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La nueva ley de Putin podría convertirlo en el gobernante ruso más longevo desde Pedro el Grande

ALEXEI DRUZHININ/TASS/GETTY IMAGES

La nueva ley de Putin podría convertirlo en el gobernante ruso más longevo desde Pedro el Grande

Pero empieza a parecerse más a Iván el Terrible.

Vladimir Putin firmó una ley el 5 de abril que formalmente le da la opción de permanecer en el Kremlin potencialmente hasta 2036.

El segundo mandato presidencial sucesivo de Putin, y el cuarto en total, concluye en 2024. Según la Constitución anterior, habría tenido que dimitir en ese momento. Pero el verano pasado introdujo enmiendas constitucionales que le despejaron el camino para aprobar la ley de esta semana.

La nueva legislación permite a Putin, quien cumple 69 años este año, postularse a otros dos mandatos de seis años una vez finalizado el actual. Esto significa que podría permanecer en el poder hasta los 83 años. Esto colocaría a Putin por delante de Josef Stalin, convirtiéndolo en el gobernante ruso que más tiempo ha estado en el poder desde Pedro el Grande.

Lo más notable de los cambios constitucionales de Putin el año pasado fue su incapacidad de mantener la apariencia de seguir la “letra de la ley”. Durante los últimos 21 años, Putin ha maniobrado, maquinado y manipulado para mantener y aumentar su poder, pero siempre lo ha hecho de una forma que le permite afirmar, aunque sea de forma falsa, que está obedeciendo las normas.

Esta vez la situación es diferente.

Rusia lleva más de cinco años con un malestar económico prolongado, y los índices de aprobación de Putin han caído a mínimos históricos, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Putin comprendió esto y manipuló la campaña previa a las elecciones del año pasado sobre las enmiendas constitucionales y amañó el recuento de votos más allá de cualquier apariencia de integridad. El resultado, en papel, fue la aprobación generalizada de la permanencia de Putin en el cargo. Pero eso es sólo en papel.

“No está nada claro hoy en día si una mayoría de rusos apoyó realmente las enmiendas de Putin”, escribió el año pasado el periodista Leonid Ragozin. “Y lo que es más importante, la mayoría de los rusos no saben realmente cuál es la posición de la mayoría”.

Incluso según los propios estándares rusos, muy indulgentes, “la votación no se pareció ni remotamente a un procedimiento que reflejara la voluntad del pueblo”, escribió Ragozin. Como resultado, la legitimidad de Putin se vio “gravemente socavada” por los comicios.

Escribiendo para el Washington Post, el activista democrático ruso Vladimir Kara-Murza expresó sentimientos similares: “Durante mucho tiempo, Putin ha sido ilegítimo de facto”, pero ahora, “al subvertir los límites del mandato mediante una votación claramente fraudulenta, Putin se ha convertido en ilegítimo de iure”.

El descontento con Putin puede seguir creciendo. Y el descontento pudiera crecer rápidamente si el malestar económico de Rusia persiste.

Pero no debemos de esperar que eso lo expulse de su cargo.

Por el contrario, esta tendencia puede empujar a Putin hacia un camino más dictatorial; en línea con el estilo de liderazgo de algunos de sus predecesores, como Iván el Terrible y Josef Stalin. Estos dictadores respondían con fuerza bruta a cualquier amenaza contra su poder que fuera real o percibida. Decenas de miles de rusos murieron bajo Iván; decenas de millones bajo Stalin.

Putin ya ha demostrado estar dispuesto a asesinar a su propia gente, el caso más reciente fue el intento de asesinato de su principal oponente político Alexei Navalny. Y eso puede ser sólo el comienzo.

Durante 21 años, el pueblo ruso ha permitido a Putin atacar a la oposición, silenciar a los medios de comunicación críticos y saltarse casi todas las normas establecidas. Han contribuido tácitamente a convertirlo en un dictador casi intocable. Y ahora, si quieren botarle, es muy probable que sea demasiado tarde para hacerlo. Su poder sobre ellos es ahora demasiado vasto, y su control demasiado fuerte.

