Reciba nuestro boletín gratis

La migración masiva se encamina a guerras raciales

MARK KERRISON/IN PICTURES VIA GETTY IMAGES

La migración masiva se encamina a guerras raciales

Volatilidad y fricción a escala de la civilización. ¿Es esta explosión demográfica en cámara lenta un accidente… o es un plan?

La tensión y el peso aplastante de la crisis migratoria de Gran Bretaña finalmente se hicieron sentir el 29 de julio, enviando ondas de choque a toda la nación.

Ese día, el hijo de inmigrantes ruandeses asesinó brutalmente a tres niñas en Southport. Se corrió la voz, en parte cierta y en parte falsa. Los políticos y la policía se apresuraron a dar forma al relato. Y la paciencia de muchos británicos se colmó.

PT Ad_ES

A principios de agosto, manifestantes antiinmigración y contramanifestantes proinmigración se enfrentaron en Aldershot, Barnsley, Belfast, Brighton, Cardiff, Chatham, Leeds, Nottingham, Rotherham, Southampton y Weymouth. Para algunos días, se calcula que unos 25.000 contramanifestantes llenaron las calles de varias ciudades. En Blackpool, Bristol, Lancaster, Plymouth, Stoke-on-Trent y Wath upon Dearne, manifestantes y contramanifestantes se enfrentaron, rompiendo ventanas y arrojando piedras, ladrillos, cristales y fuegos artificiales. En varias ciudades se vieron masas de hombres vestidos de negro: un grupo fue grabado corriendo por las calles de Bolton gritando en coro “Allahu Akbar”. La escena fue similar en Middlesbrough, donde un gran número de jóvenes extranjeros llenaron las calles, algunos de los cuales atacaban en pandilla a individuos blancos solos. En otros lugares, se vio a algunos de los hombres vestidos de oscuro portando machetes y otras armas. En Birmingham, cientos de hombres enmascarados, algunos armados, intimidaron a peatones y comensales y golpearon vehículos que circulaban. Un reportero dijo: “No había un lugar seguro al que pudiéramos ir en kilómetros”. Un joven de un grupo de extranjeros resumió la situación: “Estamos asegurando el dominio”.

Las autoridades británicas respondieron a esta crisis con represión, no contra los inmigrantes ilegales, sino de forma desproporcionada contra todo lo que se percibiera como racista, incluso en Internet. El primer ministro Keir Starmer advirtió a los manifestantes británicos: “Les garantizo que se arrepentirán de haber participado en este desorden, ya sea directamente o fomentándolo en Internet”. Una mujer de 55 años fue detenida por “comunicación falsa” y “publicar material escrito para incitar al odio racial”. Dos hombres de veintitantos años están en la cárcel por promover ataques a hoteles de inmigrantes y deportaciones masivas. Otro hombre fue detenido por afirmar en Internet que el asesino era un solicitante de asilo recién llegado.

Incidentes como estos están ocurriendo en varios países: los inmigrantes cometen delitos violentos, las autoridades ocultan detalles para minimizar la conexión con el estatus migratorio o la raza, los ciudadanos se sienten cada vez más frustrados y enfadados, y las autoridades los atacan a ellos y no a los delincuentes. Y mientras tanto, lo que es más importante, la avalancha de inmigración sin restricciones sigue creciendo. Los resultados inevitables son el aumento de las tensiones raciales y el desorden social.

Estos problemas causantes de destrucción nacional son el resultado directo de un encaprichamiento izquierdista con la migración masiva y las fronteras abiertas.

El año pasado, unos 2,5 millones de personas emigraron ilegalmente a Estados Unidos. Cerca de 40.000 emigraron a Gran Bretaña, 30.000 a Canadá y unos cuantos cientos a Australia, lo que equivale a casi 2,6 millones de inmigrantes ilegales en total, más que la población de Botsuana. Desde que Joe Biden asumió su cargo, la inmigración ilegal en EE UU se ha disparado un 540%. En el mismo periodo, ha aumentado un 390% en Gran Bretaña y un 660% en Canadá. (Las cifras son más modestas en Australia, que tiene una larga historia de aceptación de refugiados por medios legales).

Los efectos peligrosos de esas políticas equivocadas son cada vez más claros. En EE UU el problema es tan obvio que Kamala Harris, la candidata demócrata a la presidencia, ha abandonado abruptamente sus críticas a las estrictas políticas fronterizas y se presenta como una mujer “dura como una roca” en materia de inmigración (artículo, página 14). Pero se trata de una estrategia para conseguir votos: la izquierda está firmemente decidida a fomentar la inmigración desde el tercer mundo hacia el primer mundo, aunque sea ilegal y, en algunos casos, aunque sea violenta.

