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Sad, City

DAVID MCNEW/GETTY IMAGES/GARY DORNING/TROMPETA

La mano invisible

Dios está mucho más activo en la crisis del coronavirus de lo que la mayoría de la gente sabe.

La humanidad está presa de una pandemia mundial mucho más devastadora que el coronavirus. Esta infección ha desencadenado un contagio mundial de miedo y emociones irracionales . El hombre ha perdido la cabeza.

Las ramificaciones de esta abdicación universal de la razón son vastas y desconocidas. En este momento, el mundo está encerrado: millones de personas están en cuarentena, una calamidad para innumerables personas y empresas; los mercados bursátiles y las economías están en caída libre, incluso mientras los gobiernos federales acumulan una deuda sin precedentes tratando de salvarlos; muchos expertos creen que el mundo ha entrado en recesión. Mientras tanto, las fronteras nacionales se están cerrando, se están desplegando soldados en las calles de ciudades de todo el mundo y los países están promulgando leyes y medidas de tiempos de guerra, equipando a muchos gobiernos federales con poder autoritario.

En la aviación, cuando un piloto se desorienta y pierde la conciencia espacial, puede entrar en pánico y tomar decisiones que llevan la aeronave a una caída libre y sin control, un momento fatal llamado espiral de la muerte. ¿El pánico por el coronavirus ha sumido a la humanidad en una espiral de muerte?

No lo ha hecho. Déjeme decirle por qué.

El tiempo de Dios

El coronavirus cumple la profecía bíblica. Muchos pasajes bíblicos, como Apocalipsis 6 y Mateo 24, predicen enfermedades pandémicas en el tiempo justo antes de que Jesucristo regrese. La verdad es que, como advirtió el jefe de redacción de la Trompeta, Gerald Flurry, en la historia de portada de la última edición, podemos “esperar que enfermedades como este nuevo coronavirus de Wuhan empeoren ¡y que finalmente se propaguen como pandemias medievales y maten a millones de personas!” (“El coronavirus y otras plagas modernas en la profecía”, laTrompeta.es).

Pero es crucial recordar que la muerte profetizada de millones de personas por enfermedades y pestes no ocurre arbitrariamente. De hecho, ninguna de las profecías bíblicas que se están cumpliendo actualmente ocurre al azar o por casualidad. Sí, la Biblia nos dice que mucho sufrimiento es inminente y que millones de personas perecerán. Pero el sufrimiento y la muerte ocurren en los términos de Dios.

“¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?” les preguntó Jesús a Sus discípulos. “Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados” (Mateo 10:29-30). Dios conoce a cada persona en la Tierra. Él sabe de usted hasta el número de cabellos que tiene en su cabeza.

Dios está muy consciente de la humanidad en general. El rey David escribió: “El Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad; él contempla desde su trono a todos los habitantes de la tierra. Él es quien formó el corazón de todos, y quien conoce a fondo todas sus acciones” (Salmo 33:13-15; Nueva Versión Internacional).

Dios observa de cerca las condiciones del mundo y a menudo interviene para garantizar que los eventos se desarrollen de acuerdo a Su plan. “Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo; porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme. El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos. Pero los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos” (versículos 8-11; nvi).

Esta no es la manera en que la mayoría de las personas, incluso los cristianos, ven a Dios. Para la mayoría de las personas, Dios es distante y lejano. Se interesa poco por la humanidad. Incluso para la mayoría de las personas religiosas, Dios es poco más que una idea o quizás un sentimiento generado a través del estudio o la oración. Para ellos, Dios no es un Ser vivo, dinámico y activo que se interesa seriamente en los asuntos humanos y se compromete con los hombres, tanto individual como colectivamente. Lamentablemente, los hombres ignoran la presencia de Dios en los eventos mundiales, a pesar de que la Biblia revela claramente que Él “ve a toda la humanidad” y observa “a todos los habitantes de la tierra” y “frustra los planes de las naciones” y “desbarata los designios de los pueblos”.

Entonces, ¿qué está haciendo Dios ahora? ¿Por qué no ha salvado a la humanidad del coronavirus? Dios deja clara la respuesta: Él está permitiendo esta crisis como corrección de nuestros pecados. Como el Sr. Flurry escribió: “El coronavirus de Wuhan y otras enfermedades que están surgiendo hoy son solo el comienzo. [Dios] va a dejar que el mundo vea a dónde conducen sus malos caminos” (ibíd.). Para ver cómo Dios usa tales eventos para ayudarnos a reconocer nuestros pecados y cambiar nuestro comportamiento, lea “Usted puede sobrevivir al coronapocalipsis” (página 16).

