(TEJAS SANDHU/MI NEWS/NURPHOTO VIA GETTY IMAGES)
La sociedad se ha vuelto afeminada
He aquí un análisis políticamente incorrecto de por qué nuestra civilización es como es. Aplica los principios y las profecías de la Biblia a la política y la vida cotidiana de los británicos y estadounidenses modernos del siglo xxi, y revela cómo una de nuestras creencias más sofisticadas está produciendo algunos de nuestros problemas más intransigentes.
Puede que esté en total desacuerdo. Pero sean cuales sean sus creencias, le animo a que considere seriamente esta perspectiva.
El principio se remonta al primer hombre y a la primera mujer, y explica lo que está ocurriendo ahora mismo en Washington, en Londres e incluso en el número 10 de Downing Street.
‘El problema de la primera novia’
La revista británica Spectator lo llama “el problema de la primera novia”. A la esposa del presidente de Estados Unidos se le conoce como la primera dama. Gran Bretaña no tiene un presidente ni una primera dama. Tiene un primer ministro, y por lo general, la esposa del primer ministro se mantiene al margen de la política. Pero esa costumbre, como muchas otras, está siendo ignorada.
En el verano de 2019, Carrie Symonds se mudó al número 10 de Downing Street, la residencia del primer ministro, para vivir con Boris Johnson. Fue la primera pareja no casada de la historia en hacerlo. El ejemplo que esto supone es una cosa, pero luego están los informes de lo que ha estado sucediendo desde entonces. Al parecer, Symonds está ejerciendo una influencia sorprendente, no sólo en la forma en que ha redecorado la residencia, sino en la forma en que el primer ministro gobierna.
“La propia Carrie Symonds es una persona perfectamente agradable e inteligente que se abrió camino con éxito en la sede de la campaña conservadora”, escribió el autor del Spectator, Douglas Murray. “Pero está teniendo un impacto demasiado grande en el curso del gobierno. Hay temas que el primer ministro evita porque ella no los favorece. Y hay otros —principalmente temas ambientales— que parece adoptar para satisfacerla. Crece la sensación de que la primera novia quiere el poder político sin la molestia de tener que postularse, y ejercerlo sin las inevitables críticas. Ésta no es una situación viable…”.
“No es sólo la política lo que pretende influir. La Primera Novia parece querer participar en todas las cuestiones relativas al personal. Parece ser que su principal ambición es que sus amigos conformen todos los flancos influyentes que rodean al primer ministro”.
Mientras tanto, sus críticos son atacados. A finales del año pasado, el asesor principal, Dominic Cummings, dimitió, y algunos dicen que en parte pudo deberse a los enfrentamientos con Carrie. Pero esta es la cuestión: “En el Reino Unido cualquiera que desee tener poder político debe postularse para un cargo público. Y el puesto emergente de Primera Dama es claramente una fuente de tensión en Downing Street, y ya es responsable de varias intervenciones nunca antes vistas en áreas de política que afectan a nuestro país. El Primer Ministro no dice nada sobre los temas por los que fue electo, pero sí dice bastante sobre los temas que casualmente Carrie favorece. Puede que el primer ministro necesite una primera novia, pero el país no” (ibid.).
¿Qué tan a menudo ocurre esto con los líderes de nuestro mundo?
Cuando pensamos en las mujeres que están en la política, sólo consideramos las que están de hecho ocupando un cargo. Muchos insisten en que necesitamos más mujeres alcaldesas, representantes, senadoras, o jefas de gobierno. Se supone que debemos deducir que esto de algún modo resolverá los problemas de nuestra sociedad. Hay puntos fuertes que se pueden plantear en este debate, pero por ahora vamos a centrarnos en el tema en cuestión: mujeres que no están ocupando cargos de mando, pero que de hecho están gobernando.
El divorcio real
Seguramente esto ocurre mucho más de lo que la gente cree. Por miedo a las críticas hay pocas personas como Murray que están dispuestas a exponerlo.
Vemos una situación similar con el hombre antes conocido como el Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle. Llevan casados menos de tres años, pero ya se han divorciado muy pública y desordenadamente de la familia real británica, y la han tachado junto a su personal de opresores y racistas. Los informes sugieren que todo esto es obra de Markle. Después de su boda de película, ella decidió rápidamente que la vida en la realeza era “insoportable”.
Angela Levin, biógrafa de la realeza, ha dicho que la relación de Harry con esta mujer lo ha cambiado por completo. Dijo que antes de Meghan él era carismático, sincero y un libro abierto. “Sin embargo, en menos de un año, he sido testigo de cómo este joven y cálido príncipe se ha transformado en un hombre nervioso y tenso que parece estar constantemente al límite. Es como si el lado oscuro que antes sólo habíamos vislumbrado lo ha envuelto por completo”.
