando un tono mucho más firme por parte de los republicanos. Los republicanos de la Cámara de Representantes se están preparando para expulsar del liderazgo a la presidenta de la conferencia, Liz Cheney, por ser demasiado anti-Trump. El 12 de enero, Cheney anunció que votaría a favor de la destitución del presidente Trump porque consideraba que había incitado los disturbios en el Capitolio seis días antes. En ese momento el liderazgo republicano la toleró, pero ya no.

Adam Kinzinger, un burócrata republicano explicó cómo le gustaría que la gente viera la situación: “Han pasado cuatro meses después de la insurrección del 6 de enero que era impensable en este país. Y el mensaje de los que quieren deshacerse de Liz Cheney es que ya es hora de pensar en el futuro y seguir adelante, como si aquello hubiera ocurrido hace 10 años y nos tuviera obsesionados desde entonces. Han pasado cuatro meses. Y hay muchas personas, incluyendo los líderes de nuestro partido, que no ha admitido que esto sí fue una insurrección liderada por el presidente de Estados Unidos, y que bien merece una completa rendición de cuentas por parte de los republicanos”.

Al leer entre líneas, uno se da cuenta de que los líderes republicanos quizás se doblegaron ante la izquierda radical inmediatamente después de las protestas del 6 de enero. Pero ahora están dispuestos a dejar esa protesta en el pasado y comenzar a hablar del tema mucho más importante del robo electoral.

El Departamento de Justicia de Joe Biden está en medio de una de las mayores investigaciones y procesamientos de la historia de EE UU y se espera que acuse a por lo menos 100 personas más relacionadas con las protestas del 6 de enero. Pero el verdadero motivo por el que los medios de propaganda están exagerando estas protestas es desviar la atención de otra cosa: el recuento de votos, altamente polémico, que por fin se está llevando a cabo en el condado de Maricopa, Arizona, mientras usted lee esto. Donald Trump ha sugerido que ésta puede ser la primera ficha de dominó que caiga en una auditoría a nivel nacional que exponga un amplio fraude electoral.

Por definición, una “insurrección” es “un acto o situación de levantamiento en revuelta, rebelión o resistencia contra la autoridad civil o un gobierno establecido” (dictionary.com, traducción nuestra al español). Entonces, ¿quiénes son los verdaderos insurrectos? ¿Los individuos que estaban en el Capitolio el 6 de enero, o los conspiradores que forzaron ilegalmente la salida de un presidente el 3 de noviembre?

El ex secretario de Estado de Arizona, Ken Bennett, dijo recientemente a One American News que los funcionarios electorales del condado de Maricopa ni siquiera tienen pleno acceso a las máquinas de votación que quieren examinar para su auditoría. Cuando se le preguntó si el condado de Maricopa tenía la contraseña necesaria para acceder a estas máquinas de votación, Bennett dijo: “Bueno, nos dieron algunas contraseñas preliminares que nuestra empresa de informática utilizó para entrar en las máquinas, pero luego se encontraron con una segunda contraseña que se requería para entrar en las funciones administrativas de los escáneres empleados para digitalizar las papeletas en los lugares de votación. Se llaman ICP en los sistemas de Dominion. Pero el condado de Maricopa ha respondido ahora que no tienen la segunda contraseña para entrar en las funciones administrativas de las máquinas. Sólo Dominion la tiene”.

Sólo Dominion la tiene. ¡Qué revelación tan sorprendente! Uno pensaría que más medios de comunicación estarían interesados en cubrir esto. ¡Dominion Voting Systems, una empresa privada con sede en Canadá, tiene más control sobre las elecciones presidenciales y de otro tipo en el condado de Maricopa que los funcionarios electos del condado! Aunque el Senado de Arizona ordenó la auditoría de los resultados de las elecciones generales de Maricopa, Dominion se niega a entregar las contraseñas aduciendo que la empresa auditora Cyber Ninjas no está aprobada por la Comisión de Asistencia Electoral de EE UU.

Al parecer, ni siquiera el Senado de Arizona puede ver lo que ocurre dentro de esas máquinas.

