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La nación judía no tiene quien le ayude

(AHMAD GHARABLI/AFP VÍA GETTY IMAGES)

La nación judía no tiene quien le ayude

El Estado de Israel se tambalea hacia la guerra civil. La profecía bíblica revela el resultado.

La democracia está bajo ataque en la nación judía de Israel. Hay una gran controversia sobre el gobierno de Israel, ¡y está cerca de un punto de ruptura!

El Tribunal Supremo de Israel ha acumulado cada vez más control sobre la nación. Cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu tomó medidas para reducir ese poder, más de 150.000 israelíes organizaron protestas masivas contra él.

El presidente israelí Isaac Herzog dijo que Israel estaba “al borde del colapso constitucional y social”. El ex primer ministro Ehud Barak dijo que Netanyahu está impulsando una “dictadura de facto”. Tanto él como otros dirigentes instaron a los israelíes a negarse a obedecer al gobierno.




Acusan a Netanyahu de intentar derrocar la democracia de Israel. ¡Eso es mentira! Él está intentando restaurar la democracia. En gran parte debido a su Tribunal Supremo, la democracia de Israel ya ha sido derrocada.

Gobierno de abogados

En las últimas décadas, los abogados nombrados para el Tribunal Supremo de Israel han ampliado masivamente el poder del tribunal sobre los representantes elegidos por el pueblo israelí. Se han atribuido la autoridad de revisar y anular cualquier ley israelí, sin importar cuántos representantes o votantes estén en desacuerdo.

“Israel no tiene una constitución escrita. En cambio, su Tribunal Supremo es una ley en sí misma”, escribió Jerome Marcus para Jewish News Syndicate (24 de febrero). La Ley Fundamental de la nación, dijo, es lo más parecido que tiene a una constitución, e incluso ésta puede ser anulada por los jueces del Tribunal Supremo. “En Israel, la Constitución puede ser inconstitucional si los jueces lo dicen porque creen que no es razonable” (ibíd.).

El gobierno de Israel depende en gran medida de lo que estos 15 jueces declaren “razonable”. En muchos casos, ¡su voluntad puede anularlo todo!

“La gente dice que ya no tiene sentido votar”, escribió la autora Melanie Phillips, “puesto que los jueces dirigen el país” (23 de marzo).

El respetado juez estadounidense Robert Bork escribió en su libro Coercing Values: The Worldwide Rule of Judges [Coaccionando valores: El gobierno mundial de los jueces]: “Israel ha establecido un estándar para el imperialismo judicial que probablemente nunca podrá ser superado y, uno espera devotamente, que nunca será igualado en ningún otro lugar. La triste ironía es que el Tribunal Supremo, operando con una ley básica que especifica que los valores de Israel son tanto judíos como democráticos, está produciendo gradualmente un Israel que no es ni judío ni democrático”.

Los tipos de abogados, jueces y magistrados que han producido este órgano ávido de poder en las últimas décadas son también los tipos de personas que dictan sentencias cada vez más izquierdistas y más radicales.

A pesar de que otros abogados llevan 15 años buscando la manera de condenarle y encerrarle, Netanyahu consiguió ganar las últimas elecciones en Israel a finales del año pasado. Estos abogados y jueces creen que saben más que los votantes israelíes, y están dispuestos a hacer lo que haga falta para bloquearlo a él y a sus políticas.

Los votantes devolvieron a Netanyahu el cargo de primer ministro (por tercera vez en su carrera) en parte porque prometió hacer frente a este profundo problema antidemocrático del gobierno de Israel. Cuando cumplió su promesa e introdujo una nueva ley para que el Tribunal estuviera más sujeto al poder legislativo, los medios de comunicación y los influyentes políticos de izquierda provocaron el frenesí de muchos israelíes.

Los partidarios de la reforma judicial pueden haber ganado las elecciones, pero los izquierdistas tienen una mafia que está ganando esta lucha. Después de tres meses de lucha política, protestas callejeras, huelgas y cierres, la situación empeoró tanto a finales de marzo que algunos reservistas militares de ambos bandos se negaron a presentarse a filas o a obedecer órdenes, amenazando la ya frágil seguridad del país. Netanyahu cedió y prometió retrasar su plan de reforma judicial.

Cuando la gente desobedece abiertamente la ley e incluso los militares dejan de defender el país, la nación está en verdadero peligro. Me parece que se avecina una guerra civil. Unos pocos hombres creen que tienen derecho a tomar decisiones por todo el país y que ningún líder electo puede detenerlos. La democracia se ha perdido en Judá, igual que se está perdiendo en Estados Unidos.