La situación se ha comparado con la crisis de sucesión de 1936, cuando el príncipe Eduardo viii abdicó del trono para casarse con Wallis Simpson, otra divorciada estadounidense.
Harry y su esposa son la catástrofe real de nuestra época. Y una vez más, en el epicentro del conflicto está la influencia de una mujer incomprensible.
Mujeres gobiernan sobre ellos
Para conmemorar sus primeros 100 días como presidente, Joe Biden pronunció un discurso presidencial ante las dos cámaras del Congreso. Se hizo mucho énfasis al hecho de que las dos sillas detrás de él, reservadas para el vicepresidente y el presidente de la Cámara, estaban ocupadas por dos mujeres. La mujer de la izquierda, Kamala Harris, al parecer ha asumido un papel político mucho más activo que el típico para un vicepresidente. Esto está siendo aclamado como un progreso evidente. Pero, como era de esperar, muchos argumentan, no, no es suficiente hasta que el presidente que habla frente a ellos sea también una mujer. Todavía no tenemos equidad hasta que al menos la mitad de los representantes y senadores de la audiencia sean mujeres. Las mujeres no están al mando; ¡no lo suficiente!
Sin embargo, aquí está la evaluación de Dios sobre el poder de las mujeres en nuestra sociedad: “Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Isaías 3:12).
¡Vaya! Eso no es políticamente correcto. La gente puede decir que eso no es sofisticado o progresista. Pueden tacharlo de primitivo o patriarcal o misógino o de lo que quieran.
Pero es cierto.
Las pruebas están a plena vista.
¿Por qué endeudarse más?
Tomemos, por ejemplo, el discurso de Biden. Una parte se dedicó a promover lo que él llamó el Plan de Familias Estadounidenses, que, como se puede sospechar, no está dirigido a aumentar el honor, la importancia o la moral de éstas. El plan se centra en el gasto y control gubernamental de las familias estadounidenses. Gastaría 1,8 billones de dólares para conseguir una mayor influencia sobre sus hijos y sobre el sistema educativo: preescolar financiado por el gobierno para niños de 3 y 4 años, guardería financiada por el gobierno para los padres de bajos recursos, hasta 12 semanas de licencia médica remunerada, ampliación del crédito fiscal por hijos, universidad comunitaria financiada por el gobierno. Son 1,8 billones de dólares que este país no tiene y que, según Biden, tenemos que gastar urgentemente, a pesar de que EE UU ya tiene una deuda de 28 billones de dólares.
¿Por qué gastar esta peligrosa cantidad de dinero con tanta urgencia en estos programas sociales y educativos? Es innegable que el pensamiento feminista se ha difundido en nuestro gobierno, y decisiones como éstas son directamente atribuibles a ese tipo de pensamiento.
Éstas no son las prioridades fiscales de un hombre masculino de pensamiento sensato.
Me refiero a las tendencias generales, pero en principio, si un hombre va a meter a su familia o a los que dirige en un agujero financiero profundo, no lo hará para pagar cosas como educación preescolar y licencia médica familiar.
¿Y qué le están enseñando a nuestros niños los líderes de nuestro gobierno y nuestro sistema educativo con estas montañas de dinero de impuestos? No ciencias exactas ni matemáticas avanzadas. Cada vez más estos temas se tachan de imperialistas y patriarcales. Todo lo que tradicionalmente se asocia con los hombres es tabú. Este impulso a la educación está orientado al “entrenamiento de la sensibilidad”, es decir, enseñarles a los niños de ciertas razas y géneros a sentirse ofendidos y enfadados por desaires pequeños o hasta imaginarios, y a los niños de otras razas y géneros a sentirse tímidos y avergonzados, a creer que se han pasado de la raya y que tienen que disculparse por todo.
El Telegraph, en un artículo sobre lo que denominó “destete woke” (derivado del inglés despertar, que alude a una actitud de alerta permanente), mencionó cómo un maestro utilizó el asesinato reciente de una mujer en Londres para poner a los niños de la clase en un lado del salón e instarles a “respetar a las niñas y a las mujeres”. “Por supuesto que hay que educar a los niños sobre la misoginia y el acoso”, dijo la madre de uno de los chicos. “Pero la narrativa parecía ser que los chicos eran, por definición, no sólo ‘malos’ sino capaces de una maldad extrema. Eso es mucho para un niño de 11 años” (19 de abril).
Ejemplos de este tipo de adoctrinamiento tan extremo, peligroso y extraño abundan en nuestras escuelas y universidades. Es como una madre tóxica y controladora que continuamente hace sentir culpables a sus hijos.
Hombres sensatos jamás aprobarían o permitirían ese tipo de educación.