¿Por qué? ¿Por qué impulsar políticas tan claramente autodestructivas?

Los lectores habituales de la Trompeta estarán al tanto del enfoque del redactor jefe Gerald Flurry sobre la influencia destructiva del expresidente estadounidense Barack Obama. Su libro Estados Unidos bajo ataque explica no sólo lo que este hombre ha hecho, sino por qué, la causa espiritual oculta detrás de sus acciones. Esta comprensión es crucial para reconocer la verdadera naturaleza de esta crisis migratoria. Debido a que Obama es probablemente el portavoz más destacado y legitimador del radicalismo —sobre sexo, finanzas, moral, Estado de derecho e inmigración— que ha transformado a los gobiernos del mundo de habla inglesa. Comprender su agenda en materia de inmigración y cómo encaja con sus ambiciones más amplias proporciona una profunda visión de lo que realmente está ocurriendo.

En nuestro último número de la Trompeta, el Sr. Flurry hizo una fuerte declaración sobre por qué Obama ha impulsado el flujo de migrantes, en particular hacia EE UU, Gran Bretaña, Australia y Canadá: ¡porque quiere “¡traer soldados que siembren división, violencia, confusión, terrorismo, guerra racial y guerra civil en EE UU, así como en estas otras naciones!” (laTrompeta.es/1/dr16o ).

Esta puede parecer una acusación audaz. Pero analicemos la etapa de Obama como presidente y los años transcurridos desde que salió del cargo más poderoso del mundo. Incluso ahora, ejerce más influencia global que casi cualquier otra persona. Y ha impulsado sistemáticamente una mayor inmigración a estos países a pesar de que causaba y sigue causando un daño masivo y evidente. La violencia racial y el terrorismo en estas naciones no es un efecto sin intención de este esfuerzo. Es intencionado.

Por supuesto, este ataque es mucho más grande que solo un individuo. La Biblia revela que hay una fuerza espiritual detrás, y una solución espiritual.

El zar de la migración

Sabiendo que la inmigración ilegal ha causado un claro perjuicio a las naciones de habla inglesa —y sabiendo que Obama ha luchado por mantener y aumentar la inmigración ilegal— ciertos acontecimientos de los últimos años, y su influencia en ellos, adquieren un nuevo significado.

En 2015, los conflictos en Siria, Afganistán, Irak y otras naciones crearon una crisis de refugiados sin precedentes que afectaba a millones de personas. En un discurso ante la Asamblea General de la onu, Barack Obama instó al mundo a reasentar a cientos de miles de ellos en sus propias tierras. “No se trata sólo de lo que yo pueda hacer como presidente”, dijo. “Todos y cada uno de nosotros, desde los ciudadanos hasta las ong [organizaciones no gubernamentales], podemos ayudar a los refugiados a encontrar un lugar seguro”.

Comenzó un movimiento mundial de reasentamiento. Varias empresas, como Kickstarter, Instacart, Airbnb, Starbucks y Twitter, respondieron al llamado de Obama y establecieron mecanismos para que la gente donara a ong o ayudara directamente a los refugiados. Bajo la etiqueta #AidRefugees [ayuda a refugiados], las empresas se asociaron con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y proporcionaron miles de millones en ayuda humanitaria.

Sin embargo, esta iniciativa no pretendía ayudar a los refugiados a encontrar asilo temporal. Su objetivo era proporcionarles un nuevo hogar permanente.

En junio de 2016, la Casa Blanca creó la Asociación para los Refugiados con el fin de obtener recursos de empresas privadas para sus programas de migración. Desde entonces, la asociación, conocida ahora como Tent Partnership for Refugees [Asociación Carpa para Refugiados], ha convencido a cientos de empresas para que se comprometan a contratar a casi un cuarto de millón de refugiados en una docena de países.

Además de financiar directamente el traslado de refugiados y reclutar a empresas para que ayuden, Obama también se dirigió directamente a los líderes mundiales. En septiembre de 2016, organizó la Cumbre de Líderes sobre la Crisis Mundial de los Refugiados, instando a un compromiso mundial para acoger a más refugiados. “Del mismo modo que no actuar en el pasado (por ejemplo, rechazando a los judíos que huían de la Alemania nazi) es una mancha en nuestra conciencia colectiva”, dijo, “creo que la historia nos juzgará duramente si no estamos a la altura de este momento”.

