La tasa de pobreza infantil se duplica en Estados Unidos
La tasa de pobreza infantil en Estados Unidos se ha más que duplicado, pasando del 5,2% en 2021 al 12,4 % en 2022, según los datos del censo publicados el 12 de septiembre. Esto significa que el número de niños que viven en la pobreza se disparó de 3,8 millones a 9 millones en sólo 12 meses.
Este fuerte aumento se atribuye a la expiración del crédito fiscal ampliado por hijo, que daba a casi todas las familias trabajadoras entre 3.000 y 3.600 dólares por hijo. Sin embargo, aunque esto tuvo indudables ramificaciones, existe una razón mucho mayor y a largo plazo para la pobreza infantil.
La desintegración familiar: el columnista del New York Times Nicholas Kristof habló sobre esta tema en un editorial del 16 de septiembre en el que señalaba que la falta de voluntad para discutir sobre la desintegración familiar está contribuyendo a la desigualdad de ingresos y a la pobreza infantil.
Los liberales estadounidenses han liderado la campaña para reducir la pobreza infantil desde Franklin Roosevelt, y es un legado del que nos sentimos orgullosos. Pero durante mucho tiempo hemos tenido un punto ciego. A menudo nos mostramos poco dispuestos a reconocer uno de los motores significativos de la pobreza infantil —la desintegración generalizada de la familia— porque tenemos miedo de que si lo hacemos nos tachen de condescendientes o racistas.
Kristof señaló que casi el 30% de los niños estadounidenses viven con un solo progenitor o sin ninguno. Las familias encabezadas por madres solteras tienen cinco veces más probabilidades de vivir en la pobreza que las familias formadas por parejas casadas. Si Estados Unidos pudiera reducir el número de familias monoparentales, la pobreza infantil disminuiría.
Expansión gubernamental: cuando la sociedad llega a un punto en el que la mayoría de la gente no tiene una familia que le mantenga, no le queda más remedio que depender del Estado.
La desintegración familiar en Estados Unidos ha llegado al punto de que la mitad de los estadounidenses reciben prestaciones de uno o más programas gubernamentales. A muchos izquierdistas les encanta este hecho. Si se destruye la familia como unidad económica básica de la sociedad, se crea una cultura en la que es más probable que la gente acepte la supremacía del Estado. Muchos liberales hacen la vista gorda ante la desintegración familiar para que la gente busque al Estado como proveedor.
Más información: lea La redefinición de la familia.