“Los datos del Censo de EE UU publicados la semana pasada ponen en duda el recuento oficial de votos de las elecciones de 2020”, informa el Election Wizard, afirmando después que, según el censo, “el número registrado de personas que votaron en 2020 se cifró en 154.628.000”. En cambio, los resultados oficiales sitúan el número de votos reales emitidos ligeramente por encima de los 158 millones. Eso representa una diferencia de casi 4 millones de votos. Hablando con el encuestador Richard Baris durante un episodio de ‘Inside the Numbers’, el abogado Robert Barnes dijo que, históricamente, el Censo tiende a ‘acertar’ las cifras de votos registrados con los resultados reales. En otras palabras, a menudo los dos conjuntos de datos coinciden razonablemente. (…) Por supuesto, a veces el Censo se ha equivocado. Pero durante décadas, en casi todos los casos en donde el Censo emitió resultados equivocados, fue porque la oficina registró de más el número de los que votaron” (énfasis añadido). Esto plantea la pregunta obvia: ¿De dónde salieron los 4 millones de papeletas extra?

“Nadie sabe de dónde salieron muchos de esos 4 millones de papeletas adicionales porque ni siquiera los representantes electos del pueblo estadounidense pueden acceder a las funciones administrativas de las máquinas de votación de Dominion. Jan Bryant, testigo electoral del condado de Maricopa declaró ante la legislatura de Arizona que estuvo ‘en el centro de tabulación, la sala donde están los servidores rodeados con vidrio protector. Todas las computadoras están conectadas a un solo cable que se puede ver. Pero nada de eso importa por dos cosas. Una, los empleados de Dominion eran los únicos que manejaban cualquiera de esos equipos (…) ningún empleado del condado, ningún informático (...) ellos administraban toda la capacitación (...) imprimían todos los informes. (...) Ni en un millón de años entregaría lo más importante de mi empresa a alguien más. Y sólo había dos personas que tenían todo el control de todo’”.

Usted nunca dirigiría un negocio en donde solamente contratistas externos tuvieran acceso a los registros más sensibles e importantes y no le permitieran a usted ver nada. Sin embargo, así es exactamente como los condados de todo el país dirigieron las elecciones presidenciales de EE UU de 2020.

El abogado Matthew DePerno presentó su último hallazgo en el tribunal del circuito del condado de Antrim, Michigan, la semana pasada. Encontró 1.061 papeletas “fantasma” en el condado durante las elecciones de 2020, y a pesar de la amenaza del coronavirus había una supuesta participación de casi el 100% por parte de votantes entre 65 y 80 años. Antrim es uno de los 47 condados en los que el estado de Michigan utilizó Dominion Voting Systems para procesar las papeletas.

“Es prácticamente un secreto a voces que los demócratas radicales se robaron las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos”, escribió mi padre en su artículo “Qué pasará después de que Trump recupere el poder”. “Las encuestas muestran que más del 70 % de los republicanos creen que las elecciones fueron robadas. Muchos demócratas también lo creen; y yo pienso que muchos de ellos saben que así fue. Incluso los datos oficiales muestran una cifra histórica de 74,2 millones de personas que votaron por el presidente Donald Trump, ¡casi 5 millones más que cualquier otro candidato presidencial en la historia de EE UU! (…) Para entender el fraude electoral en Estados Unidos, debe entender un pasaje de 2 Reyes 14. El libro de Reyes es una parte de la Biblia llamada los profetas anteriores. Los profetas anteriores son profetas: los hombres que escribieron estos libros eran profetas, y los profetas son utilizados por Dios para profetizar. Estos libros contienen historia, pero son altamente proféticos”.

“Porque [el Eterno] miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había siervo ni libre, ni quien diese ayuda a Israel; y [el Eterno] no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás” (2 Reyes 14:26-27). Este pasaje no es sólo historia sino también profecía para los descendientes de Israel. Esos descendientes son principalmente EE UU, Gran Bretaña y la nación judía de Oriente Medio llamada Israel. “Jeroboam hijo de Joás” proféticamente se refiere a un presidente del tiempo del fin que salva a Israel de la destrucción”.

Hay gente trabajando para raer el nombre de Israel, y muchos de ellos operan para el partido Demócrata y para empresas de tecnología electoral plagadas de escándalos, propiedad de entidades oscuras de capital privado que buscan la misma agenda que el partido Demócrata. Para que el presidente Trump derrote a esta gente y recupere el poder, va a tener que luchar como ningún presidente lo ha hecho antes. Esta profecía en 2 Reyes 14 es la razón por la que la Trompeta sigue afirmando que el presidente Trump volverá al poder. No sabemos exactamente cómo va ocurrir esto, ¡pero este verano vea cómo el fraude electoral más grande de la nación es expuesto! 


ESTADOS UNIDOS BAJO ATAQUE

¿Está usted preocupado sobre hacia dónde está dirigiendo el país la administración actual? ¿Y sobre si la nación puede o no sobrevivir los próximos cuatro años? La situación está peor de lo que usted piensa, y sólo existe una forma para solucionar este problema gigantesco.