Dios no permite que la crisis del coronavirus se desenvuelva indiscriminadamente. Por el contrario, Él está monitoreando cuidadosamente esta crisis y su impacto en el mundo, a nivel nacional y global, pero también a nivel familiar e individual. La Biblia muestra que Él observa los acontecimientos mundiales mucho más de cerca de lo que la mayoría de la gente sabe.

Crisis medidas

El Sr. Flurry y la Trompeta se han centrado mucho en los últimos años en la profecía de Amós 7. Esta profecía describe los principales acontecimientos que ocurrirán en EE UU en el tiempo del fin, incluida la aparición de un tipo de rey Jeroboam ii de los últimos tiempos (cumplido por el presidente de EE UU, Donald Trump). Puede estudiar lo que hemos escrito sobre esta profecía en nuestro folleto gratuito Great Again (Grande otra vez, disponible en inglés).

Considere Amós 7:7-8, donde Dios le reveló esta profecía a Amós: “Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. [El Eterno] entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más”. Dios Mismo está hablando aquí, enfocando nuestra atención en la plomada de Su mano.

Una plomada es un aparato de medición, un instrumento utilizado para garantizar una construcción precisa. Estos versículos muestran que Dios está “midiendo la destrucción que vendrá sobre las naciones de Israel”, escribe el Sr. Flurry en Great Again. “Esta destrucción no es al azar; Dios está midiéndola con cuidado y precisión. Y provocará los más maravillosos resultados imaginables”.

Aquí en Amós 7, Dios declara específicamente que Él mide los castigos que vienen sobre “Israel”, el término usado en la profecía para EE UU principalmente, pero también Gran Bretaña y el Estado de Israel.

¿Qué significa esto en la práctica? Significa que el castigo no viene sobre estas naciones a ciegas. Los golpes que están cayendo debido a la crisis del coronavirus son castigos de Dios, entregados con precisión divina.

Dios tiene un interés personal en el coronavirus y su impacto en EE UU, Gran Bretaña e Israel. Él es consciente de las consecuencias para el presidente Trump y su administración, y el costo que esto tendrá sobre la economía de EE UU, sus instituciones y el público. Dios ve que la izquierda radical está usando esta crisis para atacar al presidente. Amós 7 muestra que Dios está prestando mucha atención y se asegurará de que los acontecimientos se desarrollen de acuerdo a Su plan.

Amós 7 significa que también podemos decir que el coronavirus no derribará al presidente Trump. Tampoco lo hará la izquierda radical, que ha sido fundamental en la fabricación de esta crisis. Amós 7 deja en claro que Dios derribará al Sr. Trump, de acuerdo al tiempo en Su plan, y en Sus términos.

¿Qué pasa con el mundo en general? ¿Está Dios midiendo esta crisis a medida que avanza por China, Italia, Irán y todas las demás naciones y pueblos de este planeta?

Una profecía cautivadora y dramática en Zacarías 6 responde: ¡Absolutamente! En su libro El nuevo trono de David, el Sr. Flurry escribe: “El marco de tiempo de Zacarías 6 es muy aleccionador. ¡Se trata del período urgente de preparación justo antes de la Gran Tribulación y el Día del Señor!” (énfasis añadido). La Tribulación y el Día del Señor preceden al regreso de Jesucristo y se describen en Mateo 24, así como en los libros de Joel, Zacarías y Malaquías. Los eventos representados en Zacarías 6 comienzan poco después de que comienza el “fin de Jeroboam”, el período de tiempo en el cual ocurren los eventos de Amós 7.

Zacarías 6 da un relato dramático de la presencia activa y tangible de Dios en el mundo ahora mismo.

En los versículos 1-3, Zacarías registra la visión: “De nuevo alce mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. En el primer carro había caballos alazanes [rojos], en el segundo carro caballos negros; en el tercer carro caballos blancos; y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados”.

¿Quiénes son estos carros y qué representan? El versículo 5 dice: “Estos son los cuatro vientos [espíritus, vkj] de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra”. Estos “espíritus” son ángeles, que Dios a menudo usa para cumplir Su voluntad en la Tierra. En Hebreos 1:14, Pablo escribió que los ángeles son “espíritus ministradores, enviados para servicio…”. En 2 Reyes 6, Dios envió todo un ejército de ángeles para proteger a Eliseo e Israel. Dios incluso abrió los ojos de un criado para que pudiera ver realmente a este ejército angelical, que estaba “lleno de caballos y carros de fuego” (versículo 17).