En este discurso, Obama elogió la labor de la Organización Internacional para las Migraciones (oim). Hoy, ocho años después, una consejera de Obama dirige esta organización: Amy Pope. Cuando asumió el cargo, calificó la migración como “una herramienta para liberar el potencial humano para avanzar en el desarrollo económico”. Se trata de una declaración notable a la luz de los problemas profundos que la migración masiva está causando en muchos países hoy en día. Pero representa bien la propaganda que está promoviendo lo que se ha convertido en una auténtica máquina bien engrasada de trasladar refugiados por todo el mundo.

Después de que Amy Pope se reuniera en privado con el papa Francisco para hablar de este tema, declaró: “Es una voz increíble, y en este momento en que gran parte de la retórica en torno a la migración es tan negativa, tener a alguien como [él] hablando con tanta pasión y elocuencia sobre el tema es increíblemente importante, no sólo para nuestra organización, sino para millones de personas en todo el mundo”.

La Iglesia católica hace más que ayudar sólo con palabras amables. Como informó Vatican News: “Muchas organizaciones católicas de ayuda están colaborando, proporcionando ayuda de emergencia y servicios de asentamiento a largo plazo para migrantes y refugiados”. Las 19.000 personas que trabajan en 171 países bajo la dirección de Amy Pope cuentan con la ayuda de organizaciones católicas dirigidas por el papa Francisco y de docenas de otras organizaciones para hacer viable este enorme proyecto. Suministran alimentos durante el viaje, proporcionan dinero en efectivo, ayudan con los visados, colaboran con el transporte y ayudan a encontrar trabajo a millones de personas en todo el mundo.

Pero no todos los países quieren acoger refugiados. Por eso, en la cumbre de 2016, el Sr. Obama presentó el Mecanismo Conjunto de Apoyo a los Países para el Reasentamiento de Emergencia, un proyecto conjunto de la oim y la Agencia de la onu para los Refugiados que proporciona ayuda financiera y técnica a los países que establecen o amplían programas de reasentamiento de refugiados.

El objetivo específico de esta iniciativa era animar a los países de Suramérica y de otros lugares a aceptar a solicitantes de asilo de Oriente Medio, África y Asia, informó voa News en ese momento. Al año siguiente, Chile empezó a acoger a sus primeros refugiados sirios, con el apoyo de la onu. En los años siguientes, cada vez más migrantes de Oriente Medio llegaron a Latinoamérica, y muchos de ellos entraron ilegalmente en EE UU durante el gobierno de Biden.

Para entender esta operación a gran escala, debemos comprender mejor la visión de Obama.

Inspirado por Mandela

En el servicio conmemorativo de Nelson Mandela en 2013, Obama pronunció un elogio en el que dijo: “[Mandela] despertó algo en mí”. “Me despertó a mis responsabilidades hacia los demás y hacia mí mismo, y me embarcó en un viaje improbable que me puso hoy aquí”.

De regreso a Suráfrica en 2018, Obama decía que la “luz de Mandela brillaba tanto, incluso desde aquella estrecha celda de Robben Island, que a finales de la década de 1970 pudo inspirar a un joven universitario del otro lado del mundo a reexaminar sus propias prioridades, pudo hacerme considerar el pequeño papel que yo podría desempeñar para inclinar el arco del mundo hacia la justicia”.

¿Quién era Mandela cuando inspiraba a Obama? En 1964, 30 años antes de convertirse en presidente de Suráfrica en 1994, Mandela fue acusado de sabotaje y de planear una revolución. Dirigió una organización terrorista responsable de miles de muertes, la mayoría de ellas crímenes de negros contra negros. (Lea “The Truth About Nelson Mandela” [La verdad acerca de Nelson Mandela; disponible en inglés] en theTrumpet.com/11238). Aunque el dominio británico había terminado, Mandela creía que tenía que luchar contra el “racismo institucionalizado”. “Teníamos que aceptar la inferioridad o luchar contra ella con violencia”, dijo. “Elegimos lo segundo”.

Obama pretendía reproducir a escala mundial lo ocurrido en Suráfrica. Veía el mundo dividido entre opresores y oprimidos. Remontó la causa a la dominación colonial y se convenció de que el cambio global podría requerir violencia global.

Mandela nació en 1918. Cien años después, Obama dijo: “No había ninguna razón para creer que un joven negro en ese momento, en ese lugar, pudiera alterar de algún modo la historia. Después de todo, Suráfrica llevaba menos de una década sin el control británico. Ya se estaban codificando leyes para implantar la segregación y la subyugación raciales, la red de leyes que se conocería como apartheid [segregación racial]. (…) Las potencias europeas dominantes, que habían puesto fin a una horrible guerra mundial pocos meses después del nacimiento de Madiba, veían este continente y a su gente principalmente como un botín en una contienda por el territorio y los abundantes recursos naturales y la mano de obra barata. Y la inferioridad de la raza negra, una indiferencia hacia la cultura, los intereses y las aspiraciones de los negros, era un hecho”.