En el mismo discurso ante el Congreso, Biden instó a los legisladores a aprobar un proyecto de ley llamado Ley de Violencia contra la Mujer. Por supuesto que nadie apoya la violencia contra las mujeres, así que hay que examinar más de cerca dicho nombre para comprender los orígenes reales de esta ley y ver si es buena. Si lo hace, rápidamente verá que esta ley es una forma que utiliza el gobierno para impulsar restricciones al derecho de portar armas y promover la transexualidad, todo en el nombre de la “protección” y la “igualdad”.
Al mismo tiempo que estos líderes están invirtiendo billones que no tenemos en programas de adoctrinamiento para niños de 3 y 4 años, están exigiendo que se retire dinero de las fuerzas del orden y militares. Se trata de dos instituciones que todavía están dominadas por hombres y que representan lo poco que queda de una autoridad fuerte masculina en nuestra política interior y exterior. Incluso algunas de las mujeres más destacadas en la política que promueven esta agenda dicen que debemos desmantelar la policía.
Nunca podremos resolver este problema si nos negamos a rastrearlo hasta su origen: el pensamiento feminista ejerciendo el poder del sistema educativo y del Estado.
Una sociedad en envoltura de burbujas
Este pensamiento afeminado es claramente visible en el mayor evento del año pasado: los encierros por la covid-19. Tenemos un virus que provoca distintos niveles de síntomas en diferentes personas: muchos lo contraen con muy pocos efectos, otros tienen efectos más graves y en unos pocos, es muy grave. Pero en lugar de adoptar un enfoque ecuánime, prudente y legal para proteger a los más vulnerables, la respuesta de la sociedad ha sido una reacción excesiva e histérica. Queremos hacer todo lo posible para mantener a todos a salvo.
Todo el mundo debe apartarse de los demás, ponerse uno o dos cubre bocas a la vez (incluso si son niños pequeños que juegan al aire libre), encerrarse en sus casas, abstenerse de reuniones y eventos, y renunciar a la libertad de asamblea. Los ascensores no deben tener más de cuatro pasajeros a la vez, y cada uno debe estar volteado hacia el rincón como un niño travieso castigado. No se puede ser demasiado precavido. De hecho, estamos tan preocupados por esto que debemos envolver a la fuerza a toda la sociedad en plástico de burbujas y estar dispuestos a cerrar nuestras economías, todo en el nombre de la “salud y la seguridad”.
Todo el gobierno de EE UU, y de otros países, se ha convertido en un Estado maternal dominante, tóxico, sobreprotector que quiere supervisar cada aspecto de la sociedad y hacernos sentir culpables.
Ésta ha sido una demostración espectacular de la feminización de nuestro mundo.
Los principales medios de comunicación están ansiosos por avivar los temores, fomentar la reacción exagerada e imponer su cumplimiento. Resulta que muchos de los noticieros en EE UU están dirigidos por mujeres: cbs News, abc News, Reuters, msnbc, npr, el Washington Post, el Financial Times, el Guardian, el Economist y muchos otros.
Pocos hombres verdaderos se han levantado y han dicho que no. Muy pocos han dicho, utilicemos algo de sentido común. Ejerzamos algo de lógica y tengamos algo de valor. ¡No destruyamos nuestros derechos otorgados por Dios y no permitamos que nuestras vidas queden completamente de cabeza por el simple miedo a una gripe!
La forma en que esta agenda política se está apoderando del Partido Demócrata, y de la política estadounidense en general, demuestra el cumplimiento de Isaías 3.
Los hombres son quitados
“Porque he aquí que el Señor [el Eterno] de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador” (Isaías 3:1-3).
Esta profecía es la que precede la advertencia de Isaías de que “mujeres se enseñorearon” del pueblo.
Dios dice que debido a nuestros pecados, Él ha removido el liderazgo masculino firme, ¡y que el vacío de liderazgo resultante es una maldición!
Vea los resultados. Estamos en una era afeminada. El pensamiento feminizado se ha apoderado de nuestra educación, nuestra política, nuestros negocios, nuestra economía, nuestras noticias, nuestro entretenimiento, y de toda nuestra sociedad.
Parece que hoy en día la mayoría de la gente rechaza la existencia de diferencias entre los hombres y las mujeres. Al menos eso es lo que las personas más poderosas en la educación, la política y los medios de comunicación quieren que pensemos. Si usted afirma que los hombres y las mujeres tienen cuerpos diferentes, y formas distintas de pensar, ellos se molestan. Sin embargo, muchas de estas mismas personas dicen que necesitamos más perspectivas femeninas en la política y en otros puestos de liderazgo. Si no existen diferencias naturales entre la forma de pensar de los hombres y las mujeres, entonces eso no tiene sentido.