En Zacarías 6, Dios Mismo dicta órdenes a cuatro poderosos ángeles de alto rango, luego los envía a la Tierra. Cada ángel tiene la descripción de un trabajo específico y un conjunto detallado de órdenes de Dios. “Dios envía estos carros”, escribió recientemente el Sr. Flurry. “Él está preparando, dando órdenes específicas sobre lo que deben hacer estos carros. Es un esfuerzo global. Dios ha dado a estos ángeles de Zacarías 6 instrucciones, y está enviando espíritus por todo el mundo, preparando y organizando estos eventos catastróficos que ya están empezando a desarrollarse ante nuestros ojos” (Royal Vision, marzo-abril 2020).

Estos versículos muestran que la humanidad no ha sido dejada sola con el coronavirus. Dios no permite que la humanidad tropiece accidentalmente con la Tribulación y el Día del Señor. Estos tiempos terribles están llegando, pero llegarán en los términos de Dios. Zacarías 6 muestra que Dios Mismo, a través de estos cuatro ángeles y sus legiones, está orquestando cuidadosamente los eventos mundiales.

Algunos podrían pensar que es absurdo decir que Dios supervisa las condiciones mundiales usando ángeles. A algunos les resultará difícil visualizar a los ángeles cruzando por el planeta, controlando los eventos para garantizar que se desarrollen de acuerdo con la profecía bíblica. Hace unos meses, muchas de estas mismas personas habrían pensado que era absurdo que una enfermedad epidémica pudiera enviar a todo el planeta a encerrarse. Una de las grandes lecciones de la crisis del coronavirus es que necesitamos pensar lo impensable más a menudo.

Guiando a las potencias mundiales

¿Qué hacen estos cuatro ángeles una vez que reciben sus órdenes? “El carro con los caballos negros salía hacia la tierra del norte, y los blancos salieron tras ellos, y los overos salieron hacia la tierra del sur. Y los alazanes salieron y se afanaron por ir a recorrer la tierra. Y dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra” (Zacarías 6:6-7).

Dios está calculando esto extraordinariamente; estos cuatro ángeles tienen asignaciones territoriales específicas. “Los caballos negros aquí son una representación de violencia, hambre y pestilencia”, explicó el Sr. Flurry. Este ángel en particular está midiendo de cerca la propagación de enfermedades contagiosas. Observe también que los caballos negros tienen un enfoque especial en el “país del norte”, lo que otras profecías bíblicas nos dicen que se refiere a Europa. ¿Es una coincidencia que el coronavirus haya afectado más a Europa y haya tenido un gran impacto en la política y las economías del Continente? ¡No si entiende y cree Zacarías 6! Mientras tanto, otro ángel está operando en el sur. Quizás esto incluye el área controlada por el “rey del sur”, o Irán y sus aliados islamistas radicales, profetizados en Daniel 11:40.

Prácticamente, eso significa que Dios está calculando los eventos en Europa y en Irán, así como en China y el resto del planeta. A través de estos ángeles, se está asegurando de que la crisis del coronavirus avance las profecías bíblicas sobre estas regiones. Esto significa que esta crisis seguramente ayudará a Europa a unirse y provocar que el hombre fuerte de Alemania surja y lidere a su nación y a Europa. Quizás parezca que el coronavirus destruirá a Europa política y financieramente, y pondrá fin a la noción de unidad europea. De hecho, el ángel apostado sobre el Continente tiene todo bajo control: ¡este ser está asegurando que esta crisis forje el desarrollo de Europa en un superestado federal liderado por Alemania! (artículo, página 6).

Lo mismo ocurre con Irán, otra nación sobre la que la Trompeta ha hecho fuertes pronósticos específicos durante muchos años. Hace unos meses, Irán estaba atormentando a la región y a la comunidad internacional en general, cumpliendo muy obviamente el papel del rey del sur profetizado en Daniel 11:40-44. Entonces el coronavirus golpeó. Desde enero, algunos de los principales líderes de Irán han sido asesinados, ya sea por el coronavirus o por drones estadounidenses. El virus ha devastado a la población y está destrozando la economía de Irán. ¿Sigue siendo Irán el rey del sur, capaz de incitar a la guerra con Europa, como lo profetiza la Biblia?