Lo que mucha gente no sabe es el papel clave que un hombre, a miles de kilómetros de distancia, ha desempeñado en este derrocamiento.

Entra Obama

Barack Obama ha sido un enemigo implacable de Israel y especialmente de Benjamín Netanyahu. Cuando Obama ganó la presidencia de EE UU en 2008, introdujo inmediatamente cambios radicales en la política estadounidense en Oriente Medio, mostrando más favoritismo hacia ciertas naciones musulmanas y debilitando repetidamente a Israel, a pesar de que es la única democracia real en toda la región, comparte los mismos valores fundamentales que EE UU y ha sido un aliado durante mucho tiempo.

Obama se opuso a Netanyahu y a Israel en una serie de cuestiones: los asentamientos israelíes, la creación del Estado palestino, las Naciones Unidas, Egipto y la Primavera Árabe, las filtraciones sobre el arsenal militar y nuclear de Israel, su capacidad para atacar el programa nuclear de Irán. Cuando viajó a Oriente Medio, omitió a Israel en su itinerario y en su lugar pronunció un discurso pro-árabe sin precedentes en Egipto. Trató irrespetuosamente a Netanyahu una y otra vez, y su gente llegó a comparar la administración de Netanyahu con el régimen nazi.

Obama aplicó agresivamente una política exterior en Oriente Medio que conmocionó al mundo. Revirtió la política estadounidense para beneficiar a la nación patrocinadora del terrorismo más peligrosa de la Tierra, Irán. Los iraníes llaman a Israel “el pequeño Satán” y a EE UU “el gran Satán”, sin embargo, Obama intervino para salvar al régimen radical de Irán. Redujo las sanciones, fortaleció a Irán frente a sus vecinos, le proporcionó legitimidad internacional y enormes sumas de dinero, ¡y le dio un camino hacia las armas nucleares!

¡Esta es la nación que ha amenazado repetidamente con “borrar del mapa” a la nación judía de Israel!

Netanyahu se pronunció en contra de la transformación de Oriente Medio llevada a cabo por Obama, especialmente del acuerdo nuclear con Irán, que amenaza la propia existencia de Israel.

En las últimas elecciones israelíes antes de que Obama dejara el cargo, utilizó su Departamento de Estado para intentar derrocar a Netanyahu. Se sabe que el Departamento de Estado estadounidense gastó casi 350.000 dólares financiando un grupo de campaña que pedía a los votantes que apoyaran a “cualquiera menos a Bibi” en las elecciones de 2015. Un dirigente clave en las dos campañas electorales de Obama, Jeremy Bird, voló a Israel para asesorar al grupo.

Ese esfuerzo fracasó, y cuando Obama dejó el cargo en enero de 2017, Netanyahu seguía siendo primer ministro. El embajador de Obama en Israel, Dan Shapiro, dio el inusual paso de quedarse en el país. Intentó evitar que se desarrollara una estrecha relación entre Netanyahu y el nuevo presidente, Donald Trump.

Aunque Netanyahu sobrevivió a estos ataques, tras la salida de Obama Israel se sumió en una parálisis política. En 2019, un debilitado Netanyahu perdió su gobierno de mayoría y, desde entonces, Israel ha pasado con dificultades por cinco elecciones en poco más de cuatro años. Es imposible saber hasta qué punto Obama y sus seguidores estuvieron involucrados en debilitar y derrocar a Netanyahu e interferir de otro modo en la democracia de Israel durante el tiempo que el presidente Trump estuvo en la Casa Blanca. Pero en 2020, Obama recuperó el poder interfiriendo en las elecciones de Estados Unidos e instalando a un presidente usurpador, Joe Biden.

Biden estuvo alejado del público durante gran parte de la campaña y, cuando fue investido presidente, muchos de los altos cargos no se concedieron a la gente de Biden, sino a la gente de Obama. La incapacidad mental y física de Biden se ha hecho cada vez más evidente, al igual que la corrupción y los delitos en los que él y su familia han estado implicados. Poco a poco, algunas personas han empezado a darse cuenta de que no sólo llegó a la presidencia de forma ilegítima, sino también de que no es él quien controla la política estadounidense, nacional o exterior. Gran parte de ella fue controlada por una de las agentes de Obama, Susan Rice.

