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La historia es un camino para entender la profecía bíblica
Durante décadas, la historia ha estado bajo ataque. Nuestras escuelas dejaron de enfatizarla; muchos colegios dejaron de enseñarla. Ahora las personas están activamente derribándola y revisándola radicalmente. Esto es profundamente perturbador. ¡Estamos arruinando a uno de los maestros más efectivos de la humanidad!
Hal Brands y Francis J. Gavin escribieron un artículo para WarontheRocks.com titulado: “La profesión histórica está cometiendo suicidio en cámara lenta” (10 de diciembre de 2018). Éste describía cómo los historiadores actuales escriben de manera erudita los unos para los otros en lugar de hacerlo para el beneficio de su nación y del mundo. Eso es un peligroso error.
“[D]espués de que la Guerra de Vietnam abriera una brecha entre el gobierno y la academia, los historiadores tendieron a evitar el compromiso constructivo con los responsables políticos en favor de un enfoque más polémico basado en ‘decir la verdad al poder’”, explicaron ellos. “Comenzaron a considerar el ‘presentismo’, (utilizar el pasado como una forma de abordar los desafíos del presente), como una distorsión de la tarea del historiador. ‘La historia’, escribió un historiador prominente (…), ‘no puede preocuparse en primer lugar por navegar el barco del Estado’”.
Los historiadores ya no creen que recordar el pasado nos ayude a tomar decisiones en el presente. ¡Eso es absurdo! Ignoran ejemplos como el de Winston Churchill, cuya profunda comprensión de la historia le ayudó a guiar a todo el mundo Occidental durante la Segunda Guerra Mundial, ¡y lo salvó de la tiranía! Dios hizo milagros para que eso sucediera, pero usó a un hombre que estaba absolutamente inmerso en la historia. Hoy en día tenemos libertades, debido en gran parte a que Churchill estudió la historia.
“Como nos explicó recientemente el presidente de un destacado departamento de historia, la disciplina de historia no considera interesante, importante ni innovadora la exploración y comprensión de las decisiones de los dirigentes estatales o de los oficiales militares” (ibíd).
¡Si a los profesores no les importa la historia, no es de extrañar que los estudiantes la abandonen! Ellos niegan el hecho básico de que individuos como Churchill han cambiado la historia, ¡cuando eso es parte de la definición de historia! ¡Al aceptar tal error, toda la disciplina está “cometiendo un suicidio en cámara lenta”!
Dios nos dice que estudiemos la historia. ¡Ignorarla pone en peligro a nuestra nación y nuestra relación con Él! Por otro lado, el entendimiento de la historia secular y bíblica nos ayuda a entender la profecía bíblica, que es la historia del futuro.
Advertencias basadas en la historia
Debido a que Churchill poseía un entendimiento histórico, también poseía una visión penetrante. Cuando estudiaba la historia, sacaba de ella muchas lecciones invaluables. Hablaba de cómo la historia proporcionaba un “largo y sombrío catálogo de la infructuosidad de la experiencia y de la confirmada imposibilidad de enseñar a la humanidad. La falta de previsión, la falta de voluntad para actuar cuando la acción sería simple y efectiva, la falta de claridad mental, la confusión en los consejos hasta que surge una emergencia, hasta que la autoconservación se convierte en un problema, son las características que constituyen la repetición interminable de la historia”.
Churchill advirtió implacablemente que Alemania hundiría al mundo en otra guerra. Él conocía el registro de la naturaleza humana, el cual le daba una visión del futuro de la naturaleza humana. Sabía que Gran Bretaña podría detener a Adolfo Hitler si tomaba medidas decisivas desde el principio. Pero otros líderes británicos insistieron en el desarme y el apaciguamiento para evitar agitar a Hitler.
Aun cuando Churchill no tenía casi ningún apoyo de otras personas, se mantuvo firme y valiente en sus convicciones. Cuando sus advertencias se cumplieron, la gente finalmente se dirigió a él para que liderara la peor guerra de la historia. ¡Lo consideraban un profeta secular!