¡No lo dude! El ángel apostado sobre esta región y responsable de medir el poder y la presencia de Irán lo tiene bajo control. Quizás Irán era un poco demasiado poderoso; quizás Teherán se estaba moviendo demasiado rápido hacia el cumplimiento de su papel profetizado y Dios necesitaba desacelerarlo para asegurarse que la profecía se cumpliera a Su tiempo programado.

Luego está China, el paciente cero del coronavirus y la nación que hace solo unos pocos meses ostentaba una gran influencia y poder global. La Trompeta ha pronosticado durante mucho tiempo que China sería una superpotencia económica y militar que rivalizaría con EE UU y que algún día le impondría un asedio económico devastador. Luego, el coronavirus de Wuhan golpeó, causando que China entrara en un bloqueo total, hundiendo la economía y haciendo tambalear a sus líderes. ¿Es China una superpotencia capaz de competir con EE UU? ¿O el coronavirus ha dejado fuera de combate a China? ¿Estaba equivocada nuestra profecía?

Usted sabe la respuesta: los ángeles de Zacarías 6 lo tienen todo bajo control. El impacto devastador del virus en China avanzará las profecías bíblicas sobre esta nación, y ya lo está haciendo. La relación de Pekín con EE UU, que ya era errática, será aún más volátil. Este virus también asegura a Rusia como la nación líder en la profetizada alianza chino-rusa. Económicamente China podría reducir la velocidad, especialmente si hay una recesión global, pero aún tiene el poder de asediar a EE UU. Quizás esta crisis reconfigure el mundo económicamente, dando a Pekín más libertad para desvincularse de EE UU y creando la oportunidad para una hostilidad más abierta.

¿Qué pasa con la economía global, la caída de los precios del petróleo y los dramáticos acontecimientos que ocurren dentro y entre las naciones de toda la Tierra, en Rusia, en Arabia Saudí, en Suramérica y África? ¡Dios está vigilando atentamente todos estos acontecimientos a través de Sus ángeles guerreros, e interviene cuando es necesario de varias maneras para garantizar que Su voluntad y Sus profecías se cumplan! (artículo, página 14).

Seguridad y esperanza

En El nuevo trono de David , el Sr. Flurry escribe que Zacarías 6 “muestra cómo Dios se está preparando diligentemente para los eventos de la Gran Tribulación y el Día del Señor; ¡y para la majestuosa coronación que seguirá inmediatamente después!”. Nosotros también debemos prepararnos diligentemente para el futuro.

Necesitamos estar más familiarizados con estas profecías en Amós 7 y Zacarías 6. Cuanto más familiarizados estemos con ellas, y más profunda sea nuestra fe en ellas, tendremos más urgencia en nuestra propia preparación.

¡Amós 7 y Zacarías 6 muestran cuán urgente e íntimamente involucrado está Dios en los eventos mundiales! Hay una gran tranquilidad y esperanza en estas profecías. El mundo está en una espiral hacia la destrucción, y muchos sufrirán. Pero la humanidad no está en una espiral de muerte. Aunque a menudo parece que la civilización está fuera de control, y es correcto decir que nuestros líderes y expertos están perdiendo rápidamente el poder de controlar los acontecimientos, recuerde una de las grandes lecciones de la profecía que hemos visto: “Zacarías 6 muestra que Dios tiene un claro plan de acción”.

Piense en esto: ¡el hecho de que el caos y la destrucción estén tan calculados y medidos revela la presencia activa de Dios en los asuntos humanos! Muestra Su amor, misericordia y compasión.

Recuerde también que Dios conoce hasta la cantidad de cabellos que hay en su cabeza. Así como Él está muy interesado en los acontecimientos mundiales, en lo que está sucediendo en su nación y su ciudad, también está muy interesado en lo que está sucediendo en su vida.

¿Qué está sucediendo en su vida? ¿El estado surrealista de las condiciones mundiales de estos últimos meses le ha llevado a una profunda reflexión y meditación? ¿Está obteniendo respuestas a las muchas preguntas suscitadas por los acontecimientos mundiales? En última instancia, ésta es la razón por la que Dios despliega tantos recursos para interceder en los asuntos humanos: está dándole a los seres humanos la oportunidad de verlo a Él, de aprender acerca de Su verdad y arrepentirse.

La humanidad no da señales de un arrepentimiento generalizado, pero “la oportunidad aún sigue abierta para que las personas busquen a Dios en arrepentimiento antes que sea demasiado tarde”. Usted puede ser una de estas personas. 

Throne, AD