La oposición de Obama a Israel puede verse en la política exterior de Biden. El embajador estadounidense, Tom Nides, se ha implicado en la lucha por el Tribunal Supremo de Israel. Dijo audazmente el 28 de febrero: “Realmente creo que la mayoría de los israelíes no quieren que EE UU se mantenga al margen de sus asuntos”.

También amenazó indirectamente a Netanyahu, diciendo que el apoyo de EE UU se basa en la “democracia” y los “valores compartidos”, incluido su respaldo “en lugares como las Naciones Unidas”. La implicación era clara. Si Israel intentaba devolver el poder del Tribunal Supremo al pueblo y a sus representantes, EE UU castigaría a Israel en la hostil ONU. Un mes después, EE UU permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una condena oficial a Israel por ampliar sus asentamientos.

Uno de los últimos actos de Obama como presidente en 2017 fue permitir que la ONU aprobara una resolución condenando a Israel. Hacía casi 40 años que EE UU no permitía la aprobación de una resolución de este tipo. La ONU es notoriamente hostil al Estado judío. Si EE UU no defiende a los judíos, ¡entonces están en verdaderos problemas!

El Departamento de Estado de EE UU financió a uno de los principales organizadores de las protestas de marzo, el Movimiento por un Gobierno de Calidad, de extrema izquierda. Aunque se trataba de una cantidad relativamente pequeña, la donación indicó a otros donantes que este grupo contaba con el pleno apoyo de Obama y del Estado profundo. Los funcionarios de Biden, que en realidad fueron nombrados por Obama, se reúnen regularmente con miembros de las sociedades civiles israelí y palestina cuando visitan Israel. ¡Ellos son el verdadero poder detrás de las protestas!

Otra financiación de las protestas ha procedido de las mismas personas que ayudaron a financiar el robo de las elecciones de 2020 en EE UU. Una fuente importante ha sido el New Israel Fund, que tiene su origen en la Open Society Foundations, que a su vez se origina en el multimillonario socialista radical George Soros.

Joe Biden llamó personalmente a Netanyahu para expresarle su “preocupación” por las reformas que proponía. Poco después, Netanyahu cedió y dijo que haría una pausa, pero que no abandonaría el esfuerzo. Biden insistió en que “se alejara” y abandonara la idea por completo. “No pueden seguir por este camino”, dijo. Melanie Phillips dijo que Biden “sonaba como un administrador colonial ladrando a los nativos para que se alinearan”. Biden también se ha negado a reunirse con Netanyahu, como sería habitual con un primer ministro israelí.

Frente a esta presión de EE UU, Netanyahu ha sido incapaz de promulgar las reformas para las que fue elegido. Pero lo que Biden y Obama quieren realmente es expulsarlo de su cargo y del poder por completo.

¿‘Primavera árabe’ israelí?

El periodista Lee Smith escribió que Netanyahu, también conocido por su apodo Bibi, “está en la mira de Washington, porque el cambio de régimen ha llegado a Israel”. Smith ha escrito poderosas reflexiones sobre los cambios de régimen orquestados por Obama en Egipto y EE UU.

Durante décadas, Egipto fue un firme aliado de EE UU. También mantuvo buenas relaciones con Israel durante más de 30 años. Mientras tanto, Irán se estaba convirtiendo en una amenaza cada vez más peligrosa: aplicaba una política de terrorismo islámico, amenazaba los envíos de petróleo y buscaba armas nucleares. EE UU, Egipto, Israel y otras naciones querían contener esa amenaza.

EE UU e Israel habían confiado en el presidente egipcio Hosni Mubarak para evitar el deterioro de Oriente Medio. Pero Obama quería, en palabras de su principal espía, John Brennan, hacer que Mubarak “se tostara”. En 2011, los egipcios protestaban contra el régimen de Mubarak, agitando por un gobierno mejor. Mubarak trató de aferrarse al poder. Pero entonces Barack Obama le llamó. Tras esa conversación, Mubarak decidió rendirse.

Las redes sociales resultaron decisivas durante las protestas en Egipto y en varios otros países de Oriente Medio. Esta fue otra arma que Obama utilizó para salirse con la suya.

“La administración Obama creó por primera vez la asociación público-privada con Twitter y Facebook para apoyar el levantamiento de la ‘Primavera Árabe”, publicó Mark Bradman, que usa el nombre de Sundance, en el blog Conservative Treehouse el 20 de diciembre de 2022.