Esa devastadora guerra mundial en la que murieron 60 millones de personas sólo fue necesaria ¡porque ni los políticos, ni los medios de comunicación, ni los educadores escucharon la advertencia de Churchill basada en la historia!
Debemos aprender lecciones a partir de esta historia. Las circunstancias de hoy son realmente peores. Es demasiado fácil caer en una cómoda rutina y no darse cuenta, como dijo Churchill, “de cuán cerca y cuán graves son los peligros de una explosión mundial”.
Pero la historia secular tiene sus limitaciones. Los más grandes historiadores aún no han conocido el camino hacia la paz duradera (Isaías 59:8). Para encontrar respuestas reales, debemos buscar en otra parte. Debemos entender la historia bíblica. Combine la historia secular con la historia bíblica, ¡y eso le llevará a entender la profecía bíblica!
Aquí hay una forma específica de empezar a entender la historia del pasado y la profecía del futuro: Estudie la historia profética de la Biblia.
La historia como profecía
Los libros bíblicos de Josué, Jueces, Samuel y Reyes forman una porción del Antiguo Testamento conocida como los “profetas anteriores”. Estos libros contienen la historia del antiguo Israel. Los historiadores que los escribieron investigaron meticulosamente y obtuvieron esa historia.
Sin embargo, aunque estos libros registran la historia, son llamados “profetas anteriores” por una razón. ¡Los historiadores que los escribieron eran profetas! ¡Y mucho de lo que ellos escribieron es en realidad profecía para nuestros tiempos!
El libro de Josué registra el viaje de Israel a la Tierra Prometida. Incluye principios cruciales para dirigir una nación que son aplicables incluso hoy en día. El libro de los Jueces es el libro más sangriento de toda la Biblia porque el pueblo de la nación falló en confiar y obedecer a Dios; en cambio, “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 17:6; 21:25). Esto es exactamente lo que sucede en las naciones modernas que descienden del antiguo Israel—EE UU, Gran Bretaña y la nación judía de Oriente Medio. Como resultado, nuestras naciones nunca han estado más divididas, y están en el precipicio del colapso, una repetición profética de la historia.
Samuel, Reyes y Crónicas registran el relato biográfico más largo de la Biblia: el del rey David. David fue un hombre conforme al corazón de Dios, cuya historia es un ejemplo de cómo podemos tener una maravillosa, inspiradora y exitosa relación con Dios.
Gran parte de la historia que estos profetas registraron meticulosamente y que Dios preservó milagrosamente por miles de años, es profética. Churchill describió la “repetición interminable de la historia”. ¡Mucha de la historia de los profetas anteriores se convierte en profecía!
Por ejemplo, estos libros registran cómo el estado de la religión en el antiguo Israel revelaba el estado de la nación. Mire alrededor hoy: ¿cuál es el estado de la religión en nuestras naciones? Es débil y está siendo abrumado por el secularismo y la inmoralidad de la sociedad. Incluso entre los cristianos hay muy poca enseñanza acerca de la profecía, ¡a pesar de que la profecía constituye alrededor de un tercio de la Biblia!
¿Qué hizo de David una leyenda espiritual? ¿Qué hizo de Saúl un completo fracaso? ¡Necesitamos saberlo! Toda la historia registrada en las Escrituras sucedió como ejemplo para aprender de ella (1 Corintios 10:11). ¡Dios nos ordena que prestemos atención a la historia y que apliquemos sus lecciones!
“Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en [el Eterno] vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados” (2 Crónicas 20:20). Estas son palabras de Dios. Profetas escribieron los antiguos libros de los profetas. ¡Estudie y crea en esos escritos, y prosperará!
Esto es más que historia hebrea; es la historia de Dios. Es el camino para entender las profecías bíblicas, ¡y puede cambiar toda su vida y llenarle de propósito e inspiración! ¡Debemos aprender de ella antes de que se agote el tiempo! ▪