Pero Obama fue mucho más allá de limitarse a seleccionar los defectos del pasado. Dijo que, a pesar de las nuevas leyes, constituciones y palabras bonitas, “las estructuras anteriores de privilegio, poder, injusticia y explotación nunca desaparecieron del todo”. Esto provocó un gran aplauso de su audiencia surafricana.

Ahora Obama pretende desalojar por completo esas “estructuras de privilegio”. Parece que parte de su estrategia consiste en reasentar a los “oprimidos” allí donde puedan derrocar violentamente a los “opresores”, tal y como pretendía hacer Mandela. Este discurso iluminó el pensamiento de Obama sobre las políticas globales, en particular la migración.

“Es un hecho evidente que la discriminación racial sigue existiendo tanto en EE UU como en Suráfrica”, dijo entre vítores y aplausos. A continuación, culpó a “las desventajas acumuladas durante años de opresión institucionalizada” por “las desigualdades en los ingresos, en la riqueza, en la educación, en la salud, en la seguridad personal, y en el acceso a crédito”.

El discurso de Obama ignoró el hecho de que la esclavitud era un pecado social mucho antes de que existiera el Imperio británico, y que el Imperio británico prohibió esta práctica maligna y derramó sangre y tesoros para erradicarla. Ignoró el hecho de que EE UU y Gran Bretaña han ampliado las libertades y oportunidades de millones de personas en todo el mundo. En cambio, afirmó que el ascenso de EE UU y Gran Bretaña se produjo a expensas del resto del mundo y es la fuente de las injusticias del mundo. Eso es una absoluta mentira.

“Cada generación tiene la oportunidad de rehacer el mundo”, afirmó. Citó a Mandela: “Los jóvenes son capaces, cuando se les despierta, de derribar las torres de la opresión y levantar las banderas de la libertad”, y luego dijo: “Ahora es un buen momento para despertar. Ahora es un buen momento para encenderse”.

Utilizando el cargo más poderoso del mundo, Obama incitó a la gente a derribar la civilización y “rehacer el mundo”. Ese mundo, en la era moderna, ha sido definido por los valores estadounidenses y británicos.

Para Gran Bretaña: ¡Abrazar la inmigración!

¿Cuál ha sido la agenda de Obama para Gran Bretaña, en particular en materia de inmigración?

En 2011, se convirtió en el primer presidente estadounidense en dirigirse al Parlamento británico en Westminster Hall. “A diferencia de la mayoría de los países del mundo, nosotros no definimos la ciudadanía con base en la raza o la etnia”, decía. “Sí, nuestra diversidad puede provocar tensiones. Y a lo largo de nuestra historia ha habido acalorados debates sobre inmigración y asimilación en nuestros dos países. Pero, aunque estos debates puedan ser difíciles, reconocemos fundamentalmente que nuestra herencia diversa es una enorme fortaleza. (…) Que es posible que los hijos e hijas de antiguas colonias se sienten aquí como miembros de este gran Parlamento, y que el nieto de un keniano que sirvió como cocinero en el ejército británico esté ante ustedes como presidente de los EE UU”.

Según el Times, el abuelo de Obama, Hussein Onyango Obama, sirvió con el ejército británico en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial, regresó a Kenia como cocinero militar, desarrolló un profundo resentimiento hacia los británicos y empezó a cooperar con la Asociación Central Kikuyu, que supuestamente juró matar a los colonos blancos, a partir de lo cual evolucionó la sangrienta revuelta Mau Mau. Barack Obama padre, hijo de Onyango y padre del presidente, compartía los mismos resentimientos. Las memorias de Barack Obama, Los sueños de mi padre, muestran que los sueños de la revuelta perviven en el nieto.

El discurso de Obama ante el Parlamento giró en torno a instar a los británicos a aceptar la inmigración. En otros tiempos, Gran Bretaña exportaba su cultura con la esperanza de crear un mundo mejor. El Sr. Obama dio la vuelta a esta noción, afirmando que una Gran Bretaña mejor surgiría si absorbiera culturas no blancas. La evidencia en Gran Bretaña atestigua lo contrario.

La Heritage Foundation observó: “Barack Obama personifica a la élite liberal globalista anti-Brexit que se burla abiertamente de la defensa de las fronteras, los Estados nacionales y la lucha contra el supranacionalismo” Obama apoya las fronteras abiertas porque transforman permanentemente la sociedad británica. Promueve el “supranacionalismo” porque permite que autoridades no elegidas dicten lo que de otro modo podrían decidir países independientes.