“Ser capaz de compartir una inmensa cantidad de información precisa y sin censura a través de las redes sociales ha contribuido a la causa de muchos activistas de la Primavera Árabe”, escribió Saleem Kassim para Mic el 3 de julio de 2012. “A través de las redes sociales, los activistas de la Primavera Árabe no sólo han obtenido el poder para derrocar dictaduras poderosas, sino que también han ayudado a los civiles árabes a tomar conciencia de las comunidades clandestinas que existen y que están formadas por sus hermanos y otras personas dispuestas a escuchar sus historias”. Describió cómo se organizaban las protestas y se movilizaban las multitudes a través de estas herramientas, y citó a un activista egipcio que dijo: “Usamos Facebook para programar las protestas, Twitter para coordinarlas y YouTube para contárselo al mundo”.

Grupos respaldados por la administración Obama también trabajaron discretamente en segundo plano, organizando y apoyando protestas. “Como consecuencia, el presidente egipcio Hosni Mubarak fue el primer funcionario electo en ser derribado por el despliegue de Twitter por parte del expresidente Obama como herramienta de activismo comunitario para la revolución en 2011”, escribió Bradman (op. cit.).

¿Cuál era el objetivo de Obama? Estaba quitando de en medio a un aliado clave de EE UU para que los disturbios en Egipto pudieran llevar al poder a los socialistas y terroristas de la Hermandad Musulmana. Eso es exactamente lo que ocurrió. Ayudados por varias facciones militantes como Al Qaeda, y por el rey del terrorismo, Irán, la Hermandad Musulmana se instaló como nuevo régimen.

Lo verdaderamente asombroso, sin embargo, es que este plan que la administración Obama llevó a cabo en Egipto presagiaba un plan mucho mayor. “De manera directa y consecuente”, concluyó Bradman, “Egipto fue la prueba beta de un proceso que surgió una década después en EE UU durante las elecciones de 2020”. Es una afirmación contundente. Lo que hicieron en Egipto, ¡lo hicieron más tarde en EE UU!

¡Y ahora lo hacen en Israel!

“El golpe anti-Bibi se parece y se siente como la operación anti-Trump porque está dirigida por las mismas personas: los operativos de Obama que cazaron a Trump y ahora dirigen la Casa Blanca de Biden”, escribió Lee Smith. “Fueron los jefes de espionaje de Obama quienes fabricaron el Rusiagate, la campaña de desprestigio financiada políticamente y diseñada para desestabilizar la presidencia de Trump. Y es el Departamento de Estado de Obama el que creó la maquinaria para derribar a Netanyahu hace casi una década financiando campañas electorales anti-Bibi con dólares de los contribuyentes estadounidenses”.

“Los pandilleros de Obama han hecho de la maquinaria “Get Bibi” [Atrapen a Bibi] una parte permanente del paisaje político israelí” (Tablet, 2 de marzo).

¡Tanto Israel como EE UU se deslizan hacia la tiranía! Eso es lo que pasa cuando unas pocas personas pueden derrocar elecciones y leyes y perseguir a políticos y personas del común por igual.

En guerra por Israel

Esta horrible situación se describe en la Biblia en 2 Reyes 14:26-27: “Porque [el Eterno] miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había siervo ni libre, ni quien diese ayuda a Israel; y [el Eterno] no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás”.

Lo que se registra aquí en Reyes no es sólo historia. También es profecía para este tiempo del fin. El libro de Reyes es uno de los profetas anteriores. Después de todo, fue escrito por profetas, ¡y los profetas profetizan! Los descendientes del antiguo Israel, que incluye a EE UU y al Estado judío llamado Israel hoy en día, están sufriendo una amarga aflicción, ¡y no hay quien los ayude!

El libro de Amós habla del reino de Judá durante el reinado del rey Jeroboam ii, y también es profecía. Amós describe una advertencia final dirigida a los descendientes modernos del antiguo Israel. Dado que se trata de un libro profético, muestra que Jeroboam ii era un tipo antiguo de un líder moderno. La profecía de 2 Reyes 14 sobre la amarga aflicción, y Dios salvándonos a través de la mano de un hombre, es profecía para ahora mismo.

El rey Jeroboam ii no era un hombre justo. Hizo el mal y cometió los mismos pecados contra Dios que cometió el primer Jeroboam. Sin embargo, la Biblia registra algo notable: Dios usó a este rey injusto para salvar a la nación.