La Trompeta cree que, le guste o no a la mayoría de los rusos, Putin llevará las riendas. Esta es nuestra postura principalmente por el pronóstico de una fuente fiable: la Biblia.

El libro del Apocalipsis, escrito alrededor del año 90 d. C., describe un ejército asiático que surgirá en la época moderna y contará con un ejército de 200 millones de soldados: “Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número” (Apocalipsis 9:16). Esa es una fuerza de más hombres que el número total de personas aún vivas en el momento en que se escribió el libro.

Apocalipsis 16:12 llama a esta fuerza masiva “los reyes del oriente”, con el plural de reyes denotando un bloque de varias naciones asiáticas. Ezequiel 38 muestra específicamente qué países formarían este bloque multinacional y da detalles sobre su liderazgo: “Hijo de hombre, pon tu rostro en Gog, de la tierra de Magog, príncipe de Rosh, Meshech y Tubal, y profetiza en relación a él” (versículo 2; Young’s Literal Translation [traducción nuestra al español]). Antiguamente, Rosh o Rus era el nombre de Rusia, un hecho reconocido por el Comentario Jamieson, Fausset y Brown, el Benson Commentary on the Old and New Testament y otras fuentes bíblicas.

Ezequiel 38 continúa describiendo las campañas militares de esta fuerza dirigida por el “príncipe de Rosh, Meshech y Tubal”. ¿Quién es el “príncipe” que dirige este colosal ejército?

Comparando acontecimientos actuales y un estudio minucioso de este pasaje y de los capítulos relacionados con él, hacen visible la respuesta.

En el número de septiembre de 2014 de la Trompeta de Filadelfia, el jefe editor Gerald Flurry escribió:

Creo firmemente que Vladimir Putin va a dirigir el ejército de 200 millones de hombres. Sólo hay que ver el poder que ya tiene. ¿Usted puede pensar en otro político ruso que pueda llegar a ser tan poderoso y tener la voluntad de llevar a Rusia a la crisis de las crisis? Yo no veo a nadie más en el horizonte que pueda hacerlo. ¡Y sólo quedan unos pocos años para que aparezca el príncipe de Rosh! (…) Esto es absolutamente cierto: ¡La restauración del poder de Rusia por Vladimir Putin, el príncipe de Rusia, estaba profetizada! Él ya ha aliado sólidamente a Rusia con China. La profecía sobre el príncipe de Rusia incluye esa alianza principal (…) La única pregunta es si Putin termina personalmente toda la profecía o no.

Para cuando el Sr. Flurry escribió en 2017 su folleto titulado El ‘Príncipe de Rusia’ profetizado, él estaba aún más seguro que Putin cumpliría personalmente este papel. Él escribió: “Este mundo tiene muchos gobernantes autoritarios. Pero Vladímir Putin es uno al que necesitamos vigilar particularmente de cerca. Su trayectoria, su nacionalidad y su ideología muestran que él está cumpliendo una profecía bíblica clave. El marco de tiempo de su gobierno también muestra que nadie más podría estar cumpliendo la profecía de Ezequiel 38 y 39 (…) ¡Yo creo que él casi de seguro es el ‘príncipe de Rosh’ de quien Dios inspiró a Ezequiel a escribir hace unos 2.500 años!”

Con este entendimiento del papel que desempeñará Putin en los eventos del tiempo del fin, creemos que aunque mucha de su gente lo vea como ilegítimo, él seguirá siendo el líder de Rusia. Para entender las profecías en las que se basa este pronóstico, pida su copia gratuita del folleto del Sr. Flurry El ‘Príncipe de Rusia’ profetizado


EL ‘PRÍNCIPE DE RUSIA’ PROFETIZADO

Vladímir Putin está jugando un papel clave en la profecía bíblica. Todo líder mundial necesita entender cuán crítico va a ser ese papel. Estamos entrando en la peor crisis jamás en la historia del hombre. Esta profecía es ambos lamentable y sumamente inspiradora a la vez.