En abril de 2016, pocas semanas antes del referendo británico sobre el Brexit, Obama visitó Downing Street. Durante su viaje, un reportero se enfrentó a él por interferir en los asuntos de Gran Bretaña, diciendo: “EE UU no aceptaría los niveles de inmigración de México que tenemos que aceptar de la UE”. Obama respondió amenazando con que, si Gran Bretaña abandonaba la UE, pasaría al “final de la cola” de los acuerdos comerciales.

En efecto, la situación había cambiado: el nieto de un cocinero keniano del ejército británico amenazó a la antigua potencia colonial con la ruina económica por no someterse a un gobierno supranacional.

Aprovechar la inmigración en Gran Bretaña fue especialmente eficaz y destructivo. La cuestión ya era un problema antes de la llegada de Obama. En 2004, 10 nuevos Estados miembros, en su mayoría países más pobres, ingresaron en la Unión Europea. La mayoría de los países miembros cerraron sus fronteras a estos nuevos Estados miembros para proteger a sus propios trabajadores. Gran Bretaña fue uno de los tres únicos países que abrieron sus fronteras de par en par. Andrew Neather, redactor de discursos para Tony Blair y otros altos líderes laboristas, dijo que su partido tenía una “política deliberada (…) de abrir el Reino Unido a la inmigración masiva” y quería “restregarle la diversidad a la derecha en sus narices”.

Pero los laboristas perdieron las elecciones y Gran Bretaña abandonó la Unión Europea. La migración fue un factor importante en ambos acontecimientos. Sin embargo, la migración no sólo continuó, sino que creció. En 2023, la migración neta era de casi 700.000 personas (la cifra proporcional en EE UU sería de 3,4 millones). Uno de cada cinco niños de primaria no habla inglés como primera lengua. En 2,000 escuelas, la mayoría no habla inglés como primera lengua; y en 200 escuelas, el 90% no lo habla. Londres es esencialmente una ciudad extranjera. Sólo un tercio de sus ciudadanos se identifican como “blancos: ingleses, galeses, escoceses, norirlandeses o británicos”. Sólo una cuarta parte de los niños nacidos en la ciudad son británicos blancos.

Los actuales dirigentes británicos mantienen estrechos vínculos con Obama y parecen cortados por el mismo patrón. En 2021, Obama empezó a mantener conversaciones con Sir Keir Starmer y el secretario de Asuntos Exteriores en la Sombra, David Lammy, sobre cómo derrotar a los conservadores. Lammy, ahora secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido bajo el mandato de Starmer, conoce a Obama desde hace 20 años y comparte muchos de sus puntos de vista. En septiembre de 2023, Starmer declaró al podcast Power Play de Politico que Obama era el presidente estadounidense con el que hablaba “con más frecuencia”, y dijo: “Me ayuda a pensar en cómo podríamos enfocar algunas de las decisiones que tendríamos que tomar si ganamos las elecciones”.

En marzo pasado, Obama visitó a Starmer. El 4 de julio, el Partido Laborista de Starmer obtuvo una mayoría absoluta en el Parlamento. Business Insider atribuyó en parte a Obama la victoria de Starmer.

Pocas semanas después, el problema de la inmigración en Gran Bretaña estalló en violencia. Los británicos expresaron su frustración profunda por el empeoramiento del sistema judicial de dos niveles de la nación: el gobierno de Starmer arrestó a ciudadanos preocupados que compartían contenidos “de odio” en Internet, mientras los musulmanes recorrían las calles con machetes.

Para Canadá: ¡Más diversidad!

El primer ministro Starmer también es amigo del primer ministro canadiense Justin Trudeau, otro confidente cercano de Obama. Juntos están construyendo una red de políticos radicales que gobiernan estas naciones de habla inglesa.

El gobierno canadiense dice que “las tensiones raciales han existido en Canadá desde que fue colonizado” y que “diversos grupos minoritarios raciales, religiosos y sexuales de Canadá sufren cada vez más delitos de odio”. La solución del gobierno es sencilla: más diversidad.

Las políticas multiculturalistas de Canadá comenzaron en la década de 1970 con el primer ministro Pierre Trudeau. Se ampliaron enormemente en 2015 con su hijo Justin Trudeau, que declaró que Canadá era el “primer Estado posnacional” y dijo: “No hay una identidad central, no hay una corriente dominante en Canadá”. Este fue un claro rechazo a los lazos con la corona británica, los valores religiosos tradicionales, la historia nacional y la cultura, y fue alentado por Obama.