¡Israel estuvo a punto de ser borrado de la existencia! Dios concedió misericordia cuando Israel no la merecía. En lugar de enviar a Israel al cautiverio en aquel momento, Dios utilizó a este rey para dar al reino un último período de seguridad e incluso prosperidad antes de que tuviera que rendir cuentas por los pecados de los que nunca se arrepintió.

Desde marzo de 2017, he demostrado repetidamente que Donald Trump cumple el papel de un Jeroboam del tiempo del fin. Dios lo está usando para salvar a EE UU de ser destruido por la izquierda radical.

El versículo siguiente introduce a Judá en el panorama: “Los demás hechos de Jeroboam, y todo lo que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y como restituyó al dominio de Israel a Damasco y Hamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?” (versículo 28).

Después de la palabra salvó en el versículo 27, aquí hay otra palabra más fuerte: guerras. El Jeroboam del tiempo del fin debe hacer guerra para recuperar algo. Como escribo en Estados Unidos bajo ataque, armonizar esto con otras profecías revela que es por una presidencia robada por la que guerreará para recuperarla.

El versículo 28 indica fuertemente que el Sr. Trump recupera su presidencia por algún tipo de guerra, ¡un fuerte indicio de que será un método diferente al voto! Me parece seguro que esto sucederá antes de la elección presidencial de 2024, a menos que hubiera algún tipo de guerra y votación combinadas. Pero este versículo ni siquiera insinúa una elección.

El versículo 28 también afirma que Jeroboam recuperó Damasco y Hamat. El comentario de Soncino afirma que Damasco estuvo gobernada en otro tiempo por el rey David, y que el rey de Hamat pagó tributo a David y pasó a formar parte del reino de su hijo Salomón (2 Samuel 8:9-10; 1 Reyes 8:65). Así que Jeroboam ii reclamó algo para ayudar al reino de Judá, cuyos descendientes son los judíos de hoy.

Este versículo une la política de EE UU y la nación judía de Israel en el Oriente Medio. Mientras que está guerreando para los estadounidenses contra el Estado profundo en EE UU, ¡Donald Trump recuperará algo para los israelíes!

Ahora vemos a EE UU y Judá bajo ataque de la misma manera, por el mismo enemigo. Cuando Donald Trump gane su batalla en casa, también ayudará a Judá.

También hay aquí una conexión con la obra de Dios. Isaías 40:9 muestra que la Iglesia de Dios en este tiempo del fin tiene un mensaje que debe ser entregado a “las ciudades de Judá”. Ese mensaje es: “¡Ved aquí al Dios vuestro!”. Un empeoramiento de la situación de seguridad en Israel podría obstaculizar gravemente nuestra capacidad para entregar ese mensaje.

Parece que el Sr. Trump tendrá que recuperar parte de la libertad de Judá para que la obra de Dios pueda llevar el mensaje de Dios a las ciudades de Judá.

Un enemigo más peligroso

Barack Obama y el Estado profundo no son los únicos que trabajan contra Netanyahu.

El patriarca latino de Jerusalén es una de las figuras más importantes de la Iglesia católica en Oriente Medio. En abril, el patriarca Pierbattista Pizzaballa atacó duramente a Netanyahu. En declaraciones a Associated Press, condenó lo que calificó de “gobierno de extrema derecha” de Netanyahu y afirmó que está contribuyendo al aumento de los ataques contra los cristianos. “La frecuencia de estos ataques, las agresiones, se ha convertido en algo nuevo”, dijo. “Estas personas sienten que están protegidas… que la atmósfera cultural y política ahora puede justificar, o tolerar, acciones contra los cristianos” (Times of Israel, 13 de abril).

Los hechos pintan un panorama diferente. Israel es uno de los únicos lugares de Oriente Medio donde está aumentando el número de cristianos. En todos los ejemplos de ataques a cristianos que AP relató en esta entrevista, los responsables fueron detenidos rápidamente y están siendo procesados, ¡no tolerados ni protegidos! En casi todos los casos, los altos mandos policiales condenaron claramente los ataques e hicieron hincapié en la seriedad con la que se toman este asunto.

El Committee for Accuracy in Middle East Reporting and Analysis (camera, por su siglas en inglés) acusó a Pizzaballa y a AP de hacer “acusaciones abiertamente politizadas contra el gobierno y la policía israelíes, que reflejan antiguos libelos que vilipendian a los judíos mediante acusaciones demostradas falsas por los hechos” (24 de abril).