Pero hay diferencias. Los hombres tienden a pensar de forma distinta a las mujeres. Y cada vez más la perspectiva femenina está tomando el control de las posiciones de liderazgo. Y la sociedad está siendo transformada bajo ese liderazgo femenino.
El prejuicio perverso contra los niños por ser niños; el uso de la “tolerancia”, la “compasión” y la “igualdad” como armas políticas; la exaltación de los sentimientos sobre los hechos; la “cultura de la cancelación” cada vez más agresiva; la supresión sistemática de la libertad de expresión; la incautación de los derechos, las libertades y la responsabilidad por parte del “Estado paternalista”, son todas políticas que no están siendo implementadas por líderes verdaderamente masculinos. Las están implementando líderes feministas y afeminados.
¡Esta combinación de fragilidad afeminada, lógica neutral y emociones descontroladas son las profecías de Isaías en acción!
Es un problema que las mujeres estén al mando. No porque los hombres sean mejores, sino porque los hombres y las mujeres son diferentes. Sus cuerpos son, innegablemente, diferentes. Sus mentes son, claramente, diferentes. Sus puntos fuertes y débiles son realmente diferentes. Y sí, sus papeles en la sociedad deben ser muy diferentes.
El autor del hombre y la mujer
Estos papeles distintos se remontan a la fuente de lo masculino y lo femenino: nuestro Creador. Él creó al hombre y a la mujer completamente iguales en cuanto a su valor y potencial espiritual, pero con distintas características complementarias que al combinarlas crean algo mucho más grande. De hecho, estas diferencias son tan fundamentales para la existencia humana que Dios se centra en ellas a lo largo de Su Palabra, ¡empezando por el primer capítulo del primer libro de la Biblia!
El Creador de los seres humanos estableció el papel de liderazgo piadoso, de sacrificio y de amor con el primer hombre y la primera mujer que creó. Dios ordena a los niños y a los hombres un respeto mucho más profundo por las niñas y las mujeres de lo que han imaginado los consejeros de la escuela primaria con un grado de psicología. Pero el primer hombre y tantos otros hombres desde entonces han fracasado en ese papel. En nuestra época, las mujeres y los hombres débiles han dicho que la solución no es guardar mejor las leyes y los roles de Dios para hombres y mujeres, sino rechazarlos por completo.
Las feministas consideran inferior el verdadero papel femenino definido en la Biblia por el Creador del hombre y la mujer de someter, mejorar y criar a la siguiente generación de mujeres y hombres. Creen que el papel masculino es superior y por eso rechazan la verdadera feminidad y buscan la masculinidad, especialmente el liderazgo, el poder y el control.
Ésta es una de las peores tragedias de la feminización y afeminamiento que nos está afectando a todos: el significado, la belleza, la gloria y, sí, el poder del verdadero papel femenino es ignorado, despreciado y destruido.
De hecho, destruir ese papel es el objetivo.
¿Por qué? Porque, sin saberlo, están inspirados por un espíritu que odia la creación humana en sí y la está destruyendo desde sus cimientos. Al destruir los papeles fundamentales del hombre y la mujer que han trascendido naciones, culturas, generaciones y milenios, ese espíritu está destruyendo la armonía entre el hombre y la mujer, destruyendo la crianza de las generaciones futuras, y oscureciendo el potencial y el propósito de la humanidad. Y en esta fase avanzada, ese espíritu está trabajando para destruir la propia seguridad económica, militar y personal, e incluso para mutilar los cuerpos y acabar con las vidas de aquellos a los que ha engañado.
Hombres, resistan esa forma de pensar afeminada. Sean hombres. Sean masculinos. Honren, protejan, sacrifíquense por las mujeres y lidérenlas. Que no les dé vergüenza hacerlo. Utilicen sus rasgos y energía masculina, no para servirse a sí mismos, como han hecho muchos hombres a lo largo de la historia, sino para servir a los demás.
Mujeres, acepten su papel exaltado que tantos se esfuerzan por destruir. Ámenlo. Utilicen sus fuerzas femeninas para apoyar, nutrir y educar.
Comprender, cumplir y aferrarse a los papeles de hombre y mujer que Dios creó lo conducirá a usted, a su cónyuge y a sus hijos no sólo a una vida significativa aquí y ahora, sino a su gran e increíble potencial humano.
Solicite Conspiracy Against Fatherhood [disponible sólo en inglés], por Gerald Flurry y El increíble potencial humano, por Herbert W. Armstrong. ▪
EL INCREÍBLE POTENCIAL HUMANO
Este es el asombroso relato del verdadero mensaje evangélico de Jesucristo-y de cómo la dimensión faltante fue retenida y el mundo entero engañado.