Para conseguir la elección de Justin Trudeau, su principal asesor trabajó con el equipo de campaña de Barack Obama para establecer un “patrón Obama” de elecciones. Desde entonces, este patrón ha ayudado a poner a izquierdistas en el poder en todo el mundo. Barack Obama respaldó públicamente a Trudeau, se reunió con él en repetidas ocasiones una vez en el poder y continuó su apoyo incluso después de abandonar la Casa Blanca. El Sr. Flurry escribió en nuestro número de septiembre: “Con la ayuda de China —y especialmente con la ayuda del poder de Satanás— Obama ha ayudado a convertir a Trudeau en dictador de Canadá”.

Una de las formas más notables en que Trudeau continúa el legado de Obama es a través de su política de inmigración. En 2016, Obama pronunció un discurso ante el Parlamento canadiense en el que, una y otra vez, les imploró que aceptaran la diversidad: desde la “reconciliación” con las Primeras Naciones de Canadá hasta los inmigrantes de todo el mundo, pasando por las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales de Canadá. Vea este discurso o lea una transcripción, y comprenderá mejor el aumento vertiginoso de las cifras de inmigración en ese país. Pero mientras más diversidad acoge Canadá, más enfrentamientos provoca, el más reciente entre la población lgbt de Canadá y sus inmigrantes musulmanes.

Una y otra vez, Obama suplicó al Parlamento: “Cuando los refugiados escapan de bombas de barril y torturas, y los migrantes cruzan desiertos y mares en busca de una vida mejor, no podemos simplemente mirar hacia otro lado. Desde luego, no podemos etiquetar como posibles terroristas a personas vulnerables que huyen de terroristas”. Terminó su discurso diciendo: “Qué afortunados, qué privilegiados somos por tener la oportunidad de construir ahora, nosotros mismos, este mundo de nuevo”. La verdad es que para construir algo nuevo hay que derribar lo viejo.

Desde entonces, Canadá ha importado un enorme número de refugiados y otros migrantes. Sólo en 2022, la población canadiense aumentó en más de un millón de personas. En sólo tres meses, de julio a septiembre del año pasado, aumentó en 430.000 personas. El 96% de este crecimiento se debió a la inmigración.

Para Australia: ¡Abran sus fronteras!

La agenda de Obama de colonización inversa también ha estado activa en Australia.

En su intervención ante el Parlamento australiano en 2011, Obama dijo: “Quiero reconocer a los habitantes originales de esta tierra, y a una de las culturas continuas más antiguas del mundo, los Primeros Australianos”. Más tarde añadió: “Es el espíritu de progreso de EE UU lo que me permite estar hoy ante ustedes, como presidente de esa nación. Y es el espíritu que comprobaré más tarde, cuando me convierta en el primer presidente de EE UU que visita el Territorio del Norte, donde me reuniré con los Propietarios Tradicionales de la Tierra”.

El Sr. Obama puso en primer plano el pasado colonial de Australia y luego imploró a los parlamentarios que expiaran su pasado abriendo sus fronteras. “Somos ciudadanos que vivimos según un credo común: no importa quién seas, no importa tu aspecto, todo el mundo merece una oportunidad justa; todo el mundo merece un trato justo. Por supuesto, el progreso de nuestra sociedad no siempre ha venido sin tensiones, ni luchas por superar un pasado doloroso”. Atribuyó el mérito al “espíritu de progreso” al decir: “Por eso la gente salió a la calle —de Delhi a Seúl, de Manila a Yakarta— para deshacerse del colonialismo y la dictadura y construir algunas de las mayores democracias del mundo”.

Tras dejar el cargo, Obama visitó Sídney en 2018 para reunirse de nuevo con el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull. El año pasado, volvió a visitar el país para reunirse con el primer ministro Anthony Albanese, y poco después de esa reunión, unos 400.000 inmigrantes inundaron el país. Australia sólo tiene 25 millones de habitantes; una afluencia proporcional a EE UU sería de 5,4 millones de inmigrantes. Y las cifras no hacen más que aumentar.

Tales “coincidencias” en torno al expresidente son tan comunes que el American Thinker escribió: “Aunque Obama se esfuerza por aparentar que no está directamente implicado en las cosas en las que participa, cualquiera que haya seguido las maquinaciones del sigiloso socialista sabe que no hay coincidencias en torno al ex presidente”.