¿Por qué diría el patriarca esta mentira?

Dios dice que usará a Donald Trump para salvar a EE UU y recuperar algo para Judá. Pero no lo hará de forma permanente: una vez proclamado el mensaje de advertencia de Dios durante la época de Jeroboam, Dios dice: “No lo toleraré más” (Amós 7:8). Pasará de largo esta última vez para mostrar a tres naciones de Israel del tiempo del fin, EE UU, Gran Bretaña y la nación judía, cómo resolver sus problemas y advertirles de las consecuencias de rechazarle.

2 Reyes 14:28 nos dice que el regreso de Donald Trump afecta la política tanto de EE UU como de Judá para permitir que ese mensaje salga. Las condiciones mejoran en ambas naciones por un tiempo.

Pero si no nos arrepentimos y volvemos a Dios, vendrán más maldiciones. ¡Y hay un enemigo ahí afuera aún más peligroso que Barack Obama y la izquierda radical!

Incluso en la historia reciente, el Vaticano ha demostrado ser enemigo del pueblo judío. En la Segunda Guerra Mundial, los nazis fueron responsables del asesinato de 6 millones de judíos. ¡Y una montaña de pruebas demuestran que el Vaticano fue cómplice de ese colosal Holocausto!

Un autor católico tuvo acceso a los archivos del Vaticano, y se sorprendió de lo que encontró y de lo antisemita y odioso que era el Vaticano hacia los judíos. Está absolutamente demostrado que incluso después de que los nazis perdieran la Segunda Guerra Mundial y los horrores del Holocausto fueran conocidos por el mundo, ¡fue el Vaticano el que ayudó a casi todos los oficiales nazis a escapar a través de sus “rutas de ratas”! Adolf Eichmann probablemente mató a más judíos para Adolfo Hitler que ningún otro hombre. Sin embargo, escapó a Argentina, el país natal del actual Papa. Y lo hizo con ayuda del Vaticano. (Tenemos un libro electrónico gratuito [disponible en inglés] que puede descargar que demuestra este punto crítico; theTrumpet.com/go/ratlines).

¿Cómo puede el patriarca católico de Jerusalén acusar a Netanyahu de ser de “extrema derecha” y no agachar la cabeza avergonzado por esta historia? ¿Por qué no se lamenta y se arrepiente de lo que su iglesia ha hecho a los judíos? El hecho es que él y los líderes de su iglesia ¡nunca se han arrepentido de lo que hicieron!

Y la Segunda Guerra Mundial es sólo el último ejemplo. Miremos hacia atrás en la historia. El hecho es que en la Edad Media la Iglesia católica mató a unas 300.000 personas en su Inquisición. Y eso es sólo una parte de los 50 millones que se calcula que ha matado en todas sus guerras y persecuciones entre el 606 d. C. y 1847, incluyendo la conquista del Imperio Azteca, las Cruzadas, la Rebelión Irlandesa, la Guerra de los Treinta Años, etcétera. ¡Estos son los extremos a los que llegará para aumentar su poder! Y hará todo lo posible por borrar esa historia y ocultar sus males para, en última instancia, recuperar tan temible poder en el mundo.

Mire los horrores que el “Sacro” Imperio Romano guiado por el Vaticano ha cometido a lo largo de los tiempos. La Biblia literalmente da una imagen de ello. Dios es el más grande y más magistral usuario de símbolos, y Él representa al Sacro Imperio Romano muy apropiadamente: como una bestia, ¡un gran monstruo como nunca usted ha visto antes! Es una bestia político-militar guiada por una bestia político-religiosa. Ese resucitado Sacro Imperio Romano moderno, dirigido por Alemania y el Vaticano, está a punto de irrumpir en la escena mundial.

Esta bestia es montada y guiada por una mujer. “Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación” (Apocalipsis 17:2). Dios utiliza estos símbolos para describir una entidad que tiene un poder embriagador sobre los pueblos de todo el mundo porque ha tenido relaciones con los líderes políticos de muchas naciones. En la Biblia, Dios utiliza a una mujer para representar a una iglesia. Esta mujer es muy poderosa. “Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación: Y en su frente un nombre escrito: Babilonia la Grande, la Madre de las Rameras y de las Abominaciones de la Tierra” (versículos 3-5).