La Organización Internacional para las Migraciones, impulsada en gran medida por Obama, ofrece ayuda especial a los emigrantes a Australia. El sitio web de la organización dice que la oim “tiene un paquete único para los migrantes que se establezcan en Australia que ofrece una amplia gama de asistencia. Incluye tarifas aéreas especiales con condiciones mejoradas y préstamos sin intereses disponibles para cubrir los costos de los boletos para los titulares del visado humanitario especial global”.

Un ataque al Imperio

El Sr. Flurry ha comparado a Barack Obama con Antíoco iv Epífanes, un rey seléucida que obtuvo el dominio de Palestina en el año 176 a. C. mediante engaños y adulaciones. Este hombre trató de destruir todo lo que Judá representaba. Muchos comentaristas bíblicos reconocen que Daniel 8 gira en torno a este Antíoco, pero no comprenden que la profecía es dual y principalmente para el tiempo del fin.

La Biblia revela que en los “postreros días”, se levantaría un tipo de Antíoco y trataría de erradicar “el nombre de Israel” (2 Reyes 14:26-27). “Israel” en la profecía bíblica se refiere a las naciones modernas de Gran Bretaña y EE UU. (Solicite un ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, por Herbert W. Armstrong).

Génesis 49 profetiza que José sería una “rama fructífera cuyos vástagos se extienden sobre el muro”. Esta es una imagen de Gran Bretaña y EE UU como pueblos colonizadores. Como explicó el Sr. Armstrong: “Comenzando en el 1800 estas dos naciones empezaron a surgir y a crecer hasta llegar a convertirse en naciones inmensamente ricas y poderosas, como ningún otro pueblo lo había sido antes. Pronto el Imperio británico se extendió alrededor del mundo, hasta el punto que el sol nunca se ponía sobre sus territorios. Canadá, Australia, Suráfrica se convirtieron en dominios, como naciones libres, autogobernadas e independientes de Inglaterra. Constituían un conjunto o mancomunidad de naciones unidas, no por un gobierno legal, ¡sino únicamente por el trono de David!”.

Al igual que EE UU y Gran Bretaña descienden del antiguo Israel, el trono británico ha sido, hasta hace poco, la continuación del trono real de David.

La Biblia muestra que fue por designio de Dios que el Imperio británico ascendió al poder.

La Gran Bretaña moderna, sin embargo, se ha negado a ser la nación ejemplar que Dios quería que fuera. Por lo tanto, Oseas 7:9 profetiza: “Devoraron extraños su fuerza”. En lugar de buscar a Dios y exportar Su cultura, Gran Bretaña se ha mezclado con las culturas de este mundo, un mundo profundamente influido y engañado por el diablo (2 Corintios 4:4).

La Biblia también expone la causa espiritual oculta de este odio hacia “el nombre de Israel”. La fuente principal es Satanás el diablo, que ha engañado al mundo entero (Apocalipsis 12:9). Él es el autor del odio único en el mundo hacia el Imperio británico.

Aunque Dios no permitirá que Satanás borre a Israel, usará el sufrimiento venidero para llevarlos al arrepentimiento. Aunque la Biblia revela específicamente que una guerra civil es inminente, también revela que Dios tiene el control en última instancia.

Soldados migrantes

Tras los disturbios en Gran Bretaña, Elon Musk advirtió que la guerra civil sería “inevitable”. El gobierno británico y los medios de comunicación le criticaron duramente por esta afirmación. Pero las tensiones provocadas por la avalancha de extranjeros en estos países no dejan de crecer, y algunos políticos las fomentan activamente.

El mayor peligro de las grandes afluencias de inmigrantes no tiene nada que ver con el color de la piel o la nacionalidad, sino con ideologías peligrosas. El islam radical es un ejemplo. El texto islámico del Corán ve a los musulmanes en oposición a sus vecinos judíos y cristianos. En lugar de promover la paz, este texto ha sido utilizado por predicadores radicales para provocar el odio. Aunque las motivaciones de los terroristas pueden variar, muchos se ven en una campaña militar por una causa religiosa. Cualquiera puede ver que importar personas que odian la cultura y la religión occidentales provocará tensiones en el mejor de los casos, enfrentamientos violentos en el peor.

Un número desproporcionado de los inmigrantes que entran en los países de habla inglesa son hombres solteros en edad militar, dispuestos a luchar. Sin que Musk y otros lo sepan, Barack Obama planea utilizar a estos hombres para provocar lo “inevitable”.

En el artículo de la Trompeta del mes pasado, el Sr. Flurry escribió: “Millones de personas están cruzando las fronteras de Australia, Canadá, Gran Bretaña y EE UU. Y muchos de ellos son hombres jóvenes, en forma y en edad militar, procedentes de todo el mundo, ¡incluidas naciones enemigas de EE UU, como China! Estos extranjeros atacan a EE UU traficando con drogas, traficando con niños y esclavos sexuales, perpetrando violaciones y asesinatos. Muchos conservadores creen que el plan es hacer votantes demócratas de todos estos inmigrantes ilegales. Pero Obama tiene otro plan: ¡traer soldados que siembren división, violencia, confusión, terrorismo, guerra racial y guerra civil en EE UU, así como en estas otras naciones! Ese es el plan conocido de los comunistas, y muchos de los que le ayudan son comunistas”.

Obama tiene un historial de organización comunitaria y vínculos con las protestas de Black Lives Matter [Las vidas negras importan], las protestas de Free Palestine [Palestina libre] y otras que se han vuelto violentas y han cambiado fundamentalmente nuestra sociedad. A través de la Fundación Obama, él inspira “protestas por la igualdad y la justicia” en todo el mundo.

El resultado ha sido profetizado.

Dirigiéndose a los descendientes modernos de Israel, Ezequiel 5:12 revela: “Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti…”. Esto es parte de la “gran tribulación” que Jesucristo profetizó en Mateo 24:21.

El Sr. Flurry explica en su libro gratuito Ezequiel: El profeta del tiempo final: “La palabra pestilencia tan sólo significa destrucción o muerte. (…) Una definición de la palabra raíz es ‘poner trampas, tramar en contra, destruir’. ¡Así que esta pestilencia podría ser una plaga de violencia o incendios, no necesariamente una enfermedad física!”.

Las tendencias actuales están sentando las bases para el cumplimiento de esta horrible profecía. Ciudades de EE UU, Australia, Gran Bretaña, Canadá y Suráfrica están a punto de arder en llamas.

Muchos movimientos de protesta modernos surgen a través de las redes sociales, potenciados por algoritmos que los promueven. Como se explica en Estados Unidos bajo ataque, Obama utilizó las redes sociales para agitar la Primavera Árabe. También asesora a la Casa Blanca y a líderes empresariales y mundiales sobre inteligencia artificial, una herramienta que, unida a las redes sociales, puede utilizarse para radicalizar y movilizar aún más a la gente en Internet. El detonador de disturbios generalizados está prácticamente en sus manos.

La Biblia revela que fuerzas externas buscarán terminar lo que Obama ha comenzado. El Sr. Flurry explica: “A medida que la economía empeora, asediada por potencias extranjeras, los manifestantes quemarán cada vez más, ¡porque la ira de Dios está sobre nosotros!”. Trágicamente, se profetiza que este odio explotará en la guerra civil más mortífera de la historia.

Las potencias extranjeras, testigos de la división interna y las luchas dentro de los pueblos de habla inglesa, están a punto de explotar la anarquía. Enardecerán y exacerbarán los disturbios y los incendios.

¡No debemos olvidar que estos eventos ocurrirán porque la ira de Dios está sobre nosotros! ¡Su castigo está precisamente medido para llevar a nuestro mundo al arrepentimiento!

Fue Dios quien concedió las bendiciones de las que han disfrutado nuestras naciones, para cumplir Sus promesas a Abraham y a sus descendientes. Fue gracias a la misericordia de Dios que el mundo ha disfrutado de la paz relativa que trajeron los pueblos estadounidense y británico. Y será Dios una vez más quien traiga la paz eterna. ¡Sólo Él puede hacerlo!

Dios tiene un futuro maravilloso para aquellos que estén dispuestos a escuchar Su mensaje. Él quiere traer al mundo bendiciones mucho mayores que las que disfrutó el Imperio británico. Él resolverá las injusticias del mundo y unirá naciones y razas bajo un gobierno mundial, establecido por Jesucristo.

No necesitamos más seres humanos tratando de resolver las injusticias del mundo. Lo que necesitamos es la intervención divina de Dios. Afortunadamente, ¡el venidero reinado eterno de Dios está asegurado! (Isaías 9:6-7).

EZEQUIEL: EL PROFETA DEL TIEMPO FINAL

El profeta Ezequiel habrá vivido en vano, ¡si la verdadera Iglesia de Dios no proclama su mensaje hoy! Claramente, el libro de Ezequiel es un mensaje del tiempo final. Ese mensaje revela eventos proféticos específicos que están sucediendo actualmente en Estados Unidos, Gran Bretaña y muchas otras naciones de habla inglesa. Ezequiel también revela que estas naciones están dirigiéndose a la peor crisis jamás vista. Mas todo eso es parte del plan maestro de Dios para introducir el maravilloso Reino de Dios.