Dios tiene un plan para tratar con Barack Obama. Él quiere que los estadounidenses, los británicos y los israelíes tengan una última oportunidad para arrepentirse. Pero si no usamos ese tiempo para volvernos a Dios, ¡el Sacro Imperio Romano ya se está levantando! La profecía bíblica muestra que el daño que Obama ha hecho a EE UU es sólo el preludio de una conquista mucho más devastadora a manos de este conquistador extranjero.

Una traición profetizada

Ezequiel es un libro profético para este tiempo del fin. Ezequiel 23 contiene una poderosa advertencia tanto para EE UU como para Judá.

“Vino a mí palabra de [el Eterno], diciendo: Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una madre, las cuales fornicaron en Egipto. (…) Y se llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales llegaron a ser mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron: Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba” (versículos 1-4).

Puede parecer complicado, pero no lo es. Las hermanas Ahola y Aholiba simbolizan los dos reinos hermanos que surgieron del reino de Israel. Uno mantuvo el nombre de reino de Israel e incluyó 10 tribus, con una nueva capital en Samaria. El otro conservó la capital de Jerusalén y adoptó un nuevo nombre, el reino de Judá. Estos “llegaron ser míos”, dijo Dios. Trabajó estrechamente con esos pueblos israelitas y, de hecho, estaba casado con ellos (Jeremías 3:14; 31:32).

Las 10 tribus del reino de Israel fueron conquistadas por el Imperio Asirio y llevadas cautivas. Su identidad se perdió, pero acabarían convirtiéndose en Gran Bretaña, EE UU y otras naciones occidentales. Aholiba representa a los judíos, cuya identidad se ha mantenido conocida a lo largo de los milenios. Esta profecía se refiere a la nación judía de Israel en Oriente Medio.

“Y Ahola cometió fornicación aun estando en mi poder; y se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos, vestidos de púrpura, gobernadores y capitanes, jóvenes codiciables todos ellos, jinetes que iban a caballo. Y se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos” (Ezequiel 23:5-7).

Estas Escrituras muestran cómo EE UU, Gran Bretaña e Israel se convirtieron en amantes de los asirios. ¿Quiénes son los asirios? Hemos demostrado durante años que, en la profecía bíblica, Asiria se refiere a la nación moderna de Alemania. (Lea “The Remarkable Identity of the German People [La notable identidad del pueblo alemán; disponible en inglés]” (theTrumpet.com/go/GermanyID).

La mayor parte de esta profecía que gira en torno a la relación amorosa de Judá con Asiria aún está por cumplirse. Observe que Dios se refiere específicamente a los “capitanes y gobernantes” de Asiria que están “vestidos con la mayor magnificencia”. Esto se refiere al poderío militar de Asiria. Alemania lo desplegó poderosamente en la Primera y Segunda Guerras Mundiales, y lo esgrimirá poderosamente de nuevo antes y durante la Tercera Guerra Mundial mientras lidera el temible Sacro Imperio Romano de Europa.

Los versículos 9-10 muestran lo que será de EE UU y Gran Bretaña a causa de esta aventura inmoral: ¡Los alemanes la “mataron a espada” y “en ella hicieron escarmiento”! ¡Esta relación termina con una gran traición que derriba a estas naciones! Judá experimenta un destino similar (versículo 22).

¿Por qué permitiría Dios que esto le sucediera a EE UU, Gran Bretaña y al Estado judío? Es Su corrección contra estas naciones por sus pecados. “Y me dijo [el Eterno]: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Ahola y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones?” (versículo 36). Dios no tolerará las abominaciones que tienen lugar en Israel y Judá, y hace que Su pueblo les declare sus pecados.

Dios está revelando lo que está sucediendo en este tiempo del fin, y utiliza un pequeño grupo de personas para declarar estas profecías al mundo explicando primero las identidades de estos pueblos bíblicos.

Donald Trump salvará temporalmente a Israel, permitiendo así que este mensaje de advertencia salga por última vez. Pero si nuestros pueblos siguen cometiendo estas abominaciones, ¡viene un enemigo temible! Estas son noticias terribles, pero conducen a noticias maravillosas, como revela el versículo 49: “y sabréis que yo soy [el Eterno] el Señor”.

Dios utilizará este poder para castigar, pero llevará a todas nuestras naciones a conocer a Dios. Él podrá entonces ayudarles a conocer lo que es realmente la felicidad. Nunca más habrá gobierno corrupto ni tiranía.